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November 9, 2019

Oliver - Gary Whitta & Darick Robertson

The first issue of Oliver was published in January 2019. I had temporarily abandoned the warmer weather of California to enjoy Wisconsin’s winter for a couple of weeks. It was also in Milwaukee, Wisconsin, where I met my German roommate, Oliver. And I guess a weird combination between a winter that I would never experience in my home country, Peru, and the fact that this new Image title reminded me of my roommate’s name, factored in the decision of acquiring a new series from a writer that I wasn’t really familiar with. 

It was after I bought the first issue of Oliver that I found out that Whitta “was the screenwriter of The Book of Eli (2010), co-wrote After Earth (2013) with M. Night Shyamalan, and co-developed the story for Star Wars Rogue One (2016)”. Of course, having high profile Hollywood projects under your belt doesn’t really mean anything to me, and what really sold me on this new Image miniseries was Darick Robertson, famous for his work on The Boys. I’m huge fan of Robertson and even though I had no idea who Whitta was I still got the series. And I’m really glad I did. 

The first pages of Oliver are more than enough to prove how ambitious of a project this was, and how much effort Whitta and Robertson put into it. A devastated, post-apocalyptic England is wonderfully illustrated by Robertson, the profusion of details, the precise lines, the shadows, the darkness, the ephemeral presence of light and above all a remarkable sense of composition turn these pages into true masterpieces. I’ve been a fan of Robertson for years, and I had high expectations but his work here is even more amazing than what I had in mind. 

In the opening sequence, we see Oliver’s mother going through the wasteland that was once London, and the images are shocking but also full of a unique kind of lyric poetry. Oliver is born in a town with no women. And he is raised by a group of clones that were genetically engineered to fight in England’s last great war, which ended up being a catastrophe for most normal human beings. 

When Charles Dickens published Oliver Twist, readers immediately felt identified with this orphan, who was also a survivor. In Whitta’s miniseries, Oliver is certainly a survivor but also a fighter: due to his unique genetic makeup he has special abilities that allow him to do things that nobody else could. It has often been said that Dickens wanted to raise awareness about the woes of child labor, and that is exactly what happens in the second chapter, when we see Oliver working in a factory along the other enslaved clones. One of my favorite pages is the one that shows Oliver asking for more food, and once again Robertson’s art is absolutely striking.

The questions of who Oliver’s parents might be respond to a very different situation, because in this reality, even if Oliver knew who they were, that would mean nothing. So this time the orphan can only rely on his special abilities and on the people who raised him. As Whitta explains: “In both Dickens’ book and our book, the slums of London are populated by a kind of forgotten underclass who have been swept under the carpet by the more privileged”. This time we’re talking about clones who have no rights and are not considered humans.

Darick Robertson also explains the essence of Oliver as a character: he “comes from a fragile, precarious world where even food and water aren’t guaranteed and emerges from that a hero”. That is why, in the words of Sam Stone, this new Image miniseries is “A love letter to classic British literature, Oliver never feels like a cheap pastiche, but rather the clear passion project from its creative team”.

In the final issue of the miniseries we witness the brutal confrontation between the oppressive forces of the government and the marginalized group of clones. Not everyone will survive this battle, and there will be plenty of consequences. Although in the end Oliver decides he wants to find out who his mother is, I think the last chapter of the miniseries feels a little bit inconclusive. 
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El primer número de Oliver se publicó en enero del 2019. Había abandonado temporalmente el clima más cálido de California para disfrutar del invierno de Wisconsin durante un par de semanas. También fue en Milwaukee, Wisconsin, donde conocí a mi roommate alemán, Oliver. Y supongo que una combinación extraña entre un invierno que nunca experimentaría en mi país de origen, Perú, y el hecho de que este nuevo título de Image me recordó el nombre de mi roommate, me hicieron decidir que debía adquirir una nueva miniserie de un escritor con el que no estaba realmente familiarizado.

