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March 12, 2012

Permiso para sentir

Here I am, fully reinvigorated. I had a wonderful weekend, although unfamiliar in some aspects. I really needed to get away for a couple of days and catch my breath.

About the alcohol, my former psychoanalyst said once that since my solution to everything is repressing things, the alcohol was the only way for me to let go of a few of those repressed things. I think I’m not repressing much nowadays, for the record.

I’ve been rereading comic books such as Daredevil, X-Factor, Sandman Mystery Theater Sleep of Reason (I think my trust in John Ney Rieber was excessive on this one), and of course Legion and Conan. Oh yeah, and I am out of bags and boards. Now I’m thinking that one day I am going to run out of space for my comic book collection.

Anyway, I’m including the final art for the drawing that I started a couple of weeks ago. It’s fully inked with a nib and Chinese ink, over lead pencils. It doesn’t look as astonishing as I had planned but it still looks much better than the stuff I used to draw a couple of years ago. Opinions? Comments? Feel free to post whatever it’s on your mind.

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Ya me siento listo para un concurso de coctelería, y estoy seguro que arrasaría con los premios ya no sólo en la categoría de ‘mejor pisco sour’ sino también en la de ‘mejor maracuyá sour’. Este fin de semana debo haber preparado alrededor de 35 copas de maracuyá sour, y teniendo en cuenta que hemos sido un grupo más bien pequeño creo que la cifra demuestra la enorme acogida de nuestro bebida de bandera.

Por supuesto, la demanda se ha distribuido más o menos equitativamente entre un día y otro, y gracias a seguir la máxima de beber con moderación, pude levantarme el domingo temprano para nadar media hora en la piscina. Cada fin de semana en Asia significa romper por completo con mi rutina en Lima, mientras aquí me esfuerzo por no evitar carbohidratos o vigilar calorías, allá termino por caer en la tentación. Gula pura. Qué maravilla. Del mismo modo, mi caminata habitual de 20 minutos desde mi casa en Barranco hasta la bajada de la playa desaparece y es reemplazada por media hora de nado nada sincronizado, pero que igual termina siendo un buen ejercicio. Algo es algo.

En fin, el próximo post seguramente será sobre la Legión de Súper-Héroes o Conan el bárbaro, pero lo cierto es que, para seguir la ilación, terminaré de narrar lo que empezó en el post anterior. Nos habíamos quedado en mi primer encuentro con el gran escritor Alfredo Bryce Echenique. No hay primera sin segunda, dijo alguien, y entre Bryce y yo podría decirse que tampoco hay segunda sin tercera, pero no nos adelantemos más de la cuenta. Ahí va, directo de mis archivos privados, mi segundo encuentro con Bryce (que, dicho sea de paso, incluye también mi segundo libro autografiado por este importante autor).

Sin permiso alguno

Fui lleno de entusiasmo a la presentación del libro de Bryce, y salí con más entusiasmo del que podría haber soñado. Me ha sido permitido sentir al máximo, alcanzar el punto culminante del sentimiento. Y “Permiso para sentir” es el título de la segunda entrega de las Antimemorias de Bryce.

El sentimiento, por supuesto, ha estado presente en cada minuto y segundo del genial discurso de Bryce. Nunca lo vi tan inspirado, ni tan reluciente de optimismo, ni tan alegre, ni tan sobrio. Claro, se iba echando sus tragos de vodka con jugo de naranja que, diligentemente, un mozo le iba sirviendo. Pero comparado a todas las veces que lo he visto, o las veces todas en las que ha sido entrevistado en televisión nacional, ahora era un ejemplo preclaro de sobriedad.
signed edition / edición autografiada

Además, fue simplemente genial empezar su discurso contando el por qué de la corbata que llevaba puesta, pasar a Balo, a varios amigos suyos, contar su accidentada estadía en una conocida isla griega, hecho narrado con magnífico sentido del humor, y así pasar por mil temas y personas, Louis Armstrong, Fidel Castro, García Márquez, el anterior gobierno del país, la situación de aquí, y un millón más de personas con temas, juntos y revueltos, para culminar en pocos minutos con el mejor discurso que he escuchado en la vida. Hay que tener de genio para tocar el corazón de las más de trescientas personas reunidas en el Miraflores Park Plaza; hay que tener más de genio para articular todas las narraciones diversas, sin tener nada escrito, puramente hablando, para alcanzar un discurso perfectamente coherente y entrañable y tierno, y con risas y lágrimas no sólo mías sino del resto del público. Y hay que ser genial, verdaderamente, para decir tantas cosas en una hora, sin que ni una sola palabra sea aburrida, y con tanta alma y tanto innegable y sublime acento propio.

