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April 1, 2021

March Films / películas de marzo

Joel Edgerton directs Boy Erased (2018), based on Garrard Conley's autobiographical book, an insightful and fascinating exploration of the conflicts between traditional religion and alternative forms of sexuality. When a college freshman magnificently played by Lucas Hedges (famous for his role as a gay teenager in Lady Bird) realizes he is gay, he soon understands how difficult it’ll be for his very religious parents, Nicole Kidman (The Others) and Russell Crowe (Noah), to accept him. In college, the protagonist is raped by his only friend Joe Alwyn, and shortly after that, his parents send him to a conversion center, in which he and other young men will be abused and psychologically tortured under the pretext of getting rid of their homosexual inclinations. Boy Erased is especially shocking not only because is a real story but also because of how recent it is (the events take place approximately 15 years ago). Edgerton creates a moving and intense film, in which the only way to survive is to remain true to oneself, even if that is the most challenging and difficult road. The final scene between the protagonist and his father is incredibly moving, and one that I in particular could never forget. The all-star cast includes Xavier Dolan (famous for his role as a gay teenager in Les amours imaginaires) and Troye Sivan (famous gay singer). 

Wes Anderson’s Moonrise Kingdom (2012) has a truly extraordinary groups of actors: Bruce Willis (Looper), Edward Norton, Bill Murray (The Dead Don’t Die), Frances McDormand (Burn After Reading), Tilda Swinton (We Need to Talk About Kevin), Jared Gilman, Jason Schwartzman and Lucas Hedges (Ben is Back). The main story follows the misadventures of a 12-year old boy who has fallen in love with a girl of the same age, and so he escapes from his Boy Scouts-like group to be with the girl of his dreams. There are other subplots going on at the same time but don’t add much to the movie. I think Anderson tries to evoke the innocence of the first love and I’d say he succeeds to a certain degree, however, with such formidable actors one would expect a more captivating movie.  


When David Fincher adapted Chuck Palahniuk’s novel, Fight Club (1999), it became a modern classic. I had seen it such a long time ago that now I felt like I was watching it again for the first time. Edward Norton is an emotionally numbed man who goes to group therapy events, trying to find a moment that feels real, trying to find in himself an emotional reaction. He and Helena Bonham Carter pretend to be cancer survivors or anything they need to pretend to be, in order to gain access to these safe spaces in which people cry and share their despair. But when the protagonist meets Brad Pitt (Once Upon a Time… in Hollywood), a mysterious man with sketchy businesses, they will be the founders of the Fight Club, an anarchic association of men that start fighting with each other an end up planning terrorist attacks. Between Palahniuk’s dark and bleak thoughts on the human condition, and Fincher’s dense and emotionally charged scenes, all viewers will feel at some point uncomfortable, shocked and even disgusted, but somehow it all works perfectly within the mind frame of the film. Definitely one of Fincher’s best cinematographic accomplishments. 