Fue después de comprar el primer número de Oliver que descubrí que Whitta "era el guionista de The Book of Eli (2010), coescribió After Earth (2013) con M. Night Shyamalan y co-desarrolló la historia para Star Wars Rogue One (2016)". Por supuesto, tener proyectos de Hollywood de alto perfil no necesariamente significa nada para mí, y lo que realmente me convenció sobre esta nueva miniserie de Image fue Darick Robertson, famoso por su trabajo en The Boys. Soy un gran admirador de Robertson y, aunque no tenía idea de quién era Whitta, compré la miniserie. Y estoy muy contento de haberlo hecho.

Las primeras páginas de Oliver son más que suficientes para demostrar cuán ambicioso es este proyecto y cuánto esfuerzo pusieron Whitta y Robertson en él. Robertson ilustra maravillosamente una Inglaterra postapocalíptica y devastada, la profusión de detalles, las líneas precisas, las sombras, la oscuridad, la presencia efímera de la luz y, sobre todo, un notable sentido de la composición convierten estas páginas en verdaderas obras maestras. He sido fanático de Robertson durante años, y tenía muchas expectativas, pero su trabajo aquí es aún más sorprendente de lo que tenía en mente.

En la secuencia inicial, vemos a la madre de Oliver atravesando las ruinas de lo que alguna vez fue Londres, y las imágenes son impactantes pero también cargadas de una cierta poesía lírica. Oliver nace en un pueblo sin mujeres. Y es criado por un grupo de clones que fueron diseñados genéticamente para pelear en la última gran guerra de Inglaterra, que terminó siendo una catástrofe para la mayoría de los seres humanos normales.

Cuando Charles Dickens publicó Oliver Twist, los lectores inmediatamente se sintieron identificados con este huérfano, que también era un sobreviviente. En la miniserie de Whitta, Oliver es ciertamente un sobreviviente pero también un luchador: debido a su composición genética única, tiene habilidades especiales que le permiten hacer cosas que nadie más podría hacer. A menudo se ha dicho que Dickens quería crear conciencia sobre los problemas del trabajo infantil, y eso es exactamente lo que sucede en el segundo capítulo, cuando vemos a Oliver trabajando en una fábrica junto a otros clones esclavizados. Una de mis páginas favoritas es la que muestra a Oliver pidiendo más comida, y una vez más el arte de Robertson es absolutamente sorprendente.

Las preguntas sobre quiénes podrían ser los padres de Oliver se aplican a una situación muy diferente, porque en esta realidad, incluso si Oliver supiera quiénes eran, eso no significaría nada. Esta vez, el huérfano solo puede confiar en sus habilidades especiales y en las personas que lo criaron. Como explica Whitta: "Tanto en el libro de Dickens como en nuestro cómic, los barrios bajos de Londres están poblados por una especie de subclase olvidada que ha sido barrida debajo de la alfombra por los más privilegiados". Esta vez estamos hablando de clones que no tienen derechos y no son considerados humanos.

Darick Robertson también explica la esencia de Oliver como personaje: "proviene de un mundo frágil y precario donde ni siquiera la comida y el agua están garantizados y emerge de ello como un héroe". Es por eso que, en palabras de Sam Stone, esta nueva miniserie de Image es "Una carta de amor a la literatura británica clásica, Oliver nunca se siente como un pastiche barato, sino más bien el claro proyecto de pasión de su equipo creativo".

En el último número de la miniserie, somos testigos de la brutal confrontación entre las fuerzas opresivas del gobierno y el grupo de clones marginados. No todos sobrevivirán a esta batalla, y habrá muchas consecuencias. Aunque al final Oliver decide que quiere descubrir quién es su madre, creo que el último capítulo de la miniserie se siente un poco inconcluso.

March 4, 2015

Miracleman # 13 - Alan Moore & John Totleben

In the future, Earth is a technological paradise. A fast-paced life, a frenetic rhythm overpowers the mind, but not the soul of the human race. In the future, velocity is what matters the most. Ideas are more important than factories. Money is more of an abstract concept than it ever was before. It’s a strange new world, very much in need of new gods. Miracleman is the god of tomorrow.  

