Certainly, over the years there were a few sporadic reinterpretations of Marvel Boy, although easily forgotten. The Scottish writer, however, took the notion of “the boy from another planet” and turned it into a fascinating sci-fi odyssey, rich in irony, political criticism and rebelliousness. Morrison’s scripts are fantastically illustrated by J.G. Jones, a very talented artist capable of doing impressive covers as well as stunning interior art. Jones pages are examples of graceful composition and fluid movement, successfully combining a clear storytelling with thoroughly rendered images. Few pencilers and inkers could have rivaled with Jones back in 2000, but what’s even more amazing is that he would continue to improve, perfecting his artistic style.
In the opening pages of “Hello Cruel World” (originally published in Marvel Boy # 1, August 2000), an alien spaceship from the Kree Empire is destroyed by the megalomaniac Midas; the young and reckless Noh-Varr (AKA Marvel Boy) becomes the sole survivor… however, he is apprehended by Midas, an ambitious and callous man who covets the power and knowledge that lies beyond the stars. But Midas isn’t aware of Noh-Varr’s strange abilities. The boy has the unique ability of transforming his own pain into sound waves only he can hear, so instead of suffering he literally relaxes listening to music. Immune to torture and impervious to threats, Noh-Varr also carries within himself the key to his freedom. In fact, “his body fluids are nanoactive”, something Midas discovers far too late. Noh-Varr is “the living weapon of an alien empire”.
After escaping from the Midas Foundation, Marvel Boy finds himself marooned in an alien planet (Earth) and completely alone (save for the assistance of Plex, an organic computer similar to the Kree’s Supreme Intelligence). In “Boy Vs World” (Marvel Boy # 2, September 2000), Noh-Varr faces a difficult dilemma: he can either try to fix his spaceship and return to his homeworld or he can avenge the death of his comrades and “fix the planet” in the process.
the Kree spaceship about to be destroyed / la nave espacial Kree a punto de ser destruída |
Marvel Boy versus the United Nations (New York) / Marvel Boy versus las Naciones Unidas (New York) |
Hexus, the living corporation / Hexus, la corporación viviente |
It’s very rare to find this kind of battle in superhero comics. Usually, you have the classic hero and the classic villain, beating the hell out of each other (maybe with a few variations here and there). But this time, the conflict is more philosophical than physical. The living corporation is an idea, and therefore it cannot die, in the same way that consumerism cannot cease to exist. In the end, Marvel Boy has no choice but to strengthen every corporation in the world so that they can suffocate Hexus before it completes its expansion plans. Corporative America can be a powerful enemy, but for Noh-Varr it’s obviously better to deal with the devil you know than the devil you don't.
Wounded after his confrontation with Hexus, Marvel Boy is defeated in “Exterminatrix!” (Marvel Boy # 4, November 2000). The beautiful but deadly Oubliette (AKA Exterminatrix) is the daughter of Midas; she’s an emotionally unstable girl, forced to live under the strict rules of someone who acts more like a dictator than a father. In “Zero Zero: Year of Love” (Marvel Boy # 5, December 2000) Marvel Boy and Oubliette slowly but surely give into their innermost desire. This isn’t simply a youthful affaire, because there is clearly a strong connection between Marvel Boy (the living weapon) and Oubliette (the ultimate huntress). They’ve both been refused the possibility of living a normal life, and whether they are on Earth or in the Kree Empire, they feel as outcasts. “Mindless: The End” (Marvel Boy # 6, March 2001) is the conclusion of Morrison’s brilliant miniseries. I won’t say much about this final chapter, except that it ended in a cliffhanger. Evidently, Morrison had the intention of returning to the character in the future, but that never happened. Fortunately, many years later Marvel Boy would reappear on the pages of Young Avengers (and Oubliette too), proving that such a charismatic warrior deserved to be on the spotlight again.
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Décadas atrás, “Animal Man” de Grant Morrison revolucionó la industria del cómic estadounidense; algo ya de por sí notable si tenemos en cuenta que se trataba de un personaje relativamente desconocido. Hace 16 años, Morrison decidió reinventar un personaje aún más rebuscado: Marvel Boy. Este superhéroe, simplemente descrito como “el chico de otro planeta”, en el primer número de “Marvel Boy” (diciembre de 1950) se perdería en el olvido durante casi medio siglo.
Midas versus Marvel Boy |
Ciertamente, a lo largo de los años hubo algunas esporádicas reinterpretaciones de Marvel Boy, aunque recibieron poca atención. El escritor escocés, sin embargo, tomó la idea de “el chico de otro planeta” y la convirtió en una fascinante odisea de ciencia-ficción, rica en ironía, crítica política y rebeldía. El guión de Morrison está fantásticamente ilustrado por J.G. Jones, un artista muy talentoso capaz de hacer portadas impresionantes, así como preciosas páginas interiores. El arte de Jones es un ejemplo de composición grácil y movimiento fluido, combinando con éxito una narración clara con imágenes minuciosamente trabajadas. Pocos dibujantes y entintadores podrían haber rivalizado con Jones en el 2000, pero lo que es aún más sorprendente es que él seguiría mejorando, perfeccionando su estilo artístico.