Alejandro Amenábar directs Abre los ojos (1997), a fascinating film and one of the very best I’ve seen in my life. 2 years before The Matrix, this Spanish production was suggesting the possibility of living in a virtual reality without knowing about it, while questioning what it means to be in the right state of mind when the world isn’t quire right. Eduardo Noriega is a wealthy young man who enjoys having sex with beautiful women such as the psychotic Najwa Nimri but also the sweet and adorable Penélope Cruz. After a nearly fatal car accident, the protagonist wakes up in a hospital, his face completely disfigured. Medical science isn’t advanced enough to reconstruct his face, and even if he has all the money in the world, nothing can be done about it, or can it? Without spoiling the plot too much, the protagonist lives in his own nightmare, fearing to even look at himself in the mirror, while his psychiatrist, Chete Lera, tries to convince him that it is all in his mind. This cinematographic masterpiece has some of the most impressive and intense scenes ever, and at the same time the scrip isn’t only mindboggling but also absolutely coherent and riveting. Due to the sci-fi elements, Abre los ojos is the kind of film that will never be old or anachronic, and whoever watches it will remember it forever as the remarkable masterwork it is. 
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Joel Edgerton dirige Boy Erased (2018), basada en el libro autobiográfico de Garrard Conley, una exploración profunda y fascinante de los conflictos entre la religión tradicional y las formas alternativas de sexualidad. Cuando un estudiante universitario de primer año interpretado magníficamente por Lucas Hedges (famoso por su papel como adolescente gay eLady Bird) se da cuenta de que es gay, pronto comprende lo difícil que será para sus muy religiosos padres, (The Others) y Russell Crowe (Noah), aceptar ese hecho. En la universidad, el protagonista es violado por su único amigo Joe Alwyn, y poco después sus padres lo envían a un centro de conversión, en el que él y otros jóvenes serán abusados y torturados psicológicamente con el pretexto de deshacerse de sus inclinaciones homosexuales. Boy Erased es especialmente impactante no sólo porque es una historia real, sino también por lo reciente que es (los hechos ocurrieron hace aproximadamente 15 años). Edgerton crea una película conmovedora e intensa, en la que la única forma de sobrevivir es permanecer fiel a uno mismo, incluso si ese es el camino más desafiante y difícil. La escena final entre el protagonista y su padre es increíblemente conmovedora, y una que yo en particular jamás podría olvidar. El elenco de estrellas incluye a Xavier Dolan (famoso por su papel como adolescente gay eLes amours imaginaires) y Troye Sivan (famoso cantante gay).

En Moonrise Kingdom (2012), de Wes Anderson, hay un grupo verdaderamente extraordinario de actores: Bruce Willis (Looper), Edward Norton, Bill Murray (The Dead Don’t Die), Frances McDormand (Burn After Reading), Tilda Swinton (We Need to Talk About Kevin), Jared Gilman, Jason Schwartzman y Lucas Hedges (Ben is Back).. La historia principal sigue las desventuras de un chiquillo de 12 años que se ha enamorado de una chica de la misma edad, por ello se escapa de su grupo similar a los Boy Scouts para estar con la muchacha de sus sueños. Hay otras subtramas que se desarrollan al mismo tiempo, pero no aportan mucho a la película. Creo que Anderson intenta evocar la inocencia del primer amor y yo diría que lo logra hasta cierto punto, sin embargo, con actores tan formidables, uno esperaría una película más encantadora.


Cuando David Fincher adaptó la novela de Chuck Palahniuk, Fight Club (1999), se convirtió en un clásico moderno. La había visto hace tanto tiempo que ahora sentía que la estaba viendo de nuevo por primera vez. Edward Norton es un hombre emocionalmente reprimido que va a eventos de terapia grupal, tratando de encontrar un momento que se sienta real, tratando de encontrar en sí mismo una reacción emocional. Él y Helena Bonham Carter fingen ser sobrevivientes de cáncer o cualquier cosa que necesiten fingir para poder acceder a estos espacios seguros en los que la gente llora y comparte su desesperación. Pero cuando el protagonista conoce a Brad Pitt (Once Upon a Time… in Hollywood), un hombre misterioso con negocios dudosos, serán los fundadores del Club de la pelea, una asociación anárquica de hombres que comienzan a pelear entre sí y terminan planeando ataques terroristas. Entre los pensamientos oscuros y sombríos de Palahniuk sobre la condición humana y las escenas densas y cargadas de emoción de Fincher, todos los espectadores se sentirán en algún momento incómodos, conmocionados e incluso disgustados, pero de alguna manera todo funciona perfectamente dentro del esquema mental de la película. Definitivamente uno de los mejores logros cinematográficos de Fincher.