Allí habló por ejemplo de su mama Rosa, la mujer que trabajaba en su casa y que prácticamente lo crió de niño. Y dijo que esa señora, a quien él visitó siempre, incluso con su madre en una de las épocas de mayor violencia, huelgas, llantas quemadas y manifestaciones salvajes, en lo peor de los años ochenta y noventa también, que esa señora dijo una de las dos frases más tristes que había escuchado en su vida. Él siempre la llamaba por teléfono, y una vez, respondiendo a la pregunta de cómo se encontraba, la respuesta fue, “aquí pues chinito” –ella le decía chinito de cariño, de toda la vida – “dándole pena a la tristeza”. Algunos años después, en una entrevista en El Comercio, Bryce señaló que se inspiraría en esta frase para una de sus futuras novelas.

Ese día [estamos en el 2005, este es un texto un poco viejito], Alfredo Bryce estaba de muy buen humor, con energía, con entusiasmo. Había sentido, había tenido permiso para sentir, al máximo y más, en la presentación de sus “Antimemorias 2: Permiso para sentir”. Los presentadores fueron Fernando Ampuero, Alonso Cueto [quien después sería mi profesor de taller de narrativa en la PUCP] y Abelardo Sánchez León, Balo para los amigos. Precisamente en la presentación de Balo, fue una lástima que Bryce acabara de salir de una seria depresión, según me enteré después, y tal vez el cansancio natural de haber estado hospitalizado, o los fuertes antidepresivos, o ambas cosas juntas, fueran las causas de su tan exhausta participación, y casi causas suficientes para no pedirle que me firmara el libro.
maracuyá sour

En esta ocasión, satisfecho por el anterior autógrafo, pensé que no era necesario uno segundo. Quedé tan satisfecho y emocionado después de las palabras de Alfredo Bryce que, honestamente, la noche podría haber terminado ahí y yo tan feliz. Debe haber hablado más de una hora seguida. Quizá mucho más, ni miré el reloj porque no despegaba la mirada del escritor, a quien veía perfectamente desde mi asiento en segunda fila. En ninguna otra ocasión vi a Bryce hablar tanto, ni tan bien, demostrando que estaba ya totalmente restablecido.

Luis Peirano Falconí [actual ministro de cultura], se había sentado a mi derecha. Hablé un poco con él pero la conversación al final fue entre Peirano y Alberto de Belaunde de Cárdenas [a él lo vi hace poco en la cata de vinos argentinos en Asia]. Peirano conocía ahí a todo el mundo, saludaba a treinta personas por minuto, y con casi todos se detenía a hablar unos segundos, sabiendo y recordando siempre qué debía decir y en mi caso se acordaba de mi última misión: obtener por primera vez la firma de Bryce. Y así uno lo veía a Peirano, el hombre de teatro más importante del país, proyectando su voz de un lado a otro del salón, a tal punto que yo supe que él estaba ahí desde temprano porque escuché su voz antes de verlo. Peirano tiene la mejor voz que un actor pueda desear, es una voz que parece imposible para los mortales corrientes. Y cuando fue con su esposa hasta la segunda fila, fue un honor escucharlo decir “bueno, nos sentaremos al lado de Arcadio”.

También me cayó muy bien Anita Chávez, la actual esposa de Bryce, que fue una desconocida pero muy elegante mujer que pidió permiso para sentarse en unos asientos que, de hecho, estaban reservados para ella y sus tres hijas. Y pidió permiso lindo, y habló lindo, y por supuesto saludó a Peirano pero se preocupó de saludar a los que estaban cerca, a mí me dijo hola sin saber quién era, pura amabilidad y simpatía.

