October 28, 2016

X-Men: Second Genesis - Wein, Claremont & Cockrum

The most unusual teen-agers of all time” were created in 1963 by Stan Lee and Jack Kirby; however, they had to step down from the title, and were replaced by plotters and pencilers that didn’t seem to understand why The X-Men were so special in the first place. “Forty years ago, The X-Men stood at the brink of cancellation, with few fans paying much attention to this forgotten title”. 

In the 70s, Marvel editors realized that it was about time to resurrect the mutants series. And that’s what writer Len Wein and artist Dave Cockrum would accomplish in “Second Genesis” (originally published in Giant Size X-Men # 1, July 1975); Wein introduced “A team of diverse new mutants that represented a stark contrast to the familiar teenaged X-Men lineup. These ‘all new, all different’ X-Men were adults, hailing from countries around the globe”.

The founding members of the X-Men (Angel, Beast, Cyclops, Iceman, Marvel Girl) seemed to come mostly from the affluent suburbs of 1960s America, and in fact one of them (Warren Worthington III, AKA Angel) was heir to one of the wealthiest families in the continent. Len Wein decided to change this all-white, all-American team, and the result was amazing. In this giant size issue we see how Professor X travels around the world to recruit a new team of X-Men. Charles Xavier finds Kurt Wagner (AKA Nightcrawler) in Winzeldorf, Germany, and saves the blue-skinned mutant from an enraged mob; Xavier persuades secret agent Logan (AKA Wolverine), stationed in Quebec, Canada, to join the team; Sean Cassidy (AKA Banshee), an Irish mutant that had relocated to Nashville, Tennessee, is also contacted; Ororo Munroe (AKA Storm), worshipped as a goddess in Kenya, East Africa, agrees to move to the US; and so does Piotr Rasputin (AKA Colossus), who had never left his Ust-Ordynski collective farm, in Lake Baikal, Siberia; the final member would be John Proudstar (AKA Thunderbird), an apache from Camp Verde, Arizona. Shiro Yoshida (AKA Sunfire), is Japan’s greatest hero; he agrees to participates in the initial skirmish but returns to his country immediately afterwards.  

All of a sudden, the X-Men had turned into the first multi-ethnic and truly international superhero group in the history of comics. Of course, I can only imagine how surprised the audience was back in the day. but judging by the fans letters (which, luckily for me, have been included in the deluxe hardcover edition of Uncanny X-Men Omnibus Vol. 1) Len Wein’s proposal was an immediate success. “The formation of a new team to rescue the missing members of the original” was, certainly, a clever plot. After defeating Krakoa, the living island, all the founding members except Cyclops take a leave of absence.  

“Len and Dave laid the foundation, in a debut issue that remains a marvel (so to speak) of power and storytelling clarity, introducing its characters and situations with an eloquence and economy that many titles today might do well to emulate” explained Chris Claremont in his foreword. The second issue was also planned as a giant size edition, but in the end writers Len Wein and Chris Claremont divided it into two standard comics: “The Doomsmith Scenario!” (The X-Men #94, August 1975) and “Warhunt!” (The X-Men #95, October 1975). This time Count Nefaria and his Ani-Men have take over a military base and threatens to unleash a full scale nuclear attack: “I demand a ransom from each nation on Earth, the amount to be determined by each nation’s ability to pay. If my demands are not met… I shall launch America’s entire inventory of nuclear missiles”, says the villainous count. 

Obviously, Wein and Claremont are paying homage to X-Men # 1, in which Magneto also took control of a military base, with a similar plan in mind. However Len Wein “wanted to show, as dramatically as possible, that this team operated under a deadlier set of realities than their predecessors”, states Claremont. This is made more than evident in the confrontation between the mutants and the arrogant count. There are moments which, as a reader, I absolutely loved, such as Nightcrawler’s inability to teleport himself in certain situations (for instance, if he’s falling from a plane, he can’t teleport because he’ll “materialize with the same velocity” he started with). We see a lot of last minute rescues, which really add a lot of excitement to the comic.  But perhaps the greatest surprise for everyone was the death of Thunderbird, who tries (and fails) to stop Count Nefaria’s escaping airplane. 

