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July 15, 2015

Anderson PSI Division: Revenge - John Wagner, Alan Grant & Brett Ewins

It was known as “the galaxy’s greatest comic”, and I would be hard-pressed to find a better sci-fi anthology (in England or anywhere else in the world): 2000AD. The late 70s and early 80s were a golden age for this weekly British publication; during those years, writers such as John Wagner, Alan Grant, Peter Milligan, Alan Moore, Pat Mills, Neil Gaiman, Steve Moore and Grant Morrison created some of the most fascinating stories ever. 
Brian Bolland

At the same time, a group of wonderfully gifted artists started to gain recognition: Brett Ewins, Carlos Ezquerra, Mike McMahon, Dave Gibbons, Kevin O'Neill, Ian Gibson, Brian Bolland, Garry Leach, Bryan Talbot, Alan Davis, Brendan McCarthy, etc. It’s hard to believe that all of them were once under the same roof, editorially speaking. Obviously, with so many talented creators, 2000AD truly became the galaxy’s greatest comic.

When I was still in elementary school, my favorite comics were not published by either Marvel or DC. My heroes weren’t Superman, Batman, Spider-Man or the X-Men. The superpowered folk came into my life much later, when I was in high school. The heroes I admired were quite human in nature, and not just because they didn’t need superhuman abilities in order to save the day, but mainly because they seemed, at least to me, a lot more relatable than the traditional American do-gooders. I was a huge fan of Johnny Alpha (Strontium Dog), Sam Slade (Robo-Hunter), Rogue Trooper, Dan Dare, Judge Dredd and many others (which reminds me, by the way, that someday I should write a review about each one of these titles).

Among that elite group, perhaps Dredd was the one I respected the most. And along with Dredd, there came Judge Cassandra Anderson, from the PSI Division. A judge with psychic abilities and a very perky personality, Anderson has always been one of my favorite female characters. She was Dredd’s opposite, but in many ways she was also the ideal complement. If Dredd stands for science, logic and severity, Anderson embraces the supernatural, the instinct and a good sense of humor. 

Brett Ewins
So it’s only fitting that Anderson’s first appearance would involve the greatest supernatural threat Mega-City One had ever faced: the Four Dark Judges. Writers John Wagner and Alan Grant unleashed the dark judges in “Revenge” (originally published in 1985, in 2000AD progs # 416 through 427). Judge Death had been planning his revenge for a long time, and with the assistance of Fire, Fear and Mortis, he’ll wreak havoc upon Mega-City once again. At first, Death is able to manipulate Anderson, but eventually, Anderson’s telepathic powers give her the upper hand. “Anderson… I’ve always disliked your flippant attitude, but I’ve never –until recently– doubted your competence”, affirms Chief Judge McGruder. And indeed, against impossible odds, Anderson finally defeats the dark judges.


Brett Ewins
“Revenge” was released exactly 30 years ago, and to me it’s a special story for one reason: Brett Ewins. As I’ve mentioned before, back in the day, 2000AD was the home of the most gifted artists in comics. Many of them eventually migrated to the American comic book industry, becoming even more famous and influential. Others, however, did not. Ewins was one of them. Luckily for me, I had access to most of the stories he illustrated for 2000AD, such as a few Tharg's Future Shocks, some absolutely amazing Judge Dredd adventures (the excellent “Haunting of Sector House 9”, also scripted by Wagner, still remains amongst my favorites), and a couple of ABC Warriors and Rogue Trooper episodes. 

Ever since I was a child I found Ewins art absolutely captivating. He had a unique way of portraying gestures and facial expressions, and an amazing grasp on urban settings, his street punks and perps looked so real, and he was always so original when it came to futuristic clothing and gadgets. Ewins seemed to combine the best features of his colleagues: from Bolland, a delicate brush and an intense love for details; from McCarthy, a colorful extravagance and an untamed visual energy; from Gibbons, an absolute understanding of sequential storytelling; and so on. Ewins was one of the most brilliant British artists, and for decades he struggled with his inner demons, a battle that left him exhausted and diminished the amount and frequency of his artistic contributions. He passed away on February 2015. He hadn’t been drawing for over 10 years, but he had already left a precious legacy in the pages of Judge Dredd and Judge Anderson - PSI Division. 
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2000 AD” era conocido como “el cómic más grandioso de la galaxia”, y de hecho sería muy difícil encontrar una mejor antología de ciencia ficción (en Inglaterra o en cualquier otra parte del mundo). La edad de oro de esta publicación británica semanal empezó a fines de los 70s y continuaría hasta principios de los 80s; durante esos años, escritores como 
John Wagner, Alan Grant, Peter MilliganAlan Moore, Pat Mills, Neil Gaiman, Steve Moore y Grant Morrison crearon las más alucinantes historias. 
Judge Anderson

Al mismo tiempo, un grupo de maravillosos y talentosos artistas comenzaría a ganar reconocimiento: Brett Ewins, Carlos Ezquerra, Mike McMahon, Dave Gibbons, Kevin O'Neill, Ian Gibson, Brian BollandGarry Leach, Bryan Talbot, Alan Davis, Brendan McCarthy, etc. Es difícil creer que todos ellos estuvieron alguna vez bajo el techo de la misma editorial. Obviamente, con tantos creadores talentosos, 2000AD se convirtió verdaderamente en el mejor cómic de la galaxia.

