And isn’t unrequited love a risk factor for those who want to kill themselves? “The Kiss and the Make-Up” is an insightful and honest exploration of teen angst and the nature of love. The last time I saw Wiccan (Billy) and Hulkling (Teddy) in such emotional turmoil was in Avengers Children’s Crusade # 9, written by Allan Heinberg, the Young Avengers creator. In the last issue of that wonderful miniseries, Billy was depressed and his boyfriend Teddy, tried to do everything he could to cheer him up. Nothing seemed to work until Billy realizes that the future isn’t as horrible or dark as he had envisioned, and when the two boys kiss passionately, all problems seem to fade away. There was something special about this issue, so much that I chose it as the best single issue of 2012.
Young Avengers # 9 (“The Kiss and the Make-Up”), might very well be a strong contender for best single issue of 2013 and I’ll explain why. Kieron Gillen started this new ongoing series by showing us how much Billy loved Teddy, but he also introduced an element of doubt. I guess love can’t be seen as a perennial certainty; on the contrary, we all know that human relationships, no matter how intense or magic, are destined to evolve. Whether the change is for the better or the worse… that’s not for us to predict. Loki knows this and he had his reasons for making Billy wonder if his altering reality powers had anything to do with finding his prince charming.
Young Avengers to the rescue / Los Jóvenes Vengadores al rescate |
Trapped in limbo, Teddy and David kissed. Billy was already hesitating, and now, for the first time, Teddy starts having doubts too. The rest of the Young Avengers arrive in time to rescue their teammates, and after weeks of searching for Speed they decide to take a rest and make new plans. Therefore they return to Earth. And that’s where one of the most dramatic moments in the history of Young Avengers takes place: Teddy tells Billy that he’s leaving.
The two teenagers cry and hug each other, they understand the reasons behind this decision but that doesn’t make it any less painful. “I see Billy shatter […] he asks me to stay the night. I say no”. When I put down the book I had to take a long breath, I was in shock, almost as if somebody had broken up with me. The emotional impact was just as strong as the one I felt reading Heinberg’s Avengers Children’s Crusade. But this time I had no way of knowing what would happen next. Gillen wisely adds to the complexity of relationships, the complicated dynamics of teen angst and gay love.
Jamie McKelvie’s artistic proposal is consistent from the first to the last page. The empty space of the cover accentuates Teddy’s melancholy and prophesies his solitude, and the interior art is as sublime as ever. There is never a sign of hurriedness: there are no negligent choices in McKelvie’s deft and tidy drawing. His most elaborate designs are so neat that I can only imagine how many sketches he worked over and discarded before deciding on the final form and composition. A brilliant artist and an excellent writer turn this into the best ongoing series of 2013.
Young Avengers from parallel dimensions / Jóvenes Vengadores de dimensiones paralelas |
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The calm before the storm / la calma antes de la tormenta |
No sé si sería justo afirmar que los adolescentes gays sufren mucho más que los heterosexuales. Ciertamente, la adolescencia es una edad complicada, pero aun así pienso que es mucho más difícil para chicos gays, quienes son constantemente atacados, rechazados por sus padres y despreciados por la sociedad; y si observamos la tasa de suicidio en adolescentes ciertamente encontraremos una correlación entre la homosexualidad y la posibilidad de morir. Sí, por doloroso que sea, algunos de estos muchachos no llegan a la adultez.
¿Y cuando el amor no es correspondido, acaso no es ese un factor de riesgo para aquellos que quieren matarse? “El beso y la reconciliación” es una lúcida y honesta exploración de la angustia juvenil y la naturaleza del amor. La última vez que vi a Wiccan (Billy) y Hulkling (Teddy) en semejante caos emocional fue en Avengers Children’s Crusade # 9, escrito por Allan Heinberg, creador de los Jóvenes Vengadores. En el último número de esta maravillosa miniserie, Billy estaba deprimido y su enamorado, Teddy, hacía lo posible para intentar animarlo. Nada parecía funcionar hasta que Billy se da cuenta de que el futuro no es tan horrible ni tan oscuro como suponía, y cuando los dos chicos se besan apasionadamente, todos los problemas parecen desvanecerse. Hay algo especial en este número, tanto así que lo elegí como el mejor número único del 2012.
Young Avengers # 9 (“El beso y la reconciliación”), bien podría ser un competidor a mejor número único del 2013 y explicaré por qué. Kieron Gillen empezó esta nueva colección mostrándonos lo mucho que Billy amaba a Teddy, pero también introdujo un elemento de duda. Supongo que el amor no puede ser visto como una certeza perenne; por el contrario, todos sabemos que las relaciones humanas, sin importar qué tan intensas o mágicas sean, están destinadas a evolucionar. Si es que el cambio es para mejor o peor... es algo que no podemos predecir. Loki lo sabe y tenía sus razones al hacer que Billy se preguntara si sus poderes alteradores de la realidad tuvieron algo que ver al encontrar a su príncipe azul.
Billy & Teddy |
Atrapados en el limbo, Teddy y David se besan. Billy ya estaba dudando, y ahora, por primera vez, Teddy también empieza a tener dudas. El resto de los Jóvenes Vengadores llegan a tiempo para rescatar a sus compañeros, y después de semanas de buscar a Speed, deciden descansar y hacer nuevos planes. Por lo tanto, regresan a la Tierra. Y allí es donde ocurre uno de los momentos más dramáticos en la historia de los Jóvenes Vengadores: Teddy le dice a Billy que se va.
Los dos adolescentes lloran y se abrazan, entienden las razones detrás de esta decisión pero eso no la hace menos dolorosa. “Veo a Billy destruido […] me pide que pasemos la noche juntos. Le digo que no”. Cuando solté el cómic tuve que tomar aliento, estaba en shock, casi como si alguien hubiese roto conmigo. El impacto emocional era tan fuerte como el que sentí cuando leía "Avengers Children’s Crusade" de Heinberg. Pero esta vez no tenía forma de saber qué pasaría a continuación. A la complejidad de las relaciones, Gillen sabiamente añade la complicada dinámica de la angustia juvenil y el amor gay.
La propuesta artística de Jamie McKelvie es consistente desde la primera hasta la última página. El espacio vacío de la portada acentúa la melancolía de Teddy y profetiza su soledad, y el arte interior es tan sublime como siempre. Jamás hay una señal de apresuramiento: no hay elecciones negligentes en el fino e impecable dibujo de McKelvie. Sus diseños más elaborados son tan nítidos que lo único que puedo hacer es imaginar cuántos bocetos elaboró y descartó antes de decidirse por la forma y composición final. Un artista brillante y un escritor excelente hacen de esta la mejor serie mensual del 2013.