“Hermes” (originally published in Miracleman # 13, November 1987) begins with a meditative Miracleman, comfortably settled into his palace, into his mount Olympus. So much has changed that if Hermes were still alive, his winged sandals would prove to be slow compared to the mindboggling velocity of progress. It’s time for faster deities, it’s time for Miracleman.

However, in the past Miracleman has yet to discover his destiny, as he’s prompted to visit the Qys homeworld, along with Miraclewoman. In the pages of this chapter, Alan Moore develops dozens of extraordinarily imaginative ideas. Moore doesn’t simply send his characters into an alien world, he creates that world, making it real, completely strange and abnormal to us, giving a nuanced description of the customs and culture traditions of an intelligent race that has nothing to do with humankind. 

The parliament of the Kingqueen of the Qys is a brilliant sequence. A remarkable example of creativity. Both male and female, the ruler of the Qys is a king-queen that is treated as hir majesty (a combination of his and her). The Kingqueen reunites a diplomatic envoy of the Warpsmiths with Miracleman and Miraclewoman. There is reason for concern amongst these two rival species: Miracleman’s offspring, Winter, has a superior mind. Even as a baby, she has a brain so powerful that suddenly Earth, a primitive and forgotten planet, is brought to the attention of this intergalactic council. 
Miracleman rests in Olympus / Miracleman decansa en el Olimpo

Miracleman and Miraclewoman do everything they can to assure that Earth will remain neutral in regards to the millenary war between the Qys and the Warpsmiths. In the end Miraclewoman proposes a very interesting alternative to war. For her, the encounter between two alien races can be “thanatic and destructive, or erotic and creative”. In short, instead of a confrontation in the battlefield she urges the Qys and the Warpsmiths to consider another possibility for reconciliation: having sex.

When Miracleman returns to Earth, he tries to tell Liz what he has witnessed. But Liz has a nervous breakdown. It’s all too much for her. She can’t deal with this situation. She can’t deal with everything that has happened in her life in recent months. She leaves, promising to return after she has recovered from the shock. It’s then and only then that Winter, still a baby, talks to his father with a cold and very logical reasoning. “Sweet Winter. Glorious child. You were beyond me even then, and in that moment that you spoke I knew what parents rarely learn until their babes are almost grown: I knew you were not owned. I knew you were not mine, and in that moment you were gone”, utters Miracleman.
Kingqueen of the Qys / Reyreina de los Qys

I have explained before how fascinated I’ve felt with Moore’s imagination. But I must also say that none of those ideas would have become tangible if not for John Totleben’s magnificent art. The pages of “Hermes” are rich in details, they are truly an exquisite visual feast. The extraterrestrial flora that resembles human components is portrayed with undeniable delicacy. Totleben also has a unique vision of the Qys homeworld, and hir majesty, the Kingqueen is also unforgettable. The design of the parliament and the way Totleben plays with the incommensurable mass of the Kingqueen are a demonstration of his unparalleled artistic skills. His original cover is also beautiful, it balances the majestic presence of Miracleman with the eeriness and peacefulness of a fantastic garden.  
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Totleben's introspective Miracleman / Introspectivo Miracleman de Totleben

En el futuro, la Tierra es un paraíso tecnológico. Un ritmo veloz y frenético abruma la mente pero no el alma de la raza humana. En el futuro, la velocidad es lo que más importa. Las ideas son más importantes que las fábricas. El dinero es un concepto más abstracto que nunca. Es un mundo extraño, que clama nuevos dioses. Miracleman es el dios del mañana.

“Hermes” (publicado originalmente en Miracleman # 13, noviembre de 1987) empieza con un Miracleman meditabundo, cómodamente instalado en su palacio, en su monte Olimpo. Tantas cosas han cambiado que si Hermes aún estuviese vivo, sus sandalias aladas serían lentas en comparación a la increíble velocidad del progreso. Llegó la hora de las deidades más veloces, la hora de Miracleman.

Sin embargo, en el pasado, Miracleman todavía tiene que descubrir su destino durante una visita al mundo hogar de los Qys, junto con Miraclewoman. En las páginas de este capítulo, Alan Moore desarrolla docenas de ideas extraordinariamente imaginativas. Moore no nos dice simplemente que este es un mundo alienígena, él crea ese mundo haciéndolo real, convirtiéndolo en algo extraño y anormal para nosotros, dándonos una descripción minuciosa de las costumbres y tradiciones culturales de una raza inteligente que no tiene nada en común con la humanidad. 

