Durante años tanto el día de la canción criolla como Halloween eran la fecha ideal para quedarme en casa leyendo o escribiendo. Este año se me ocurrió salir a eso de las 11:40pm. Como hago a menudo, me detuve en el grifo Primax de Armendáriz para comprar no me acuerdo qué. Y de pronto, con una canastita en sus manos, veo a un señor canoso, con gafas redonditas y un inconfundible modelo de saco. Era Alfredo Bryce Echenique. Había hablado con él hace cinco años en la presentacion de su libro "Permiso para sentir". Pocos veces me he entretenido tanto viendo a alguien comprar cosas tan mundanas como huevos y latas de atún. Me pasé un buen rato mirando a Bryce y preguntándome por qué diablos estaría en ese grifo Primax un domingo 31 de cotubre casi a la medianoche. Le dije hola Alfredo. Me saludó y entró a un minicooper rojo con lunas polarizadas. Encendió el auto y desapareció en pocos segundos. Yo seguí caminando y pensé un poco en sus novelas. Aunque no tenía nada que ver con ese momento en particular, recordé "No me esperen en abril" y las peculiares aventuras de un grupo de chicos en un colegio sólo para varones. Algo de ese espíritu, quizá, queda en este dibujo.
Y sin embargo no fue lo más increíble que pasó esa noche, pero eso ya es una historia para una próxima oportunidad.
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For years I haven't celebrated Halloween. I usually stay at home reading or writing. However this year I decided to do something different. I stopped at a Primax gas station. In the mini store, carrying such mundane things like eggs and tuna fish cans there was a gray haired man, with well-rounded glasses in his face. Of course I knew who he was, I had talked to him 5 years ago. It was none other than Alfredo Bryce Echenique, a well-known Peruvian writer. I said hello and he said hello, and then he hopped into a minicooper and he vanished into the night. As I kept walking I couldn't stop thinking about his books, particularly "No me esperen en abril", a novel that includes the most peculiar adventures of a group of kids in a boys-only school. Something of that spirit, I hope, it's in this drawing.
And yet, this was not the most incredible thing that happened to me that night. But that, my friends, it's a story for next time.