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September 22, 2014

KICK-ASS 3 - Millar & Romita Jr.

Kick-Ass feels frustrated for his constant failures, and the laziness and apathy of some of his teammates. Finally, he decides to exile the fat man who had moved into Hit-Girl’s secret HQ and turned it into his home. But this causes a schism between the ranks of Justice Forever. As they all say, this is their own Civil War (a clever reference to Mark Millar’s Marvel event in which superheroes fight against each other). 

Irony is a fundamental ingredient in Millar’s Kick-Ass, and while Dave Lizewski is sewing his costume his friend Todd is having sex with a former high school teacher; in this case a woman that inspired many of Dave’s masturbatory –and marathonic– sessions (as seen in the pages of the comic as well as in the opening scenes of the first movie). Affirming that Kick-Ass is trapped in a pathetic life would be an understatement. Not only is he trapped but he’s also forced to hear the constant shouts of ecstasy that come from the adjacent bedroom. I can’t think of anything worse than a case of blue balls aggravated by the proximity of very loud sexual activity.
Dave & Valerie

Eventually Kick-Ass finds in a girl named Valerie a possible love interest. They go out on a few dates and Dave, subjugated by his horniness forgets everything he learnt under Hit-Girl’s training and decides to get intimate with Valerie. There is a deliciously awkward moment in which Dave tries to get under the girl’s skirt and she tells him to take it slow. He stops altogether and Valerie explains that ‘slow’ doesn’t mean ‘stop’.

And suddenly Dave’s personal big bang is about to happen. And the sexual explosion destroys everything he knew or thought he knew about himself. In the following days, Dave stops wearing his Kick-Ass costume, he misses the reunions with the members of Justice Forever, he stays indoors instead of going out and patrolling the streets. In short, he says goodbye to his life as Kick-Ass. And he couldn’t be happier about that. After all, he’s getting plenty of sex.  

His days as a chronic masturbator are over, and now with all the vigor of youth, Dave achieves some remarkable feats, such as ejaculating 7 times in the same day. And it’s all thanks to the insatiable Valerie. This is not only a clever plot twist but also a much needed revision of the topic of the superhero’s weakness. For some it is kryptonite, for others it may be the color yellow, for Dave is a wet pussy. But then again, isn’t that a weakness shared by millions of men?

In one short and hilarious dialogue, Millar gives a rather accurate diagnosis on superheroes. Why do they spend their lives dressing up and punching the hell out of delinquents? Like Valerie says “Maybe it was all just sexual repression and your energy is used elsewhere these days”. For the first time in his life, Dave is happy. Like Freud said once, neurosis is a consequence of sexual repression. And if every superhero in the world should follow Dave’s example, their mental problems would be solved at once. 
Dave forgets about his life as Kick-Ass /
Dave se olvida de su vida como Kick-Ass

After sinking into the lowest pit of pathetism, Chris Genovese once again rises. And in one of Millar’s most unexpected and, at the same time, most fascinating plot twists, he finds the way to rescue Hit-Girl –a task not even Kick-Ass managed to accomplish– and, in the process, he redeems himself. What happens after the rescue, of course, is as inevitable as it is sad. 

I must admit that, as I got closer to the final pages, I experienced an unprecedented level of emotion. There are many moments of tenderness, for instance, when Dave hugs Mindy, in a fraternal embrace, just before the most dangerous battle of their young lives. Hit-Girl fights against the mob, while Kick-Ass rescues his friend Todd. I won’t say who lives or dies, as the surprise of discovering it pertains to the reader. Suffice to say, I was deeply moved by the final sequences. I am genuinely happy to have been a part of Millar’s proposal, to have been lucky enough to follow Kick-Ass adventures since almost the beginning.

After 8 years, it’s hard to explain how excited I was to read the grand finale. It isn’t easy to create a new character and turning him into the most fascinating hero of the decade. And yet, I’d venture to say that Millar succeeded in doing it. He took Dave Lizewski, nerd kid, comic book reader, and turned him into someone real, someone who actually grows up as we read the comic, and the same happens with Mindy. From 2006 to 2014, Dave and Mindy change and through their journey they change us. That is perhaps the highest accomplishment a writer can wish for. 

To read more about Kick-Ass 2, please click here and here.
To read more about Kick-Ass vol. 1, please click here and here.
To read more about Hit-Girl, please click here.
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Kick-Ass se siente frustrado por sus constantes fracasos, y por la pereza y la apatía de algunos de sus colegas. Finalmente, decide exiliar al gordo que se ha mudado en el cuartel secreto de Hit-Girl para convertirlo en su residencia. Pero esto causa una ruptura en las filas de Justicia para siempre. Como todos dicen, esta es su propia Guerra Civil (una sagaz referencia al evento Marvel de Mark Millar en el que los superhéroes pelean entre sí). 
Kick-Ass & Hit-Girl

La ironía es un ingrediente fundamental en el "Kick-Ass" de Millar, y mientras Dave Lizewski está remendando su uniforme, su amigo Todd está teniendo sexo con una ex profesora de secundaria; en este caso, una mujer que inspiró muchas de las sesiones masturbatorias –y maratónicas– de Dave (tal como se ve en las páginas del cómic así como en las secuencias iniciales de la primera película). Afirmar que Kick-Ass está atrapado en una vida patética sería decir poco. Él no solamente está atrapado sino que también está obligado a escuchar los constantes gritos de éxtasis que vienen de la habitación contigua. No puedo pensar en algo peor que un caso de sequía sexual agravado por la proximidad de actividad sexual a todo volumen.
the final battle / la batalla final

Eventualmente Kick-Ass encuentra un posible interés amoroso en una chica llamada Valerie. Tienen varias citas y Dave, subyugado por la excitación olvida todo lo que aprendió durante su entrenamiento con Hit-Girl y decide tener intimidad con Valerie. Hay un momento deliciosamente incómodo en el que Dave intenta sacarle la falda a la chica y ella le dice que lo haga despacio. Él se detiene por completo y Valerie le explica que ‘despacio’ no significa ‘detenerse’.

Y repentinamente el big bang personal de Dave está a punto de suceder. Y la explosión sexual destruye todo lo que sabía o pensaba que sabía sobre sí mismo. En los días siguientes, Dave deja de usar su uniforme de Kick-Ass, se pierde las reuniones con los miembros de Justicia para siempre, se queda en casa en vez de salir y patrullar por las calles. En breve, le dice adiós a su vida como Kick-Ass. Y no podría estar más feliz por ello. Después de todo, está teniendo mucho sexo.

Sus días de masturbador crónico han terminado, y ahora con todo el vigor de la juventud, Dave realiza algunas admirables proezas, como eyacular 7 veces en un mismo día. Y es todo gracias a la insaciable Valerie. Este no solamente es un astuto giro argumental sino también un muy necesaria revisión al tópico de la debilidad del superhéroe. Para algunos es la kriptonita, para otros puede ser el color amarillo, para Dave es una vagina húmeda. Pero, claro está, ¿no es esa una debilidad compartida por millones de hombres?