Cuando yo todavía estaba en primaria, mis cómics favoritos no eran los que publicaba Marvel o DC. Mis héroes no eran Superman, Batman, Spider-Man o los X-Men. Los superhéroes entraron en mi vida mucho después, cuando ya estaba en secundaria. Los héroes que admiraba eran de condición bastante humana, y no sólo porque no necesitaban habilidades sobrehumanas para salir victoriosos, sino sobre todo porque resultaba, al menos desde mi punto de vista, mucho más fácil identificarse con ellos que con los tradicionales bienhechores estadounidenses. Fui un gran fan de Johnny Alfa (Strontium Dog), Sam Slade (Robo-Hunter), Rogue Trooper, Dan Dare, Judge Dredd y muchos otros (por cierto, algún día debería escribir una reseña sobre cada uno de ellos).


Entre ese grupo de élite, quizás Dredd era al que más respetaba. Y junto con Dredd, llegó la Jueza Cassandra Anderson, de la División PSI. Una jueza con habilidades psíquicas y una personalidad muy alegre, Anderson siempre fue uno de mis personajes femeninos favoritos. Ella era lo opuesto a Dredd, pero en muchos aspectos también era el complemento ideal. Si Dredd es sinónimo de la ciencia, la lógica y la severidad, Anderson reúne lo sobrenatural, el instinto y un buen sentido del humor.

the arrival of Death / la llegada de Muerte
Así que es lógico que la primera aparición de Anderson implicaría la mayor amenaza sobrenatural que Mega-City One había enfrentado: los Cuatro Jueces Oscuros. Los escritores John Wagner y Alan Grant liberan a los jueces oscuros en "Revancha" (publicado originalmente en 1985, en “2000AD” # 416 a 427). El Juez Muerte había estado planeando su venganza por un largo tiempo, y con la ayuda de Fuego, Miedo y Mortis, causaría estragos en Mega-City una vez más. Al principio, Muerte es capaz de manipular a Anderson, pero finalmente ella usa sus poderes telepáticos para ganar ventaja. “Anderson... siempre me ha disgustado tu actitud impertinente, pero nunca -hasta hace poco- he dudado de tu competencia”, afirma McGruder, la jefa de los jueces. Y, en efecto, contra viento y marea, Anderson finalmente logra derrotar a los jueces oscuros.
the dark judges / los jueces oscuros
"Revenge" se publicó hace exactamente 30 años, y para mí es una historia especial por una razón: Brett Ewins. Como he mencionado antes, en su día, “2000 AD” fue el hogar de los artistas más talentosos. Muchos de ellos eventualmente migraron a la industria del cómic estadounidense, haciéndose aún más famosos e influyentes. Otros, sin embargo, no lo hicieron. Ewins era uno de ellos. Afortunadamente para mí, tuve acceso a la mayoría de las historias que él ilustró para “2000 AD”; un puñado de “Tharg's Future Shocks”, algunas aventuras absolutamente increíbles de Juez Dredd (la excelente “Haunting of Sector House 9”, también con guión de Wagner, está entre mis favoritas), y un par de episodios de “ABC Warriors” y “Rogue Trooper”.
McGruder & Anderson
Desde que era niño el arte de Ewins me parecía absolutamente cautivador. Él tenía una manera única de retratar gestos y expresiones faciales, y una asombrosa comprensión de los entornos urbanos, sus punks callejeros y sus delincuentes se veían tan reales, y él siempre fue sumamente original cuando se trataba de retratar ropa futurista y todo tipo de artilugios. Ewins parecía combinar las mejores características de sus colegas: de Bolland, heredó un trazo delicado y un intenso amor por los detalles; de McCarthy, una colorida extravagancia y una energía visual sin domesticar; de Gibbons, un gran entendimiento de la narrativa secuencial; y así sucesivamente. Ewins fue uno de los artistas británicos más brillantes, y por décadas luchó contra sus demonios internos, una batalla que lo dejó exhausto y disminuyó la cantidad y frecuencia de sus contribuciones artísticas. Falleció en febrero del 2015. Él no había dibujado desde hacía más de 10 años, pero ya había dejado un valioso legado en las páginas de “Judge Dredd” y “Anderson - PSI Division”.

