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February 14, 2024

X-Men: I, Magneto - Chris Claremont & Dave Cockrum

A few years ago, I started reviewing the classic Chris Claremont and Dave Cockrum run on this blog, beginning with Second Genesis, the story that brought us the X-Men team most fans are familiar with (Wolverine, Storm, Colossus, Cyclops, etc.). I gladly reviewed those issues as a steppingstone towards the run I was truly interested in: Chris Claremont and John Byrne, which didn’t just redefine the X-Men title but the entire superhero genre. I honestly don’t think we could find anything as grandiose, as vibrant and as classic as those X-Men issues co-written by Claremont and Byrne, and beautifully illustrated by Byrne. 

Dave Cockrum

However, as the saying goes, all good things must come to an end, Byrne’s departure after Uncanny X-Men # 143 meant that Claremont regained full control of the title, which he had reluctantly relinquished to appease the creative demands of superstar John Byrne. As a I said before, this obviously meant a change in tone and style. I will have to admit that it feels quite strange to see Cockrum returning to a title that became the bestselling comic thanks to Byrne. I wonder if it was difficult for the veteran artist to come back to a place that had been elevated by the talent of someone who, out of modesty, didn’t consider himself more than a pupil. This was a good example of a student besting his teacher. And as much as I appreciate Cockrum’s art, whenever I read these comics I can’t stop missing Byrne. 
Dave Cockrum

“Cry, Mutant” (originally published in Uncanny X-Men # 148, August 1981), written by Chris Claremont, penciled by Dave Cockrum, inked by Joe Rubinstein and colored by Glynis Wein, introduces Caliban (named after one of the main characters in Shakespeare’s Tempest). In later decades, Caliban will become a major player in Peter David’s X-Factor, but here he’s merely a secondary character. Most important, perhaps, is the fact that Caliban admits that he lives in an ‘underworld home’, clearly a reference to the large amount of mutants living underground, in the sewers of New York city, a premise Claremont will elaborate further in subsequent years. 

Another important plotline shows us Cyclops running around in an ancient city which has existed long before humans stepped foot on this world. In a magnificent double page spread, Cockrum shows us the design of this nightmarish city, which is a clear homage to H.P. Lovecraft’s Cthulhu Mythos. This plotline continues in “And the Dead Shall Bury the Living” (Uncanny X-Men # 149, September 1981), written by Chris Claremont, penciled by Dave Cockrum, inked by Joe Rubinstein, and colored by Don Warfield. Here, a confrontation between the X-Men and the powerful Garokk announces the presence of Magneto. 

Scott Summers

The last comic included in The Uncanny X-Men Omnibus Vol. 2 is “I, Magneto” (Uncanny X-Men # 150, October 1981). Since I decided to buy both omnibus volumes exclusively because of my interest in John Byrne’s run, I’m still unsure about whether or not I should purchase the third volume (something tells me I might end up doing it sooner rather than later). The protagonist of this issue is the X-Men’s greatest nemesis, the master of magnetism, Magneto himself. Claremont writes it, Cockrum pencils it, and Joe Rubinstein and Bob Wiacek inks it, while Glynis Wein colors it. 

Caliban

First, we see Magneto in one of his many megalomaniac monologues about destroying the world. One of my favorite sequences happens when the X-Men arrive to the ancient city in which Cyclops has been wandering around. Storm gains access to Magneto’s quarters, and there, under the darkness of the night, she plots to kill him. It’s an intense moment in which storms questions herself about the morality of what she’s about to do, and Magneto’s quick reaction proves how lethal he can be as an enemy. The X-Men will fight against Magneto, as can be expected.

Kitty Pride, Caliban, Spider-Woman & Storm

 The best sequence comes after the confrontation, when for one second Magento regains his own sense of humanity: “In my zeal to remake the world, I have become much like those I have always hated and despised”, he admits. To which Storm replies “The dream was good, is good. Only the dreamer has become corrupted”. The circle is completed, from an initial outburst of hate that made Magneto threaten the world and Storm try to murder him in his sleep, to challenging our innermost perceptions, of ourselves and the world around us. I think in moments like this, Claremont shines as a writer.
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Hace unos años, comencé a reseñar la etapa clásica de Chris Claremont y Dave Cockrum en este blog, comenzando con Second Genesis, la historia que nos trajo el equipo de X-Men con el que la mayoría de los fanáticos están familiarizados (Wolverine, Storm, Colossus, Cyclops, etc. .). Con mucho gusto reseñé esos cómics como un trampolín hacia la etapa que realmente me interesaba: Chris Claremont y John Byrne, quien no solo redefinió el título de X-Men sino todo el género de superhéroes. Honestamente, no creo que podamos encontrar algo tan grandioso, tan vibrante y tan clásico como esos números de X-Men coescritos por Claremont y Byrne, y bellamente ilustrados por Byrne.

