47: Bob Layton [] 48: Dave Cockrum & Bob McLeod |
David Michelinie introduces a classic moral dilemma, one which we may have encountered before in other tales: in order to save a loved one, the protagonist must break the law. Although in this case, he’s also risking his own freedom, since getting caught will automatically send him to jail once more. Michelinie takes this premise and builds a very interesting story and, more importantly, a charismatic character. Scott Lang is a man who has paid for his errors in judgment, and yet he’s willing to sacrifice his new life if that means Cassie will get a second chance. Perhaps, in a way, Scott Lang is stronger than his predecessor Hank Pym because he has someone to fight for: a daughter. And as a father, nothing is more important to him than the child’s well-being.
Scott steals the original Ant-Man costume and the helmet, and he immediately uses his newly acquired power to find Erica Sondheim, a doctor specialized in an experimental laser procedure that might cure Cassie’s heart. The problem is that the doctor has been kidnapped by the Machiavellian Darren Cross, a superpowered individual obsessed with wealth and success. A confrontation between the new hero and the atypical villain is inevitable, and the showdown takes place in “The Price of a Heart!” (Marvel Premiere # 48, May 1979).
When I was reading these comics, I immediately remembered the Ant-Man movie. The movie is actually quite faithful to this origin story, although the filmmakers reinvented and expanded many of the comic’s subplots. I think Michelinie deserves a round of applause for achieving so much in only a handful of pages (combining both issues we’re talking of a little bit less than 40 pages). Anyway, I’m sure neither Michelinie nor Byrne expected to see their creation leaping to the big screen 36 years later. I wonder what was their opinion about the filmic adaptation. It has been rumored that Marvel’s plan in the late 70s was to launch a new series, starring Scott Lang as the new Ant-Man, but Byrne was so dissatisfied with Layton’s involvement in the project that he simply quit, and so the new title was canceled before it even got a chance to properly begin.
The action sequences, the miniaturized components, the insects and the villain’s design are all courtesy of penciler John Byrne, who provides the breakdowns for both issues. Bob Layton is in charge of the finished art and the inks, so the pages have more of Layton’s influence than anything else. Logically, the first cover was completely illustrated by Bob Layton, while the second one was done by Dave Cockrum and Bob McLeod.
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Cuando los héroes más poderosos de la Tierra se unieron por primera vez, el Universo Marvel cambió para siempre. Los miembros fundadores de los Vengadores fueron Iron Man, Thor, Hulk, Ant-Man (Hank Pym) y Wasp. Los 3 primeros eran tremendamente populares y cada uno de ellos tenía su propia colección, sin embargo, ese no era el caso con Ant-Man y Wasp. Eran recién llegados, y se hicieron famosos gracias a su afiliación con los Vengadores. Así que es comprensible que, rodeados por los superhéroes más poderosos del mundo, Hank Pym sentiría que no encajaba del todo, y eso lo llevó a pasar de Ant-Man a Giant-Man, y más tarde a Goliat. Esta excesiva necesidad de compensación lo haría abrazar un nuevo alias superheroica: Yellow Jacket.
Durante su época como Yellow Jacket, Hank Pym abandonó su traje original y su casco (lo que le permitía comunicarse con las hormigas). Y eso es precisamente lo que Scott Lang decide robar en “Robar un Ant-Man” (publicado originalmente en Marvel Premiere # 47, abril de 1979). De hecho, Scott Lang había sido encarcelado anteriormente por robo, y después de reformarse y conseguir un trabajo formal con Tony Stark, se entera de que su hija Cassie tiene una grave enfermedad cardíaca. De repente, el dinero que gana como un hombre honesto no es suficiente para pagar las facturas del hospital, por ello decide ser nuevamente un ladrón.
David Michelinie presenta un dilema moral clásico, uno que es posible que hayamos encontrado antes en otros relatos: con el fin de salvar a un ser querido, el protagonista debe romper la ley. Aunque en este caso, también está poniendo en riesgo su propia libertad, ya que si es capturado lo enviarán automáticamente a la cárcel una vez más. Michelinie toma esta premisa y construye una historia muy interesante y, lo más importante, un personaje carismático. Scott Lang es un hombre que ha pagado por sus errores de juicio, y sin embargo, está dispuesto a sacrificar su nueva vida si eso significa que Cassie tendrá una segunda oportunidad. Tal vez, de una manera, Scott Lang es más fuerte que su predecesor Hank Pym porque tiene a alguien por quien luchar: su hija. Y como padre, nada es más importante para él que el bienestar de la niña.
Scott roba el traje original de Ant-Man y el casco, e inmediatamente usa su recién adquirido poder para encontrar a Erica Sondheim, una doctora especializada en un procedimiento láser experimental que podría curar el corazón de Cassie. El problema es que la doctora ha sido secuestrada por el maquiavélico Darren Cross, un individuo con superpoderes obsesionado con la riqueza y el éxito. Una confrontación entre el nuevo héroe y el atípico villano es inevitable, y la brega se desarrolla en “El precio de un corazón” (Marvel Premiere # 48, mayo de 1979).
Cuando estaba leyendo estos cómics, recordé inmediatamente la película de Ant-Man. La adaptación fílmica es bastante fiel a esta historia de origen, a pesar de que los realizadores reinventan y expanden los argumentos secundarios del cómic. Creo que Michelinie merece un aplauso por lograr tanto en sólo un puñado de páginas (combinando ambos ejemplares estamos hablando de un poco menos de 40 páginas). De todos modos, estoy seguro de que ni Michelinie ni Byrne esperaban que su creación daría el salto a la pantalla grande 36 años después. Me pregunto cuáles serían sus opiniones acerca de la mega-producción. Existe el rumor de que el plan de Marvel a finales de los 70s era el lanzamiento de una nueva serie, protagonizada de Scott Lang como el nuevo Ant-Man, pero Byrne estaba tan insatisfecho con la participación de Layton en el proyecto que, simplemente, renunció, por eso el nuevo título fue cancelado antes de poder empezar.
Las secuencias de acción, los componentes miniaturizados, los insectos y el diseño del villano son cortesía del dibujante John Byrne, que proporciona las ilustraciones en los dos números. Bob Layton está a cargo de los acabados y las tintas, por eso estas páginas tienen mucha influencia de Layton. De hecho, la primera portada fue completamente ilustrada por Bob Layton, mientras que la portada del segundo número sería realizada por Dave Cockrum y Bob McLeod.