Alejandro Amenábar dirige Abre los ojos (1997), una película fascinante y una de las mejores que he visto en mi vida. 2 años antes de The Matrix, esta producción española sugería la posibilidad de vivir en una realidad virtual sin saberlo, al tiempo que cuestionaba qué significa estar en el estado de ánimo adecuado cuando el mundo no parece ser lo que es. Eduardo Noriega es un joven adinerado que disfruta teniendo sexo con mujeres hermosas como la psicótica Najwa Nimri pero también con la dulce y adorable Penélope Cruz. Después de un accidente automovilístico casi fatal, el protagonista se despierta en un hospital con el rostro completamente desfigurado. La ciencia médica no está lo suficientemente avanzada como para reconstruir su rostro, e incluso si él tiene todo el dinero del mundo, no se puede hacer nada al respecto, ¿o sí? Sin estropear demasiado la trama, el protagonista vive en su propia pesadilla, temiendo incluso mirarse al espejo, mientras su psiquiatra, Chete Lera, intenta convencerlo de que todo está en su mente. Esta obra maestra cinematográfica tiene algunas de las escenas más impresionantes e intensas jamás hechas y, al mismo tiempo, el guión no sólo es alucinante, sino también absolutamente coherente y fascinante. Debido a los elementos de ciencia ficción, Abre los ojos es el tipo de película que nunca será vieja o anacrónica, y quien la vea la recordará para siempre como la notable obra maestra que es.

March 6, 2020

February Films / películas de febrero

Sam Mendes had already proved how talented he was with films like American Beauty and Revolutionary Road, but I think nothing could have been more challenging for a filmmaker than 1917 (2019), an impressive film about WWI which consists basically of one shot from beginning to end (at least from the perspective of the protagonist). At the beginning, corporals Dean-Charles Chapman (Game of Thrones) and George MacKay (How I Live Now) are sent to the front line with the mission of delivering a very important message, if they don’t succeed thousands of men will die in the battlefield. Armed with nothing else but courage, the two young men do the best they can until one of them dies. George MacKay, the survivor, must find the strength within himself to complete what seems to be an impossible mission. Mendes reconstructs the horrors of war as well as the dire everyday conditions for both soldiers and civilians. At some points, the film is so realistic that it feels more like a documentary, but at other points, the beauty of the shots, the majestic landscapes and the fantastic music score by Thomas Newman elevate the whole experience to a new level. The final scene is absolutely heartbreaking and it’s almost one of the best endings I’ve seen in a historical production about war. The all-star cast includes Colin Firth, Mark Strong, Benedict Cumberbatch and Richard Madden. Definitely one of the best films from 2019! 

Parasite (2019), directed by Bong Joon Ho, was not only my favorite film of 2019 but also a big winner at the night of the Oscars. I must admit I wasn’t familiar with the work of this Korean filmmaker, but from the opening sequences it was clear to me that this was someone who had a unique voice and visual style. I was also immediately captivated by the fascinating story of a family living in misery and desperate to find a way to make money. Jobs are scarce and the situation seems dire. And I must say it’s almost impossible not to feel identified with trials of tribulations of this family, at least to a certain level. But then we can’t help but to admire the cleverness of the older son, who finds his way into the home of a wealthy family and gets hired as a tutor, and soon gets his impoverished relatives hired as well. The dynamics between the rich family and the poor one are quite rich and meaningful, and if this family works as a microcosmos in which we see much larger social structures of power at play then it’s only thanks to the talent of the director that we can equally relate to both extremes, from the aspirational desire that everyone shares, the dream to become rich one day, to the crude and awful reality of becoming a parasite in order to survive. But like all parasites, it’s the necessary for the host body to live, and once that life is at risk everything falls apart. The ending was as shocking as it was unexpected. 

