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November 22, 2016

X-Men: X-Sentinels - Chris Claremont & Dave Cockrum

It’s been over 40 years since Chris Claremont became one of the most respected authors in the comic book industry. His critically-acclaimed run on X-Men resurrected a title that was on the verge of cancellation, taking it to new heights of popularity. All of a sudden, the classic team of X-Men was disbanded, as we saw in “Second Genesis”. 

The recent death of Thunderbird “demonstrated to the new X-Men right off the bat that they were vulnerable, and suggested to the audience that this was a book in where anything could happen”, explains Claremont. Indeed, in the splash page of “Night of the Demon” (originally published in The X-Men # 96, December 1975), we find a devastated Cyclops trying to come to terms with the decease of his comrade Thunderbird. 40 years ago, death was taken seriously, and once a character died there we no resurrections. Today, both Marvel and DC Comics have specialized in killing dozens of characters in a week only to have them promptly resurrected next week, and any narrative shock that could be derived from the death of a hero has disappeared. The cover of this issue was done by Dave Cockrum and John Romita; of course, Cockrum pencils the interior pages, and he’s inked by Sam Grainger.

“My Brother, My Enemy! (The X-Men # 97, January 1976) is a very important issue mainly for three reasons: we see how Moira MacTaggert tries to help Professor X, we witness the evil machinations of Erik the Red, and we also catch a glimpse of what has been troubling Charles Xavier for so long: he’s having visions of an intergalactic war, far away from our solar system, and he feels an uncanny presence approaching our planet. This extraordinary scene is penciled by Dave Cockrum and inked by Sam Grainger. The design of the alien armada, the interaction between spaceships, the choreography of the battle, everything is beautifully portrayed by Cockrum. The cover of this issue, by Rich Buckler and Dave Cockrum, shows the confrontation between Cyclops and a mind-controlled Havoc.

In “Merry Christmas, X-Men...” (The X-Men # 98, April 1976), Claremont pays homage to “The Sentinels Trilogy” by reintroducing the deadly robots. The story takes place during Christmas, while the X-Men, in civilian clothes, are having fun in Rockefeller Center. There is an absolutely delightful scene in which Jean Grey kisses Scott Summers passionately. Two bystanders seemed surprised by this youthful display of love, and these men are actually the creators of the X-Men. Jack Kirby says “they never used to do that when we had the book”, and a smiling Stan Lee replies “Ah, Jack, you know these young kids -- they got no respect”. However, Jean and Scott are interrupted by the Sentinels. Dave Cockrum’s cover is amazing (his Sentinels are like a synthesis of the early Kirby designs but also including the refinement of Neal Adams later version), and his interior art is also quite impressive, this time he’s inked by Sam Grainger (in the same way that there is a different inker for each issue, there are also a lot of different colorists: Don Warfield, Phil Rachelson, Janice Cohen, Michele Wolfman and Bonnie Wilford).

In “Deathstar, Rising!” (The X-Men # 99, June 1976) the X-Men have been captured in a space station, and after fighting against the Sentinels they discover that there is an even deadlier threat: the X-Sentinels. Cockrum is the cover artist and the penciler, while Frank Chiaramonte provides the inks. The final battle takes place in “Greater Love Hath No X-Man...” (The X-Men # 100, August 1976). The X-Men fight against the X-Sentinels, a group of new androids have the appearance of the founding members of the X-Men (Cyclops, Marvel Girl, Angel, Beast and Iceman). Cockrum pencils and inks the cover and all the interior pages, and the result is magnificent. 

Claremont, once again, decides to make things especially difficult for the X-Men. So even if they win, their space shuttle has sustained severe damages and they can’t return to Earth. That’s the moment when Jean Grey decides to sacrifice herself. She drives the space shuttle, protecting herself against the radiation with a telekinesis force field, while her friends are safely located in the back of the shuttle. Claremont understands what’s a true act of heroism, but despite Jean Grey’s bravery, there will be serious consequences. This particular moment “laid the groundwork for the Phoenix storyline that was to follow –forty odd issues later”, affirms Claremont.

Chris Claremont was the main X-Men writer for 17 years, a record that no other writer in the world has been able to achieve. Of course, he was an expert in introducing subplots and develop them carefully and patiently, like any great novelist. 
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Han pasado más de 40 años desde que Chris Claremont se convirtiera en uno de los autores más respetados de la industria del cómic. Su carrera en X-Men, tan aclamada por la crítica, resucitó un título que estaba al borde de la cancelación, llevándolo a nuevas alturas de popularidad. De repente, el equipo clásico de los X-Men fue disuelto, como vimos en “Second Genesis”.

