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September 2, 2014

The Legion # 1, 2 & 3 - Abnett, Lanning & Coipel

Sometimes, the return of the heroes is just as important as their departure. As we have seen in the pages of “Legion Lost”, a group of 9 legionnaires traveled to the furthest reaches of the universe, and discovered an uncharted galaxy with new and unexpected menaces. In “Legion Worlds”, Earth and the rest of the United Planets suffered the absence of this intergalactic team of idealistic youths. But it’s only in the pages of “The Legion” where we get to see the world’s reaction now that the legionnaires are back.
The return of the Legion / el regreso de la Legión

“Three of our friends have lost their lives. We’re shocked, tired… some of us are hurt. After being away a year, only to come back to a brand new millennium and a world we barely recognize… it’s possible we may need a moment to adjust”, explains Brainiac 5. And indeed, a lot has changed during their one year absence. Earth’s president is no longer RJ Brande but rather an obscure and sinister figure that answers to the name of Leland McCauley. Venge and the Oversight Watch have replaced the Legion of Super-Heroes, and in their ranks we find former legionnaire M’Onel, who harbors serious doubts about his role as the planet’s savior and main bodyguard of the president.

Of course, British writers Dan Abnett and Andy Lanning won’t let the Legion sit comfortably while they receive a warm welcome in “No Place Like Home” (The Legion # 1, December 2001). On the contrary, from the very beginning we get to see the legionnaires fighting to adapt to an unfamiliar planet, to a world that has mourned them and probably forgotten them. 

Almost immediately upon arrival, the legionnaires are forced to disregard their own wounds and exhaustion in order to save president McCauley from an extraterrestrial terrorist faction. But this is not a grateful president, this is a man convinced that the Legion represents an obstacle for his plans, and he quickly decides to get rid of the heroes.

After crossing entire galaxies to land on their homeworld, the legionnaires are now being hunted. Without headquarters or even allies at their disposal, they have no other choice but to flee. “Fight or Flight” (The Legion # 2), describes the perilous situation of the legionnaires and how they stumble upon some of the darkest secrets of Earth’s government. They understand how dangerous Venge and the Oversight Watch are, but they also step on an improvised graveyard that has many skeletons, all of them opponents to the government’s administration, including the skull of the original Leland McCauley.
M'Onel & Leland McCauley

For the first time in history, the Legion must face the awful truth about politics: the murders, the lies, the conspiracies; they cannot remain apolitical as they had always been in the past, because now they no longer receive any sort of benefit or support from the presidential office. By altering the status quo, Abnett and Lanning create a fascinating and thrilling adventure that will surprise any and all readers.

In “Legion World” (The Legion # 3), the writers explore the essential aspects of the Legion. The core idea has always been a group of young people, united by a common dream. The legionnaires were always the embodiment of the United Planets, as long as they stayed together, humans and aliens could work in unison, Earth and the rest of the planets could be allies. But not anymore, without the Legion, it all starts to fall apart. The United Planets may exist as a legal entity but that’s not nearly enough. 

I think this is the first time an author explores the performativity associated to the Legion of Super-Heroes. Generally speaking, one could say that the United Planets is an entelechy, defined by laws and treaties: in it, the union is reduced to mere symbolism, devoid of true meaning. The Legion, on the other hand, confers the performative force on the edicts as determined by the elected governing body. 

Nonetheless, in this case the problem is far more serious than anyone could have anticipated. Because the governing body is nothing but a lifeless body, as the legionnaires have already found out. The governing body is a usurper, a man that has been manipulating Earth and the United Planets with an ability that would require thousands of years of knowledge. This man, as M’Onel discovers too late, is no other than the immortal Ra’s Al Ghul.