El parlamento del Reyreina de los Qys es una secuencia brillante. Un notable ejemplo de creatividad. Macho y hembra, quien gobierna a los Qys es un rey-reina tratado como el/la majestad. El Reyreina reúne a los representantes diplomáticos de los Warpsmiths con Miracleman y Miraclewoman. Hay algo que preocupa a estas dos especies rivales: la hija de Miracleman, Winter, tiene una mente superior. Incluso como una bebé, tiene un cerebro tan poderoso que repentinamente la Tierra, una planeta primitivo y olvidado, llama la atención de este consejo intergaláctico.
Original cover by Totleben / portada original de Totleben

Miracleman y Miraclewoman hacen todo lo posible para asegurar que la Tierra permanecerá neutral frente a la milenaria guerra entre los Qys y los Warpsmiths. Al final Miraclewoman propone una alternativa muy interesante. Para ella, el encuentro entre las dos razas alienígenas puede ser “tanático y destructivo, o erótico y creativo”. En breve, en vez de una confrontación en el campo de batalla ella les pide a los Qys y los Warpsmiths que consideren otra posibilidad de reconciliación: el sexo.

Cuando Miracleman regresa a la Tierra, intenta contarle a Liz lo que ha visto. Pero Liz tiene una crisis nerviosa. Todo esto es demasiado para ella, y no puede lidiar con lo que ha pasado en su vida en los meses recientes. Ella se va, y promete regresar después de haberse recuperado del shock. Es entonces cuando Winter, apenas una bebé, habla con su padre con un razonamiento muy frío y lógico. “Dulce Winter. Niña gloriosa. Incluso entonces estabas más allá de mí, y en ese momento en el que hablaste supe que los padres rara vez entienden que sus bebés ya han crecido: supe que no le pertenecías a nadie. Supe que no eras mía, y en ese momento ya te habías ido”, pronuncia Miracleman.

He explicado antes lo mucho que me fascina la imaginación de Moore. Pero también debo decir que ninguna de estas ideas sería tangible si no fuese por el magnífico arte de John Totleben. Las páginas de “Hermes” son ricas en detalles, realmente son un exquisito festín visual. La flora extraterrestre que se asemeja a componentes humanos es retratada con una delicadeza innegable. Totleben también nos da una visión única del mundo hogar de los Qys, y el/la majestad, el Reyreina también es inolvidable. El diseño del parlamento y el modo en el que Totleben maneja la inconmensurable masa del Reyreina son una demostración de sus incomparables habilidades artísticas. Su portada original también es preciosa, equilibra la presencia majestuosa de Miracleman con el tétrico y pacífico jardín. 

February 27, 2015

Planetary # 10 - Warren Ellis & John Cassaday

Perhaps a falling star may suggest it’s time to make a wish, but the same ray of light crossing the evening sky can also be a presage. In “Magic & Loss” (published in Planetary # 10, June 2000), Warren Ellis shares with us 3 falling stars in 3 different moments. It’s actually a very clever narrative device that allows us to appreciate the contrast. We can either make a wish or we can interpret the stellar sign as an ominous portent.

“Magic & Loss” is one of my favorite Planetary stories precisely because of that dichotomy. When we make a wish we hope it’ll come true, it’s this optimism that guides the actions of a technologically advanced society of highly rational aliens: “they still launch their probes full of art and anthems, aimed at imagined civilizations in distant solar systems”. They know they’re doomed, but before the destruction of their planet they still try to share their culture. In this scenario, a desperate couple send their newly born son to Earth. 

