I cannot express how much fun I had reading the final chapter of Hit-Girl. I think anyone familiar with Millar’s works will know that violence is always an important component in the stories of this Irish writer. Well, surely, violence is putting it mildly in the case of Mindy, a sweet girl by day and an avenging executioner by night.
When the mobsters are threatening the lives of Hit-Girl’s foster family, her reaction is more brutal than ever. The gang squad that visits her home is quickly dispatched, without her weapons, Mindy uses kitchen knives and even a sledgehammer to turn a guy’s head into a cesspool of blood and gray matter.
After that, she hunts down and exterminates many other mobsters, killing them in very creative and painful ways. Surely, John Romita Jr. must have enjoyed drawing all this mayhem, especially the decapitated bodies and the intestines and the huge trail of corpses that Hit-Girl leaves behind her.
Meanwhile, Red Mist finally realizes that things are not as easy as they seem to be in the comics. He’s in Asia, training with the best martial artists, but he’s nowhere near to become as good as Batman. In fact, he’s getting ripped off by his masters, who charge him thousands of dollars while teaching him the same self-defense stuff he would learn in a public school. In the end, he decides to quit. It’s too hard to be as lethal as Batman, but it’s much easier to hire someone who already is a living weapon. In Kick-Ass volume 2 we already see Red Mist turned into the infamous Motherfucker. In this miniseries, we learn what happened to him and why he turned out to be such a peculiar nemesis.
In case you missed my previous reviews don’t forget to check these links: Hit-Girl # 1, Hit-Girl # 2, Hit-Girl # 3 & Hit-Girl # 4.
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Es difícil expresar lo divertido que ha sido el último capítulo de Hit-Girl. Creo que cualquiera que esté familiarizado con la obra de Millar sabe que la violencia es un componente importante en las historias del escritor irlandés. Bueno, violencia es decir poco en el caso de Mindy, una dulce niña de día y una vengativa asesina de noche.
Cuando los mafiosos están amenazando las vidas de la familia adoptiva de Hit-Girl, su reacción es más brutal que nunca. La pandilla de criminales que visitan su casa son despachados rápidamente, sin armas, Mindy usa cuchillos de cocina e incluso un martillo para convertir la cabeza de uno de los tipos en un charco de sangre y materia gris.
Después de eso, ella caza y extermina a muchos otros mafiosos, matándolos de las maneras más creativas y dolorosas. Seguramente, John Romita Jr. debe haber gozado dibujando todo este tumulto, en especial los cuerpos decapitados y los intestinos y el tremendo ratro de cadáveres que Hit-Girl deja a su paso.
Mientras tanto, Red Mist por fin se da cuenta de que las cosas no son tan fáciles como parecen en los cómics. Él está en Asia, entrenando con los mejores maestros de artes marciales, pero no está ni cerca de ser alguien como Batman. De hecho, está siendo estafado por sus maestros, quienes le cobran miles de dólares y le enseñan la misma auto-defensa que podría aprender en una escuela pública. Al final, él decide renunciar. Es demasiado difícil ser tan letal como Batman, pero es mucho más fácil contratar a alguien que ya sea un arma viviente. En Kick-Ass volumen 2 vemos a Red Mist ya convertido en el infame Motherfucker. En esta miniserie, descubrimos qué le pasó para terminar como tan peculiar némesis.
Y si se perdieron las reseñas anteriores, no se olviden de revisar los demás links: Hit-Girl # 1, Hit-Girl # 2, Hit-Girl # 3 y Hit-Girl # 4