A complex and intense script becomes even more powerful thanks to the fantastic art of Olivier Coipel. There are some really magnificent sequences in these 3 issues. Particularly, I’m a big fan of the iconic images that show the cast of the Legion, but I’m also very fond of the more peaceful and quotidian scenes.
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A veces, el regreso de los héroes es tan importante como su partida. Como hemos visto en las páginas de “Legion Lost”, un grupo de 9 legionarios viajaron a los más lejanos confines del universo, y descubrieron una galaxia inexplorada con nuevas e inesperadas amenazas. En “Legion Worlds”, la Tierra y el resto de los Planetas Unidos sufrieron la ausencia de este equipo intergaláctico de jóvenes idealistas. Pero es sólo en las páginas de “The Legion” donde podemos ver la reacción del mundo ahora que los legionarios están de vuelta.
The hidden graveyard / el cementerio oculto

“Tres de nuestros amigos han perdido sus vidas. Estamos en shock, cansados... algunos de nosotros estamos heridos. Después de estar lejos por un año, hemos regresado a un nuevo milenio y a un mundo que apenas reconocemos... es posible que necesitemos un momento para adaptarnos”, explica Brainiac 5. Y de hecho, mucho ha cambiado durante ese año de ausencia. El presidente de la Tierra ya no es RJ Brande sino una figura oscura y siniestra que responde al nombre de Leland McCauley. Venge y la Oversight Watch han reemplazado a la Legión de Súper-Héroes, y en sus filas encontramos al ex legionario M’Onel, quien alberga serias dudas sobre su rol como salvador del planeta y guardaespaldas principal del presidente.

Desde luego, los escritores británicos Dan Abnett y Andy Lanning no permiten que la Legión se siente cómodamente mientras reciben una cálida bienvenida en “No hay lugar como el hogar” (The Legion # 1, diciembre de 2001). Por el contrario, desde el inicio vemos a los legionarios luchando por adaptarse a un planeta que no les resulta familiar, a un mundo que ha estado de luto por ellos y que probablemente los ha olvidado. 

Casi de manera inmediata a su llegada, los legionarios se ven obligados a olvidar sus heridas y su cansancio para poder salvar al presidente McCauley de una facción terrorista extraterrestre. Pero este no es un presidente agradecido, este es un hombre convencido de que la Legión representa un obstáculo para sus planes, y rápidamente decide deshacerse de los héroes.

Después de cruzar galaxias enteras para aterrizar en su mundo de origen, los legionarios están siendo cazados. Sin un cuartel general o incluso aliados a su disposición, no tienen otra opción que escapar. “Pelea o huye” (The Legion # 2), describe la peligrosa situación de los legionarios y cómo encuentran accidentalmente algunos de los secretos más oscuros del gobierno de la Tierra. Ellos entienden lo peligroso que es Venge y la Oversight Watch, pero también tropiezan con un cementerio improvisado que tiene muchos esqueletos, todos ellos oponentes a la administración del gobierno, incluyendo el cráneo original de Leland McCauley.
Leviathan, Triad, Cosmic Boy & Invisible Kid

Por primera vez en la historia, la Legión debe enfrentar la horrible verdad sobre la política: los asesinatos, las mentiras, las conspiraciones; ya no pueden seguir siendo apolíticos como siempre lo fueron en el pasado, porque ahora ya no reciben ningún beneficio ni apoyo del despacho presidencial. Al alterar el statu quo, Abnett y Lanning crean una fascinante e intrigante aventura que sorprenderá a todos los lectores.

En “Legion World” (The Legion # 3), los escritores exploran los aspectos esenciales de la Legión. La idea central siempre ha sido un grupo de jóvenes, unidos por un sueño en común. Los legionarios siempre fueron la encarnación de los Planetas Unidos, siempre y cuando permanecieran juntos, humanos y alienígenas podrían trabajar al unísono, la Tierra y el resto de los planetas podrían ser aliados. Pero esto ya no es así, sin la Legión, todo empieza a desmoronarse. Los Planetas Unidos pueden existir como una entidad legal, pero eso no es suficiente.