Garokk

Sin embargo, como dice el refrán, todo lo bueno debe llegar a su fin, la partida de Byrne después de Uncanny X-Men # 143 significó que Claremont recuperó el control total del título, al que había renunciado a regañadientes para apaciguar las demandas creativas de la superestrella John Byrne. Como dije antes, esto obviamente significó un cambio de tono y estilo. Debo admitir que resulta bastante extraño ver a Cockrum regresar a un título que se convirtió en el cómic más vendido gracias a Byrne. Me pregunto si al veterano artista le resultó difícil regresar a un lugar que había sido encumbrado por el talento de alguien que, por pudor, no se consideraba más que un alumno suyo. Este fue un buen ejemplo de un estudiante superando a su maestro. Y por mucho que aprecio el arte de Cockrum, cada vez que leo estos cómics no puedo dejar de añorar a Byrne.

Magneto

“Llora, mutante” (publicado originalmente en Uncanny X-Men # 148, agosto de 1981), escrito por Chris Claremont, dibujado a lápiz por Dave Cockrum, entintado por Joe Rubinstein y coloreado por Glynis Wein, presenta a Caliban (que lleva el nombre de uno de los personajes principales de La tempestad de Shakespeare). En décadas posteriores, Caliban se convertirá en un actor importante en X-Factor de Peter David, pero aquí es simplemente un personaje secundario. Lo más importante, quizás, es el hecho de que Caliban admite que vive en una “casa del inframundo”, claramente en referencia a la gran cantidad de mutantes que viven subterráneamente, en las alcantarillas de la ciudad de New York, una premisa que Claremont desarrollará más en los años siguientes. 

Storm & Magneto

Otra trama importante nos muestra a Cyclops corriendo por una ciudad antigua que existió mucho antes de que los humanos pusieran pie en este mundo. En una magnífica doble página, Cockrum nos muestra el diseño de esta ciudad de pesadilla, en un claro homenaje a Los mitos de Cthulhu de H.P. Lovecraft. Esta trama continúa en “Y los muertos enterrarán a los vivos” (Uncanny X-Men # 149, setiembre de 1981), escrita por Chris Claremont, dibujada por Dave Cockrum, entintada por Joe Rubinstein y coloreada por Don Warfield. Aquí, un enfrentamiento entre los X-Men y el poderoso Garokk anuncia la presencia de Magneto.

Wolverine, Nightcrawler, Kitty Pride, Colossus & Cyclops

El último cómic incluido en The Uncanny X-Men Omnibus Vol. 2 es “Yo, Magneto” (Uncanny X-Men # 150, octubre de 1981). Dado que decidí comprar ambos volúmenes de lujo en tapa dura, exclusivamente debido a mi interés en la etapa de John Byrne, todavía no estoy seguro de si debería o no comprar el tercer volumen (algo me dice que podría terminar haciéndolo más temprano que tarde). El protagonista de este número es el mayor enemigo de los X-Men, el maestro del magnetismo, el propio Magneto. Claremont lo escribe, Cockrum lo dibuja a lápiz y Joe Rubinstein y Bob Wiacek lo entintan, mientras Glynis Wein lo colorea.

Primero, vemos a Magneto en uno de sus muchos monólogos megalómanos hablando sobre la destrucción del mundo. Una de mis secuencias favoritas ocurre cuando los X-Men llegan a la antigua ciudad por la que Cyclops ha estado deambulando. Storm obtiene acceso a las habitaciones de Magneto y allí, bajo la oscuridad de la noche, planea matarlo. Es un momento intenso en el que Storm se cuestiona sobre la moralidad de lo que está a punto de hacer, y la rápida reacción de Magneto demuestra lo letal que puede ser como enemigo. Los X-Men lucharán contra Magneto, como era de esperar.