Al final de la presentación saludé a Germán Coronado, director general de la editorial que publica a Bryce y a su esposa, Marta Muñoz. Y aunque deseaba acercarme a Bryce fue tan imposible como atravesar un muro de guardaespaldas. Lo que de verdad había era un muro circular de diez o quince fotógrafos, que seguían a Bryce incansablemente, y que lo fotografiaban cada dos segundos o cada paso, lo que sea que viniese primero, y si a ello sumamos el camarógrafo de la televisión, las luces para la cámara, el entrevistador de televisión, más fotógrafos y un bombardeo cruel y cegador de flashes y más flashes fotográficos, llegué a la conclusión que más fácil era atravesar el muro de guardaespaldas que esa locura mediática, fotográfica y televisiva e intrusiva. Alfredo Bryce, además de estar irremediablemente rodeado, era sujetado del brazo una y otra vez por figuras famosas que posaban felices a su lado, por escritores a los que el círculo permitía ingresar, y por varios sujetos importantes que sujetaban su brazo y hasta lo llevaban de un lado a otro, casi zarandeándolo, pero felices de ser fotografiados y tener asegurados sus comentarios y / o fotos en las páginas sociales.

También saludé a Saúl Peña Kolenkautsky, que nuevamente, como la otra vez, se quedó hablando con Alonso Cueto. Al final de la presentación, a la hora del brindis, las cosas se iban a nivelar. Y es que yo, a diferencia de la vida cotidiana, cuando empiezo a tomar entro en franca competencia; y, como nunca, se cumple esa máxima de lo importante no es ganar sino competir, por eso al día siguiente son los estragos de la competencia. Ni hablemos de cuando quedo en primer puesto.
my final version / mi versión final

En esta ocasión debo haber sido de lo más competentes o competitivos, si quieren, y seguramente habré quedado entre los primeros puestos. Como este hotel, ubicado en el malecón de Miraflores, con preciosa vista al mar y al costado de un apacible parque, además de lujoso, también fue suntuoso a la hora del brindis bienhadado. Además de las infaltables e inacabables copas de vino, tinto y blanco, hubo peruanísimo pisco sour y riquísimo vodka con jugo de naranja. Pero también, la gran novedad y mi favorita de la noche, fue una bandeja con una botella de Johnny Walker etiqueta negra que llegaba a mí siempre, porque yo la perseguía siempre, y casi sin darme cuenta del mozo que la llevaba, pedía por favor que sin hielo, sin agua, puro de pura pureza, y rápido por favor. Lo cierto es que había entrado de lleno en la competencia, y hasta había olvidado que aquí la velocidad nunca ayuda, sino más bien perjudica, que lo mejor es tomar con calma para poder tomar más y seguir haciéndolo.

Al final no había más whisky, pero fui tomando una tras otra mis copas de vino tinto, infaltables e inacabables, indispensables al menos. Me había quedado compitiendo y tomando, o ambas cosas que son una misma en esta competitiva vida nuestra. Por todas estas razones entremezcladas, y porque pude, me fui acercando donde un Bryce al que ya solamente lo rodeaban un par de fotógrafos y un grupo de amigos suyos, de los incondicionales. La gente se estaba yendo, y poco a poco los dos salones y el corredor, que era el espacio destinado para la presentación, fueron quedando prudencialmente deshabitados, al punto que ya podía estar cerquita a Bryce. Recordé el ceño fruncido de una señora a la que Bryce no firmó el libro, más tarde, le había dicho, y no quise apresurarme. En todo caso, al final de la presentación y al inicio del brindis, lo último que debe desear un escritor es ponerse a firmar, cuando lo primero que desea hacer es abrazar a todos sus amigos y charlar y estar tranquilo.