And since I mentioned the Oscars, It’d be remiss of me not to point out that the Academy is famous for ignoring excellent filmmakers as well as giving awards to mediocre productions. Sure, last month they actually chose the right film and proved that even a broken clock can still give you the right time twice a day, but that in no way solves the multiple omissions and mistakes in judgment made over the years. Which brings me to The Hours (2002), directed by Stephen Daldry and based on Michael Cunningham’s novel. Without a shadow of a doubt, The Hours was the best film of that decade, and the year it was nominated it should’ve easily won as best film, but it didn’t. After the extraordinary Billy Elliot, Daldry embarked upon a very ambitious project that would prove his expert mastery of the cinematographic language and his unparalleled talent. The Hours is polyphonic story that takes place in 3 different historical moments, and focuses on 3 women that must all deal with suicide and questions of sexuality. Meryl Streep (The Bridges of Madison County) is a lesbian editor who lives in New York, in 2001, and who is trying to organize a party for his friend and poet Ed Harris; Julianne Moore (Still Alice) is a housewife in the 50s, married to a man who she doesn’t love (John C. Reilly) and pregnant of her second child, as a mother and as a wife, she has never had the chance to explore what it means to be a woman, and she has strong feelings for her neighbor Toni Collette, another woman who seems to live a perfect life and yet is deeply unhappy; finally, Nicole Kidman (The Others) is famed author Virginia Woolf in late 19th century England, living a life she has no wish to live, and staying alive only out of love for her husband, Leonard (Stephen Dillane), and her sister, Vanessa. From the beginning, the remarkable music score of Philip Glass creates a unique atmosphere of melancholy, and then Daldry’s impeccable transitions take the viewer from one era to another, from one woman to the next. Each story is fascinating on its own, but they become more intense and complex in dialog with the other stories. As the viewer travels through the lives of these 3 women, one can find the connections, the shared pain and the sense of loss in a society that doesn’t accept alternative forms of sexuality, and yet “You cannot find peace by avoiding life”. Every sequence in The Hours is absolutely memorable, every interaction between actors and actresses is remarkable, every line of dialogue is brilliant. This masterpiece is on my top 5 best films of all times, and even after almost 20 years I’ve never come across another one as meaningful, beautiful, unforgettable and touching. 
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Sam Mendes ya había demostrado lo talentoso que era con películas como American Beauty y Revolutionary Road, pero creo que nada podría haber sido más retador para un cineasta que 1917 (2019), una película impresionante sobre la Primera Guerra Mundial que consiste básicamente en una sola toma de principio a fin (al menos desde la perspectiva del protagonista). Al principio, los soldados Dean-Charles Chapman y George MacKay (How I Live Now) son enviados al frente con la misión de entregar un mensaje muy importante, si no tienen éxito, miles de hombres morirán en batalla. Armados con nada más que valor, los dos jóvenes hacen lo mejor que pueden hasta que uno de ellos muere. George MacKay, el sobreviviente, debe encontrar la fuerza dentro de sí mismo para completar lo que parece ser una misión imposible. Mendes reconstruye los horrores de la guerra, así como las terribles condiciones cotidianas tanto para los soldados como para los civiles. En algunos puntos, la película es tan realista que se siente más como un documental, pero en otros puntos, la belleza de las tomas, los majestuosos paisajes y la fantástica música de Thomas Newman elevan toda la experiencia a un nuevo nivel. La escena final es absolutamente desgarradora y es casi uno de los mejores finales que he visto en una producción histórica sobre la guerra. El elenco de estrellas incluye a Colin Firth, Mark Strong, Benedict Cumberbatch y Richard Madden. ¡Definitivamente una de las mejores películas del 2019!

Parasite (2019), dirigida por Bong Joon Ho, no sólo fue mi película favorita del 2019, sino también una gran ganadora en la noche de los Oscares. Debo admitir que no estaba familiarizado con el trabajo de este cineasta coreano, pero desde las secuencias iniciales me quedó claro que era alguien que tenía una voz y un estilo visual únicos. También me cautivó de inmediato la fascinante historia de una familia que vive en la miseria y está desesperada por encontrar una manera de ganar dinero. Los trabajos son escasos y la situación parece grave. Y debo decir que es casi imposible no sentirse identificado con las dificultades y tribulaciones de esta familia. No podemos evitar admirar la astucia del hijo mayor, que se abre paso hasta llegar a la casa de una familia acaudalada y es contratado como tutor, y pronto también logra que contraten a sus parientes empobrecidos. La dinámica entre la familia rica y la pobre es bastante rica y significativa, y si esta familia funciona como un microcosmos en el que vemos estructuras sociales de poder mucho más grandes en juego, es sólo gracias al talento del director que podemos igualmente relacionarnos con ambos extremos, desde el deseo aspiracional que todos comparten, el sueño de hacerse rico algún día, hasta la cruda y horrible realidad de convertirse en un parásito para sobrevivir. Pero como todos los parásitos, es necesario que el cuerpo huésped viva, y una vez que esa vida está en riesgo, todo se desmorona. El final fue tan impactante como inesperado.