Elsewhere, an assembly of intergalactic guardians, protectors of the cosmos, welcome a new member into their fold: “the one who serves justice, the one who works not for laws and authority structures -- but for finer worlds”. Destined to be the light in the blackest night, this new protector is now a part of what I would like to refer to as the Blue Lamp Corps. Evidently, if in the first case we have the origin of Superman and the destruction of Krypton, now we have the Green Lantern Corps and the confirmation of their honorable pursuits.
Blue Lamp Corps

At the same time, in an impossible island that is affected neither by time nor tide, a queen and her daughter talk about the world of men. For thousands of years, this nation of women have made so much progress in science and art, that they are now ready to send an emissary to the American continent to “bring them news of a better way to live”. The chosen ambassador is the queen’s daughter, a wonderful woman who wears two bracelets that can be transformed into anything she can imagine. This time Ellis is making a clear reference to Wonder Woman.
the royal ambassador / la embajadora real

Nevertheless, as the three travelers arrive to our world, they’re intercepted by the Four, mankind’s secret enemies (as seen on “It’s a Strange World”). An infant alien wrapped up in a red cape with a very familiar symbol is perhaps expecting to be adopted by a loving couple (in the same way that Kal-El was adopted by the Kents), however he falls into the hands of William Leather, who uses his powers to incinerate the baby. He keeps the indestructible red cape as a souvenir, though. The queen’s ambassador is murdered by Kim Süskind, who retains her golden bracelets. And finally, the protector of the cosmos is tortured and killed by Randall Dowling. After an autopsy, Dowling is able to extract the lamp of power from the alien’s body.

Elijah Snow and an archeological team find the 3 items in a secret facility of the Four. As he looks upon the lamp, the bracelets and the cape, Snow experiences pain and sorrow. These 3 falling stars were a symbol of hope, as they’ve always been in the classic DC Comics titles. However, most of the time, wishes do not come true. Instead of a Superman, we have a burned skeleton and a red cape that makes us wonder what could’ve happened. Instead of a Green Lantern, we have a powerless blue lamp that only reminds us of unrealized possibilities. Instead of a Wonder Woman, we have bracelets that cannot be worn by anyone, as a relic they are as useless as our most beloved peace symbols.

This extraordinary story gains an even deeper level of solemnity and sadness, as John Cassaday illustrates dying worlds and ghastly autopsy scenes. Simultaneously, the artist unleashes his imagination in his portrayal of the Blue Lamp Corps (a fantastic splash page with hundreds of alien characters, each one with a unique look). The Paradise Island sequence brings us the most exquisite architectural reimagining anyone could ask for. A very talented writer and a remarkable artist turn this into an unforgettable chapter; one that pays homage to the enchantment of magic and the sadness of loss. 
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The death of the super alien / la muerte del súper alienígena

Tal vez una estrella fugaz puede invitarnos a pedir un deseo, pero el mismo rayo de luz que cruza el cielo nocturno también puede ser un presagio. En “Magia y pérdida” (publicado en Planetary # 10, junio de 2000), Warren Ellis comparte con nosotros 3 estrellas fugaces en 3 momentos diferentes. De hecho, este es un admirable recurso narrativo que nos permite apreciar el contraste. Podemos pedir un deseo o interpretar la señal estelar como un portento ominoso. 

“Magia y pérdida” es una de mis historias favoritas de Planetary precisamente por esa dicotomía. Cuando pedimos un deseo nuestra esperanza es que se haga realidad, ese es el optimismo que guía las acciones de una sociedad tecnológicamente avanzada de alienígenas sumamente racionales: “aún lanzan naves llenas de arte e himnos, en dirección a civilizaciones imaginadas en distantes sistemas solares”. Ellos saben que están condenados, pero antes de la destrucción de su planeta intentan compartir su cultura. En este escenario, una pareja desesperada envía a su hijo recién nacido a la Tierra.

En otro lugar, una asamblea de guardianes intergalácticos, protectores del cosmos, le dan la bienvenida a un nuevo miembro: “uno que sirve a la justicia, uno que no trabaja según las leyes y las estructuras autoritarias -- sino para mejorar los mundos”. Destinado a ser la luz en la noche más oscura, este nuevo protector es ahora parte de lo que me gustaría denominar como los Lámparas Azules. Evidentemente, si en el primer caso tenemos el origen de Superman y la destrucción de Kriptón, ahora tenemos a los Linternas Verdes y la confirmación de sus honorables metas. 