Ya había pasado una hora pero en ese lapso mucha gente se había retirado. Por eso, aproveché para estar al lado de Bryce, casi hombro con hombro, escuchando quizá maleducadamente su conversación con amigos, quedándome ahí como si fuera un amigo más. Alfredo, una foto juntos, ¿te parece bien? Fue todo lo que hizo falta para tener al día siguiente la foto más preciada y valiosa del mundo, una foto en la que Bryce sujeta su vaso de vodka con limón mientras a mí me sostiene una copa de vino tinto, y probablemente, sin esa copa sosteniéndome me hubiera desplomado como un saco de papas. Solamente nosotros dos. Ya luego me tomaron otra foto en la que Bryce me está firmando una segunda vez un libro, este libro, que es segunda parte del primero que me había firmado primero. Cuando puse a prueba mi suerte él me dijo te firmo el libro pero rápido para que nadie más se dé cuenta. Esa complicidad fue un valor añadido. Ya cómplices le pedí mil disculpas por haberlo hecho firmarme el primer libro en aquella presentación, porque lo había visto tan mal y cansado y aún había insistido, él dijo que no te preocupes, ni me acuerdo. Mejor, y un poquito de peor. Mejor porque no me siento nada culpable por esa intrusión, pero un poquito peor porque eso quiere decir que no se acordaba de mí. Por último, le dije que esta vez Alfredo, has estado mucho mejor que en lo de Balo. Solo al final me di cuenta que lo estaba tratando de Alfredo y a Sánchez León de Balo, como si yo fuera uno más de los amigos. Siempre se ha dicho que en Perú todos admiran más a Vargas Llosa, pero quieren mucho más a Bryce. Yo a Bryce lo admiro muchísimo más y siempre lo he querido infinitamente más. Tal vez por eso que me terminé autoincluyendo en el grupo de los amigos, y por eso esas confianzas de decirle Alfredo como si se tratara de un antiguo y entrañable amigo, aunque también, ahora que lo pienso, con tantas novelas suyas y miles de páginas leídas, Alfredo Bryce Echenique sigue siendo un genial escritor, una maravillosa persona y por simple asociación de ideas, un amigo de la vida.

Es probablemente cierto que no hacía falta competir tanto, porque a esa hora cualquier hombre prudente hubiera dicho basta. Pero para mí no bastó todo el alcohol ingerido, pensando que mi vida es un gran vacío que única y ocasionalmente se llena con alcohol o con situaciones buenas y alegres que son tan infrecuentes, y así [siete años después, obviamente he cambiado de opinión, ya no considero mi vida como un gran vacío, aunque, claro, nada me impide tomar un par de veces a la semana o más, según la ocasión lo amerite].

Lo cierto es que al día siguiente fueron los estragos de la competencia. Ni pude desayunar ni almorzar, tampoco fui a la universidad. Además, tuve la sensación horrible de despertarme sin saber cómo había llegado a casa, y vi que el libro heroicamente había resistido unas manchitas de vino, y que por lo demás se encontraba en perfectas condiciones. Larga vida a la competencia y, cómo no, a Bryce.

February 24, 2012

Dédalo - DanzkArt

Klass (2007)

Directed by Ilmar Raag

The law of the jungle is fair and kind compared to the law (or lack thereof) of high school. 16 year-olds can act with the utmost cruelty and viciously attack their peers. Contemporary psychologists call this phenomena bullying. And that’s exactly what Joosep is struggling against. He’s constantly bullied by a group of abusive boys that act under the guidance of Anders, the alpha male, the ultimate bully.

When the boys assault Joosep in the locker room and remove his clothes, leaving him completely naked, Kaspar, a boy that was part of Anders’s circle rebels against the abuse and saves Joosep from further mortification. Kaspar then embarks upon an almost impossible task, after all, he is an idealistic adolescent fighting against an abstract threat. He can fend off Anders for a while, but he cannot neutralize bullying as a continued and ever increasing practice in high school.

Anders ridicules Joosep persistently, accusing the defenseless boy of being gay. It doesn’t matter if Joosep is gay or not, the important thing is that Anders behaves like every other uncouth teen in the world: he relies on the homosexual phantasm in order to articulate himself in the symbolic order and, more accurately, in a place of power within the lawless dynamic of high school.  

Homosexuality is seen as a synonym of the abject, id est, the vilest, the very lowest condition of man. That’s why it’s also the most common insult among teens in Western (and perhaps Eastern) society. According to contemporary philosopher Slavoj Žižek, we should ask here a naive, but nonetheless crucial question: why does the Army so strongly rejects gays? For Žižek, there is only one possible consistent answer: not because homosexuality poses a threat to the ‘phallic and patriarchal’ libidinal economy of the military community, but, on the contrary, because the Army itself depends on a disavowed homosexuality as the key component of the soldiers’ male-bonding.