En un corto e hilarante diálogo, Millar hace un diagnóstico bastante acertado sobre los superhéroes. ¿Por qué se pasan la vida disfrazados y moliendo a golpes a los delincuentes? Como dice Valerie “Quizás todo eso no era más que represión sexual, y tu energía es usada de otra forma en estos días”. Por primera vez en su vida, Dave es feliz. Como dijo Freud alguna vez, la neurosis es una consecuencia de la represión sexual. Y si todos los superhéroes del mundo empezaran a seguir el ejemplo de Dave, sus problemas mentales se solucionarían de inmediato. 

Después de hundirse en lo más profundo del patetismo, Chris Genovese se alza una vez más. Y en uno de los más inesperados y, al mismo tiempo, más fascinantes giros argumentales de Millar, él encuentra la manera de rescatar a Hit-Girl –una tarea que ni siquiera Kick-Ass logró cumplir– y, en el proceso, se redime a sí mismo. Lo que sucede después del rescate, por supuesto, es tan inevitable como triste.
Hit-Girl surprises the enemy / Hit-Girl sorprende al enemigo

Debo admitir que, mientras me acercaba a las páginas finales, experimenté un nivel de emoción sin precedentes. Hay muchos momentos de ternura, por ejemplo, cuando Dave abraza a Mindy, fraternalmente, justo antes de la más peligrosa batalla de sus jóvenes vidas. Hit-Girl pelea contra la mafia, mientras que Kick-Ass rescata a su amigo Todd. No diré quién vive o muere, ya que la sorpresa de descubrirlo pertenece al lector. Basta con decir que quedé muy conmovido con las secuencias finales. Estoy genuinamente feliz de haber sido parte de la propuesta de Millar, de haber tenido la suerte de seguir las aventuras de Kick-Ass casi desde el comienzo.

Tras 8 años, es difícil explicar lo emocionado que estaba por leer el gran final. No es fácil crear un nuevo personaje y convertirlo en el héroe más fascinante de la década. Y aun así, me aventuraría a decir que Millar ha tenido éxito al hacer justamente eso. Empezó con Dave Lizewski, un chiquillo nerd, un lector de cómics, y lo convirtió en alguien real, alguien que de hecho crece mientras leemos el cómic, y lo mismo pasa con Mindy. Desde el 2006 hasta el 2014, Dave y Mindy cambian y a través de su travesía nosotros también cambiamos. Tal vez ese es el mayor logro que un escritor podría desear.

Pueden leer más sobre Kick-Ass 2 haciendo click aquí y aquí.
Pueden leer más sobre Kick-Ass vol. 1 haciendo click aquí y aquí.

Pueden leer más sobre Hit-Girl haciendo click aquí.

September 17, 2014

KICK-ASS 3 - Mark Millar

Most writers spend entire decades mimicking the style of their predecessors, unable to come up with new ideas. Only a few seem to have what it takes to reenergize the medium, to resurrect our passion towards a genre that is so easily cluttered with trivial titles and meaningless sagas. With Kick-Ass, writer Mark Millar unleashed his creativity and unlocked his potential as an author that could succeed outside the big two.

This third and last volume begins with the tribulations of Kick-Ass and Hit-Girl, still recovering from recent events. Hit-Girl is in jail, waiting to be rescued. But when weeks turn into months she realizes that the incompetence of Kick-Ass and his improvised group of self-appointed “superheroes” is greater than she had imagined.
Life after high school / la vida después de la secundaria

Hit-Girl understands that, and she manages to hold her ground in jail, killing inmates or maiming them as she sees fit. There is one memorable scene in which a psychiatrist visits her. In a way, this is a parody of the classic mental games between an imprisoned dangerous criminal and a normal person. We’ve seen similar sequences in “The Silence of the Lambs” (Hannibal Lecter and agent Clarisse Sterling) and most especially in “Watchmen” (Rorschach and Dr. Malcolm Long). In fact, if we reread Alan Moore’s magnum opus, we’ll remember that Dr. Malcolm Long eventually starts suffering from mental fatigue and anxiety after his sessions with Rorschach; the same has already happened with Hit-Girl’s first two shrinks, but the new one seems to be more resilient. Still, the dialogue between the perfect assassin and a doctor with good intentions is priceless. 

Meanwhile, Hit-Girl’s old headquarter is now a playground for adults that behave like children. One of Dave’s associates decides to move in. He is a fat man, a useless masked adventurer, an even bigger loser than the rest of the gang. Sitting on his dirty laundry while playing video games all day long, it’s clear that neither he nor any other member of ‘Justice Forever’ will fight to get Mindy out of jail. 

If Dave Lizewski was the average high school loser at the beginning of the series, he’s now a mediocre young man, working in a fast food joint and sharing an apartment with his friend Todd. Dave is too self-absorbed in his own world. After the death of his father, he finds solace in the Kick-Ass persona, and he gets even more tangled than usual in the absurdity and ridiculousness of superhero conventions. He can’t even mourn his parents as a regular kid: “It’s also so much cooler when you’re brooding in a big, black coat. I tried this in my jeans last week but it all just looked so inappropriately casual”. Kick-Ass missions have now become even more futile and ludicrous than they ever were. But still, he keeps at it. He has to. There’s no normal life for him to get back to. 
Kick-Ass & Justice Forever

In fact, even the slightest sense of normalcy will become a much-coveted asset. Hit-Girl is in jail, Kick-Ass is trying to adapt to a life devoid of grandeur. And even Chris –AKA the Motherfucker, formerly known as the Red Mist– is recovering from the multiple injuries, lesions and fractures he suffered at the end of the second volume of Kick-Ass. He may not have a normal life, but the one who is suffering the most is Angie Genovese, his mom; and not because, as a mother, she’s supposed to be worried about her son’s wellbeing... In fact, she feels repulsed and disgusted. Her life is miserable, she’s often insulted for giving birth to a homicidal monster. Still the woman visits the young man daily in the hospital. There she hears Chris complaints. It wasn’t supposed to be like this, he says. He’s in pain and he knows his life has been ruined. But she’s also in pain and her life has been ruined as well. 

Mark Millar explores an aspect of the supervillain figure that has rarely been acknowledged: the impact that the villain has not on society or the hero community, but on those closer to him, in other words, his friends and family. Because while Chris selfishly whines about being prostrated in bed, or having his ass kicked by Kick-Ass, Angie Genovese is enraged: “You think this was MY PLAN. You think I grew you for nine months and fed you my milk just to watch you become a FIGURE of PUBLIC HATE? Your father only killed people for BUSINESS. You killed people for FUN”. 

After long months of planning, Kick-Ass decides to intimidate mafia leader Rocco Genovese by recreating a classic scene from “Batman: Year One”. His goal is to instill fear in the hearts of the mobsters (just like Batman did in the classic Frank Miller miniseries). Of course, he fails. And he fails miserably.  
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Todd is having fun, Dave isn't / Todd se divierte, pero Dave no

Muchos escritores pasan años imitando el estilo de sus predecesores, incapaces de aportar nuevas ideas. Sólo unos pocos parecen tener lo necesario para re-energizar el medio, para revivir nuestra pasión por un género que a menudo es estorbado por títulos triviales y sagas intrascendentes. Con Kick-Ass, el escritor Mark Millar desató su creatividad y liberó su potencial como un autor que podía tener éxito más allá de las grandes editoriales.

