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August 3, 2012

Conan the Barbarian # 25 & 26 - Roy Thomas & John Buscema


When I was a wee lad I learned how to read thanks to my dad’s wonderful comic book collection. I remember some of the first things I read were from Roy Thomas and Barry Windsor-Smith’s groundbreaking run. I had those comic books in my hand for so long and so often that eventually they simply withered away and started disappearing.

Comic books are not designed to be read hundreds of times. The material can’t withstand so much use (or misuse). But to this day I still have a clear memory of what it meant for me the transition from Barry Windsor-Smith to John Buscema. I knew none of their names, I had no knowledge about art or visual styles, and yet, I could notice something was different. 

Through the years, as an avid comic book reader I’ve been able to differentiate the style of hundreds of artists. I can look at a cover or a random page from any comic book, and most often than not, I can immediately identify who the artist is. In the case of some of my most cherished artists I can even guess the year in which that piece was produced. I have a knack for it, and frankly that has always made me feel slightly more discerning than other fans.

Conan remains as one of my favorite comic books, and that’s why I’ve reviewed the first 24 issues one by one in this blog. But it wouldn’t be fair to leave behind another great artist like John Buscema. John became Conan’s regular artist with issue # 25 and he stayed there for over ten years. I can’t imagine that level of commitment nowadays, in which is very rare to see an artist stay for more than two or three years in the same title.

Buscema started illustrating Conan in the middle of one his greatest and most epic adventures. In The Mirror of Kharam Akkad (April 1973), we see wicked wizard Kharam Akkad contemplating his mirrors with anguish and despair. After all, in these mirrors he can see reflections of the past and the future. And he sees himself murdered at the hand of a black maned barbarian. 

Undoubtedly, one of the best pages in this issue is focused on King Kull of Valusia, a character that just like Conan had been created by the novelist Robert E. Howard. I have always liked the design of this page, and the similarities that Kull shares with Conan as well as the differences: “Kull sat upon the throne of Valusia, and the time of weariness was upon him. An unrest stirred in him… a longing beyond life’s longings”. It’s interesting to observe that this magic mirror allows men to gaze into the past and into the future, not unlike the mystic crystal that Conan looks at in the first issue of this title. 

In The Hour of the Griffin (May 1973) Conan understands why Kharam Akkad was so afraid of him. After killing the wizard, the young Cimmerian stares into the mirror and sees the image that tormented Kharam Akkad for so long. The city of Makkalet continues to be under siege, but the Turanian army has the advantage. 
King Kull of Valusia / el rey Kull de Valusia
Soon, through a scheme that reminds us of Troy’s horse, the Turanian soldiers invade the city. In this final battle, every life is at stake. Even king Eannatum dies saving his beloved Melissandra. Conan, the former queen and a captain loyal to the king run away from the city. Everything has been lost. Turan has triumphed in this holy war. And prince Yezdigerd celebrates his victory. In the epilogue Roy Thomas writes a brilliant ending. This war started under the pretext of rescuing the living Tarim, although the true reasons were of a more chrematistic nature. The Tarim is long dead, but Yezdigerd still covers him with a new tunic and makes people cheer for him. “The shadowed form for whom an ocean of scarlet was blithely shed” is nothing more than skeleton. Thousands of soldiers have died believing that they were saving the incarnation of their god. Thousands of lives have been lost so that the people could cheer a lifeless corpse.
The mirrors of Tuzun Thune / los espejos de Tuzun Thune
This is truly an excellent ending for Conan’s most ambitious saga. And John Buscema does a wonderful job in these pages. I have seen the work of contemporary pencilers who have been involved with Conan in recent years, and their artistic skills are seriously inferior compared to the ones that Buscema had. With Barry Windsor-Smith we had a very young warrior, almost a teenager, in constant growth, now with Buscema we have a more seasoned combatant, an adult, a muscled barbarian that, for some people, remains as the ultimate version of Conan.

If you want to read my reviews of the previous Conan issues please click on the following links: Conan the Barbarian #1, #2, #3, #4, #5, #6, #7, #8, #9, #10, #11, #12, #13, #14, #15, #16, #17&18, #19, #20, #21, #22 & #24
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the death of Kharam Akkad / la muerte de Kharam Akkad

Cuando era un niño muy pequeño aprendí a leer gracias a la maravillosa colección de cómics de mi papá. Recuerdo que lo primero que leí fue la innovadora etapa de Roy Thomas y Barry Windsor-Smith. Manipulé tanto y tan a menudo esos cómics que al final terminaron destrozados.

