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February 14, 2024

X-Men: I, Magneto - Chris Claremont & Dave Cockrum

A few years ago, I started reviewing the classic Chris Claremont and Dave Cockrum run on this blog, beginning with Second Genesis, the story that brought us the X-Men team most fans are familiar with (Wolverine, Storm, Colossus, Cyclops, etc.). I gladly reviewed those issues as a steppingstone towards the run I was truly interested in: Chris Claremont and John Byrne, which didn’t just redefine the X-Men title but the entire superhero genre. I honestly don’t think we could find anything as grandiose, as vibrant and as classic as those X-Men issues co-written by Claremont and Byrne, and beautifully illustrated by Byrne. 

Dave Cockrum

However, as the saying goes, all good things must come to an end, Byrne’s departure after Uncanny X-Men # 143 meant that Claremont regained full control of the title, which he had reluctantly relinquished to appease the creative demands of superstar John Byrne. As a I said before, this obviously meant a change in tone and style. I will have to admit that it feels quite strange to see Cockrum returning to a title that became the bestselling comic thanks to Byrne. I wonder if it was difficult for the veteran artist to come back to a place that had been elevated by the talent of someone who, out of modesty, didn’t consider himself more than a pupil. This was a good example of a student besting his teacher. And as much as I appreciate Cockrum’s art, whenever I read these comics I can’t stop missing Byrne. 
Dave Cockrum

“Cry, Mutant” (originally published in Uncanny X-Men # 148, August 1981), written by Chris Claremont, penciled by Dave Cockrum, inked by Joe Rubinstein and colored by Glynis Wein, introduces Caliban (named after one of the main characters in Shakespeare’s Tempest). In later decades, Caliban will become a major player in Peter David’s X-Factor, but here he’s merely a secondary character. Most important, perhaps, is the fact that Caliban admits that he lives in an ‘underworld home’, clearly a reference to the large amount of mutants living underground, in the sewers of New York city, a premise Claremont will elaborate further in subsequent years. 

Another important plotline shows us Cyclops running around in an ancient city which has existed long before humans stepped foot on this world. In a magnificent double page spread, Cockrum shows us the design of this nightmarish city, which is a clear homage to H.P. Lovecraft’s Cthulhu Mythos. This plotline continues in “And the Dead Shall Bury the Living” (Uncanny X-Men # 149, September 1981), written by Chris Claremont, penciled by Dave Cockrum, inked by Joe Rubinstein, and colored by Don Warfield. Here, a confrontation between the X-Men and the powerful Garokk announces the presence of Magneto. 

Scott Summers

The last comic included in The Uncanny X-Men Omnibus Vol. 2 is “I, Magneto” (Uncanny X-Men # 150, October 1981). Since I decided to buy both omnibus volumes exclusively because of my interest in John Byrne’s run, I’m still unsure about whether or not I should purchase the third volume (something tells me I might end up doing it sooner rather than later). The protagonist of this issue is the X-Men’s greatest nemesis, the master of magnetism, Magneto himself. Claremont writes it, Cockrum pencils it, and Joe Rubinstein and Bob Wiacek inks it, while Glynis Wein colors it. 

Caliban

First, we see Magneto in one of his many megalomaniac monologues about destroying the world. One of my favorite sequences happens when the X-Men arrive to the ancient city in which Cyclops has been wandering around. Storm gains access to Magneto’s quarters, and there, under the darkness of the night, she plots to kill him. It’s an intense moment in which storms questions herself about the morality of what she’s about to do, and Magneto’s quick reaction proves how lethal he can be as an enemy. The X-Men will fight against Magneto, as can be expected.

Kitty Pride, Caliban, Spider-Woman & Storm

 The best sequence comes after the confrontation, when for one second Magento regains his own sense of humanity: “In my zeal to remake the world, I have become much like those I have always hated and despised”, he admits. To which Storm replies “The dream was good, is good. Only the dreamer has become corrupted”. The circle is completed, from an initial outburst of hate that made Magneto threaten the world and Storm try to murder him in his sleep, to challenging our innermost perceptions, of ourselves and the world around us. I think in moments like this, Claremont shines as a writer.
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Hace unos años, comencé a reseñar la etapa clásica de Chris Claremont y Dave Cockrum en este blog, comenzando con Second Genesis, la historia que nos trajo el equipo de X-Men con el que la mayoría de los fanáticos están familiarizados (Wolverine, Storm, Colossus, Cyclops, etc. .). Con mucho gusto reseñé esos cómics como un trampolín hacia la etapa que realmente me interesaba: Chris Claremont y John Byrne, quien no solo redefinió el título de X-Men sino todo el género de superhéroes. Honestamente, no creo que podamos encontrar algo tan grandioso, tan vibrante y tan clásico como esos números de X-Men coescritos por Claremont y Byrne, y bellamente ilustrados por Byrne.