Este tercer y último volumen empieza con las tribulaciones de Kick-Ass y Hit-Girl, todavía recuperándose de eventos recientes. Hit-Girl está en la cárcel, esperando a ser rescatada. Pero cuando las semanas se convierten en meses, ella se da cuenta de que la incompetencia de Kick-Ass y su improvisado grupo de “superhéroes” voluntarios es mayor de lo imaginado. 

Hit-Girl entiende esto, y se las arregla para defenderse en prisión, matando reos o mutilándolos según considere conveniente. Hay una escena memorable en la que un psiquiatra la visita. En cierto modo, esta es una parodia de los clásicos juegos mentales entre un peligroso criminal apresado y una persona normal. Hemos vistos secuencias similares en “The Silence of the Lambs” (Hannibal Lecter y la agente Clarisse Sterling) y sobre todo en “Watchmen” (Rorschach y Dr. Malcolm Long). De hecho, si releemos el magnum opus de Alan Moore, recordaremos que el Dr. Malcolm Long eventualmente empieza a sufrir fatiga mental y ansiedad después de sus sesiones con Rorschach; lo mismo ha pasado con los primeros dos psiquiatras de Hit-Girl, pero el nuevo parece ser más resistente. Y sí, el dialogo entre la asesina perfecta y un doctor con buenas intenciones es de primera. 

Mientras tanto, el viejo cuartel general de Hit-Girl ahora es un patio de juegos para adultos que se comportan como niños. Uno de los colegas de Dave decide mudarse. Este es un hombre gordo, un aventurero enmascarado inútil, un perdedor de mayor calibre que el resto. Se sienta sobre su ropa sucia mientras juega videojuegos todo el día, es claro que ni él ni ningún otro miembro de ‘Justicia para siempre’ pelearán para sacar a Mindy de la cárcel.
Dave is about to get some / Dave está a punto de tener algo

Si es que Dave Lizewski era un perdedor promedio de secundaria al inicio de la serie, ahora es un joven mediocre, que trabaja en un fast food y comparte un departamento con su amigo Todd. Dave está demasiado absorbido en su propio mundo. Después de la muerte de su padre, encuentra solaz en la personalidad de Kick-Ass, y se enreda aún más de lo habitual en las absurdas y ridículas convenciones de los superhéroes. Ni siquiera puede estar de duelo por sus padres como un chiquillo normal. “También es mucho más genial cuando estás solemne en un gran abrigo negro. Lo intenté con jeans la semana pasado pero todo se veía tan inapropiadamente casual”. Las misiones de Kick-Ass se han vuelto aún más fútiles y ridículas. Pero aun así, él sigue en ello. Tiene que seguir en ello. No hay una vida normal a la que pueda regresar.

De hecho, incluso el más mínimo sentido de normalidad se convertirá en un bien muy deseado. Hit-Girl está en prisión, Kick-Ass intenta adaptarse a una vida desprovista de grandiosidad. E incluso Chris –Motherfucker, también conocido antes como Red Mist– se está recuperando de múltiples heridas, lesiones y fracturas sufridas al final del segundo volumen de Kick-Ass. Puede ser que él no ha tenido una vida normal, pero la que más está sufriendo es Angie Genovese, su mamá; y no porque, como madre, se supone que deba sentirse preocupada por el bienestar de su hijo... De hecho, ella siente repulsión y disgusto. Su vida es miserable, ella a menudo es insultada por parir a un monstruo homicida. Aun así, la mujer visita al joven a diario en el hospital. Allí, ella escucha las quejas de Chris. No se suponía que sería así, dice él. Tiene dolor y sabe que su vida ha sido arruinada. Pero ella también tiene dolor y su vida también está arruinada. 

Mark Millar explora un aspecto de la figura del villano que raramente ha sido reconocido: el impacto que el villano tiene no en la sociedad o en la comunidad heroica, sino en aquellos que le son cercanos, en otras palabras, sus amigos y familia. Porque cuando Chris se queja egoístamente mientras está postrado en cama, o se queja de haber sido derrotado por Kick-Ass, Angie Genovese está furiosa: “¿Crees que este era MI PLAN. Crees que te tuve por nueve meses y te di mi leche sólo para ver que te convertías en una FIGURA ODIADA PÚBLICAMENTE? Tu padre sólo mataba gente por NEGOCIOS. Tú mataste gente por DIVERSIÓN”. 
Sex changes everything / el sexo lo cambia todo

Después de largos meses de planeamiento, Kick-Ass decide intimidar al líder de la mafia Rocco Genovese, recreando la escena clásica de “Batman: Año Uno”. Su meta es infundir miedo en los corazones de los mafiosos (tal como hace Batman en la clásica miniserie de Frank Miller). Por supuesto, fracasa. Y fracasa miserablemente.  


October 4, 2013

KICK-ASS 2 - Mark Millar & Romita Jr.

If Kick-Ass has his superhero team, then the Mother Fucker must have his own super-villain group: the Mega Toxic Cunts! Perhaps the most notable member is Mother Russia, a dangerous and very lethal woman. Together, they attack the secret base of Justice Forever, and they kill Colonel Stripes and smash the whole place.

Of course, the Mother Fucker doesn’t stop there. His next incursion is a wild explosion of violence. He shoots children in the streets of a peaceful suburb and orders his men to indiscriminately kill as many people as they can, with one goal in mind: breaking and entering into Katie Deuxma’s house. There, he rapes her and asks his men to rape her as well. Having a girl getting ‘gang banged’ was certainly controversial; and surely many readers complained about the level of viciousness. But I consider it a necessary development. Because that’s how we can attest, without a shadow of a doubt, that the Mother Fucker is the coldest and nastiest adversary ever (in the movie “Kick-Ass 2”, the rape scene is replaced by a clever solution. Obviously, unless you are Michael Haneke or Lars Von Trier you can’t get away with something like that, and even if you do, the distributors and the audience might feel uncomfortable).

However, there is an increase in hostilities. The Mother Fucker has raped Katie because he knows that by doing that he’s hurting Kick-Ass. As Machiavellian as it sounds, he intends to slaughter first the people Dave loves the most and then to kill Dave. After the massacre in the suburbs, the chief of police decides to arrest every person wearing a mask or a cape, and thus just as quickly as it begun, Justice (not so) Forever gets disbanded. When the police officers arrive to Lizewski’s address, Dave’s father decides to give a false confession, and thus the officers believe they’re arresting the real Kick-Ass.

Dave Lizewski feels awfully guilty about this, but nothing prepares him for what comes next. Following the Mother Fucker’s orders, two criminals kill Dave’s father in jail. This was definitely one of the most shocking moments of the series, and it’s hard for me to forget how I felt when I first read it. Millar did such an amazing work with Kick-Ass that every character mattered. As a reader, you always felt that they were important, special, in a strange way almost as irreplaceable as real people. That’s one of the highest accomplishments of any work of literature: to make us care about fictional people as much as we care for the men or women sitting next to us.