In fact, in any phallocentric society there will be a constant and insatiable need to humiliate the one who is different, the one who doesn’t act as virile or as manly as he should. And if there is no such person then every group of men will create this figure, even if it’s as a purely phantasmatic projection of their own fears and insecurities. This of course pertains to high-school, after all, adolescence is a difficult age in which the subject must reaffirm both sexual identity and gender role, something that is made all too clear in “Klass”.
my pencils / mis lápices

This flimsy concomitance of extreme and violent homophobia with thwarted (id est, publicly unacknowledged, ‘underground’) homosexual libidinal economy, bears witness to the fact that the discourse in high school can function only by censoring its own libidinal foundation. That’s why it’s impossible for the boys to divulge what is really going on in their lives: they cannot talk to their parental figures or teachers simply because the underlying social structure cannot be interpreted through language. What goes on in their lives is far more complex than simple aggression. It’s not a matter of fists, but minds.

When Kaspar decides to help Joosep, his other relationships start to disintegrate. Once a popular boy, Kaspar is now labeled as a pariah, joining Joosep in the murky confines of the land of the “losers” (it’s fascinating to observe that this dichotomy between popular kids and losers exists not only in the US but also in Estonia). Thea, Kaspar’s girlfriend, soon loses her patience. Why is he defending this pathetic, antisocial boy? For Kaspar is a matter of honor, is a matter of standing up and fighting against an unfair situation. If Anders represents power, Kaspar is the heroic resistance. Resistance is immanent to Power; although in the case of sexuality the disciplinary ‘repression’ of a libidinal investment eroticizes this domination attempt. This is why Anders is completely obsessed with the alleged homosexual condition of Joosep. Although very subtly, Ilmar Raag’s film presents a homophobic that could perfectly be a (very furious and frustrated) closeted homosexual. Anders also hates Kaspar because he’s dating a girl, and he’s man enough to defend his beliefs.
parrillada veraniega

Anders displays an obsessive behavior that obtains libidinal satisfaction out of the very compulsive rituals destined to chastise gays. That’s why when he fails to create the phantasy of homosexuality through an elaborate scheme of false e-mails sent to Kaspar and Joosper he chooses a more radical approach. A very typical masculine ritual is the practice of hazing –a ceremonial beating up or a humiliation of sorts. Should this practice be publicly disclosed the very dynamics of the heterosexual normativity would be undermined. Because to consider themselves as straight guys, these boys must depend on the mechanism of self-censorship: a mechanism which is effective only insofar as it remains in secrecy. Hazing seems to be accepted by teachers or parents as long as no one outside school finds out about them. That’s why in sports class no adult seems to worry about Joosep getting punched. In the same way, Joosep’s father gets mad at his son, not because of the hazing but because the hazing has escaped the boundaries of school and has reached their house. The rule is simple: violence can take place as long as it’s not discovered.

Anders’s new trap seems to work at first, when he captures Joosper and Kaspar in the beach. There, he menaces both with a knife; he then proceeds to put Kaspar on his knees and forces him to receive Joosep’s penis into his mouth... while filming everything with a digital camera. The hazing, of course, nowadays can be perpetuated through YouTube, Facebook or any other social network. Anders has planned to destroy the two boys, to make them feel so ashamed that they must either leave the school or commit suicide. But his plan has one error: as it has been stated, once these images are broadcasted online, the required self-censorship gets deactivated; thus vacating the place of power and creating a counter-power.

In other words, Anders can no longer be the leader, something made clear by the comments of the boys in his group, who feel disgusted at his actions. The homosexual slandering had been fundamental for them insofar as it had only worked in the dimension of the phantasm. Once homosexuality is embodied by the two victims, everything falls to pieces.
 

The Power edifice is never indestructible: to reproduce itself and contain its Other, it has to rely on an inherent excess which grounds it. To put it in the Hegelian terms of speculative identity, Power is always-already its own transgression, if it is to function, it has to rely on a kind of obscene supplement. Once Anders has degraded his two victims, he loses all power, and thus empowers Kaspar and Joosper who now feel compelled to exact revenge on the bully.