For Claremont, this was “a title fueled more by hope than true expectations”. Thanks to his writing skills and Dave Cockrum’s remarkable artwork, the X-Men quickly became the most popular characters in the Marvel Universe. Cockrum was already a very respected creator thanks to his run on DC’s Legion of Super-Heroes, and he was responsible for redesigning the X-Men costumes as well as creating new ones. Finally, veteran artist Gil Kane was in charge of the dynamic covers of Giant Size X-Men # 1, X-Men # 94 and 95.
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Los más inusuales adolescentes de todos los tiempos” fueron creados en 1963 por Stan Lee y Jack Kirby; sin embargo, ambos tuvieron que retirarse del título, y fueron reemplazados por argumentistas y dibujantes que no parecían entender por qué los X-Men eran tan especiales. “Hace cuarenta años, los X-Men se situaban al borde de la cancelación, eran pocos los lectores que le prestaban atención a este título olvidado”.

En los 70s, los editores de Marvel se dieron cuenta de que ya era hora de resucitar la serie de mutantes. Y eso es lo que el escritor Len Wein y el artista Dave Cockrum lograrían en “Second Genesis” (publicado originalmente en Giant Size X-Men # 1, julio de 1975); Wein presentó “Un equipo diverso de nuevos mutantes que representaban un marcado contraste con la alineación adolescente de los primeros X-Men. Estos nuevos y muy diferentes X-Men eran adultos, procedentes de países de todo el mundo”.

Los miembros fundadores de los X-Men (Angel, Beast, Cyclops, Iceman, Marvel Girl) parecían provenir principalmente de los barrios ricos de la América sesentera, y de hecho uno de ellos (Warren Worthington III, conocido como Angel) era el heredero de una de las familias más acaudaladas de la nación. Len Wein decidió cambiar todo esto, y el resultado fue sorprendente. En esta edición gigante vemos cómo el Profesor X viaja por todo el mundo para reclutar a un nuevo equipo de X-Men. Charles Xavier encuentra a Kurt Wagner (también conocido como Nightcrawler) en Winzeldorf, Alemania, y salva al mutante de piel azul de una turba enfurecida; Xavier convence al agente secreto Logan (también conocido como Wolverine), acuartelado en Quebec, Canadá, para formar parte del equipo; Sean Cassidy (alias Banshee), un mutante irlandés que se había trasladado a Nashville, Tennessee, también se pone en contacto; Ororo Munroe (alias Storm), adorada como una diosa en Kenia, África, se compromete a mudarse a Estados Unidos; y lo mismo ocurre con Piotr Rasputin (alias Coloso), que nunca había salido de su granja colectiva Ust-Ordynski, en el lago Baikal, en Siberia; el miembro final sería John Proudstar (alias Thunderbird), un apache de Campo Verde, Arizona. Shiro Yoshida (alias Sunfire), el héroe más grande de Japón, está de acuerdo con participar en la escaramuza inicial, pero regresa a su país inmediatamente después.

De repente, los X-Men se habían convertido en el primer grupo de superhéroes multiétnico y verdaderamente internacional en la historia del cómic. Por supuesto, sólo puedo imaginar la sorpresa del público en ese entonces. Pero a juzgar por las cartas (que, por suerte para mí, han sido incluidas en la edición de lujo en tapa dura de Uncanny X-Men Ómnibus Vol 1) la propuesta de Len Wein fue un éxito inmediato. “La formación de un nuevo equipo para rescatar a los miembros del original” fue, sin duda, una trama inteligente. Después de derrotar a Krakoa, la isla viviente, todos los miembros fundadores excepto Cyclops deciden abandonar sus roles superheroicos.