In the funeral, Mindy –AKA Hit-Girl– finally appears. She has been absent for months, rebuilding her life, trying to have the one thing she could never experience before: a normal childhood. But things are not meant to be nice and easy for Hit-Girl (after all, in the final pages of this volume she’ll be arrested, something that is omitted in the Kick-Ass movie sequel).  

And then comes the savage confrontation: Mother Fucker versus Kick-Ass, Mother Russia versus Hit-Girl, and the Toxic Mega Cunts versus Justice Forever. Millar has always exceled in the game of violence, he knows just how much blood to pour, how many dismemberments to show and what gruesome deaths are the most spectacular ones. Other writers might try to be violent, but without any substance to support that violence the narrative becomes a hollow artifice. Fortunately, Millar never forgets the story, and he finds the most astounding ways to combine violent sequences with dramatic moments.

The battle in Times Square is impressive, but of course nothing can be compared to the titanic clash between Hit-Girl and Mother Russia. Nevertheless, Millar reminds us that real violence has real consequences. Dave Lizewski learnt that in the first issue, when he spent months in a hospital recovering from his injuries. Now, when Kick-Ass fights against the Mother Fucker, something unexpected happens. After getting punched in the face, the villain falls off a building. This is a very singular moment and one that expresses the originality of this series. There is hate in the fists of Kick-Ass, after all, his nemesis has raped the girl he adores and murdered his father. He has genuine reasons for wanting to kill the guy responsible for all this. And yet, when he accidentally pushes the Mother Fucker off the building, he feels sick.
Dave's father dies in jail / el padre de Dave muere in prisión

And after the brutal fall, in a moment of weird tenderness, Chris Genovese, the boy formerly known as Red Mist, asks Dave for help. He has survived the fall, his arms and legs are broken, he’s bleeding profusely, he looks like he will only survive for a few minutes. And he asks Dave for help, he begs Dave to call an ambulance. And how can Dave say no to him? He immediately reaches for his cell phone and dials 911. There is a strange relationship between the hero and the villain, they were the best of friends when they first met, they always shared their passion for comic books even when they chose different paths in life, and now, when they have hurt each other beyond measure, when they have reached that point of agony that goes beyond all forms of pain, they still help each other. Chris promises not to accuse Dave of trying to kill him, and Dave promises him that he’ll survive. I really don’t know how to explain the significance of this moment. Because, against all odds, they both keep their promises. And together they forge an inexorable link, something as irrational as the passion we comic book lovers feel for this art. 
Toxic Mega Cunts / Bastardos Mega Tóxicos 

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Hit-Girl versus Mother Russia

Si Kick-Ass tiene un equipo de superhéroes, entonces Mother Fucker debe tener su propio grupo de súper-villanos: ¡los Bastardos Mega Tóxicos! Tal vez la integrante más notable es Mother Russia, una mujer peligrosa y letal. Juntos, atacan la base secreta de Justicia Eterna, y matan a Colonel Stripes y destrozan todo el lugar.

Por supuesto, Mother Fucker no se detiene allí. Su próxima incursión es una explosión salvaje de violencia. Le dispara a niños en las calles de un pacífico suburbio y ordena a sus hombres que maten indiscriminadamente a toda la gente que puedan, con una sola meta: irrumpir en el hogar de Katie Deuxma. Allí, la viola y le pide a sus hombres que también la violen. Esta 'violación en masa' ciertamente fue controversial; y seguramente muchos lectores se quejaron por el nivel de bestialidad. Pero considero que era un desarrollo necesario. Porque de ese modo podemos comprobar, sin duda alguna, que Mother Fucker es un adversario cruel y vengativo (en la película “Kick-Ass 2”, la escena de la violación es reemplazada con una ingeniosa solución. Obviamente, a menos que seas Michael Haneke o Lars Von Trier no puedes salirte con la tuya, e incluso si lo logras, los distribuidores y la audiencia podrían sentirse incómodos).
Dave Lizewski & Chris Genovese

Sin embargo, hay un incremento en las hostilidades. Mother Fucker ha violado a  Katie porque sabe que al hacerlo le está haciendo daño a Kick-Ass. Por maquiavélico que suene, él intenta matar primero a las personas que más quiere Dave y luego matar a Dave. Después de la masacre en los suburbios, el jefe de la policía decide arrestar a todas las personas que lleven una máscara o una capa, y así tan rápido como empezó, Justician (no tan) Eterna es desarticulada. Cuando los policías llegan a la dirección de Lizewski, el padre de Dave decide dar una falsa confesión, y así los oficiales creen que están arrestando al verdadero Kick-Ass.

Dave Lizewski se siente terriblemente culpable, pero nada lo prepara para lo que pasa después. Siguiendo las órdenes de Mother Fucker, dos criminales matan al padre de Dave en la cárcel. Definitivamente este fue uno de los momentos que más me impactó, y es difícil olvidar lo que sentí. Millar hizo un trabajo asombroso con Kick-Ass, todos estos personajes tenían valor. Como lector, uno sentía que eran importantes, especiales, y de alguna extraña manera, casi tan irreemplazables como personas reales. Ese es uno de los mayores logros de una obra de literatura: hacernos querer a gente ficticia tanto como queremos a los hombres o mujeres que se sientan a nuestro alrededor.

En el funeral, Mindy –Hit-Girl– finalmente aparece. Ella había estado ausente por meses, reconstruyendo su vida, intentando tener lo que nunca había experimentado antes: una niñez normal. Pero las cosas no serán agradables ni fáciles para Hit-Girl (después de todo, en las páginas finales de este volumen será arrestada, algo que es omitido en la secuela fílmica de Kick-Ass).  
Hit-Girl is finally captured / Hit-Girl finalmente es capturada

Y luego viene la brutal confrontación: Mother Fucker versus Kick-Ass, Mother Russia versus Hit-Girl, y los Bastardos Mega Tóxicos versus Justicia Eterna. Millar siempre se ha destacado en el juego de la violencia, sabe cuánta sangre debe ser vertida, cuantos destripamientos deben mostrarse y cuáles son las formas de muerte más espectaculares. Otros escritores pueden tratar de ser violentos, pero sin una sustancia que ofrezca soporte a esa violencia, la narrativa se vuelve un artificio vacío. Afortunadamente, Millar nunca olvida la historia, y encuentra las maneras más asombrosas de combinar secuencias violentas con momentos dramáticos.

La batalla en Times Square es impresionante, pero por supuesto nada puede compararse al choque titánico entre Hit-Girl y Mother Russia. No obstante, Millar nos recuerda que la violencia real tiene consecuencias. Dave Lizewski lo aprendió en el primer número, cuando pasó meses en un hospital recuperándose de sus heridas. Ahora, cuando Kick-Ass pelea contra Mother Fucker, algo inesperado sucede. Luego de recibir un puñetazo en la cara, el villano se cae de un edificio. Este es un momento muy singular, que expresa la originalidad de esta serie. Hay odio en los puños de Kick-Ass, después de todo, su némesis ha violado a la chica que adora y ha asesinado a su padre. Él tiene razones genuinas para querer matar al sujeto responsable por todo esto. Y sin embargo, cuando empuja accidentalmente a Mother Fucker en el edificio, se siente asqueado.