Los cómics no están diseñados para ser leídos cientos de veces. El material no puede soportar tanto uso. Pero hasta el día de hoy aún tengo un recuerdo claro de lo que significó para mí la transición de Barry Windsor-Smith a John Buscema. No sabía sus nombres, no tenía ningún conocimiento sobre arte o estilos visuales y, no obstante, podía notar algo distinto.

Años después, como un ávido lector de cómics, he sido capaz de diferenciar el estilo de cientos de artistas. Puede ver una portada o una página al azar de cualquier cómic, y la mayoría de las veces, identifico inmediatamente quién es el artista. En el caso de algunos de mis artistas favoritos, incluso puedo adivinar el año en el que se hizo el dibujo. Tengo un talento especial para ello, y francamente eso siempre me ha hecho sentir con más discernimiento que otros fans. 

Conan permanece como uno de mis cómics favoritos, y es por ello que he reseñado los primeros 24 números uno por uno en este blog. Pero no sería justo dejar de lado a un gran artista como John Buscema. John se convirtió en el artista fijo de Conan el # 25 y se quedó allí por más de diez años. No puedo imaginar ese nivel de compromiso hoy en día, y es que ahora es realmente inusual que in dibujante se quede más de un par de años en un mismo título. 
the end of the holy war / el final de la guerra santa

Buscema empezó a ilustrar Conan en el medio de una de sus más grandes y épicas aventuras. En "El espejo Kharam Akkad" (abril 1973), vemos al maléfico hechicero Kharam Akkad contemplando sus espejos con angustia y desesperación. Después de todo, en estos espejos podemos ver el reflejo del pasado y del futuro. Y él se ve a sí mismo asesinado a manos de un bárbaro de melena negra.

Sin duda, una de las mejores páginas en este número se enfoca el rey Kull de Valusia, un personaje que al igual que Conan fue creado por el novelista Robert E. Howard. Siempre me gustó el diseño de esta página, y las similaridades que Kull comparte con Conan así como las diferencias: "Kull se sentó en el trono de Valusia, y la hora de la desdicha cayó sobre él. La agitación se revolvía en él... un ansia más allá de las ansias de la vida". Es interesante observar que este espejo mágico permite ver el pasado y el futuro, al igual que el cristal mágico de que Conan observa en el primer número de esta colección.

En "La hora del grifo" (mayo 1973) Conan entiende por qué Kharam Akkad le tiene miedo. Luego de matar al hechicero, el joven cimerio contempla el espejo y ve la imagen que había atormentado a Kharam Akkad. La ciudad de Makkalet continúa bajo asedio, pero el ejército turanio tiene las de ganar.

Pronto, a través de una estrategema que nos recuerda al caballo de Troya, los turanios invaden la ciudad. En esta batalla final, todas las vidas están en peligro. Incluso el rey Eannatum muere salvando a su amada Melissandra. Conan, la reina y un leal capitán huyen de la ciudad. La derrota es total. Turan ha triunfado en esta guerra santa. Y el príncipe Yezdigerd celebra su victoria. En el epílogo Roy Thomas escribe un final brillante. Esta guerra empezó bajo el pretexto de rescatar al Tarim viviente, aunque la verdadera razón fuera sobre todo crematística. El Tarim ha muerto, pero Yezdigerd igual lo cubre con una túnica y hace que la gente lo vitoree. "La forma en sombras por la que un océano escarlata había sido decuidadamente derramado" no es más que un esqueleto. Miles de soldados han muerto creyendo que estaban salvando la encarnación de su dios. Miles de vidas se han perdido para que la gente pueda vitorear un cuerpo sin vida.

Este es verdaderamente un excelente final para la saga más ambiciosa de Conan. Y John Buscema hace un maravilloso trabajo en estas páginas. He visto el trabajo de dibujantes contemporáneos que se han involucrado con Conan en años recientes, y sus habilidades artísticas son seriamente inferiores comparadas a las de John Buscema. Con Barry Windsor-Smith teníamos a un guerrero joven, casi un adolescente, en constante crecimiento, ahora con Buscema tenemos un combatiente experimentado, un adulto, un bárbaro musculoso que, para algunos, es la versión definitiva de Conan.

Si quieren leer más sobre Conan hagan click aquí: Conan the Barbarian #1#2#3#4#5#6#7#8#9#10#11#12#13#14#15#16#17&18#19#20#21#22 & #24.