Creo que esta es la primera vez que un autor explora la performatividad asociada a la Legión de Súper-Héroes. Hablando generalmente, uno podría decir que los Planetas Unidos son una entelequia, definida por leyes y tratados: en ella, la unión se reduce a un mero simbolismo, desprovisto de verdadero significado. La Legión, por otro lado, confiere la fuerza performativa a los edictos determinados por el cuerpo de gobierno elegido.

No obstante, en este caso el problema es más serio de lo que se podría haber anticipado. Porque el cuerpo de gobierno no es más que un cuerpo sin vida, como los legionarios han descubierto. El cuerpo de gobierno es un usurpador, un hombre que ha estado manipulando a la Tierra y a los Planetas Unidos con una habilidad que requeriría miles de años de conocimiento. Este hombre, como descubre M’Onel demasiado tarde, no es otro que el inmortal Ra’s Al Ghul.
The legionnaires are reunited / los legionarios son reunidos

Un complejo e intenso guión se vuelve aún más poderoso gracias al fantástico arte de Olivier Coipel. Hay algunas secuencias realmente magníficas en estos 3 números. Particularmente, soy un gran fan de las imágenes icónicas que muestran al elenco de la Legión, pero también me agradan mucho las escenas más pacíficas y cotidianas.

February 20, 2014

Legion Lost # 1, 2, 3 & 4 - Abnett, Lanning & Coipel

Olivier Coipel
Deep in our hearts, rests a primitive fear, an instinctive aversion of losing our way. We can get lost in the wilderness or we can lose our mind, any sense of loss is equally frightening and potentially catastrophic. Curiously, whenever an author decides to revitalize a group of superheroes, he must remember that fear; and that feeling of being lost –the danger, the risk– must be unhindered. 

Legion Lost # 1, published in May 2000, begins with Shikari, an alien that is being hunted by the ruthless Progeny. Seeking shelter, she approaches a spaceship in ruins, abandoned for what seems to be centuries; and even if entering offers her only a few seconds of protection, she steps in. There, in an oxidized chamber, she discovers some memory crystals. Inside the crystals there is an encoded holographic message. The boy who left the message is no other than Jan Arrah, also known as Element Lad. He talks about a cosmic cataclysm that has sent the Legion outpost to the furthest corner of the universe. Using his powers, Element Lad has protected his friends by making them hibernate in Tromium cocoons. Shikari’s presence activates the awakening process, and soon the legionnaires are free. But where are they? And how many years have they been asleep?

For as long as I can remember, the Legion of Super-Heroes has characterized itself by its naiveté and its retro / camp charm. With a very parochial view of the galaxy, everything in the old Legion tales seemed to happen in the same galactic neighborhood. Aliens, of course, are humanoids, easy to identify with (at least most of them). Earth is the capital of the United Planets, the galaxy knows only prosperity and bliss. And all extraterrestrial life-forms speak Interlac, a sort of futuristic version of English.  

In “Legion Lost”, right out of the gate, Dan Abnett and Andy Lanning get rid of all of that. They embrace the fact that the universe is infinite. So now the legionnaires are thousands of galaxies away from home. The extraterrestrials they face do not speak English. There are no United Planets, no peacekeeping forces. And the Progeny is bringing misery and suffering to innumerable worlds. They have one ideology and one only: racial purity; they want homogenization, and all other life forms –all variants– must be deleted. 

From the get go, the legionnaires must find new ways to communicate with Shikari and the Progeny. They must strive harder than ever before. Their fight is no longer for the glory of the United Planets, their struggle is simply for survival. In "Enigma Variations", the legionnaires must steal a spaceship from the Progeny, and when they attack the cockroach-looking aliens, they uncover a nasty secret: the Progeny deletes variants by recycling their corpses and turning all that biological material into bio-building components. And here the conflict between legionnaires begins. In order to save themselves, they must steal the spaceship and run away. They have neither the time nor the resources to save the victims of the Progeny. 
Olivier Coipel