Y ya que mencioné los Oscares, sería negligente de mi parte no señalar que la Academia es famosa por ignorar a excelentes cineastas y por otorgar premios a producciones mediocres. Claro, el mes pasado en realidad eligieron la película correcta y probaron que incluso un reloj malogrado aún puede darte la hora correctamente dos veces al día, pero eso de ninguna manera resuelve las múltiples omisiones y errores de juicio cometidos a lo largo de los años. Lo que me lleva a The Hours (2002), dirigida por Stephen Daldry y basada en la novela de Michael Cunningham. Sin lugar a dudas, The Hours fue la mejor película de esa década, y el año en que fue nominada debería haber ganado fácilmente como mejor película, pero no fue así. Después del extraordinario Billy Elliot, Daldry se embarcó en un proyecto muy ambicioso que demostraría su dominio experto del lenguaje cinematográfico y su talento incomparable. The Hours es una historia polifónica que tiene lugar en 3 momentos históricos diferentes, y se centra en 3 mujeres que deben lidiar con el suicidio y con cuestiones de sexualidad. Meryl Streep (The Bridges of Madison County) es una editora lesbiana que vive en New York, en el 2001, y que está tratando de organizar una fiesta para su amigo y poeta Ed Harris; Julianne Moore (Still Alice) es una ama de casa de los años 50s, casada con un hombre al que no ama (John C. Reilly) y embarazada de su segundo hijo, como madre y como esposa, nunca ha tenido la oportunidad de explorar qué significa ser una mujer, y tiene fuertes sentimientos por su vecina Toni Collette, otra mujer que parece vivir una vida perfecta y, sin embargo, es profundamente infeliz; finalmente, Nicole Kidman (The Others) es la famosa autora Virginia Woolf a fines del siglo XIX en Inglaterra, vive una vida que no desea vivir y se mantiene viva sólo por amor a su esposo, Leonard (Stephen Dillane) y a su hermana, Vanessa. Desde el principio, la notable composición musical de Philip Glass crea una atmósfera única de melancolía, y luego las transiciones impecables de Daldry llevan al espectador de una época a otra, de una mujer a otra. Cada historia es fascinante por sí sola, pero se vuelven más intensas y complejas cuando entran en diálogo entre sí. A medida que el espectador viaja a través de la vida de estas 3 mujeres, uno puede encontrar las conexiones, el dolor compartido y la sensación de pérdida en una sociedad que no acepta formas alternativas de sexualidad y, sin embargo, "no se puede encontrar la paz evitando la vida". Cada secuencia en The Hours es absolutamente memorable, cada interacción entre actores y actrices es notable, cada línea de diálogo es brillante. Esta obra maestra está en mi lista de las 5 mejores películas de todos los tiempos, e incluso después de casi 20 años, nunca he podido encontrar otra tan significativa, hermosa, inolvidable y conmovedora.

July 2, 2019

June Films / películas de junio

In June I only saw two movies, but I’m sure I’ll have a chance to watch more in July. Let’s start with Dark Phoenix (2019), directed by Simon Kinberg. This is the end of the X-Men franchise and the last Fox production with mutants in it. It would’ve been nice to turn this into a proper goodbye but instead it turned out to be a disappointing movie. The Dark Phoenix Saga, by Claremont and Byrne, is one of the best and most revered stories ever published, and it deserved more than one movie; this felt like trying to shoehorn Game of Thrones in one season instead of 8. Dark Phoenix falls short and Kinberg seems unable to create interest in the heroes. It’s a shame, because the cast is amazing: James McAvoy (X-Men: Apocalypse), Michael Fassbender (X-Men: Days of Future Past), Nicholas Hoult (X-Men: First Class), Jennifer Lawrence (The Hunger Games), Sophie Turner (Game of Thrones), Tye Sheridan, Evan Peters, Kodi Smit-McPhee, Jessica Chastain, among others. I’d say, though, that I enjoyed a few moments and most especially the final encounter between Professor X and Magneto, which is by far my favorite sequence. 

