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December 22, 2020

Miracleman: Apocrypha # 3 - Gaiman, Buckingham, Moore, Ross et al.

In the third and final, “The Library of Olympus”, Neil Gaiman and Mark Buckingham show the very few daily operations Miracleman himself supervises. “The world seems at ease, knowing that although I am here, high in the sky, I am not about to arrive unannounced in their homes or lives. And I feel more comfortable maintaining my distance”, explains Miracleman. Once again the gap between the god and the normal people widens. For this issue, Buckingham pays homage to a Jack Kirby cover for Fantastic Four # 5. 
Mark Buckingham

In many interviews, Alan Moore has praised the work of his good friend and mentor Steve Moore (no relation). Both Moores worked for 2000AD, and honed their craft in the pages of this weekly sci-fi anthology. As much as I have enjoyed reading some stories written by Steve Moore, I didn’t realize how incredibly talented he is until today. “Wishing on a Star” is the best story in the Apocrypha miniseries, and also one of the best ones I’ve read in the past 5 years (and I’ve read hundreds and hundreds of comics in since 2015). 

“Wishing on a Star” is fully painted by the extraordinary artist Alex Ross. Every page boasts the unmistakable style of Ross, the calm and serene beauty that befits this story. When Tim Richards talks about Miracleman’s new world he affirms that “This new world seems so desirable and yet… from the bottom of my heart I feel a great revulsion for its utopian new order. War and starvation are ended, but at the cost if freedom – the freedom of mankind to make its own mistakes”. We might understand what the cost of freedom is on abstract terms, but this particular story is a heartbreaking tale about a man who defends the right of making his own mistakes, an astronaut who remembers nostalgically the days in which people would try to reach the stars. Now that Miracleman controls the world, things such as NASA have disappeared, or have become obsolete. But if people’s passion for discovering new places and traveling to unreachable destinations is, indeed, a thing of the past, then what kind of future awaits mankind?
Alex Ross

Steve Moore presents a Miracleman that tries to understand the human perspective from his godlike position, and he even tries to help this man achieve his dream of reaching the stars on his own, relying on nothing else but the technology humans created, back when creating was still allowed, before Miracleman took control of every nation on the globe. It’s hard to describe how fast this story unfolds, from the seemingly simple idea of an astronaut aiming for the stars, to a struggle that deeply touches the heart of the human condition. “Wishing on a Star” is so masterfully told, and so beautifully illustrated, that will make you burst into tears. 

“A Bright and Sunny Day” is written by Fred Schiller and wonderfully illustrated and colored by Val Mayerik. This story takes place in the past, when Kid Miracleman was still heroic and noble, and a loyal sidekick to Miracleman. Kid Miracleman encounters a scientist who has been exposed to a radiation that makes him move at superspeed, the only problem is that he is also aging at a rhythm of an entire year in a matter of minutes. Thanks to Mayerik’s extraordinary art we can see how the scientist ages from panel to panel, and we also see the concern of Kid Miracleman, who tries to find Miracleman and does everything he can to help this man, but nothing seems to work. The young hero decides to spend as much time as possible with the scientist. In a matter of hours, the scientist ages decades. In this fascinating and touching story, the boy sees how the old man will go to the grave with many regrets, and with many unfulfilled wishes. 
Alex Ross

Finally, “Gospel” reunites writer Steve Grant and artist Darick Robertson. Every book every published can be found in the library of Olympus, and in this story we see a man submitting a manuscript to the library of Olympus, and being rejected. However, this is no ordinary man, he is a leader in a religious cult that worships Johnny Bates. Moore and Gaiman had suggested that, indeed, there would be people more willing to worship an evil force of destruction like Bates instead of embracing Miracleman as their savior and guide. It’s interesting to observe how Robertson’s art, although good, isn’t as impressive as it would be a decade later. The final page of this issue is an illustration by Melinda Gebbie, which is also connected to the last scene in the library of Olympus, in which Miracleman and Miraclewoman reflect on the perfect world they’re building for the people of Earth.
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En la tercera y última, “La biblioteca del Olimpo”, Neil Gaiman y Mark Buckingham muestran las pocas operaciones diarias que supervisa el propio Miracleman. “El mundo parece estar tranquilo, sabiendo que aunque estoy aquí, en lo alto del cielo, no voy a llegar sin avisar en sus hogares o vidas. Y me siento más cómodo manteniendo mi distancia”, explica Miracleman. Una vez más, la brecha entre el dios y la gente normal se ensancha. Para este número, Buckingham rinde homenaje a una portada de Jack Kirby para el Fantastic Four # 5.
Val Mayerick

