In June I only saw two movies, but I’m sure I’ll have a chance to watch more in July. Let’s start with Dark Phoenix (2019), directed by Simon Kinberg. This is the end of the X-Men franchise and the last Fox production with mutants in it. It would’ve been nice to turn this into a proper goodbye but instead it turned out to be a disappointing movie. The Dark Phoenix Saga, by Claremont and Byrne, is one of the best and most revered stories ever published, and it deserved more than one movie; this felt like trying to shoehorn Game of Thrones in one season instead of 8. Dark Phoenix falls short and Kinberg seems unable to create interest in the heroes. It’s a shame, because the cast is amazing: James McAvoy (X-Men: Apocalypse), Michael Fassbender (X-Men: Days of Future Past), Nicholas Hoult (X-Men: First Class), Jennifer Lawrence (The Hunger Games), Sophie Turner (Game of Thrones), Tye Sheridan, Evan Peters, Kodi Smit-McPhee, Jessica Chastain, among others. I’d say, though, that I enjoyed a few moments and most especially the final encounter between Professor X and Magneto, which is by far my favorite sequence.
Greek director Yorgos Lanthimos has always been controversial, and his latest film is as fascinating as it is disturbing, The Killing of a Sacred Deer (2017) is a reinterpretation of the classical Greek myth of Iphigenia, full of suspense and cringe-inducing scenes. Colin Farrell (Seven Psychopaths) is a successful surgeon married to a beautiful wife, Nicole Kidman (Eyes Wide Shut), they live in a spectacular house in the most exclusive neighborhood, they go to galas and enjoy a life of wealth and comfort. But there is no passion between them, and the protagonist seems to be constantly fighting to keep everything under control, he wants to forget that when he was 12 years old he would masturbate his father, and when he was an alcoholic he was also responsible for the death of some of his patients. The doctor spends time with Barry Keoghan (Dunkirk), a 16-year old orphaned teenager, giving him money and expensive gifts. Eventually, he introduces the boy to his family, and the orphan quickly befriends the couple’s children Raffey Cassidy and Sunny Suljic (Mid90s). But this isn’t an innocent boy but rather a depraved and manipulative teenager that causes the doctor’s children to become paralytics, as the sickness progresses, the protagonist is given an ultimatum, he must kill one of his children if he wants the rest of his family to survive. Lanthimos creates haunting, violent and visceral moments, while also proposing a unique atmosphere of tension and shocking secrets. The result is a challenging film that will not please most people but that it’s definitely thought-provoking. The ending, however, was a bit of a let down.
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Sólo vi dos películas en junio, pero estoy seguro de que tendré la oportunidad de ver más en julio. Empecemos con Dark Phoenix (2019), dirigida por Simon Kinberg. Este es el final de la franquicia de los X-Men y la última producción de Fox con mutantes. Hubiera sido ideal que fuese un adiós adecuado, pero en lugar de eso resultó ser una película decepcionante. The Dark Phoenix Saga, de Claremont y Byrne, es una de las mejores y más veneradas historias alguna vez publicadas, y merecía más de una película; esto es como intentar embutir a Game of Thrones en una temporada en lugar de 8. Dark Phoenix se queda corta y Kinberg parece incapaz de despertar interés en los héroes. Es una lástima, ya que el elenco es increíble: James McAvoy (X-Men: Apocalypse), Michael Fassbender (X-Men: Days of Future Past), Nicholas Hoult (X-Men: First Class), Jennifer Lawrence (The Hunger Games), Sophie Turner (Game of Thrones), Tye Sheridan, Evan Peters, Kodi Smit-McPhee, Jessica Chastain, entre otros. Sin embargo, diría que disfruté de algunos momentos y muy especialmente el encuentro final entre el Profesor X y Magneto, que es, con mucho, mi secuencia favorita.
El director griego Yorgos Lanthimos siempre ha sido controversial, y su última película es tan fascinante como perturbadora, The Killing of a Sacred Deer (2017) es una reinterpretación del clásico mito griego de Ifigenia, con muchas escenas llenas de suspenso. Colin Farrell (Seven Psychopaths) es un exitoso cirujano casado con una bella esposa, Nicole Kidman (Eyes Wide Shut), viven en una casa espectacular en el vecindario más exclusivo, van a galas y disfrutan de una vida de riqueza y comodidades. Pero no hay pasión entre ellos, y el protagonista parece estar luchando constantemente para mantener todo bajo control, él quiere olvidar que cuando tenía 12 años masturbaba a su padre, y cuando era alcohólico, también fue responsable de la muerte de algunos de sus pacientes. El doctor pasa tiempo con Barry Keoghan (Dunkirk), un adolescente huérfano de 16 años, a quien da dinero y regalos costosos. Finalmente, presenta al muchacho a su familia y el huérfano se hace amigo rápidamente de los hijos de la pareja, Raffey Cassidy y Sunny Suljic (Mid90s). Pero este no es un chaval inocente, sino un adolescente depravado y manipulador que hace que los hijos del médico se queden paralíticos. A medida que la enfermedad progresa, el protagonista recibe un ultimátum, debe matar a uno de sus hijos si quiere que el resto de su familia sobreviva. Lanthimos crea momentos inolvidables, violentos y viscerales, a la vez que propone una atmósfera única de tensión e impactantes secretos. El resultado es una película desafiante que no agradará a la mayoría de la gente pero que definitivamente es estimulante. El final, sin embargo, flaquea un poco.