Greek director Yorgos Lanthimos has always been controversial, and his latest film is as fascinating as it is disturbing, The Killing of a Sacred Deer (2017) is a reinterpretation of the classical Greek myth of Iphigenia, full of suspense and cringe-inducing scenes. Colin Farrell (Seven Psychopaths) is a successful surgeon married to a beautiful wife, Nicole Kidman (Eyes Wide Shut), they live in a spectacular house in the most exclusive neighborhood, they go to galas and enjoy a life of wealth and comfort. But there is no passion between them, and the protagonist seems to be constantly fighting to keep everything under control, he wants to forget that when he was 12 years old he would masturbate his father, and when he was an alcoholic he was also responsible for the death of some of his patients. The doctor spends time with Barry Keoghan (Dunkirk), a 16-year old orphaned teenager, giving him money and expensive gifts. Eventually, he introduces the boy to his family, and the orphan quickly befriends the couple’s children Raffey Cassidy and Sunny Suljic (Mid90s). But this isn’t an innocent boy but rather a depraved and manipulative teenager that causes the doctor’s children to become paralytics, as the sickness progresses, the protagonist is given an ultimatum, he must kill one of his children if he wants the rest of his family to survive. Lanthimos creates haunting, violent and visceral moments, while also proposing a unique atmosphere of tension and shocking secrets. The result is a challenging film that will not please most people but that it’s definitely thought-provoking. The ending, however, was a bit of a let down. 
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Sólo vi dos películas en junio, pero estoy seguro de que tendré la oportunidad de ver más en julio. Empecemos con Dark Phoenix (2019), dirigida por Simon Kinberg. Este es el final de la franquicia de los X-Men y la última producción de Fox con mutantes. Hubiera sido ideal que fuese un adiós adecuado, pero en lugar de eso resultó ser una película decepcionante. The Dark Phoenix Saga, de Claremont y Byrne, es una de las mejores y más veneradas historias alguna vez publicadas, y merecía más de una película; esto es como intentar embutir a Game of Thrones en una temporada en lugar de 8. Dark Phoenix se queda corta y Kinberg parece incapaz de despertar interés en los héroes. Es una lástima, ya que el elenco es increíble: James McAvoy (X-Men: Apocalypse), Michael Fassbender (X-Men: Days of Future Past), Nicholas Hoult (X-Men: First Class), Jennifer Lawrence (The Hunger Games), Sophie Turner (Game of Thrones), Tye Sheridan, Evan Peters, Kodi Smit-McPhee, Jessica Chastain, entre otros. Sin embargo, diría que disfruté de algunos momentos y muy especialmente el encuentro final entre el Profesor X y Magneto, que es, con mucho, mi secuencia favorita.

El director griego Yorgos Lanthimos siempre ha sido controversial, y su última película es tan fascinante como perturbadora, The Killing of a Sacred Deer (2017) es una reinterpretación del clásico mito griego de Ifigenia, con muchas escenas llenas de suspenso. Colin Farrell (Seven Psychopathses un exitoso cirujano casado con una bella esposa, Nicole Kidman (Eyes Wide Shut), viven en una casa espectacular en el vecindario más exclusivo, van a galas y disfrutan de una vida de riqueza y comodidades. Pero no hay pasión entre ellos, y el protagonista parece estar luchando constantemente para mantener todo bajo control, él quiere olvidar que cuando tenía 12 años masturbaba a su padre, y cuando era alcohólico, también fue responsable de la muerte de algunos de sus pacientes. El doctor pasa tiempo con Barry Keoghan (Dunkirk), un adolescente huérfano de 16 años, a quien da dinero y regalos costosos. Finalmente, presenta al muchacho a su familia y el huérfano se hace amigo rápidamente de los hijos de la pareja, Raffey Cassidy y Sunny Suljic (Mid90s). Pero este no es un chaval inocente, sino un adolescente depravado y manipulador que hace que los hijos del médico se queden paralíticos. A medida que la enfermedad progresa, el protagonista recibe un ultimátum, debe matar a uno de sus hijos si quiere que el resto de su familia sobreviva. Lanthimos crea momentos inolvidables, violentos y viscerales, a la vez que propone una atmósfera única de tensión e impactantes secretos. El resultado es una película desafiante que no agradará a la mayoría de la gente pero que definitivamente es estimulante. El final, sin embargo, flaquea un poco.