Al mismo tiempo, en una isla imposible que no está afectada ni por el tiempo ni por la marea, una reina y su hija conversan sobre el mundo de los hombres. Por miles de años, esta nación de mujeres ha progresado tanto en ciencia y en arte, que ahora están listas para enviar a una emisaria al continente Americano para “llevar noticias de una mejor forma de vivir”. La embajadora elegida es la hija de la reina, una maravillosa mujer que usa dos brazaletes que pueden transformarse en cualquier cosa que ella pueda imaginar. Esta vez Ellis hace una clara referencia a Wonder Woman.
Elijah Snow admires the relics of a doomed past /
Elijah Snow admira las reliquias de un pasado condenado

No obstante, cuando los tres viajeros llegan a nuestro mundo, son interceptados por los Cuatro, los enemigos secretos de la humanidad (como vimos en “Es un mundo extraño”). Un infante alienígena envuelto en una capa roja con un símbolo muy familiar tal vez espera ser adoptado por una amable pareja (del mismo modo que Kal-El fue adoptado por los Kent), sin embargo cae en las manos de William Leather, que usa sus poderes para incinerar al bebé; aunque se queda con la indestructible copa roja como recuerdo. La embajadora de la reina es asesinada por Kim Süskind, que se apodera de los brazaletes dorados. Y finalmente, el protector del cosmos es torturado y asesinado por Randall Dowling. Después de una autopsia, Dowling es capaz de extraer la lámpara de poder del cadáver extraterrestre.

Elijah Snow y un equipo de arqueólogos encuentran los 3 objetos en una instalación secreta de los Cuatro. Al mirar la lámpara, los brazaletes y la capa, él experimenta dolor y tristeza. Estas 3 estrellas fugaces eran un símbolo de esperanza, como siempre lo han sido en los clásicos títulos de DC Comics. Sin embargo, la mayoría de las veces, los deseos no se hacen realidad. En vez de un Superman, tenemos un esqueleto quemado y una capa roja que nos hace preguntar qué es lo que podría haber pasado. En vez de un Green Lantern, tenemos una lámpara azul apagada que nos hace pensar en posibilidades no concretadas. En vez de una Wonder Woman, tenemos brazaletes que no pueden ser usados por nadie, como reliquias son tan inservibles como nuestros más amados símbolos de la paz.

Esta extraordinaria historia adquiere un nivel más profundo de solemnidad y tristeza cuando John Cassaday ilustra el mundo moribundo y las escalofriantes escenas de la autopsia. Simultáneamente, el artista desata su imaginación al retratar a los Lámparas Azules (en una fantástica página con cientos de personajes, cada uno con una fisionomía particular). La secuencia de Isla Paraíso tiene las más exquisitas reinvenciones arquitectónicas que uno podría imaginar. Un escritor muy talentoso y un artista notable hacen de este un inolvidable capítulo, que rinde homenaje al encantamiento de la magia y a la tristeza de la pérdida.

August 3, 2012

Conan the Barbarian # 25 & 26 - Roy Thomas & John Buscema


When I was a wee lad I learned how to read thanks to my dad’s wonderful comic book collection. I remember some of the first things I read were from Roy Thomas and Barry Windsor-Smith’s groundbreaking run. I had those comic books in my hand for so long and so often that eventually they simply withered away and started disappearing.

Comic books are not designed to be read hundreds of times. The material can’t withstand so much use (or misuse). But to this day I still have a clear memory of what it meant for me the transition from Barry Windsor-Smith to John Buscema. I knew none of their names, I had no knowledge about art or visual styles, and yet, I could notice something was different. 

Through the years, as an avid comic book reader I’ve been able to differentiate the style of hundreds of artists. I can look at a cover or a random page from any comic book, and most often than not, I can immediately identify who the artist is. In the case of some of my most cherished artists I can even guess the year in which that piece was produced. I have a knack for it, and frankly that has always made me feel slightly more discerning than other fans.

