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January 18, 2012

Miracleman # 2 Alan Moore & Garry Leach

“With great power there must also come great responsibility”. If you have read Spider-Man’s comic books or seen the movies, then these words are familiar to you. But the antithesis of this phrase is “power corrupts, and absolute power corrupts absolutely”.

Imagine that you are the most powerful creature in the world. What would you do? Would you uphold the law? Or would you change the rules of the world for your own benefit? Johnny Bates had to answer those questions over 20 years ago. After the demise of Young Miracleman and the disappearance of Miracleman, he was the only one left.  Kid Miracleman had it all: he was indestructible, strong, powerful… and he decided to stay that way. Bates never returned to being human, he stayed as a superman and he grew old as a superman. Using his superhuman abilities he built the world’s greatest technological corporation, and he soon became one of the most influential men of the 20th century. That is until the day he saw on the news that Miracleman was back. Now his old ally had become the one and only possible threat to his ambitions. Moore continues to reinvent the traditional superhero rules, and instead of using an established villain he uses the hero’s sidekick, this as unexpected as seeing Robin turning against Batman and overpowering his former mentor.

When Moran realizes that his old sidekick is now a psychopathic monster, he utters the word kimota and becomes Miracleman once again. But Kid Miracleman has had over two decades to hone his skills, to increase his powers, and Miracleman soon realizes he is no match for Bates. As two titanic forces unleash their full power, everyone in England realizes that the flying man in the news was no hoax at all. Overwhelmed by the attack, Miracleman cannot defeat his opponent, and yet giving up is not an option. Injured and barely able to stand up, Miracleman finally understands that for all his power, his final hour has come. And then, in a moment of indescribable pride, Bates pronounces the name of the hero ‘Miracleman’, which happened to be the word he had to say in the past to revert to human form.

Johnny Bates is once again an innocent and sweet child, but guilt for all his actions as Kid Miracleman is too much for his mind to bear and he crumbles into a catatonic state. A few days later, Moran thinks about his life: as Miracleman he is young and handsome, and much smarter than most men, as Moran, he’s just an ordinary, out of shape guy. To make matters worse, Liz is now pregnant. Moran’s infertility had prevented pregnancy for years, but one sexual encounter between Liz and Miracleman was more than enough. Justifiably, Moran starts feeling like a useless man, will he feel tempted to live his life as a superhuman, just like Bates did? In the 50s, Moran and Miracleman were quite interchangeable characters, but not here. Moore creates two very different individuals, and thus strengthens the exscinded nature of an already troubled protagonist. This is the true postmodern subject, so it’s no surprise to read critics labeling this series as deconstructionist.

Garry Leach had masterfully balanced his groundbreaking visual efforts with his insuperable storytelling approach, there were no random fragments or loose lines in his panels, everything was so carefully orchestrated that it soon became obvious for him that he needed more time to finish his pages. Because of this, another well-known British artist, Alan Davis, started penciling the pages that would be later inked by Garry Leach. Unfortunately, Garry’s perfectionism would require more time than usual, and so Alan Davis became the sole artist of the title.  
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"Un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Si has leído cómics de Spider-Man o has visto las películas, entonces estas palabras te resultarán familiares. Pero la antítesis de esta frase es "el poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente".

Imagina que eres la criatura más poderosa del mundo. ¿Qué harías? ¿Defenderías la ley? ¿O cambiarías las reglas del mundo para tu propio beneficio? Johnny Bates tuvo que responder estas preguntas hace 20 años. Luego del fallecimiento de Young Miracleman y la desaparición de Miracleman, él fue el único que quedó. Kid Miracleman lo tenía todo: era indestructible, fuerte, poderoso... y decidió seguir así. Bates nunca regresó a su forma humana, continuó siendo un superhombre y envejeció como un superhombre. Usando sus habilidades sobrehumanas construyó la corporación tecnológica más grande del mundo, y se convirtió en uno de los hombres más influyentes del siglo XX. Hasta el día en que vio en las noticias que Miracleman había regresado. Ahora, su viejo aliado se había convertido en la única amenaza posible a sus ambiciones. Moore continúa reinventando las reglas súper-heroicas tradicionales, y en vez de usar un villano tradicional utiliza al aliado del héroe, esto es tan inesperado como ver a Robin luchando contra Batman y derrotando a su antiguo mentor.

Cuando Moran descubre que su viejo aliado es ahora un monstruo psicótico, susurra la palabra kimota y se convierte en Miracleman nuevamente. Pero Kid Miracleman ha tenido dos décadas para perfeccionar sus habilidades e incrementar sus poderes, y Miracleman se da cuenta que no está a la altura de Bates. Cuando estas dos fuerzas titánicas desatan todo su poder, la gente comprueba que el hombre volador no era ninguna farsa. Abrumado por el ataque, Miracleman no puede derrotar a su oponente, aunque rendirse tampoco es una opción. Herido y apenas capaz de ponerse en pie, Miracleman finalmente comprende que su hora final ha llegado. Y entonces, en un momento de indescriptible orgullo, Bates pronuncia el nombre del héroe 'Miracleman', es decir, la palabra que en el pasado lo revertía a su forma humana.

Johnny Bates vuelve a ser el niño dulce e inocente de antaño, pero la culpa por sus acciones como Kid Miracleman es más de lo que su mente puede soportar y cae en un estado catatónico. Algunos días después, Moran reflexiona sobre su vida: como Miracleman es joven y guapo, y mucho más inteligente que los hombres normales, como Moran es un sujeto ordinario, fuera de forma. Para empeorar las cosas, Liz está ahora embarazada. La infertilidad de Moran había evitado este suceso por años, pero un encuentro sexual entre Liz y Miracleman fue más que suficiente. Justificadamente, Moran empieza a sentirse como un hombre inservible, ¿se sentirá tentado a vivir su vida como un superhombre, al igual que Bates? En los años 50, Moran y Miracleman eran personajes bastante intercambiables, pero ya no. Moore crea dos individuos diferentes, y fortalece la naturaleza escindida de un protagonista conflictuado desde un inicio. Este es el verdadero sujeto postmoderno, así que no me sorprende que los críticos consideren esta serie como deconstruccionista.

Garry Leach combina sus innovadores esfuerzos visuales con un insuperable manejo de las secuencias, no hay fragmentos al azar ni líneas sueltas en sus paneles, todo es cuidadosamente organizado y por ello empezó a necesitar más tiempo para terminar sus páginas. A causa de esto, otro reconocido artista británico, Alan Davis, empezó a dibujar a lápiz mientras Garry Leach se encargaba del entintado. Desafortunadamente, el perfeccionismo de Garry requería cada vez más tiempo, y fue así como Alan se convirtió en el único artista del título.

Art by Alan Davis