Professor X & Moira MacTaggert

La mejor secuencia llega después del enfrentamiento, cuando por un segundo Magneto recupera su propio sentido de humanidad: “En mi afán por rehacer el mundo, me he vuelto muy parecido a aquellos que siempre he odiado y despreciado”, admite. A lo que Storm responde “El sueño fue bueno, es bueno. Sólo el soñador se ha corrompido”. El círculo se completa, desde un estallido inicial de odio que hizo que Magneto amenazara al mundo y Storm intentara asesinarlo mientras dormía, hasta desafiar nuestras percepciones más íntimas, de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. Creo que en momentos como éste, Claremont brilla como escritor.

July 28, 2016

The X-Men # 5, 6 & 7 - Stan Lee & Jack Kirby

If we take a look at the first issues of most Marvel titles in the 60s, we’ll quickly realize that quite often the first villain to fight against the heroes isn’t necessarily a memorable foe. In fact, the most iconic enemies would only appear several months after the superheroes debut; for instance, in Fantastic Four # 1, the quartet defeats the Moleman, and readers would have to wait a while until the first appearance of Doctor Doom; the same thing happens with Spider-Man (the Green Goblin isn’t the first adversary to show up), Daredevil (no Kingpin in sight during the first adventures), Hulk, Iron Man, etc. 

It seems like only the X-Men got to meet their quintessential villain in the first issue. Indeed, Magneto’s tremendous popularity amongst the readers surely explains why he would soon monopolize the pages of The X-Men. Magneto and his Brotherhood of Evil Mutants reappear in “Trapped: One X-Man” (originally published in The X-Men # 5, May 1964). 

Although these comics were published half a century ago, they’re still incredibly entertaining. And many of the concepts developed by Stan Lee and Jack Kirby remain as fresh today as they were back in the 60s. I was born a couple of decades after the Marvel Comics renaissance, but thanks to the X-Men cartoons from the 90s I was familiar with the Danger Room (the training room), Asteroid M (Magneto’s secret headquarters) or Cerebro (the machine that would enhance Professor X’s already formidable mental powers). And today, even younger generations might have come across such things in the X-Men movies. The fact that now, in the 21st century, we can still find joy in concepts that were first seen on the page 50 years ago proves the immense talent of Lee and Kirby as creators.

I absolutely love the way Stan ‘the Man’ Lee grants us access into the private lives of the characters. It doesn’t matter if we’re talking about heroes or villains, Lee always manages to portray their intimate thoughts, dreams and fears so clearly that we immediately identify with them. Although it was quite rare at the time, Lee always included some redeeming element in his bad guys, and plenty of defects in his good guys, thus balancing things out. 

“Sub-Mariner Joins the Evil Mutants” (The X-Men # 6, July 1964) is self-explanatory enough. Namor, prince of Atlantis, is persuaded by Magneto to join the Brotherhood of Evil Mutants, but of course this is a very short-lived alliance. In “The Return of the Blob” (The X-Men # 7, September 1964), the X-Men once again thwart the plans of the master of magnetism, defeating the Blob and the rest of the evil mutants. In these stories, we learn more about Wanda Maximoff (Scarlet Witch) and her overprotective brother Pietro Maximoff (Quicksilver). 
The end of an era? / ¿El fin de una era?
The X-Men are still kids that need the guidance of their mentor, and as Xavier himself affirms “all I did was take the talent all of you already had and channel it in the right direction”. But the young mutants are still learning all the time; personally I find the naïveté and sometimes right-out clumsiness of “the most unusual teen-agers of all time” absolutely delightful. Moments like the surprise visit of Jean Grey’s parents can be really amusing, but maybe nothing beats the X-Men’s visit to Greenwich Village, home of the beatnik scene with all its countercultural references and hippy flavor; although it may be a little bit too caricaturized it’s nonetheless one of the funniest sequences we could find in the first year of X-Men. It’s also in Greenwich Village where we get to see how Bobby Drake turns down a girl who is very fond of him, explaining her that he is “a real busy guy”. Obviously, this harmless detail couldn’t be considered as conclusive evidence of Iceman’s repressed homosexuality, but it’s one of the many ambiguous situations that could raise suspicions amongst readers of the 21st century.
Secret identities / identidades secretas
Jack Kirby really hits his stride in these issues, creating some truly wonderful pages. One of my favorites is the splash page of X-Men # 5. A solemn scenario populated by brooding and somber heroes, uncannily human and yet superhuman at the same time (Cyclops’s grave demeanor and Xavier’s expression of defeat are priceless). The fighting sequences in Asteroid M or against Namor are also amazing. And, of course, Kirby’s covers are absolutely impressive.
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Si echamos un vistazo a los primeros números de la mayoría de los títulos de Marvel de los 60s, nos daremos cuenta rápidamente de que muy a menudo el primer villano con el que luchan los héroes no es necesariamente un enemigo memorable. De hecho, los enemigos más emblemáticos solamente aparecerían varios meses después del debut de los superhéroes; por ejemplo, en Fantastic Four # 1, el cuarteto vence a Moleman, y el lector tendría que esperar varios meses hasta la primera aparición de Doctor Doom; lo mismo sucede con el Spider-Man (el Duende Verde no es el primer adversario en aparecer), Daredevil (sin Kingpin a la vista durante las primeras aventuras), Hulk, Iron Man, etc.
Asteroid M