“Klass” is one of the most honest, heartbreaking, cruel and powerful films I’ve ever seen regarding teenagers, games of power and violence. Once violence escalates we know that tragedy ensues. Reminiscent of productions such as Gus Van Sant’s “Elephant” or Murali K. Thalluri's “2:37”, Ilmar Raag gets to the core of adolescence and creates an extraordinary story that dissects the nature of power and violence.  

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El día de ayer fui al DanzkArt en Dédalo, este evento presenta novedosas y lúdicas propuestas artísticas enfocadas en las simpáticas botellas de vokda Danzka. Los artistas invitados en esta ocasión fueron Neil Gayoso (LAMA), Entes & Pésimo, Silvana Llosa, Camila Rodrigo y José Antonio Mesones (Góster). Por supuesto, tratándose de un evento de Danzka, la barra repartió incansable tragos con vodka hechos al momento hasta las once de la noche.
ensaladas deliciosas

Mientras me tomaba mi segundo vaso de vodka con jugo de naranja, me encontré con mi gran amigo Augusto Rey, y nos quedamos conversando un rato mientras disfrutábamos de un trago bien heladito. También tuve el gusto de conversar con Julio Mateus, a quien conocí exactamente hace un año, cuando Augusto Rey postuló como candidato al congreso. Por esas casualidades curiosas, resulta que Julio no solamente es un buen cinéfilo sino que también conocía a mi amigo Alberto Schroth, poeta y fotógrafo.

Durante la noche también saludé a María Elena Fernández y a Eduardo Lores. Casi al final del evento, Sebastián Lores me comentó que esa misma noche también había algún tipo de actividad en Domingo, el espacio artístico que reemplazó lo que alguna vez fue el Cinematógrafo de Barranco. Salí de Dédalo y caminé un par de cuadras hasta llegar a la calle Pérez Roca, esperando encontrarme con Gabriel Lamas, uno de los gestores de este nuevo espacio.

Entré a Domingo con mi vaso llenísimo de vodka Danzka y decorado con un par de gajos de naranja, y me encuentro con Luis Cueto, que estudió conmigo en la PUCP, y que ahora escribe artículos para la revista Galería. Junto con él, un simpático y animado grupo de chicos se preparaba para continuar la juerga en otro lado. Dimos un par de pasos hasta la avenida San Martín para tomar un taxi, y en el trajín de un paso acelerado tras otro, mi vaso terminó por estrellarse contra el piso, adiós vodka. Lo cierto es que me sirvió para darme cuenta de que, por más que hubiese sido divertido subirme al taxi con Luis, y varios otros chicos que no conocía, quizá ya estaba abusando de mi capacidad física para metabolizar todo el alcohol que había ingerido... para la próxima será.

Lo que no dejaré para la próxima es la oportunidad de contarles mi pequeña hazaña del fin de semana en Asia. Como era cumpleaños de Ximena Castro de Quantrill, mi amigo Rodrigo hizo parrilla para treinta personas, un esfuerzo sobrehumano de horas que dio como resultado la carne más exquisita que uno podría desear. Yo, por supuesto, también colaboré preparando maracuyá sour para las treinta personas (y, por supuesto, también pisco sour). No hay nada más reconfortante que recibir felicitaciones, y escuchar tantos elogios a la vez, en inglés y en español, me hizo sentir como un barman profesional. Todo un éxito. Tanto así que cuando quise registrar el hecho, las copas de maracuyá sour ya habían volado, fíjense que apenas quedó una sola en el borde de la mesa. Una vez más, dejé encantados a los amigos peruanos e ingleses que estuvieron allí.

February 6, 2012

Séptimo festival del pisco sour - Wong Asia

7 festival del pisco sour
I had a great weekend. Every year, here in Peru, we celebrate pisco sour’s day -or rather weekend. So as usual, you get to drink for free and if you are interested you can compare the different varieties of our prestigious pisco.

