Many decades before NASA existed, Verne was already concocting theories, calculating trajectories, and proposing some unorthodox but rather charming ways of transporting a group of people outside our planet. For the French novelist, the solution was as simple as it was symbolic (a nod to America’s love for guns): the construction of a large cannon able to shoot a especially designed bullet. Inside this bullet, there were 3 men, ready to step foot on the moon for the first time in mankind’s history.
Using all the science and imagination at his disposal, Verne sent those 3 men to the moon. Supported by his own enthusiasm and his unbreakable faith on human resourcefulness, in Verne’s mind there were no doubts about the happy outcome of such endeavor. For Warren Ellis, however, there are many questions that remain in the air. Perhaps influenced by British skepticism or simply by his own devotion towards 19th century literature, Ellis focuses on the final fate of the Gun Club.
“The Gun Club” (published in Planetary # 18, February 2004) begins with Elijah Snow interrogating John Stone, the world’s best spy and a living tribute to the Cold War and the “Cold World”. As the leader of the Archeologists of the Impossible, Snow understands the importance of finding out what happened with the lost vessel of the Gun Club, which represents not only man’s first foray into space, but also the ingenuity of a group of adventurers in an era that lacked the necessary technology for such ambitious pursuits.
John Stone & Elijah Snow |
Subtly, Ellis plays with the narrative possibilities of actually finding the launching site of the Gun Club. Of course, artist John Cassaday plays a crucial role in reconstructing this scenario, mixing in equal amounts a certain melancholy as well as a sense of decay and desolation. As Elijah Snow and his team of archeologists admire the abandoned construction of the world’s largest cannon, they soon find the bullet. It has reentered Earth’s atmosphere after a century and a half of drifting around the moon.
Using her super-strength, Jakita Wagner opens the bullet-shaped rocket. And in an impressive splash page, Cassaday depicts the tragic end of the journey from the Earth to the moon. Crushed by the projectile’s acceleration, these 3 men had died seconds after the beginning of the journey. They were doomed to die for lack of oxygen, anyway. In Verne’s time, instead of vacuum of space people would talk about the aether, and in the novel these men had found a way to distill oxygen from the aether, which would have been absolutely useless since there is no such thing as aether surrounding planets. Furthermore, the inadequate design of the vessel and the extreme temperatures were also enough to cause the immediate death of the crew.
As Snow and Wagner walk around the remains of the launching site they reconcile the facts with the painful realization that, in 1851, these 3 men left behind their wives and their children to go to the moon, and they didn’t return until 150 years later. In the final page, Snow discovers that their families had been visiting the launching site for years, staring silently at the skies, waiting in vain for those lost explorers.
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Cuando Jules Verne escribió “De la Tierra a la Luna” a fines del siglo XIX, auspició inadvertidamente el incipiente género de la ciencia ficción. El concepto del hombre que viajaba a la luna era todavía fresco y nuevo, y en las manos de Verne esta idea era convincente, sólida y, sobre todo, estaba llena de verosimilitud.
The end of the journey / el final del viaje |
Jakita Wagner & Elijah Snow |
The world's largest cannon / el cañón más largo del mundo |
“El Club de la Pistola” (publicado en Planetary # 18, febrero del 2004) comienza con Elijah Snow interrogando a John Stone, el mejor espía del mundo y un tributo viviente a la Guerra Fría y al “Mundo Frío”. Como líder de los Arqueólogos de lo Imposible, Snow comprende la importancia de descubrir lo que sucedió con el bajel perdido del Club de la Pistola, que representa no sólo la primera incursión del hombre al espacio, sino también el ingenio de un grupo de aventureros en una época en la que carecían de la tecnología necesaria para tan ambiciosas actividades.
Sutilmente, Ellis juega con las posibilidades narrativas del hallazgo del sitio de lanzamiento del Club de la Pistola. Por supuesto, el artista John Cassaday juega un papel crucial en la reconstrucción de este escenario, mezclando en cantidades iguales cierta melancolía, así como una sensación de decadencia y desolación. Mientras Elijah Snow y su equipo de arqueólogos admiran la construcción abandonada del cañón más grande del mundo, encuentran la bala. Ha vuelto a entrar en la atmósfera de la Tierra después de un siglo y medio de estar a la deriva alrededor de la luna.
Usando su súper-fuerza, Jakita Wagner abre el cohete en forma de bala. Y en una impresionante página completa, Cassaday representa el trágico final del viaje de la Tierra a la Luna. Aplastados por la aceleración del proyectil, estos tres hombres habían muerto segundos después del comienzo del viaje. De todos modos, estaban condenados a morir por falta de oxígeno. En la época de Verne, en vez del vacío del espacio, la gente hablaba del éter, y en la novela estos hombres habían encontrado una manera de destilar oxígeno del éter, lo cual hubiera sido absolutamente inútil, ya que los planetas no están rodeados de éter. Además, el diseño inadecuado del vehículo y las temperaturas extremas también eran suficientes para causar la muerte inmediata de la tripulación.
Mientras Snow y Wagner caminan alrededor de los restos del sitio de lanzamiento reconcilian los hechos con la dolorosa constatación de que en 1851 estos 3 hombres dejaron atrás a sus esposas y a sus hijos para ir a la luna y no regresaron hasta 150 años más tarde. En la última página, Snow descubre que sus familias habían estado visitando el sitio de lanzamiento durante años, mirando en silencio los cielos, esperando en vano a los exploradores perdidos.