Y después de la brutal caída, en un momento de extraña ternura, Chris Genovese, el chico antes conocido como Red Mist, le pide ayuda a Dave. Ha sobrevivido a la caída, sus brazos y piernas están fracturados, está sangrando profusamente, parece que sólo sobrevivirá por unos pocos minutos. Y le pide ayuda a Dave, le ruega que llame a una ambulancia. ¿Y cómo podría Dave decirle que no? De inmediato marca el 911. Existe una extraña relación entre el héroe y el villano, cuando recién se conocieron fueron grandes amigos, siempre compartieron su pasión por los cómics incluso cuando eligieron diferentes caminos en la vida, y ahora, cuando se han hecho daño más allá de toda medida, cuando han alcanzado ese punto de agonía que sobrepasa todas las formas del dolor, aun así se ayudan el uno al otro. Chris le promete a Dave no acusarlo por intento de homicidio, y Dave le promete que sobrevivirá. Realmente no sé cómo explicar lo significativo que es este momento. Porque, contra viento y marea, ambos cumples sus promesas. Y juntos forjan un vínculo inexorable, algo tan irracional como la pasión que todos los amantes del cómic sentimos por este arte.

October 3, 2013

KICK-ASS 2 - Mark Millar

We have all read comic books, we are all familiar with superheroes. There is something deep inside of us that makes us cherish this gaudy adventurers, that makes us smile every time we swim in that vast ocean of colorful caped crusaders and masked defenders. And yes, I think it’s fair to presume that we’ve all fantasized about them. What is it like to be a superhero? How does it make you feel? 

Dave Lizewski always wondered why nobody had ever tried it. Was normal life so thrilling? Could someone resist the attraction of hiding his face under a mask and putting on a tight costume? Obviously, being a superhero quickly turned into an addiction for Dave. He was hospitalized, brutally attacked and humiliated. Hell, he even had electrodes connected to his testicles as part of Red Mist’s interrogation procedure! Everyone would assume that the kid would have learned his lesson by now. But addictions are called that for a reason: the dependency is too strong; the necessity for escapism and the longing for a dose of adrenaline are too powerful.


It certainly was unexpected to observe how this second volume starts with a lot of thrill-seekers. Dave is no longer the only superhero in town. In fact, there are now dozens, if not hundreds, of imitators. After reading the first volume, I would have thought that nobody in their right mind would want to emulate Kick-Ass. I was sure that Dave would end up alone, estranged in a city he could no longer recognize as his own. In my mind he would wander off, devoid of purpose and hope. Of course, had that been the case, we wouldn’t hold in our hands the second volume of Mark Millar’s brilliant saga. 


It is in this context that Kick-Ass gets to meet many of the new superheroes. Most of them are amateurs, and as unlikely as it sounds, they’re even bigger losers… But none of that seems to matter to this idealistic teenager. All he can dream about is team-ups and superhero groups. And indeed, he finds in Justice Forever the first and only superhero aggrupation of the world. And he’s ecstatic to be welcomed into the ranks of these do-gooders.


As Mark Millar wrote in the introduction of volume 2, this was “a chance to enlarge upon what we did on book one and take things to the next logical step. Dave has inspired dozens of people to be superheroes so of course the next step would be superhero teams. Dave made it fashionable to pull on a mask so the natural reaction to this would be super-villains”.


It may indeed be fashionable but that doesn’t mean it’s glamorous. On the contrary: “The comic book heroes all have billion dollar bases and headquarters on the moon”. But he feels lucky for simply having a place where he can meet with his new pals, even if it isn’t a “super” base; instead of worrying about state of the art gadgets his mainly concern is getting a few quarters so he can take the bus. That’s one of the things I like the most about Kick-Ass, that connection to the real world, that celebration of reality that although isn’t denied by the heroic deeds of the protagonist, is reinforced by the typical qualms of any normal teen.    


And speaking of preoccupations, there is always one thing on Dave’s mind: sex, of course. But he is not getting any luck in that department. In the previous volume, Dave had a crush on Katie Deuxma. He still thinks of her, or rather uses her as inspiration for his masturbatory sessions. Dave usually finds Katie’s pics on Facebook arousing enough to jerk-off enthusiastically. And that’s what I love about Millar’s sense of humor. Because if doesn’t matter if Kick-Ass is a superhero or the most admired member of Justice Forever, at the end of the day he’s still considered a loser by every girl in his school and he can’t get a date. 


After taking into account all that sexual frustration, it should make sense why Dave must so desperately fill that void in his life. So while Kick-Ass, Colonel Star, Lieutenant Stripes, Doctor Gravity, Battle-Guy (Marty Eisenberg, one of Dave’s best friends), Night Bitch and the rest of the gang spend their nights patrolling the city or helping as volunteers in shelters, Chris Genovese is gathering a formidable army of ruthless murderers. In the first volume, Chris was introduced as the rich kid who could spend hundreds of dollars each week in the local comic store. Envied by Dave and his friends, ignored by most people, he was simply a nerd, but a wealthy one. He then turned into Red Mist, Kick-Ass’s nemesis. But like any other kid his age, he was simply too messed up to do the right thing. There was nothing inherently evil in his acts. Not anymore. Now that he has been christened as the Mother Fucker he starts acting like the cruelest bastard of the city. This transformation is explored and explained in the Hit-Girl miniseries, but suffice to say that Red Mist is gone, and so are the last traces of morality Chris Genovese had. In his own words: “No, Red Mist was the old me. The asshole who liked to dress up like a superhero and spend all his money on variant covers”.

Justice Forever / Justicia Eterna
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Dave with his best friends Todd and Marty / Dave con sus mejores amigos Todd y Marty

Todos hemos leído cómics, todos estamos familiarizados con los superhéroes. Hay algo dentro de nosotros que nos hace atesorar a estos estrambóticos aventureros, que nos hace sonreír cada vez que nadamos en ese vasto océano de justicieros de capas coloridas y defensores enmascarados. Y sí, pienso que es justo asumir que todos hemos fantaseado con ellos. ¿Cómo sería convertirse en un superhéroe? ¿Cómo se sentiría?

Mother Fucker & Mother Russia

Dave Lizewski siempre se preguntó por qué nadie lo había intentado. ¿La vida normal era tan emocionante? ¿Puede alguien resistirse a la atracción de esconder su rostro bajo una máscara y ponerse un traje bien ceñido? Obviamente, ser un superhéroe rápidamente se convirtió en una adicción para Dave. Estuvo hospitalizado, fue brutalmente atacado y humillado. ¡Demonios, incluso le engancharon electrodos en los testículos durante el interrogatorio de Red Mist! Todos asumirían que el jovencito habría aprendido la lección a estas alturas. Pero las adicciones llevan ese nombre por una razón: la dependencia es demasiado fuerte; la necesidad de escapismo y las ansias de una dosis de adrenalina son demasiado poderosas.