“Len y Dave sentaron las bases, en un primer número que sigue siendo una maravilla (por así decirlo) de potencia y claridad narrativas, la introducción de los personajes y situaciones es de una elocuencia y una economía tal que muchos títulos de hoy harían bien en emular”, explicó Chris Claremont en su prólogo. El segundo número también se planteó como una edición de tamaño gigante, pero los escritores Len Wein y Chris Claremont lo dividieron en dos cómics estándar: “El escenario del fin del mundo” (The X-Men # 94, agosto de 1975) y “Guerra y cacería” (The X-Men # 95, octubre de 1975). Esta vez el Conde Nefaria y sus Ani-Men capturan una base militar y amenazan con desatar un ataque nuclear a gran escala: “Exijo un rescate de cada nación de la Tierra, el importe será determinado por la capacidad de pago de cada nación. Si no se cumplen mis demandas... voy a poner en marcha todo el inventario de misiles nucleares de Estados Unidos”, dice el malévolo conde.

Obviamente, Wein y Claremont rinden homenaje a X-Men # 1, en el que Magneto también tomó el control de una base militar, con un plan similar en mente. Sin embargo Len Wein “quería mostrar, de forma tan dramática como era posible, que este equipo operaba bajo un conjunto de realidades más letales que sus predecesores”, afirma Claremont. Esto se hace más que evidente en la confrontación entre los mutantes y el arrogante aristócrata. Hay momentos en los que, como lector, me encantó ver la incapacidad de Nightcrawler de teletransportarse a sí mismo en ciertas situaciones (por ejemplo, si se está cayendo desde un avión, no puede teletransportarse, porque se va a “materializar con la misma velocidad” con la que comenzó). Vemos una gran cantidad de rescates de última hora, y esto realmente añade un montón de emoción al cómic. Pero quizás la mayor sorpresa para todos fue la muerte de Thunderbird, que trata de detener el avión del conde Nefaria, y fracasa.

Para Claremont, este era “un título que se publicaba más por esperanza que por expectativas verdaderas”. Gracias a sus habilidades como guionista y al notable trabajo gráfico de Dave Cockrum, los X-Men se convirtieron rápidamente en los personajes más populares del Universo Marvel. Cockrum ya era un creador muy respetado gracias a su carrera en la Legión de Superhéroes, en DC, y fue responsable de rediseñar los trajes de los X-Men, así como la creación de los nuevos personajes. Por último, el veterano artista Gil Kane estuvo a cargo de las dinámicas portadas de Giant Size X-Men # 1, y X-Men # 94 y 95.



8 comments:

  1. That was definitely a successful reboot. Poor Thunderbird, we hardly knew ye.

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    1. Oh yeah, it definitely was.

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    2. I've read that the best thing Thunderbird did was to die and stay dead (no permanent comic-book resurrection for him). His younger brother is inspired by his death to become a hero.

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    3. Yeah, back then they didn't resurrect characters as often as they do now.

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  2. El dibujo clásico que muchos amamos. Ah, el trauma de Thunderbird. La culpa reminiscente que queda después de dicho evento. Ni hablar.

    ¿Sabes cuáles de los clásicos de XMEN jamás me canso de leer? El enfrentamiento entre ellos y los Imperiales bajo el mando de Lilandra, cuando a pesar de que Jean parece estar bien, afirman que Fenix Oscura renacerá. El combate en la luna y el contraste entre ambos bandos es único. Y además está la del rapto de Ángel y los Morlocks. Maravilla entre maravillas. Quiero comprarme algunos comics-omnibus en cuanto tenga oportunidad.

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    1. Sin duda, Dave Cockrum estaba en su mejor momento.

      La saga de Phoenix es una de mis favoritas (y además soy fan total de la etapa Claremont/Byrne).

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  3. Ahora sí llegamos a territorio que me es muy familiar. Los issues de la Silver Age palidecen frente a la gloria de early Claremont (sí, sí, admito que soy un fan). Y que decir que después de Cockrum, nos llega Byrne y producen algunos de los mejores comics que han existido..

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    1. Totalmente de acuerdo. Estoy yendo en orden así que primero hablaré de la etapa Claremont/Cockrum y luego pasaré a la etapa Claremont/Byrne (mi favorita).

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