This is the first time that there is dissension in their ranks. Umbra, a pragmatic warrior from Talok VIII decides it’s best to abandon the victims and concentrate on the mission at hand. They are not there to be heroes, they’re there merely to survive. Monstress, however, disagrees with Umbra. The moral stakes have never been higher. The old ways of the Legion, their rectitude, their obedience to the rules, must disappear. Monstress’ rescue attempt is a complete failure. The Progeny simply exterminate all their prisoners before letting them be liberated. The legionnaires, still faithful to their guidelines and always respectful of the sanctity of life, leave the Progeny disarmed but very much alive. But unbeknownst to the idealistic and juvenile heroes, those whose lives have been spared decide to commit suicide. After all, they have failed. And what can be the price of failure if not death? 

Never before in the history of the Legion had we observed such a tragic outcome. The legionnaires are unsuccessful in saving the prisoners, and also by forgiving the Progeny they condemn them to a dishonorable death. All the pleasantries are gone. The legionnaires are no longer the cheerful and playful boys and girls we were so familiar with. They have finally known misery, they have known hopeless, and they do not know how to cope with it. 

The Legion was a group of “individuals from places across the galaxy, bound together in a common dream”. But their dream can no longer guarantee their subsistence. The conclusion is obvious: the Legion is lost, but not just physically, as Monstress affirms “everything we value, everything we believe in… I don’t think any of it will matter in this horrid place”.

Soon, the kids realize it’s crucial to find information about this unknown region of space. And in "Lone Star State", they forge an alliance with the Kwai, Shikari’s people. And they also locate a missing teammate: Drake Burroughs (Wildfire). In "Makeshift", Brainiac 5 proves why he’s the galaxy’s most respected scientist. Using spare parts and broken components, he manages to manufacture a hyper drive, a makeshift engine. And he actually succeeds (moderately). The spaceship travels 16 light years, and then they’re under the attack of energy parasites. In order to preserve the structural integrity of their space transport, they must sacrifice their last energetic components. In that moment, however, Wildfire snaps and burns all the parasites. By killing them, he’s violating the Legion codes, but they are all so far away from home, and in such desperate times, that they can’t afford the luxury of keep acting like good guys. 

Tensions increase. Umbra’s animosity towards Monstress causes more than one problem. Ultra Boy’s recklessness is barely controlled by the phantasmagorical presence of Apparition. Brainiac 5, the ultimate genius, the most brilliant mind in the universe, is helpless for the first time in his life, unable to generate the technology that could save him and his colleagues. Saturn Girl, as the leader of the group, has no other alternative but to make improvised decisions based on whatever little information they’ve been able to gather; and her relationship with Live Wire seems to be slowly deteriorating. 
Shikari finds a holographic projection of Element Lad / Shikari encuentra un proyección holográfica de Element Lad

Abnett and Lanning’s narrative resourcefulness are reinforced as they shift focal points. In issue one, everything is told from the perspective of Shikari, and thus we have a fresh take on the Legion, ideal for a new reader. The second issue is told from the point of view of Monstress, who highlights the cruelty of the Progeny and identifies with the genocide victims; perhaps, she also feels as a victim herself. The third issue revolves around Kid Quantum and the frustration experimented by the young heroes. Finally, the fourth issue is focused on Apparition, and how she makes an effort to hold the team together.

Abnett and Lanning’s words are precise and evocative, they eloquently convey the superhuman aspects of the legionnaires. We do not only see them in combat, we also feel how powerful they can be. With the same creative level that Alan Moore displayed when he described the powers of the members of the Justice League of America, Abnett and Lanning turn the ordinary abilities of yesteryear into the amazing powers of tomorrow. Furthermore, they balance hardcore science fiction with character development. Their immense talent as writers is made evident in the pages of this mind-blowing 12 issue miniseries.
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Kid Quantum, Saturn Girl, Brainiac 5, Chameleon & Monstress

En lo más hondo de nuestros corazones, yace un miedo primitivo, una aversión instintiva a extraviarnos. Nos podemos perder en una jungla o podemos perder la cabeza, en cualquier sentido la pérdida es atemorizante y potencialmente catastrófica. Curiosamente, cada vez que un autor decide revitalizar un grupo de superhéroes, debe recordar ese miedo, y no debe haber restricciones para esa sensación de estar perdidos, para el peligro, para el riesgo. 