Garokk

Sin embargo, como dice el refrán, todo lo bueno debe llegar a su fin, la partida de Byrne después de Uncanny X-Men # 143 significó que Claremont recuperó el control total del título, al que había renunciado a regañadientes para apaciguar las demandas creativas de la superestrella John Byrne. Como dije antes, esto obviamente significó un cambio de tono y estilo. Debo admitir que resulta bastante extraño ver a Cockrum regresar a un título que se convirtió en el cómic más vendido gracias a Byrne. Me pregunto si al veterano artista le resultó difícil regresar a un lugar que había sido encumbrado por el talento de alguien que, por pudor, no se consideraba más que un alumno suyo. Este fue un buen ejemplo de un estudiante superando a su maestro. Y por mucho que aprecio el arte de Cockrum, cada vez que leo estos cómics no puedo dejar de añorar a Byrne.

Magneto

“Llora, mutante” (publicado originalmente en Uncanny X-Men # 148, agosto de 1981), escrito por Chris Claremont, dibujado a lápiz por Dave Cockrum, entintado por Joe Rubinstein y coloreado por Glynis Wein, presenta a Caliban (que lleva el nombre de uno de los personajes principales de La tempestad de Shakespeare). En décadas posteriores, Caliban se convertirá en un actor importante en X-Factor de Peter David, pero aquí es simplemente un personaje secundario. Lo más importante, quizás, es el hecho de que Caliban admite que vive en una “casa del inframundo”, claramente en referencia a la gran cantidad de mutantes que viven subterráneamente, en las alcantarillas de la ciudad de New York, una premisa que Claremont desarrollará más en los años siguientes. 

Storm & Magneto

Otra trama importante nos muestra a Cyclops corriendo por una ciudad antigua que existió mucho antes de que los humanos pusieran pie en este mundo. En una magnífica doble página, Cockrum nos muestra el diseño de esta ciudad de pesadilla, en un claro homenaje a Los mitos de Cthulhu de H.P. Lovecraft. Esta trama continúa en “Y los muertos enterrarán a los vivos” (Uncanny X-Men # 149, setiembre de 1981), escrita por Chris Claremont, dibujada por Dave Cockrum, entintada por Joe Rubinstein y coloreada por Don Warfield. Aquí, un enfrentamiento entre los X-Men y el poderoso Garokk anuncia la presencia de Magneto.

Wolverine, Nightcrawler, Kitty Pride, Colossus & Cyclops

El último cómic incluido en The Uncanny X-Men Omnibus Vol. 2 es “Yo, Magneto” (Uncanny X-Men # 150, octubre de 1981). Dado que decidí comprar ambos volúmenes de lujo en tapa dura, exclusivamente debido a mi interés en la etapa de John Byrne, todavía no estoy seguro de si debería o no comprar el tercer volumen (algo me dice que podría terminar haciéndolo más temprano que tarde). El protagonista de este número es el mayor enemigo de los X-Men, el maestro del magnetismo, el propio Magneto. Claremont lo escribe, Cockrum lo dibuja a lápiz y Joe Rubinstein y Bob Wiacek lo entintan, mientras Glynis Wein lo colorea.

Primero, vemos a Magneto en uno de sus muchos monólogos megalómanos hablando sobre la destrucción del mundo. Una de mis secuencias favoritas ocurre cuando los X-Men llegan a la antigua ciudad por la que Cyclops ha estado deambulando. Storm obtiene acceso a las habitaciones de Magneto y allí, bajo la oscuridad de la noche, planea matarlo. Es un momento intenso en el que Storm se cuestiona sobre la moralidad de lo que está a punto de hacer, y la rápida reacción de Magneto demuestra lo letal que puede ser como enemigo. Los X-Men lucharán contra Magneto, como era de esperar.