En las páginas iniciales de “Hola mundo cruel” (publicado originalmente en Marvel Boy # 1, agosto del 2000), una nave espacial extraterrestre del Imperio Kree es destruida por el megalómano Midas; el joven e impulsivo Noh-Varr (alias Marvel Boy) es el único superviviente... sin embargo, él es capturado por Midas, un hombre ambicioso y cruel que anhela el poder y el conocimiento de las civilizaciones alienígenas. Pero Midas no conoce las extrañas habilidades de Noh-Varr. El muchacho tiene la capacidad única de transformar su propio dolor en ondas de sonido que sólo él puede oír, así que en vez de sufrir se relaja escuchando música. Inmune a la tortura y a las amenazas, Noh-Varr también lleva dentro de sí la llave de su libertad. De hecho, “sus fluidos corporales son nanoactivos”, algo que Midas descubre demasiado tarde. Noh-Varr es “el arma viviente de un imperio alienígena”.
Después de escapar de la Fundación Midas, Marvel Boy se encuentra extraviado en un planeta alienígena (la Tierra) y completamente solo (con la excepción de Plex, una computadora orgánica similar a la Inteligencia Suprema de los Kree). En “Un chico versus el mundo” (Marvel Boy # 2, setiembre del 2000), Noh-Varr enfrenta un difícil dilema: puede tratar de arreglar su nave espacial y regresar a su planeta natal o puede vengar la muerte de sus compañeros y “arreglar el planeta” en el proceso.
Oubliette (Exterminatrix) |
Uno de los aspectos más interesantes de Marvel Boy es que él no es un héroe ni un villano, él es un joven alienígena (o ‘alienado’ como dirían algunos). Pese a que muestra desprecio por nuestra civilización, Noh-Varr no es cruel, es simplemente un joven desesperado que siente que debe luchar contra todo el mundo para sobrevivir. “Kampo de koncentración digital uno” (Marvel Boy # 3, octubre del 2000) es uno de mis números favoritos, precisamente porque explora la lucha interna de Marvel Boy y muestra lo complejo que puede ser como personaje. Esta historia tiene todo lo que se podría esperar del escritor escocés: una observación perspicaz de nuestra realidad, una metáfora original sobre nuestra forma de vida, una posición desafiante en cuanto a los valores tradicionales de la sociedad, y el tipo de conceptos irresistibles y de alto vuelo tan propios de Morrison.
En lugar de un Galactus (el devorador de mundos), en “Kampo de koncentración digital uno” tenemos a Hexus “la corporación viviente”. Hexus es “invisible, intocable. Una idea viviente”, una entidad parasitaria en constante crecimiento que migra de un planeta a otro, dejando al final sólo una superficie sin vida. Aunque en un principio se muestra reacio a ayudar a los humanos, eventualmente Marvel Boy entiende que la destrucción de la Tierra también significaría su propia muerte. Así que él lucha con todos los recursos a su disposición contra Hexus. Es una batalla difícil, porque Hexus apela al consumismo, al impulso que tenemos tan a menudo de adquirir productos que realmente no necesitamos. La corporación viviente tiene un objetivo muy claro “Pronto, Hexus será dueña de todo. Vamos a alquilarte el aire que respiras y los pensamientos que te permitamos tener”.
the Supreme Intelligence of the Kree / la Inteligencia Suprema de los Kree |
Es muy raro encontrar este tipo de batalla en los cómics de superhéroes. Por lo general, tenemos al héroe clásico y al villano clásico, dándose una paliza (tal vez con alguna que otra variación). Pero esta vez, el conflicto es más filosófico que físico. La corporación viviente es una idea, y por lo tanto no puede morir, de la misma manera que el consumismo no puede dejar de existir. Al final, Marvel Boy no tiene más remedio que fortalecer a todas las empresas del mundo para que puedan asfixiar a Hexus antes de que avance con sus planes de expansión. La América corporativa puede ser un enemigo poderoso, pero para Noh-Varr es obviamente mejor lidiar con 'malo conocido que malo por conocer'.
Herido tras su enfrentamiento con Hexus, Marvel Boy es derrotado en “¡Exterminatrix!” (Marvel Boy # 4, noviembre del 2000). La bella pero mortal Oubliette (alias Exterminatrix) es la hija de Midas; ella es una chica emocionalmente inestable, obligada a vivir bajo las estrictas reglas de alguien que actúa más como un dictador que como un padre. En “Cero cero: año del amor” (Marvel Boy # 5, diciembre del 2000) Marvel Boy y Oubliette poco a poco ceden al deseo íntimo. Esto es más que un amorío juvenil, porque hay claramente una fuerte conexión entre Marvel Boy (el arma viviente) y Oubliette (la cazadora definitiva). A ambos les negaron la posibilidad de vivir una vida normal, y ya sea que estén en la Tierra o en el Imperio Kree, se sienten como parias. “Sin mente: el fin” (Marvel Boy # 6, marzo del 2001) es la conclusión de la brillante miniserie de Morrison. No voy a decir mucho sobre este último capítulo, excepto que se quedó por continuar. Evidentemente, Morrison tenía la intención de volver al personaje en el futuro, pero eso nunca sucedió. Afortunadamente, muchos años después Marvel Boy reaparecería en las páginas de Young Avengers (y Oubliette también), lo que demuestra que un guerrero tan carismático estaba destinado a regresar al campo de batalla.