Ciertamente, fue inesperado observar que este segundo volumen empezara con un montón de buscadores de emociones. Dave ya no es el único superhéroe en la ciudad. De hecho, ahora hay docenas, acaso cientos, de imitadores. Después de leer el primer volumen, había pensado que nadie que estuviese cuerdo querría emular a Kick-Ass. Estaba seguro que Dave terminaría solo, alienado en una ciudad que ya no sería capaz de reconocer. En mi mente él deambularía por allí, sin propósitos y sin esperanzas. Desde luego, si hubiese sido así, no tendríamos en nuestras manos el segundo volumen de la brillante saga de Mark Millar

"It's time to see what evil dick tastes like" /
 "Es hora de probar a qué sabe un pene malvado"

Es en este contexto que Kick-Ass llega a conocer a muchos de estos nuevos superhéroes. La mayoría son amateurs, y por improbable que parezca, son incluso perdedores de mayor calibre... Pero nada de eso parece importarle a este adolescente idealista. Lo único con lo que puede soñar es tener un equipo, un grupo de superhéroes. Y de hecho, encuentra en Justicia Eterna a la primera y única agrupación de superhéroes del mundo. Y está entusiasmado con ser bienvenido en las filas de estos bienhechores.


Como escribió Mark Millar en la introducción del volumen 2, esta era “la oportunidad de engrandecer lo que hicimos en el libro uno y llevar las cosas al siguiente paso lógico. Dave ha inspirado a docenas de personas a ser superhéroes así que por supuesto el siguiente paso sería equipos de superhéroes. Dave hizo que ponerse una máscara esté de moda así que la reacción natural a esto sería súper-villanos”.


Puede estar de moda, pero eso no significa que sea algo glamoroso. Por el contrario: “todos los héroes de los cómics tienen bases de un billón de dólares y cuarteles generales en la luna”. Pero él se siente afortunado por tener simplemente un espacio donde pueda reunirse con sus nuevos amigos, incluso si es que no es una “súper” base; en vez de preocuparse por artefactos tecnológicos, su inquietud principal es conseguir algunas monedas para tomar el bus. Esa es una de las cosas que más me gustan de Kick-Ass, esa conexión con el mundo real, esa celebración de realidad que aunque no es negada por los hechos heroicos del protagonista, es reforzada por las incertidumbres típicas de todo adolescente. 

Katie: Gag banged / Katie es violada por todos

Y hablando de preocupaciones, siempre hay una cosa en la mente de Dave: sexo, por supuesto. Pero él no ha tenido nada de suerte con esto. En el volumen anterior, Dave se enamoró de Katie Deuxma. Todavía piensa en ella, o más bien la usa como inspiración para sus sesiones masturbatorias. Las fotos de Katie en  Facebook excitan a Dave lo suficiente para pajearse con entusiasmo. Y eso es lo que me encanta del sentido del humor de Millar. Porque no importa si Kick-Ass es un superhéroe o el miembro más admirado de Justicia Eterna, al final del día todas las chicas lo siguen considerando un perdedor y él no puede conseguir ninguna cita.


Después de tener en cuenta toda esta frustración sexual, tiene sentido que Dave esté desesperado por llenar ese vacío en su vida. Así que mientras Kick-Ass, Colonel Star, Lieutenant Stripes, Doctor Gravity, Battle-Guy (Marty Eisenberg, uno de los mejores amigos de Dave), Night Bitch y el resto de la pandilla pasan sus noches patrullando la ciudad o ayudando en asilos, Chris Genovese está reuniendo a un formidable ejército de asesinos despiadados. En el primer volumen Chris fue presentado como el niño rico que podía gastar cientos de dólares en la tienda de cómics cada semana. Envidiado por Dave y sus amigos, ignorado por otros, él era simplemente un nerd, pero con muchísimo dinero. Luego se transformó en Red Mist, némesis de Kick-Ass. Pero como cualquier otro chiquillo de su edad, simplemente estaba demasiado confundido como para hacer lo correcto. No había nada inherentemente malvado en sus actos. Esto ya no es así. Ahora que ha sido rebautizado como Mother Fucker, empieza a actuar como el bastardo más cruel de la ciudad. Esta transformación es explorada y explicada en la miniserie de Hit-Girl, pero basta decir que Red Mist ha desaparecido, y también sus últimos restos de moralidad. En sus propias palabras: “No, Red Mist era el viejo yo. El imbécil al que le gustaba vestirse como un superhéroe y gastar todo su dinero en portadas variantes”.


October 20, 2011

Kick-Ass by Millar & Romita Jr.

Big Daddy & Hit Girl
But what other similitudes are shared by Kick-Ass and Watchmen? In a way, they both work as a parody to the superhero genre (just like Don Quixote was a parody to chivalric literature), although in a different manner. Contemporary philosopher Fredric Jameson stated that parody and pastiche were not synonyms. Postmodern world can be defined by pastiche and a historicity crisis. Parody would require a moral judgment or a comparison with societal normativity (here Don Quixote fits in nicely as parody); on the other hand, pastiche is prone to “collage and other forms of juxtaposition without a normative grounding”.

America winning the war against Vietnam is a milestone in Watchmen’s universe. And it all comes down to Jameson’s historicity. As it has been said, a crisis in historicity permeates our postmodern era: “there no longer does seem to be any organic relationship between the American history we learn from schoolbooks and the lived experience of the current, multinational, high-rise, stagflated city of the newspapers and of our own everyday life”. This is why everything in Watchmen feels so genuine, insofar as it rejects historicity (what we might have learned or not in textbooks). Kick-Ass, however, disregards the historicity crisis, and as a result it is a parody disguised as pastiche, which perhaps could explain why it caters to highly intellectualized readers as well as to the common audience.  
Red Mist

Another supporter of the pastiche would be Quentin Tarantino who, coincidentally, has created an aesthetic of violence that shares a few traits with Millar’s bloody battles and brutal fights. The filmmaker and the writer are incapable of producing gratuitous violence, they turn it instead into something of purely artistic value, which is by far one of the most difficult feats I could possibly imagine. Violent sequences are cannon in most of Millar’s works, and Kick-Ass is no exception. Perhaps the embodiment of this is Hit-Girl, a child that has been deprived of her childhood and forced to train every day of her young life. And at such a tender age she already is a force to be reckoned with. Her mentor is also her father, ‘Big Daddy’, a man that acts like Frank Castle AKA Punisher and has sworn to annihilate the mob. When Kick-Ass is saving a guy from being mugged, or rescuing a cat from a burning building, Big Daddy and Hit-Girl are taking down mobsters in a most brutal and bloodstained fashion.