En muchas entrevistas, Alan Moore ha elogiado el trabajo de su buen amigo y mentor Steve Moore (sin parentesco). Ambos Moores trabajaron para 2000AD y perfeccionaron su oficio en las páginas de esta antología semanal de ciencia ficción. Por mucho que disfruté leyendo algunas historias escritas por Steve Moore, no me di cuenta de lo increíblemente talentoso que era hasta hoy. “Deseando una estrella” es la mejor historia de la miniserie Apocrypha, y también una de las mejores que he leído en los últimos 5 años (y he leído cientos y cientos de cómics desde el 2015).
Darick Robertson

“Deseando una estrella” está completamente ilustrada por el extraordinario artista Alex Ross. Cada página cuenta con el estilo inconfundible de Ross, con una belleza tranquila y serena que armoniza con esta historia. Cuando Tim Richards habla del nuevo mundo de Miracleman, afirma que “este nuevo mundo parece tan deseable y, sin embargo... desde el fondo de mi corazón siento una gran repulsión por su nuevo orden utópico. Se acabó la guerra y el hambre, pero a costa de la libertad: la libertad de la humanidad para cometer sus propios errores”. Podríamos entender cuál es el costo de la libertad en términos abstractos, pero este relato en particular es una historia desgarradora sobre un hombre que defiende el derecho a cometer sus propios errores, un astronauta que recuerda con nostalgia los días en que la gente intentaba alcanzar las estrellas. Ahora que Miracleman controla el mundo, cosas como la NASA han desaparecido o se han vuelto obsoletas. Pero si la pasión de la gente por descubrir nuevos lugares y viajar a destinos inalcanzables es, de hecho, cosa del pasado, ¿qué tipo de futuro le espera a la humanidad?
Mark Buckingham

Steve Moore presenta un Miracleman que intenta comprender la perspectiva humana desde su posición divina, e incluso trata de ayudar a este hombre a lograr su sueño de alcanzar las estrellas por su cuenta, confiando en nada más que la tecnología que los humanos crearon, cuando todavía les era permitido crear, antes de que Miracleman tomara el control de todas las naciones del mundo. Es difícil describir lo rápido que se desarrolla esta historia, desde la idea aparentemente simple de un astronauta dirigiéndose a las estrellas, hasta una lucha que toca profundamente el corazón de la condición humana. “Deseando una estrella” está tan magistralmente narrada y tan bellamente ilustrada que te hará derramar lágrimas.
Melinda Gebbie

“Un día brillante y soleado” está escrito por Fred Schiller y maravillosamente ilustrado y coloreado por Val Mayerik. Esta historia tiene lugar en el pasado, cuando Kid Miracleman todavía era heroico y noble, y un compañero leal de Miracleman. Kid Miracleman se encuentra con un científico que ha estado expuesto a una radiación que lo hace moverse a gran velocidad, el único problema es que también está envejeciendo al ritmo de un año entero en cuestión de minutos. Gracias al extraordinario arte de Mayerik podemos ver cómo el científico envejece de viñeta en viñeta, y también vemos la preocupación de Kid Miracleman, quien intenta encontrar a Miracleman y hace todo lo posible para ayudar a este hombre, pero nada parece funcionar. El joven héroe decide pasar tanto tiempo con el científico como le es posible. En cuestión de horas, el científico envejece décadas. En esta fascinante y conmovedora historia, el niño ve cómo el anciano irá a la tumba con muchos arrepentimientos y con muchos deseos incumplidos.

Finalmente, "Evangelio" reúne al escritor Steve Grant y al artista Darick Robertson. Todos los libros publicados se pueden encontrar en la biblioteca del Olimpo, y en esta historia vemos a un hombre que envía un manuscrito a la biblioteca del Olimpo y es rechazado. Sin embargo, este no es un hombre común, es un líder en un culto religioso que adora a Johnny Bates. Moore y Gaiman habían sugerido que, de hecho, habría gente más que dispuesta a adorar una fuerza maligna de destrucción como Bates en lugar de abrazar a Miracleman como su salvador y guía. Es interesante observar cómo el arte de Robertson, aunque bueno, no es tan impresionante como lo sería una década después. La última página de este número es una ilustración de Melinda Gebbie, que también está relacionada con la última escena de la biblioteca del Olimpo, en la que Miracleman y Miraclewoman reflexionan sobre el mundo perfecto que están construyendo para la gente de la Tierra.