Parece que sólo los X-Men llegan a conocer a su villano por excelencia en el primer número. De hecho, la gran popularidad de Magneto entre los lectores explica por qué él rápidamente monopoliza las páginas de X-Men. Magneto y su Hermandad de Mutantes Diabólicos vuelven a aparecer en “Atrapado: Hombre X” (publicado originalmente en The X-Men # 5, mayo de 1964).

Aunque estos cómics se publicaron hace medio siglo, siguen siendo increíblemente entretenidos. Y muchos de los conceptos desarrollados por Stan Lee y Jack Kirby siguen siendo tan frescos hoy como lo fueron en los 60s. Nací un par de décadas después del renacimiento de Marvel Comics, pero gracias a los dibujos animados de X-Men de los 90s estuve familiarizado con el cuarto del peligro (la sala de entrenamiento), el asteroide M (cuartel general secreto de Magneto) o Cerebro (la máquina que aumenta las formidables facultades mentales del Profesor X). Y hoy, las generaciones más jóvenes, también conocen todo esto gracias a las películas de X-Men. El hecho de que ahora, en el siglo XXI, todavía podemos disfrutar los conceptos que aparecieron por primera vez hace 50 años, demuestra el inmenso talento de Lee y Kirby como creadores.

Me encanta la forma en que Stan 'the Man' Lee nos permite acceder a la vida privada de los personajes. No importa si estamos hablando de héroes o villanos, Lee siempre se las arregla para retratar sus pensamientos íntimos, sueños y temores tan claramente que nos identificamos inmediatamente con ellos. A pesar de que era algo inusual en esos años, Lee siempre incluye algún elemento redentor en los malos, y un montón de defectos en los buenos, equilibrando así la balanza.
X-Men versus Namor
En “Sub-Mariner se une a los mutantes diabólicos” (The X-Men # 6, julio de 1964), Namor, el príncipe de Atlantis, es persuadido por Magneto para unirse a la Hermandad de Mutantes Diabólicos, pero por supuesto esta es una alianza de muy corta duración. En “El retorno de Blob” (The X-Men # 7, septiembre de 1964), los X-Men, una vez más, frustran los planes del maestro del magnetismo, derrotan a Blob y al resto de los mutantes malvados. En estas historias, descubrimos más información sobre Wanda Maximoff (Scarlet Witch) y su hermano sobreprotector Pietro Maximoff (Quicksilver).
Graduation Day / Día de graduación
Los X-Men siguen siendo chiquillos que necesitan ser guiados por su mentor, y como Xavier afirma “todo lo que hice fue tomar el talento que todos ustedes ya tenían y canalizarlo en la dirección correcta”. Pero los jóvenes mutantes todavía están aprendiendo todo el tiempo; personalmente encuentro la ingenuidad y torpeza juvenil de “los más inusuales adolescentes de todos los tiempos” absolutamente deliciosas. Momentos como la visita sorpresa de los padres de Jean Grey son muy divertidos, pero pocas cosas superan la visita de los X-Men a Greenwich Village, escenario del movimiento beatnik con todas sus referencias contraculturales y alegorías hippy; aunque puede ser demasiado caricaturizada, no obstante, esta es una de las secuencias más divertidas del primer año de los X-Men. Es también en Greenwich Village donde podemos ver cómo Bobby Drake rechaza a una chica que está muy interesada en él; la explicación del muchacho es que “está verdaderamente ocupado”. Obviamente, este detalle inofensivo no podría considerarse como prueba concluyente de la homosexualidad reprimida de Iceman, pero es una de las muchas situaciones ambiguas que podrían apoyar las sospechas de los lectores del siglo XXI.
The Brotherhood of Evil Mutants / La Hermandad de Mutantes Diabólicos
El arte de Jack Kirby sigue mejorando, y aquí hay algunas páginas verdaderamente maravillosas. Una de mis favoritas es la página inicial de X-Men # 5. Un escenario solemne poblado por héroes melancólicos y sombríos, asombrosamente humanos y simultáneamente sobrehumanos (el gesto apesadumbrado de Cyclops y la expresión de derrota de Xavier son impactantes). Las secuencias de lucha en el asteroide M o en contra de Namor también son increíbles. Y, por supuesto, las portadas de Kirby son absolutamente impresionantes.

