Don’t jinx it. Yes, I know how that is. But I was so sure this time that I kept on telling everybody about this new job. I was going to work for the German Agency for International Cooperation. They offered me a good position and the pay was great. I was already making plans. I could see myself in the next comic convention, signing issues, drawing sketches. I had plans to travel, to buy original art, to do lots of things really. And suddenly it all came to a halt. I got the call this week, turns out due to some issues with the German offices my contract was no longer a go. And so I had to let go of my plans, at least for the time being. So yes, it’s been quite a discouraging week for me.
Anyway, as a curiosity I’m including a couple of frames from the story I drew for Cal Cleary. Because he had asked for 9 panels in each page, and I also had to draw another story for volume 6 I knew time was of the essence. So I decided to recycle, so to speak, one of my old drawings. You can see that the original piece includes partial male and female nudity. Obviously I had to redraw it digitally so that it would fit Cleary’s theme. The new digitized version served as a template for two frames. The first one, on top, was horizontal and it needed some elements that Cleary had suggested in his script. So I penciled it again and then I inked it. Finally, I scanned the image and added a few gray tones plus the lettering. And I used all of my previous work to finish the second frame, the one on the bottom. Evidently, there are differences in the details, so what’s your favorite?
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El día miércoles estuve en la inauguración de la muestra de Michiko Aoki en la Galería Yvonne Sanguineti, me encontré con Marcos Palacios y nos quedamos conversando sobre las estilizadas esculturas en piedra de la artista. Con esta muestra se cumple un año de mi visita frecuente a esta galería barranquina. En efecto, desde junio del 2010 hasta junio del 2011, no me he perdido ni una sola de las muestras que se realizan mensualmente. Un brindis por ello.
El jueves fui a la muestra colectiva del trigésimo aniversario de E. Sachs, que se realizó en el Centro Cultural Juan Parra del Riego en Pedro de Osma, Barranco. Con una abundante cantidad de trabajos, tanto de los alumnos como de los maestros, sería difícil comentarlos uno por uno. Allí me encontré con Renzo Núñez Melgar Vega, que a fines de mes presenta su muestra en Miraflores.
Después me fui a Dédalo, y ahí me encontré con Sebastián Kouri, amigo del colegio; nos quedamos conversando un buen rato; también hablé con Augusto Rey que pasó por ahí de casualidad, desde la campaña al congreso nos hemos seguido viendo bastante a menudo y siempre de pura coincidencia, es muy curioso. A la hora de regresar a mi casa me encontré nuevamente con Renzo Núñez; la verdad es que estoy muy impaciente por ver su muestra, he visitado un par de veces el taller y he sido testigo del proceso artístico, desde los bocetos iniciales en el lienzo hasta los primeros colores. Ahora, a fines de mes, me toca ver todos los cuadros juntos.
A pesar de todo, esta ha sido una semana muy desalentadora para mí. Ya había hecho planes, entre ellos viajar a New York para ir a mi primera convención de cómics. Ya me veía firmando autógrafos, haciendo bocetos para los interesados, participando, en fin, de una verdadera fiesta del cómic. Pero, una vez más, me veo obligado a postergar todos mis planes. Tuve dos entrevistas de trabajo con la Cooperación Alemana en abril y en mayo, y ya habían confirmado que me contratarían en julio. Al final, la decisión de la sede en Alemania no fue favorable para mí, y así, de pronto, recibo la llamada esta semana con la mala noticia. Se trataba de un puesto ideal para mí, y la paga iba a ser extraordinaria. Adiós, entonces, a mis planes extraordinarios, al menos por el momento.
En fin, como curiosidad estoy adjuntando un par de de las viñetas de la historia que dibujé para Cal Cleary. En primer lugar está la figura original que presenta algo de desnudez femenina y masculina, obviamente, tuve que reestructurar la imagen digitalmente para adaptarme al guión de Cleary. Una vez lista la nueva versión digital, la usé de modelo para la viñeta superior añadiendo los elementos descritos por el guionista, proceso que constituye dos etapas: la primera a lápiz, desde luego, y la segunda a tinta. Finalmente, utilizando todos los pasos previos llego a la viñeta inferior. Así, de un solo dibujo obtengo dos viñetas y eso me permite ahorrar tiempo y avanzar con las otras. Este tipo de truquitos ha sido especialmente necesario para la historia en cuestión, que presenta nueve viñetas por página. Ahora, definitivamente pueden notar la diferencia de detalles entre la viñeta superior e inferior, ¿cuál les gusta más?