Kick-Ass is a delightfully charming adolescent partly because of his verisimilitude and vulnerability, but mainly because of his goofiness and clumsiness which is contrasted by the efficiency and ruthlessness of Big Daddy and Hit-Girl. Dave is only human, and because of that he makes mistakes all the time and even though he can struggle in the streets he’s unable to get a date with Katie, the girl he likes. There are some hilarious moments in which Dave pretends to be gay just so he can get closer to the girl he loves. But it’s also this need for companionship that prevents him from realizing the true intentions of the Red Mist, another masked youngster.
comic book treasure / un tesoro en cómics

As I’ve said before, the pastiche relies on collages, which in this case can be seen as constant references of pop culture that the protagonists find either demeaning (famous ‘super stars’) or distinguished (here comic books exemplify grandiosity); such is the case of Whedon’s Astonishing X-Men or the first issues of some of the most pivotal Marvel titles (Amazing Fantasy, Fantastic Four, Avengers, Tales of Suspense, Journey into Mystery, etc.).

Millar’s success has helped him to get into Hollywood with ‘Wanted’ and now with Kick-Ass. I really enjoyed the filmic version, although I was a bit irked to find out that there were some unfortunate changes. Now I really don’t give a damn about how they made the suits or if the actors looked like the characters in the comic book, in my opinion those are nimieties. There are however certain points that are strongly conveyed in the comic book and that are either toned down or simply discarded for the big screen version, namely the true sadistic nature of Kick-Ass’s nemesis. Indeed, Red Mist admits that the very notion of torturing his opponent has sexually aroused him on many occasions.

But perhaps the greatest failure of the movie is the ending. Part of Millar’s strength lies in surprising us, and that’s what he does in the final pages of the 8th issue of the series: Dave plays his final gambit to win the heart of the girl he loves, but Katie simply repudiates him and humiliates him by sending him a picture of herself practicing a fellatio on a rather ‘big’ Afro-American male. Perhaps in one of the saddest and yet shocking pages I’ve ever read, Dave can’t help but to masturbate while looking at the picture and crying afterwards. Who could come up with a more demoralizing and yet formidable ending? The movie, of course, chooses a typical Hollywood ending… he gets the girl in the last minute. So, once again, I have no choice but to say that the source material is better than the cinematographic adaptation.
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Kick-Ass

¿Pero en qué más se parecen “Kick-Ass” y “Watchmen”? Ambos parodian el género súper-heroico (así como El Quijote parodia la narrativa caballeresca), aunque de modo distinto. El filósofo contemporáneo Fredric Jameson afirmó que parodia y pastiche no eran sinónimos. El pastiche y la crisis de historicidad pueden definir el mundo postmoderno. La parodia requiere un juicio moral y una comparación de la normatividad social (El Quijote es una parodia); por otro lado, el pastiche incluye "el collage y otras formas de yuxtaposición sin fundamentos normativos".

La victoria de Estados Unidos en Vietnam es fundamental en “Watchmen”. Allí entra la historicidad de James. Esta crisis de historicidad permea la era postmoderna: "no parece haber relación alguna entre la historia norteamericana que aprendemos en los libros escolares y la experiencia vivida en la actualidad [...]". Por ello todo en “Watchmen” parece tan genuino, porque rechaza la historicidad (lo que podríamos haber aprendido en los libros). “Kick-Ass”, no obstante, desdeña la crisis de historicidad, y como resultado es una parodia disfrazada de pastiche, lo que quizá podría explicar por qué apela a lectores más intelectuales y también al público común y corriente.

Otro seguidor del pastiche es Quentin Tarantino quien, por cierto, ha creado una estética de la violencia que comparte ciertos rasgos con las brutales escenas de Millar. El cineasta y el escritor son incapaces de producir violencia gratuita, más bien la convierten en algo con valor artístico (sin duda una de las proezas más difíciles). La violencia es parte del canon de Millar, y Kick-Ass no es la excepción. Hit-Girl es un ejemplo, una niña que no ha tenido infancia y que ha sido obligada a entrenar toda su vida. Su mentor es también su padre, 'Big Daddy', un hombre que como Frank Castle (Punisher) ha jurado exterminar a la mafia. Mientras Kick-Ass impide un asalto o rescata a un gato de un edificio en llamas, Big Daddy y Hit-Girl aniquilan mafiosos sangrientamente.

Kick-Ass es un adolescente encantador en buena medida por su vulnerabilidad, pero principalmente por su torpeza, que contrasta con la eficiencia y frialdad de Big Daddy y Hit-Girl. Dave es solamente humano, y por ello comete errores todo el tiempo; es capaz de luchar en las calles pero no puede acercarse a la chica que ama (divertidísimas las secuencias en las que finge ser gay para hacerse amigo de Katie). Esta necesidad por sentirse acompañado le impide descubrir las verdaderas intenciones de Red Mist, otro joven enmascarado.
the last humiliation / la última humillación

Como dije antes, el pastiche se apoya en los collages, que aquí no son otra cosa que referencias a la cultura pop, ya sea como algo degradante (estrellas súper famosas) o algo distinguido (cómics que ejemplifican la grandiosidad); ese es el caso de Astonishing X-Men de Whedon o de los primeros números de títulos clave de Marvel (Amazing Fantasy, Fantastic Four, Avengers, Tales of Suspense, Journey into Mystery, etc.).

El éxito de Millar se ha traducido en dos películas, 'Wanted' y ahora 'Kick-Ass'. Realmente disfruté la versión fílmica, aunque algunos de los cambios me molestaron. El estilo de los trajes o la similitud entre los actores y los personajes son nimiedades de las que no me preocupo. Pero los puntos más fuertes del cómic son atenuados o simplemente eliminados en la gran pantalla; por ejemplo, la naturaleza sádica del némesis de Kick-Ass… Red Mist admite que la sola noción de torturar a Dave le ha producido excitación sexual en varias ocasiones.

Pero tal vez el mayor fracaso de la película es el final. La fortaleza de Millar reside en la sorpresa, en lo que consigue con las páginas finales del octavo ejemplar: Dave hace un último intento de ganarse el corazón de Katie, pero la chica lo rechaza y lo humilla al enviarle una foto de ella misma succionándole el miembro a un afroamericano. Esta es una de las páginas más tristes e impactantes que he leído, Dave no puede evitar masturbarse mientras mira la foto, sólo para llorar después. ¿Quién podría idear un final tan desmoralizante y a la vez tan formidable? La película, desde luego, elige el típico final hollywoodense... él se queda con la chica. Así que, una vez más, tengo que decir que la adaptación cinematográfica no estuvo a la altura.

KICK-ASS - Mark Millar

We have all fantasized about different lives, different realities. For some the fantasy can be as simple as winning the lottery and for others as far-fetching as having superhuman abilities. Kick-Ass is a comic book that indulges in fantasizing while keeping things grounded in the ‘real world’.

Dave Lizewski is a 16 year-old high school student. There is nothing extraordinary about him. He is a normal kid that blends in the crowd and gets ignored by girls. Although he is also a hardcore fanboy, one of those guys that buys comic books on a weekly basis and spends way too many hours on comic book message boards. The first pages provide us with an accurate image of Dave’s introvert personality, how he isolated himself after his mother died, how despite having a couple of friends he’s unable to relate to people on a larger scale. Ultimately, like any other teen, Dave has fun and gives into masturbatory practices, frequently fantasizing about his biology teacher or the girl sitting next to him.