June 27, 2016

The X-Men # 3 & 4 - Stan Lee & Jack Kirby

While reminiscing about high school, the things we remember the most are those that left an emotional impact in our hearts. Perhaps we have forgotten most of what we were studying and learning during those years, but our first crush and our first love frustration are hard to forget. A similar thing happens with this early era of The X-Men, because what I find most memorable about these comics isn’t the monthly fight against a supervillain (let’s call that ‘the homework’) but rather the charming, funny and witty interactions between “the most unusual teen-agers of all time”.

In “Beware of the Blob!” (originally published in The X-Men # 3, January 1964), the X-Men try to recruit the Blob. This is the first major mistake made by Charles Xavier; he is assuming that all mutants are willing to believe in his dream of peaceful coexistence with the humans, but the Blob only wants money and power. The X-Men are inexperienced kids and there are battles they cannot win without the assistance of Professor X. “Although they possess all the power they need, they still have not sufficient skill to use it properly”, explains the Professor X. And indeed Xavier uses his telepathic powers to erase the Blob’s memory, thus saving the day.
Does Xavier love Jean Grey? / ¿Xavier ama a Jean Grey?

In this issue we get to see how Bobby Drake (AKA Iceman) continues to act as an immature kid, always fooling around and doing pranks to his teammates. Curiously, Iceman seems to be the most exhibitionist of the group, always parading around wearing nothing but underwear. Maybe these are coping mechanisms or harmless ways in which he can express his sexual frustration as well as his repressed homosexuality, as we saw in X-Men # 1

Meanwhile Jean Grey (AKA Marvel Girl) starts to pay attention to Scott ‘Slim’ Summers (AKA Cyclops). However, most of the guys also feel attracted to her, even Professor X himself. As inappropriate as a teacher/student romantic relationship might be, Charles Xavier admits that Jean is “the one I love! But I can never tell her! I have no right! Not while I’m the leader of the X-Men, and confined to this wheelchair”. A mature man falling in love with an underage girl he’s supposed to educate and protect? I guess Stan Lee quickly realized how controversial this plotline could be so he completely removed it in subsequent issues; and as far as I know, no other writer has ever referenced this infatuation (neither could they, even if they wanted to, given how polemic such a story could be).