Legion Lost # 1, publicado en mayo del 2000, empieza con Shikari, una alienígena que está siendo cazada por la despiadada Progenie. Buscando refugio, se acerca a una nave espacial en ruinas, aparentemente abandonada desde hace siglos; entrar sólo le ofrece unos cuantos segundos de protección, pero aún así ella entra. Allí, en una cámara oxidada, descubre unos cristales de memoria. Dentro de los cristales hay un mensaje holográfico. El chico que ha dejado ese mensaje es nada más y nada menos que Jan Arrah, también conocido como Element Lad. Él habla sobre un cataclismo cósmico  que ha enviado al cuartel de la Legión al más alejado rincón del universo. Usando sus poderes, Element Lad ha protegido a sus amigos al hacerlos hibernar en crisálidas de Tromium. La presencia de Shikari activa el proceso que los despertará, y pronto los legionarios están de pie. Pero ¿dónde están? ¿Y cuántos años han estado dormidos?

Durante décadas, la Legión de Súper-Héroes se ha caracterizado por su ingenuidad y su encanto retro / camp. Con una visión muy provinciana de la galaxia, todo en los viejos relatos de la Legión parece suceder en un mismo vecindario galáctico. Los alienígenas, desde luego, son humanoides, fáciles de identificar (al menos la mayoría). La Tierra es la capital de los Planetas Unidos, la galaxia conoce únicamente la prosperidad y la dicha. Y todas las formas de vida extraterrestre hablan Interlac, una especie de versión futurista del inglés.  
Legion versus Progeny

En “Legión perdida”, de inmediato, Dan Abnett and Andy Lanning se deshacen de todo ello. Y aceptan el hecho de que el universo es infinito. Así que ahora los legionarios están a miles de galaxias lejos de casa. Los extraterrestres a los que se enfrentan no hablan inglés. No existen los Planetas Unidos, ni hay fuerzas para mantener la paz. Y la Progenie causa miseria y sufrimiento en innumerables mundos. Tienen una sola ideología: la pureza racial; quieren la homogenización, y todas las otras formas de vida  –todas las variantes– deben ser borradas. 

Desde el inicio, los legionarios deben encontrar nuevas formas para comunicarse con Shikari y la Progenie. Deben esforzarse como nunca antes lo han hecho. Ya no pelearán por la gloria de los Planetas Unidos, su lucha es simplemente por sobrevivir. En "Variaciones del enigma", los legionarios deben robarle a la Progenie una nave espacial, y cuando atacan a estas cucarachas-alienígenas, destapan un terrible secreto: la Progenie borra las variantes reciclando sus cadáveres y convirtiendo todo ese material biológico en componentes de bio-construcción. Y aquí comienza el conflicto entre legionarios. Para salvarse a sí mismos, deben robar una nave espacial y huir. No tienen ni el tiempo ni los recursos para salvar a las víctimas de la Progenie. 

Esta es la primera vez que hay discordia entre ellos. Umbra, una pragmática guerrera de Talok VIII decide que es mejor abandonar las víctimas y concentrarse en la misión. Ellos no están allí para ser héroes, están allí solamente para sobrevivir. Monstress, sin embargo, no está de acuerdo con Umbra. El compromiso moral nunca ha sido mayor. Las viejas prácticas de la Legión, la rectitud, la obediencia a las reglas, deben desaparecer. El intento de rescate de Monstress es un completo fracaso. La Progenie simplemente extermina a todos sus prisioneros antes de permitir que sean liberados. Los legionarios, todavía fieles a sus normas y siempre respetuosos de la santidad de la vida, desarman a la Progenie pero los dejan con vida. Aunque sin que estos héroes juveniles e idealistas lo sepan, aquellos que han sido dejados con vida deciden suicidarse. Después de todo, han fracasado. ¿Y no es la muerte el precio del fracaso?