I was checking my list of January comics and I realized that 10 out of 12 issues had the ‘(MR)’ tag… which means ‘Mature Readers’. I don’t know if that’s a sign of alert or what. Something must be happening. How can you explain that there are almost no ‘regular’ titles on my list? I mean, I just read The Legion of Super-Heroes: Great Darkness Saga, an ‘all audiences’ title from the early 80s which has its fair share of naiveté and politeness. But I digress…

Some friends were asking me why I sign my posts as Arion instead of using my real name Arcadio. Well, basically, it’s because I started posting on message boards in 2006. And I’ve always been Arion. I was one of  Newsarama’s most active users with thousands of posts before they eliminated the forums. I’m still quite an active member in Jinxworld.com with 14780 posts, theouthousers.com with 9660 posts and BleedingCool.com with 406 posts. So after having 25000 posts I decided it would be easier to keep posting as Arion over here. And that’s what I’ve done so far.

Although regardless of names or nicknames, my opinion is always the same. About my ‘Before Watchmen’ post I wanted to make a few clarifications. As I’ve seen in a few message boards, some people pretend to be more obtuse than they really are saying things like “Siegel and Shuster made a mistake in the 30s, almost 50 years later Moore should have known better”.

So what happened? When Alan Moore signed his contract with DC in the 80s, the comic book industry was very different from what it is today. For example, the graphic novel market didn’t exist. Today, every six issues of any given title are automatically collected in hardcovers and trade paperbacks, back in the Watchmen era, collected editions were extremely rare.
my 'mature readers' list / mis lista de 'lectores maduros'

So when Moore agreed on the terms of his contract he did so thinking, justifiably, that a collected edition of Watchmen would get out of circulation quickly and the rights of ownership would return to him. No one could have foreseen that with Watchmen a new market had been created: the graphic novels market. Watchmen and The Dark Knight Returns were the first ones, but then works like The Killing Joke or Arkham Asylum proved to be so successful that from that moment on, the comic book industry would no longer have to rely exclusively on single issues, now a new revenue source was at their disposal: trades and hardcovers.

Nowadays, we see two categories in monthly sales charts: single issues and graphic novels. So to those who say ‘Moore should have known better’ my answer would be short: ‘can you predict the future?’. Obviously nobody can, and Alan Moore had no divinatory powers to foretell the huge success of Watchmen. Because of its huge sales, Watchmen would stay in print since 1986 to 2012, and given the relevance and quality of this 12-issue miniseries, it will remain in print in decades yet to come.

In 2010 DC tried to renegotiate the contract with Moore, basically they promised him to give him back what was rightfully his with some conditions... he had to authorize prequels and sequels. Adi Tantimedh said it best: “Basically they [DC] were saying, «Hi!  We’ll give you back your kid if you let us keep pimping it out and raping it.  How about it, squire? »”. Of course, Moore didn’t compromise the artistic integrity of his ‘kid’ Watchmen, and eventually DC did what they had planned to do anyway. The worst thing about all of this? That probably thousands of fans are more than willing to spend money in these prequels. Now THEY should know better.     

Arcadio Bolaños (AKA Arion)
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Este fin se semana estuvo dedicado íntegramente a nuestra bebida de bandera, o mejor dicho, a nuestro cóctel de bandera: el pisco sour. El sábado estuve en el séptimo festival del pisco sour organizado por Wong en el Bulevar de Asia.
festival del pisco sour

El evento, como en años anteriores, tuvo bastante acogida y una enorme cantidad de gente pudo degustar gratuitamente diversos tragos a base de pisco. Me acompañaron Castro y Pamela, aunque como yo era el único que no tenía que manejar después, para variar, fui el más entusiasta en el tema de la degustación. Probé pisco sour, maracuyá sour, chicha sour, algarrobina, chilcano, pisco puro (variedades Italia, Quebranta y Mosto Verde). Además de conocidas marcas como Rotondo, Bianca, Ocucaje y el clásico Queirolo, pude probar algunas que me parecieron bastante prometedoras como Chalán Oro y Sarcay.

El festival de pisco de Asia sigue siendo uno de los eventos más incluyentes del sur, y es que cualquier habitante de Mala o Cañete puede ingresar libremente al bulevar y participar de esta celebración que nos recuerda por qué en verano hay pocas opciones más deliciosas que un pisco sour bien heladito. Lo único que me pareció preocupante fue la ausencia de importantes marcas de pisco que habían estado presentes en años anteriores, como Viñas de Oro. Esperemos que esta omisión sea subsanada en el verano del 2013.