Conan remains as one of my favorite comic books, and that’s why I’ve reviewed the first 24 issues one by one in this blog. But it wouldn’t be fair to leave behind another great artist like John Buscema. John became Conan’s regular artist with issue # 25 and he stayed there for over ten years. I can’t imagine that level of commitment nowadays, in which is very rare to see an artist stay for more than two or three years in the same title.

Buscema started illustrating Conan in the middle of one his greatest and most epic adventures. In The Mirror of Kharam Akkad (April 1973), we see wicked wizard Kharam Akkad contemplating his mirrors with anguish and despair. After all, in these mirrors he can see reflections of the past and the future. And he sees himself murdered at the hand of a black maned barbarian. 

Undoubtedly, one of the best pages in this issue is focused on King Kull of Valusia, a character that just like Conan had been created by the novelist Robert E. Howard. I have always liked the design of this page, and the similarities that Kull shares with Conan as well as the differences: “Kull sat upon the throne of Valusia, and the time of weariness was upon him. An unrest stirred in him… a longing beyond life’s longings”. It’s interesting to observe that this magic mirror allows men to gaze into the past and into the future, not unlike the mystic crystal that Conan looks at in the first issue of this title. 

In The Hour of the Griffin (May 1973) Conan understands why Kharam Akkad was so afraid of him. After killing the wizard, the young Cimmerian stares into the mirror and sees the image that tormented Kharam Akkad for so long. The city of Makkalet continues to be under siege, but the Turanian army has the advantage. 
King Kull of Valusia / el rey Kull de Valusia
Soon, through a scheme that reminds us of Troy’s horse, the Turanian soldiers invade the city. In this final battle, every life is at stake. Even king Eannatum dies saving his beloved Melissandra. Conan, the former queen and a captain loyal to the king run away from the city. Everything has been lost. Turan has triumphed in this holy war. And prince Yezdigerd celebrates his victory. In the epilogue Roy Thomas writes a brilliant ending. This war started under the pretext of rescuing the living Tarim, although the true reasons were of a more chrematistic nature. The Tarim is long dead, but Yezdigerd still covers him with a new tunic and makes people cheer for him. “The shadowed form for whom an ocean of scarlet was blithely shed” is nothing more than skeleton. Thousands of soldiers have died believing that they were saving the incarnation of their god. Thousands of lives have been lost so that the people could cheer a lifeless corpse.
The mirrors of Tuzun Thune / los espejos de Tuzun Thune
This is truly an excellent ending for Conan’s most ambitious saga. And John Buscema does a wonderful job in these pages. I have seen the work of contemporary pencilers who have been involved with Conan in recent years, and their artistic skills are seriously inferior compared to the ones that Buscema had. With Barry Windsor-Smith we had a very young warrior, almost a teenager, in constant growth, now with Buscema we have a more seasoned combatant, an adult, a muscled barbarian that, for some people, remains as the ultimate version of Conan.

If you want to read my reviews of the previous Conan issues please click on the following links: Conan the Barbarian #1, #2, #3, #4, #5, #6, #7, #8, #9, #10, #11, #12, #13, #14, #15, #16, #17&18, #19, #20, #21, #22 & #24
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the death of Kharam Akkad / la muerte de Kharam Akkad

Cuando era un niño muy pequeño aprendí a leer gracias a la maravillosa colección de cómics de mi papá. Recuerdo que lo primero que leí fue la innovadora etapa de Roy Thomas y Barry Windsor-Smith. Manipulé tanto y tan a menudo esos cómics que al final terminaron destrozados.

Los cómics no están diseñados para ser leídos cientos de veces. El material no puede soportar tanto uso. Pero hasta el día de hoy aún tengo un recuerdo claro de lo que significó para mí la transición de Barry Windsor-Smith a John Buscema. No sabía sus nombres, no tenía ningún conocimiento sobre arte o estilos visuales y, no obstante, podía notar algo distinto.

Años después, como un ávido lector de cómics, he sido capaz de diferenciar el estilo de cientos de artistas. Puede ver una portada o una página al azar de cualquier cómic, y la mayoría de las veces, identifico inmediatamente quién es el artista. En el caso de algunos de mis artistas favoritos, incluso puedo adivinar el año en el que se hizo el dibujo. Tengo un talento especial para ello, y francamente eso siempre me ha hecho sentir con más discernimiento que otros fans. 