Up until this point this is a cohesive and solid narration about a teenager that dreams of being a superhero. But it is Millar’s cleverness and acute analysis of the superhero genre which puts this on a whole new level. I’d say that in order to understand Millar’s Kick-Ass we must first remember two crucial works distanced only by a few centuries: Don Quixote and Watchmen.
masturbatory fantasies/fantasías masturbatorias

In Cervantes’ Don Quixote we have an impoverished hidalgo that is so obsessed with books of chivalry that he thinks he can be one of those mythical knights in shining armor and fight against the evils of the world. It doesn’t matter that most of the events in these books are completely outside the realm of possibility, Don Quixote doesn’t believe in the impossibility of his quest. Much in the same vein, Dave Lizewski has a rather profound interest in comic books, and he doesn’t understand why nobody has tried to be a superhero before. Is ordinary life really so exciting?, he asks himself. His friends, geeks like him try to dissuade him. For them everything is clear: the life of a superhero can only exist within the pages of a comic book.

“Watchmen” is rightfully considered the most influential title in decades for one reason: the deconstruction of the superhero genre. Not unlike Cervantes book, Moore’s work also focuses on the most typical elements that define the superhero genre and he finds the structural fissures in the world of masked vigilantes and avenging heroes only to exploit those fissures thus creating an entire new concept of the man behind the mask. There is, however, one difference between Cervantes and Moore. One of them proved that books of chivalry were childish, ridiculous and therefore inadequate for the early 17th century, while the other proved that most comic books had been too self-indulgent, nonsensical and as result the superhero genre needed to evolve, to mature. The Spaniard author singlehandedly destroyed the tradition of books of chivalry whereas Moore ushered American comic books into a new era of unprecedented creativity and maturity.
first mission / primera misión

But that was then and this is now. Many people have criticized Watchmen’s aftermath; the ‘grim and gritty’ approach to comics pretty much became mandatory, which was a mistake because without variety the possibilities to be creative were narrowed. Now, I won’t dare to say that Kick-Ass is as important now as Watchmen was in the 80s, I’ve always hated this kind of irritating comparisons which, in the end, benefit no one. But Kick-Ass is a clear attempt to look into the structures of superhero comics and unraveling pre-established paradigms, clichés and predictable outcomes, in other words, Millar takes apart the whole machinery and reassembles it in a way that is both fresh and enticing.

The first issue shows us how devastatingly dangerous it can be for a costumed kid to go out on the streets dressed up as a masked avenger. Dave almost dies in his first ‘mission’, and after several surgeries and six months in hospital he starts recovering. What Millar does is taking to the extreme the consequences of a fight, in a way that reminds me of Miller’s Year One (Bruce Wayne’s first mission is also a disaster and after being shot he nearly bleeds to death). Thanks to this approach, the protagonist immediately feels real to us, the readers, he’s not only likable but also vulnerable.

(to be continued...)

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Hit Girl
Todos hemos fantaseado sobre otras vidas y otras realidades. Para algunos, la fantasía puede ser tan simple como ganar la lotería y para otros algo tan extravagante como tener súper poderes. “Kick-Ass” es un cómic que acepta el fantaseo mientras se mantiene firmemente asentado en el 'mundo real'.

Dave Lizewski es un estudiante de 16 años: un chiquillo normal que pasa desapercibido y que es ignorado por las chicas. Aunque también es uno de esos coleccionistas de cómics que semanalmente gasta dinero en su hobby y dedica horas enteras a los foros en línea de cómics. Las primeras páginas nos dan una imagen exacta de la personalidad introvertida de Dave, cómo se aísla luego de la muerte de su madre, y cómo a pesar de tener un par de amigos es incapaz de relacionarse con más gente. Finalmente, como cualquier adolescente, Dave se masturba fantaseando sobre su profesora de biología o la chica de al lado.

Hasta este punto esta es una narración cohesionada sobre un adolescente que sueña con ser un súper-héroe. Pero es la astucia de Millar y su brillante análisis del género súper-heroico lo que le da especial brillo a esta serie. Diría, incluso, que para sacarle el jugo a Kick-Ass hace falta separar un par de trabajos cruciales publicados a siglos de distancia: El Quijote y Watchmen.
On the streets / en las calles

En El Quijote de Cervantes tenemos a un empobrecido hidalgo tan obsesionado por los libros de caballería que piensa que puede convertirse en uno de esos míticos caballeros de reluciente armadura y heroicidad sin par. No importa si los eventos en dichos libros son completamente imposibles, Don Quijote tercamente insiste en su misión. Del mismo modo, Dave Lizewski tiene un profundo interés en los cómics, y no entiende por qué nadie ha tratado de ser un súper-héroe. ¿La vida rutinaria es acaso tan emocionante? se pregunta a sí mismo. Sus amigos, nerds como él, intentan disuadirlo. Para ellos es clarísimo: la vida de un súper-héroe sólo puede existir en las páginas de los cómics.

“Watchmen” es, con justicia, considerado el título más influyente en décadas por una razón: la deconstrucción del género de súper-héroes. Moore se enfoca en los elementos más típicos que definen el género súper-heroico y encuentra fisuras estructurales en el mundo de los justicieros enmascarados, y explota esas fisuras creando una nueva concepción del hombre detrás de la máscara. Hay diferencias entre Cervantes y Moore, desde luego. Uno de ellos demostró que los libros de caballería eran infantiles, ridículos y por lo tanto inadecuados para el siglo XVII, mientras que el otro demostró que los cómics habían sido demasiado negligentes, desatinados y como resultado debían evolucionar, madurar. El autor español destruyó sin ayuda la tradición de los libros de caballería, mientras que Moore empujó al comic book norteamericano a una nueva era de creatividad y madurez sin precedentes.
the 7 inch-boner / la erección de las 7 pulgadas

Pero los años no pasan en vano. Mucha gente criticó las consecuencias de “Watchmen”; numerosos autores quisieron imitar (mal) el estilo del autor británico, y se olvidó que en la variedad está el gusto. No me atrevo a afirmar que “Kick-Ass” es tan importante ahora como lo fue “Watchmen” en los 80, siempre he detestado este tipo de comparaciones que no benefician a nadie. Pero “Kick-Ass” es un intento de hurgar en las estructuras del género y desarmar paradigmas preestablecidos, clichés y desenlaces predecibles, en otras palabras, Millar despedaza la maquinaria y la re-ensambla de una manera fresca y atractiva.

El primer ejemplar nos muestra qué tan peligroso puede ser este negocio para un muchacho enmascarado. Dave casi muere en su primera 'misión', y luego de varias cirugías y seis meses en el hospital empieza a recuperarse. Millar lleva al extremo las consecuencias de una pelea, de modo que nos remite al Año Uno de Miller (la primera misión de Bruce Wayne es un fracaso total, le disparan y casi se desangra). Gracias a este enfoque en la vulnerabilidad, simpatizamos con el protagonista.

(continuará...)