Scarlet Witch and Quicksilver appear for the first time in “The Brotherhood of Evil Mutants!” (The X-Men # 4, March 1964). Magneto now has his own team, formed by Mastermind and Toad; Scarlet Witch and Quicksilver are the newest additions to the Brotherhood of Evil Mutants, but they are reluctant members and have doubts about Magneto’s leadership qualities. As I’ve mentioned before, what I find most entertaining about this issue is the interaction between the characters. On one hand, we have the X-Men training, making fun of each other and sharing good moments with their mentor Xavier; and on the other hands, we have the Brotherhood of Evil Mutants and their constant bickering and fighting, their secret plans and hidden motivations. 
The Blob
As usual, Jack Kirby’s artistic contributions are spectacular. It doesn’t matter if ‘King’ Kirby is drawing action-packed scenes or more calmed situations, he always manages to create extraordinary images, so full of life that one feels reinvigorated when seeing them. “The legacy of Jack Kirby is alive and well; the style of bravura penciling he pioneered still fuels the creative fires at the House of Ideas. He is a giant who has created giants. The works and the man endure”.
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Al pensar en la secundaria, las cosas que uno más recuerda son aquellas que dejaron un impacto emocional. Tal vez hemos olvidado buena parte de lo que estábamos estudiando y aprendiendo durante esos años, pero nuestro primer enamoramiento o nuestra primera frustración amorosa son difíciles de olvidar. Algo similar ocurre con esta época temprana de los X-Men, porque lo que encuentro más memorable de estos cómics no es la lucha mensual contra un supervillano (algo que podríamos llamar “la tarea”), sino más bien las encantadoras, divertidas e ingeniosas interacciones entre “los más inusuales adolescentes de todos los tiempos”.
Training session / sesión de entrenamiento
En “¡Cuidaos de Blob!” (publicado originalmente en The X-Men # 3, enero de 1964), los X-Men tratan de reclutar a Blob. Este es el primer gran error que comente Charles Xavier; él está asumiendo que todos los mutantes están dispuestos a creer en su sueño de convivencia pacífica con los humanos, pero Blob sólo quiere dinero y poder. Los X-Men son chiquillos sin experiencia y hay batallas que no pueden ganar sin la ayuda del Profesor X. “A pesar de que poseen todo el poder que necesitan, todavía no tienen suficiente habilidad para utilizarlo correctamente”, explica el Profesor X. Y de hecho Xavier usa sus poderes telepáticos para rescatar a sus alumnos y borrar la memoria de Blob.
Xavier surprises his students with a cake / Xavier sorprende a sus estudiantes con una torta
En este número vemos cómo Bobby Drake (más conocido como Iceman) sigue actuando como un muchacho inmaduro, siempre tonteando y haciendo bromas a sus compañeros de equipo. Curiosamente, Iceman parece ser el más exhibicionista del grupo, siempre desfilando por la mansión en ropa interior. Tal vez estos son mecanismos o formas inofensivas en las que él puede expresar su frustración sexual, así como su homosexualidad reprimida, tal como vimos en X-Men # 1. 
Scarlet Witch, Quicksilver & Mastermind 

Mientras tanto Jean Grey (Marvel Girl) comienza a prestarle atención a Scott 'Slim' Summers (Cyclops). Sin embargo, la mayoría de los varones también se sienten atraídos por ella, incluso el Profesor X. A pesar de lo inapropiada que sería una relación romántica maestro / estudiante, Charles Xavier admite que Jean es “la persona que amo. ¡Pero nunca debo decírselo! ¡No tengo derecho! No mientras yo sea el líder de los X-Men, y esté confinado a esta silla de ruedas”. ¿Un hombre maduro enamorándose de una menor de edad a la que se supone que debería educar y proteger? Creo que Stan Lee se dio cuenta rápidamente de lo controversial que podía ser esta línea argumental así que la eliminó por completo en números posteriores; y estoy seguro que ningún otro escritor ha hecho referencia a este enamoramiento (tampoco podrían, incluso si quisieran, dada la polémica que se levantaría con semejante historia).

Scarlet Witch y Quicksilver aparecen por primera vez en “La Hermandad de Mutantes Diabólicos” (The X-Men # 4, marzo de 1964). Magneto ahora tiene su propio equipo, conformado por Mastermind y Toad; Scarlet Witch y Quicksilver son los integrantes más recientes de la Hermandad de Mutantes Diabólicos, pero ellos tienen dudas acerca de las cualidades de liderazgo de Magneto. Como he mencionado antes, lo que me parece más entretenido acerca de este cómic es la interacción entre los personajes. Por un lado, tenemos a los X-Men entrenándose, haciéndose bromas y compartiendo buenos momentos con su mentor, Xavier; y por otro lado tenemos a la Hermandad de Mutantes Diabólicos y sus disputas constantes, sus planes secretos y sus motivaciones ocultas.

Como de costumbre, las contribuciones artísticas de Jack Kirby son espectaculares. No importa si el 'Rey' Kirby está dibujando escenas llenas de acción o situaciones más calmadas, siempre se las arregla para crear imágenes extraordinarias, tan llenas de vida que uno se siente revitalizado al verlas. “El legado de Jack Kirby sigue vivo; el estilo de dibujo lleno de bravura fue algo pionero y es el combustible de los fuegos creativos de la Casa de las Ideas. Él es un gigante que ha creado gigantes. Las obras y el hombre perduran”.