Conan permanece como uno de mis cómics favoritos, y es por ello que he reseñado los primeros 24 números uno por uno en este blog. Pero no sería justo dejar de lado a un gran artista como John Buscema. John se convirtió en el artista fijo de Conan el # 25 y se quedó allí por más de diez años. No puedo imaginar ese nivel de compromiso hoy en día, y es que ahora es realmente inusual que in dibujante se quede más de un par de años en un mismo título. 
the end of the holy war / el final de la guerra santa

Buscema empezó a ilustrar Conan en el medio de una de sus más grandes y épicas aventuras. En "El espejo Kharam Akkad" (abril 1973), vemos al maléfico hechicero Kharam Akkad contemplando sus espejos con angustia y desesperación. Después de todo, en estos espejos podemos ver el reflejo del pasado y del futuro. Y él se ve a sí mismo asesinado a manos de un bárbaro de melena negra.

Sin duda, una de las mejores páginas en este número se enfoca el rey Kull de Valusia, un personaje que al igual que Conan fue creado por el novelista Robert E. Howard. Siempre me gustó el diseño de esta página, y las similaridades que Kull comparte con Conan así como las diferencias: "Kull se sentó en el trono de Valusia, y la hora de la desdicha cayó sobre él. La agitación se revolvía en él... un ansia más allá de las ansias de la vida". Es interesante observar que este espejo mágico permite ver el pasado y el futuro, al igual que el cristal mágico de que Conan observa en el primer número de esta colección.

En "La hora del grifo" (mayo 1973) Conan entiende por qué Kharam Akkad le tiene miedo. Luego de matar al hechicero, el joven cimerio contempla el espejo y ve la imagen que había atormentado a Kharam Akkad. La ciudad de Makkalet continúa bajo asedio, pero el ejército turanio tiene las de ganar.

Pronto, a través de una estrategema que nos recuerda al caballo de Troya, los turanios invaden la ciudad. En esta batalla final, todas las vidas están en peligro. Incluso el rey Eannatum muere salvando a su amada Melissandra. Conan, la reina y un leal capitán huyen de la ciudad. La derrota es total. Turan ha triunfado en esta guerra santa. Y el príncipe Yezdigerd celebra su victoria. En el epílogo Roy Thomas escribe un final brillante. Esta guerra empezó bajo el pretexto de rescatar al Tarim viviente, aunque la verdadera razón fuera sobre todo crematística. El Tarim ha muerto, pero Yezdigerd igual lo cubre con una túnica y hace que la gente lo vitoree. "La forma en sombras por la que un océano escarlata había sido decuidadamente derramado" no es más que un esqueleto. Miles de soldados han muerto creyendo que estaban salvando la encarnación de su dios. Miles de vidas se han perdido para que la gente pueda vitorear un cuerpo sin vida.

Este es verdaderamente un excelente final para la saga más ambiciosa de Conan. Y John Buscema hace un maravilloso trabajo en estas páginas. He visto el trabajo de dibujantes contemporáneos que se han involucrado con Conan en años recientes, y sus habilidades artísticas son seriamente inferiores comparadas a las de John Buscema. Con Barry Windsor-Smith teníamos a un guerrero joven, casi un adolescente, en constante crecimiento, ahora con Buscema tenemos un combatiente experimentado, un adulto, un bárbaro musculoso que, para algunos, es la versión definitiva de Conan.

Si quieren leer más sobre Conan hagan click aquí: Conan the Barbarian #1#2#3#4#5#6#7#8#9#10#11#12#13#14#15#16#17&18#19#20#21#22 & #24.

September 7, 2010

War Trilogy / Trilogía de guerra

And now, I bring forth ... the bloody end of the War Trilogy. You may all rest now. Violence shall be no more ... until next week.
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I finalmente... la sangrienta conclusión de esta trilogía de guerra. Pueden descansar, no habrá más violencia... al menos hasta la próxima semana.