Revisando mi lista de los cómics de enero compruebo que 10 de los 12 números tienen la etiqueta MR, es decir 'lectores maduros' por sus siglas en inglés. No sé si eso sea señal de alerta. Algo debe estar sucediendo. ¿Cómo explicarían que no hay títulos 'normales' en mi lista? Y eso que acabo de leer Legion of Super-Heroes: Great Darkness Saga, un título 'apto para toda la familia' con una cierta ingenuidad… pero estoy me yendo por las ramas...
Jinxworld, TheOutHousers & BleedingCool

Algunos amigos me han preguntado por qué utilizo el seudónimo de Arion en vez de mi nombre verdadero Arcadio. Bueno, básicamente, es porque empecé a participar en foros de cómics el 2006, y siempre fui Arion. Era uno de los miembros más activos de Newsarama hace años. Y todavía participo a diario en páginas como Jinxworld.com con 14780 posts, theouthousers.com con 9660 posts y BleedingCool.com con 406 posts. Así es que después de 25000 posts decidí que sería más fácil firmar como Arion. Y así lo he hecho hasta ahora.

Pero sin importar qué nombre o sobrenombre use, mis opiniones son las mismas. Ahora quería hacer algunas aclaraciones sobre mi post de 'Before Watchmen'. En algunas páginas he visto a algunos fans actuando como si fuesen más obtusos de lo que son realmente al decir cosas como "A Siegel y Shuster los estafaron en los años 30, 50 años después Moore tendría que haber sido más astuto".

Entonces ¿qué sucedió? Cuando Alan Moore firmó su contrato con DC en los 80, la industria del cómic no era lo que es hoy. De hecho, el mercado de las novelas gráficas no existía. Hoy en día, cualquier título que alcance los seis números es automáticamente recopilado en tomos de tapa dura y tapa blanda, pero en la época de Watchmen, estas recopilaciones eran extremadamente infrecuentes.

Cuando Moore accedió a los términos del contrato lo hizo pensando, justificadamente, que una edición recopilatoria de Watchmen no estaría mucho tiempo en circulación y los derechos de propiedad regresarían a sus manos. Nadie pudo prever que con Watchmen un nuevo mercado se había creado: el mercado de las novelas gráficas. Watchmen y The Dark Knight Returns fueron los primeros, pero luego obras como The Killing Joke o Arkham Asylum fueron tan exitosas que desde ese momento, la industria del cómic ya no dependía exclusivamente de los números sueltos, ahora una nueva fuente de ingresos estaba a su disposición: los tomos recopilatorios.
Newsarama

En la actualidad vemos dos categorías en los gráficos de ventas mensuales: números sueltos y tomos recopilatorios. Así que para aquellos que dicen que 'Moore debió haber sido más astuto' mi respuesta es corta '¿se puede predecir el futuro?'. Obviamente no, y Moore no tenía poderes adivinatorios para predecir el inmenso éxito de Watchmen. A causa de sus fuertes ventas, Watchmen seguiría en circulación desde 1986 hasta 2012, y dada la relevancia y calidad de esta miniserie de 12 ejemplares habrá nuevas reediciones en próximas décadas.

El 2010 DC intentó renegociar el contrato con Moore, básicamente le prometieron devolverle aquello que le pertenecía por derecho con algunas condiciones... él tenía que autorizar precuelas y secuelas. Adi Tantimedh lo dice claramente: "Básicamente ellos [DC] estaban diciendo, «¡Hola!, te devolveremos a tu hijo si permites que lo sigamos prostituyendo y violando, ¿qué te parece, caballero?»". Por supuesto, Alan Moore no comprometió la integridad artística de su 'hijo' Watchmen y eventualmente DC hizo de todos modos lo que había planeado. ¿Lo peor de todo? Que probablemente miles de fans están deseosos de gastar su dinero en estas precuelas. Son ellos los que deberían ser más astutos.

Arcadio Bolaños (AKA Arion)