La reciente muerte de Thunderbird “demostró a los nuevos X-Men de inmediato que eran vulnerables, y sugirió a la audiencia que este era un libro donde cualquier cosa podía pasar”, explica Claremont. De hecho, en la página inicial de “La noche del demonio” (publicada originalmente en The X-Men # 96, diciembre de 1975), encontramos a Cyclops devastado, y tratando de aceptar el fallecimiento de su camarada Thunderbird. Hace 40 años, la muerte era tomada en serio, y una vez que un personaje moría no había resurrecciones. Hoy en día, tanto Marvel como DC Comics se han especializado en matar docenas de personajes a la semana para que sean resucitados inmediatamente la semana siguiente, y así ha desaparecido cualquier impacto narrativo que pudiera derivarse de la muerte de un héroe. La portada de este número fue hecha por Dave Cockrum y John Romita; por supuesto, Cockrum realiza las páginas interiores, y el entintador es Sam Grainger.

“¡Mi hermano, mi enemigo!” (The X-Men # 97, enero de 1976) es un número muy importante principalmente por tres razones: vemos cómo Moira MacTaggert trata de ayudar al Profesor X, asistimos a las maquinaciones malvadas de Erik the Red y también atisbamos aquello que ha estado perturbando a Charles Xavier durante tanto tiempo: él está teniendo visiones de una guerra intergaláctica, lejos de nuestro sistema solar, y siente una presencia misteriosa que se acerca a nuestro planeta. Esta extraordinaria escena es dibujada a lápiz por Dave Cockrum y entintada por Sam Grainger. El diseño de la armada alienígena, la interacción entre las naves espaciales, la coreografía de la batalla, todo es impresionantemente retratado por Cockrum. La portada de este número, de Rich Buckler y Dave Cockrum, muestra la confrontación entre Cyclops y Havoc.

En “Feliz Navidad, X-Men...” (The X-Men # 98, abril de 1976), Claremont rinde homenaje a “The Sentinels Trilogy” reinventando a los mortales robots. La historia tiene lugar durante la navidad, cuando los X-Men, en ropa de calle, se divierten en Rockefeller Center. Hay una escena absolutamente deliciosa en la que Jean Grey besa a Scott Summers apasionadamente. Dos espectadores parecen sorprendidos por esta muestra juvenil de amor, y estos hombres son en realidad los creadores de los X-Men. Jack Kirby dice “ellos nunca solían hacer eso cuando el cómic estaba en nuestras manos”, y un sonriente Stan Lee responde: “Ah, Jack, tú sabes cómo son estos jovenzuelos -- no tienen respeto”. Sin embargo, Jean y Scott son interrumpidos por los Centinelas. La portada de Dave Cockrum es increíble (sus Centinelas son como una síntesis de los primeros diseños de Kirby pero también incluyen el refinamiento de la versión posterior de Neal Adams), y su arte interior también es bastante llamativo, nuevamente el entintador es Sam Grainger (hay muchos coloristas diferentes dependiendo de cada número: Don Warfield, Phil Rachelson, Janice Cohen, Michele Wolfman y Bonnie Wilford).

En “El ascenso de la estrella de la muerte” (The X-Men # 99, June 1976), los X-Men son capturados en una estación espacial, y después de luchar contra los Centinelas descubren que hay una amenaza aún más mortal: los X-Centinelas. Cockrum es el artista de la portada y el dibujante a lápiz, mientras que Frank Chiaramonte proporciona las tintas. La batalla final tiene lugar en “No hubo mayor amor para el Hombre X” (The X-Men # 100, agosto de 1976). La lucha de los X-Men contra los X-Centinelas, un grupo de nuevos androides que tienen la apariencia de los miembros fundadores de los X-Men (Cyclops, Marvel Girl, Angel, Beast y Iceman). Cockrum dibuja y entinta la portada y todas las páginas interiores, y el resultado es magnífico.

Claremont, una vez más, decide hacer las cosas especialmente difíciles para los X-Men. Así que incluso si ganan la batalla, su transbordador espacial ha sufrido graves daños y no pueden regresar a la Tierra. Ese es el momento en el que Jean Grey decide sacrificarse. Ella maneja el transbordador espacial, protegiéndose contra la radiación con un campo de fuerza telequinético, mientras que sus amigos se refugian en la parte protegida del transbordador. Claremont entiende lo que es un verdadero acto de heroísmo, pero a pesar de la valentía de Jean Grey, habrá graves consecuencias. Este momento en particular “sentó las bases para la línea argumental de Phoenix que iba a desarrollarse –cuarenta número después”, afirma Claremont.

Chris Claremont fue el principal escritor de X-Men durante 17 años, un récord que ningún otro escritor en el mundo ha podido alcanzar. Por supuesto, él era un experto en introducir subtramas y desarrollarlas con cuidado y paciencia, como cualquier gran novelista.