Professor X & Moira MacTaggert

La mejor secuencia llega después del enfrentamiento, cuando por un segundo Magneto recupera su propio sentido de humanidad: “En mi afán por rehacer el mundo, me he vuelto muy parecido a aquellos que siempre he odiado y despreciado”, admite. A lo que Storm responde “El sueño fue bueno, es bueno. Sólo el soñador se ha corrompido”. El círculo se completa, desde un estallido inicial de odio que hizo que Magneto amenazara al mundo y Storm intentara asesinarlo mientras dormía, hasta desafiar nuestras percepciones más íntimas, de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. Creo que en momentos como éste, Claremont brilla como escritor.

January 20, 2019

X-Men versus Doctor Doom - Chris Claremont & Dave Cockrum

Once Byrne stepped down as penciler and co-plotter of the X-Men, Chris Claremont regained the full control of the series with “Even in Death…”. On his own, Claremont was already a formidable writer, but he was even better when he was working with Byrne. Although a change in the narrative tone is quite evident, the first saga after Byrne’s abrupt departure is still very entertaining, and it consists of a 3-issue arc in which the X-Men fight against Doctor Doom and Arcade.

Arcade was a villain co-created by Claremont and Byrne in the pages of Marvel Team-Up # 65 (January 1978); in his first appearance, this evil genius attacks Spider-Man and Captain Britain (I actually read this issue not too long ago, and I would love to review it one day). After that, Arcade reappeared in “Listen -- Stop Me If You’ve Heard It -- But This One Will Kill You” (Uncanny X-Men # 123, July 1979), it has been rumored that Byrne wasn’t really much of a fan of the way Claremont was using Arcade as a character, so it isn’t surprising to see that the extravagant villain remained in limbo until Byrne was no longer collaborating for X-Men. 

In “Kidnapped!” (originally published in Uncanny X-Men # 145, May 1981), Arcade kidnaps the X-Men’s closest friends and relatives, and holds them as hostages. At the same time, he strikes an alliance with Doctor Doom, and temporarily relocates to Latveria. Storm makes the mistake of trying to negotiate with Doom, and accepts an invitation for dinner from the lord of Latveria. In quite a revealing scene, Storm admits that she is “enjoying this” and she also finds that “Doom is a… fascinating man”. Doom seems to experience similar feelings: “Storm seems drawn to me, as I am to her. Lioness to lion. Queen to king. She does not fear me. She should. She will”. True to his word, Doom will teach Storm the true meaning of fear, by encasing her in an organic metal cocoon, exacerbating her claustrophobia to the limit.  

In a desperate attempt to defeat the evil genius, the X-Men must regroup and ask for help to all previous members. That is why in “Murderworld!” (Uncanny X-Men # 146, June 1981) a group of former X-Men try to “escape the diabolical death traps created by [the] sadistic madman Arcade”. Iceman, Polaris, Havoc and Banshee face a difficult challenge, since they haven’t been active members of the X-Men for a while, and their lack of training is quite evident. In some cases, the situation is even more dramatic, for example, Banshee lost his mutant powers in “'Twas the Night Before Christmas...” and now must fight armed with nothing else but a gun and his own particular brand of Irish courage. 

Finally, in “Rogue Storm!” (Uncanny X-Men # 147, July 1981), Storm breaks free from Doom’s imprisonment, but all the suffering produced by her claustrophobia has caused her a mental breakdown, and what emerges from the metal cocoon is not the gentle and caring woman that is respected by all her colleagues, but rather a cruel and momentarily insane goddess with enough power to destroy everything around her, as can be seen in the impressive pages penciled by Dave Cockrum and inked by Joe Rubinstein. In this issue, Doctor Doom and Arcade understand that they cannot face the power of nature in the same way they would a normal adversary. 
Storm & Doctor Doom
Although the Doom / Arcade story is entertaining, John Byrne was quite displeased with the way Claremont would portray Arcade. In one particular scene, Arcade lights a match using Doom’s armor thus disrespecting the monarch of Latveria. As Brian Cronin points out “John Byrne did not like this, so in a later issue of Fantastic Four, he addressed that moment and retconned it away as being a Doom-bot and not actually Doctor Doom...”. For Byrne, what Arcade did was an “affront to the personage of Doom”. There are always creative differences, but it’s interesting to observe to what degree writers can disagree when it comes to using (or misusing) their favorite villains.
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Una vez que Byrne se retiró como dibujante y co-escritor de los X-Men, Chris Claremont recuperó el control total de la serie con “Incluso en la muerte...”. Por su cuenta, Claremont ya era un escritor formidable, pero fue incluso mejor cuando trabajaba con Byrne. Aunque un cambio en el tono narrativo es bastante evidente, la primera saga después de la abrupta salida de Byrne sigue siendo muy entretenida, y consiste en un arco de 3 números en el que los X-Men luchan contra el Doctor Doom y Arcade.
Latveria
Arcade fue un villano co-creado por Claremont y Byrne en las páginas de Marvel Team-Up # 65 (enero de 1978); en su primera aparición, este genio maligno ataca a Spider-Man y a Captain Britain (en realidad leí este cómic hace poco, y me encantaría reseñarlo algún día). Después de eso, Arcade reapareció en “Escuchen, deténganme si lo han escuchado, pero este los matará” (Uncanny X-Men # 123, julio de 1979), se ha rumoreado que Byrne no era muy fan de la forma en que Claremont estaba usando a Arcade como personaje, por ello no es sorprendente ver que el extravagante villano permaneció en el limbo hasta que Byrne ya no colaboraba para los X-Men.