Nunca antes en la historia de la Legión habíamos observado un desenlace tan trágico. Los legionarios fallan al salvar a los prisioneros, y al perdonar a la Progenie los condenan a una muerte deshonrosa. Todas las amenidades han terminado. Los legionarios ya no son los chicos y chicas alegres y juguetones que nos eran tan familiares. Finalmente han conocido la miseria, la desesperación, y no saben cómo lidiar con ello.
Apparition (art by Pascal Alixe)

La Legión fue un grupo de “individuos de todo la galaxia, unidos por un sueño en común”. Pero ese sueño ya no les garantiza la subsistencia. La conclusión es obvia: la Legión está perdida, pero no sólo físicamente, como afirma Monstress “todo lo que valoramos, todo en lo que creemos... pienso que nada de ello importará en este horrendo lugar”.

Pronto, los muchachos se dan cuenta de que es crucial encontrar información sobre esta región desconocida del espacio. Y en "El estado de la estrella solitaria", forjan una alianza con los Kwai, el pueblo de Shikari. Y también localizan a un compañero extraviado: Drake Burroughs (Wildfire). En "Arreglo de emergencia", Brainiac 5 demuestra por qué es el científico más respetado de la galaxia. Usando materiales descartados y componentes malogrados, se las arregla para producir un híper-motor, una maquinaria de emergencia. Y de hecho tiene éxito (moderadamente). La nave espacial viaja 16 años luz, pero luego es atacada por parásitos de energía. Para preservar la integridad estructural del transporte, deciden sacrificar sus últimos componentes energéticos. En ese momento, sin embargo, Wildfire se exaspera y quema a todos los parásitos. Al matarlos, está violando el código de la Legión, pero ellos están tan lejos de casa, y en una situación tan desesperada, que no pueden darse el lujo de seguir actuando como chicos buenos.

La tensión se incrementa. La animosidad de Umbra hacia Monstress causa más de un problema. La impetuosidad de Ultra Boy es apenas controlada por la presencia fantasmagórica de Apparition. Brainiac 5, el genio definitivo, la mente más brillante del universo, está indefenso por primera vez en su vida, incapaz de generar la tecnología que podría salvar a sus colegas. Saturn Girl, al liderar el grupo, no tiene otra alternativa que tomar decisiones improvisadas basadas en la poca información que han podido reunir; y su relación con Live Wire parece estar deteriorándose lentamente. 

Los recursos narrativos de Abnett y Lanning se refuerzan al cambiar los puntos focales. En el primer número, todo está contado desde la perspectiva de Shikari, y de este modo, podemos ver a la Legión como algo fresco, ideal para un lector nuevo. El segundo número está contado desde el punto de vista de Monstress, quien resalta la crueldad de la Progenie, ella se identifica con las víctimas del genocidio; tal vez, ella misma se considera una víctima. El tercer número gira en torno a Kid Quantum y la frustración experimentada por los jóvenes héroes. Finalmente, el cuarto número se enfoca en Apparition, y en cómo ella se esfuerza para mantener al equipo unido. 

Las palabras de Abnett y Lanning son precisas y evocadoras, transmiten con elocuencia los aspectos súper-humanos de los legionarios. No sólo los vemos en combate, también sentimos lo poderosos que pueden ser. Con el mismo nivel creativo que Alan Moore mostró al describir los poderes de los miembros de la Liga de la Justicia de América, Abnett y Lanning convierten las ordinarias habilidades de antaño en los asombrosos poderes del mañana. Más aún, equilibran la ciencia ficción fuerte con el desarrollo de los personajes. Su inmenso talento como escritores se hace evidente en las páginas de esta impresionante miniserie de 12 números.