December 4, 2013

Freakwave & Mirkin the Mystic - Milligan & McCarthy

First version of Freakwave / primera versión de Freakwave
I grew up reading 2000AD, Britain’s weekly sci-fi anthology. 2000AD was the school of many of today’s most notable writers: Alan Moore, Grant Morrison, Peter Milligan, John Wagner, Alan Grant, etc. Sometimes with only 4 or 6 pages at their disposal, these writers had to find the way to tell a complete story and it had to be entertaining, surprising and original. I haven’t seen better examples of brevity and intensity than in 2000AD pages. 

I remember that I read at least a couple of Tharg’s Future Shocks written by Milligan and illustrated by McCarthy. They always had the habit of standing out. It wasn’t only the storyline elements or the unexpected final twists, it was the art. Even back then, McCarthy was different from the others. He was always ready to break down a barrier, to go against the established way of doing things. In fact, when he was illustrating Judge Dredd stories, his designs were too crazy… even for such an irrational place like Mega-City!

The beginning of Freakwave made me remember all those 2000AD adventures. Here Milligan describes a post-apocalyptic future, in which most of the planet’s firm land has been swallowed by the sea (fun fact: the authors tried to sell this as a movie script and were turned down by Hollywood, almost a decade later, Kevin Costner’s Waterworld was released). In this strange setting, a surfer –an explorer, a marauder– would travel from one wave to the other in search of provisions.  

Brendan McCarthy & Brett Ewins
However, after the initial chapters, Milligan changed the rules of the game. Instead of a story that could perfectly fit in the pages of 2000AD, he transmutes it into a philosophical and outlandish allegory. Suddenly, his world was transformed into an irrational land inhabited by eccentric individuals. And the skies were filled with floating heads, gigantic transports that seemed to come out from the deliriums of a crazy man. McCarthy, once again, decided to put all his creativity in these haunting and amazing images, and he was helped by another remarkable illustrator, Brett Ewins, famous for his intricate lines and highly detailed works. 

Mirkin the Mystic was a very different project. Presented as “a thing of air”, Mirkin is an intelligent and sophisticated lad; with his delicate and somehow effeminate manners he confirms his nobility and dignity. After taking a vow of chastity and temporarily retiring from his favorite club Le cércle pervers (the circle of perverts), Mirkin soon finds himself beleaguered by his old acquaintances.

What does a pederast, a hermaphrodite and other perverts want with this young man? Are they trying to corrupt his soul and soil his body? Or are they simply in need of a helping hand? Indeed, there is a plague upon the house of perversion –a plague that causes disfigurement and ruins the epicurean orgies of the members of the club– and Mirkin swears to find the man responsible for this malady.

Mirkin the Mystic  is “A perfectly formed and sweetly perfumed bonbon, delivered with a knowing smirk –and a heavy sigh of Weltschmerz”. Mirkin is the quintessential bon vivant, a closeted homosexual that lives surrounded by perverts and degenerates. He’s a dandy, an elegant and wealthy young man, but he’s also quite refined and well-educated. In order to save Le cércle pervers he travels to our world, rescues the skull of Oscar Wilde and, together, they find the origin of the plague and destroy it. It’s curious to observe how Wilde has inspired many comic book writers (Mike Carey talks about Oscar Wilde’s forbidden romance with Lord Alfred ‘Bosie’ Douglas in “The Unwritten” and Grant Morrison pays homage to Wilde with his “Sebastian O” and his hedonistic Club de Paradis Artificiel; we should highlight, however, that Milligan did it first with Mirkin).
Mirkin, a sophisticated and effeminate hero / Mirkin, un héroe sofisticado y afeminado

The reader just needs to take a look at the first page to realize that Mirkin the Mystic is the strangest wizard ever created. But, of course, how could it be otherwise if we take into account Mirkin’s inception: “Milligan sipping Russian champagne and listening to Noel Coward in an attempt to inhabit the ghost of Oscar Wilde, McCarthy lounging elegantly in Aubrey Beardsley’s buckled boots while he savors the enigmatic Flavor of the Flavored”. Certainly, McCarthy combines the sensibilities of Art Nouveau, Aubrey Beardsley, surrealism, Dadaism and other cultural currents in this truly wonderful work. If it’s true that physical reality can never be enough to satisfy the impossible demands of the mind, then it’s also true that McCarthy soars high above realism and sates our appetite for (visual) pleasure. 
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My life is bereft of temptation […] for I have yielded to everything /
Mi vida ha sido desprovista de tentaciones […] puesto que he cedido a todas

Crecí leyendo "2000AD", la antología británica semanal de ciencia ficción. "2000AD" fue la escuela de muchos de los más notables escritores de hoy: Alan Moore, Grant Morrison, Peter Milligan, John Wagner, Alan Grant, etc. A veces, con sólo 4 o 5 páginas a su disposición, estos escritores tenían que encontrar la manera de contar una historia completa y tenía que ser entretenida, sorprendente y original. No he visto mejores ejemplos de brevedad e intensidad que en las páginas de "2000AD". 