En “Secuestrado” (publicado originalmente en Uncanny X-Men # 145, mayo de 1981), Arcade secuestra a los amigos y familiares más cercanos de los X-Men y los retiene como rehenes. Al mismo tiempo, establece una alianza con el Doctor Doom y se traslada temporalmente a Latveria. Storm comete el error de tratar de negociar con Doom y acepta una invitación para cenar con el señor de Latveria. En una escena bastante reveladora, Storm admite que está "disfrutando esto" y también descubre que "Doom es un... hombre fascinante". Doom parece experimentar sentimientos similares: “Storm parece atraída por mí, como yo lo estoy por ella. Leona a león. Reina a rey. Ella no me teme. Debería temerme. Me temerá”. Fiel a su palabra, Doom enseñará a Storm el verdadero significado del miedo, encerrándola en un capullo de metal orgánico, exacerbando su claustrofobia hasta el límite.
Nightcrawler
En un intento desesperado de derrotar al genio malvado, los X-Men deben reagruparse y pedir ayuda a todos los ex-miembros. Es por eso que en “Mundo asesino” (Uncanny X-Men # 146, junio de 1981) un grupo de ex X-Men intenta “escapar de las diabólicas trampas de la muerte creadas por [el] sádico loco Arcade”. Iceman, Polaris, Havoc y Banshee enfrentan un desafío difícil, ya que no han sido miembros activos de los X-Men por un tiempo, y su falta de entrenamiento es bastante evidente. En algunos casos, la situación es aún más dramática, por ejemplo, Banshee perdió sus poderes mutantes en "Fue la noche antes de navidad..." y ahora debe luchar armado solamente con una pistola y su propia clase de coraje irlandés.

Finalmente, en “Tormenta sin rumbo” (Uncanny X-Men # 147, julio de 1981), Storm se libera del encarcelamiento de Doom, pero todo el sufrimiento producido por su claustrofobia le ha provocado un colapso mental, y lo que surge del capullo de metal no es la gentil y cariñosa mujer respetada por todos sus colegas, sino más bien una diosa cruel y momentáneamente demente con suficiente poder para destruir todo lo que la rodea, como se puede ver en las impresionantes páginas dibujadas por Dave Cockrum y entintadas por Joe Rubinstein. En este número, Doctor Doom y Arcade entienden que no pueden enfrentar el poder de la naturaleza de la misma manera que lo harían con un adversario normal.
Storm
Aunque la historia de Doom / Arcade es entretenida, John Byrne estaba muy descontento con la forma en que Claremont representa a Arcade. En una escena en particular, Arcade enciende un fósforo usando la armadura de Doom, faltándole el respeto al monarca de Latveria. Como señala Brian Cronin, “a John Byrne no le gustó esto, por lo que en un número posterior de Fantastic Four, abordó ese momento y lo borró de la continuidad, aduciendo que era un Doom-bot y no en realidad el Doctor Doom...”. Para Byrne, lo que Arcade hizo fue una "afrenta a la dignidad de Doom". Siempre hay diferencias creativas, pero es interesante observar hasta qué punto los escritores pueden estar en desacuerdo por la manera en que tratan (o maltratan) a sus villanos favoritos.