Recuerdo que leí al menos un par de los "Future Shocks" de Tharg escritos por Milligan e ilustrados por McCarthy. Siempre tenían el hábito de destacar. No sólo era la línea narrativa o el giro inesperado del final, era el arte. Incluso en ese entonces, McCarthy era diferente a los otros. Siempre estaba listo para romper alguna barrera, para ir en contra de la forma establecida de hacer las cosas. De hecho, cuando estaba ilustrando historias de Juez Dredd, sus diseños eran demasiado locos... ¡incluso para un lugar tan irracional como Mega-City!

El inicio de "Freakwave" me hizo recordar todas esas aventuras de "2000AD". Aquí Milligan describe un futuro post-apocalíptico, en el que la mayor parte de la tierra firme del planeta ha sido tragada por el mar (hecho curioso: los autores intentaron vender este guión a Hollywood y fueron rechazados, casi una década después, se estrenó "Waterworld" de Kevin Costner). En este extraño escenario, un surfer –un explorador, un forajido– viajaba de una ola a la otra en busca de provisiones.

Sin embargo, después de los capítulos iniciales, Milligan cambió las reglas del juego. En vez de una historia que podría encajar perfectamente en las páginas de 2000AD, él la transmuta en una alegoría filosófica y excéntrica. Repentinamente,  su mundo se transforma en una tierra irracional habitada por individuos estrambóticos. Y los cielos se llenan de cabezas flotantes, transportes gigantescos que parecían salir de los delirios de un desquiciado. McCarthy, una vez más, decidió poner toda su creatividad en estas cautivadoras y asombrosas imágenes, y fue ayudado por otro ilustrador notable, Brett Ewins, famoso por sus intrincadas líneas y sus trabajos altamente detallados.
A true heir of Oscar Wilde / un auténtico heredero de Oscar Wilde

“Mirkin the Mystic” fue un proyecto muy diferente. Presentado como “una cosa de aire”, Mirkin es un muchacho inteligente y sofisticado; él confirma su nobleza y dignidad con sus modales delicados y un tanto afeminados. Después de tomar un voto de castidad y retirarse temporalmente de su club favorito Le cércle pervers (el círculo de los pervertidos), Mirkin pronto se encuentra acechado por sus viejos camaradas.

¿Qué es lo que quieren un pederasta, un hermafrodita y otros pervertidos con este jovencito? ¿Están intentando corromper su alma y mancillar su cuerpo? ¿O simplemente necesitan una mano amiga? De hecho, una plaga ha caído sobre la casa de la perversión –una plaga que causa desfiguramiento y arruina las epicúreas orgías de los miembros del club– y Mirkin jura encontrar al hombre responsable de este malestar.

Mirkin el Místico es “Un bombón perfectamente formado y dulcemente perfumado, entregado con una sonrisita socarrona –y un fuerte suspiro de Weltschmerz”. Mirkin es la quintaesencia del bon vivant, un homosexual dentro del closet que vive rodeado de pervertidos y degenerados. Él es un dandy, un joven elegante y adinerado, pero también es bastante refinado y bien educado. Para salvar a Le cércle pervers viaja a nuestro mundo, rescata el cráneo de Oscar Wilde y, juntos, encuentran el origen de la plaga y la destruyen. Es curioso observar que Wilde ha inspirado a muchos escritores de cómics (Mike Carey habla sobre el romance prohibido entre Oscar Wilde y Lord Alfred ‘Bosie’ Douglas en “The Unwritten” y Grant Morrison le rinde homenaje a Wilde con su “Sebastian O” y su hedonista Club de Paradis Artificiel; sin embargo, deberíamos resaltar que Milligan se les adelantó).

El lector sólo necesita darle un vistazo a la primera página para darse cuenta de que Mirkin el Místico es el más extraño hechicero jamás creado. Pero, por supuesto, cómo podría ser de otra manera si tenemos en cuenta el nacimiento de Mirkin: “Milligan sorbiendo champagne ruso y escuchando a Noel Coward en un intento por habitar el fantasma de Oscar Wilde, McCarthy paseándose elegantemente en las botas con hebillas de Aubrey Beardsley mientras saborea el enigmático Sabor de los Sabrosos”. Ciertamente, McCarthy combina las sensibilidades del Art Nouveau, Aubrey Beardsley, surrealismo, dadaísmo y otras corrientes culturales en esta obra auténticamente maravillosa. Si es cierto que la realidad física nunca es suficiente para satisfacer las demandas imposibles de la mente, entonces también es cierto que McCarthy se eleva por encima del realismo y sacia nuestro apetito de placer (visual).