October 13, 2016

The X-Men: The Sentinels Trilogy - Roy Thomas & Neal Adams

There are two things which make a battle great -- the warriors and the stakes for which they compete”, explains Ben Raab in the foreword of Greatest Battles of the X-Men. In the case of the X-Men, the struggle is not only against a certain rival but also against abstract concepts like fear and prejudice. When Stan Lee and Jack Kirby created the Sentinels in “Among Us Stalk...The Sentinels!”, they combined in a single army of deadly robots these two notions. After all, the Sentinels were programmed to hunt and destroy mutants, but the real enemy was the man behind the programming.

In the original story, eminent anthropologist Bolivar Trask built the Sentinels to protect mankind from the mutants, but in the end he realized that his ‘cure’ was much worse than the ‘disease’, and he decided to sacrifice his life to destroy the Sentinels. However, Larry Trask blames the X-Men for the death of his father, and he rebuilds the Sentinels. So once again “The Sentinels Live!” (originally published in The X-Men # 57, June 1969). 

For Roy Thomas, the most horrifying aspect of the Sentinels isn’t their capacity for destruction but rather the fact that they are the embodiment of all the hate humans feel towards mutants. One of Thomas most inspired moments takes place in “Mission: Murder!” (The X-Men # 58, July 1969), when the Sentinels start capturing mutants all over the US (and the success of this operation prompts other nations to demand the use of Sentinels to decimate their mutant population). However, the public opinion is divided, despite all the propaganda, all the prejudices, there are men and women who cannot agree with the way mutants are being treated: “Americans begin to question the wisdom --even the constitutionality-- of this modern witch hunt”. That was Charles Xavier’s greatest concern when the Sentinels first appeared, and the situation is even more dangerous now. 

For Larry Trask, mutants are like garbage that needs to be eliminated. “How can one be humane… to monsters that aren’t even human”, affirms Trask, emphasizing that he’ll show the world “the true depths of mutant depravity”. Last time, Professor X played a key role in defeating the Sentinels, but this time he’s absent. So it’s up to Cyclops, Jean Grey, Angel, Beast and Iceman to come up with a plan in time to save themselves and the rest of the mutants that have already been captured.

One of the elements that I enjoyed the most about this Sentinels Trilogy, is the how ambitious in scope it is. In the original tale, the robots seems to be only after the X-Men. But this time both heroes and villains are chased down. In different pages we see the Sentinels attacking Mesmero and Magneto, imprisoning classic foes like Unus the Untouchable, the Blob or Mastermind. Even Scarlet Witch and Quicksilver are unable to escape from the large army of Sentinels. One by one, they all fall: Banshee, Havoc, Polaris, etc. 
Havoc
There is a reason why Cyclops is featured prominently in the cover of the final chapter “Do or Die, Baby!” (The X-Men # 59, August 1969). Because Cyclops, Jean Grey and Beast are the only ones left. They are the last X-Men but also the last mutants that can attempt to overcome the Sentinels. But despite their abilities, they don’t have enough power to stand against an entire army of Sentinels. In the final pages, Cyclops last desperate gambit pays off. He questions the Sentinels, finding a weak point in their strict robotic logic. If their mission is to protect humans, and annihilate mutants, then what happens with the fact that all humans are ‘mutated’ in a way? From Cro-Magnon to Neanderthal and then to Homo sapiens, our species has evolved (or mutated) through time. It’s quite interesting to observe that using his powers, Cyclops cannot win, but using his intellect, he rises victorious. 
Beast & Iceman
These three issues were penciled by the legendary Neal Adams and inked by Tom Palmer. Adams work is absolutely exquisite: harmonious, dynamic, vibrant, it combines the best attributes of men like Kirby, but adding a very unique style. Neal Adams plays with the basic structure of the page, changing the usual arrangement of panels. There is not a single monotonous image, everything the artist does is full of energy and visual beauty. Adams covers are iconic and breathtakingly dramatic. 
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Hay dos cosas que hacen que una batalla sea grandiosa -- los guerreros y aquello que está en juego y que los lleva a competir”, explica Ben Raab en el prólogo de “Las batallas más grandiosas de los X-Men”. En el caso de los X-Men, la lucha no es sólo contra un determinado rival sino también contra conceptos abstractos como el miedo y los prejuicios. Cuando Stan Lee y Jack Kirby crearon los centinelas en “Entre nosotros acechan... los centinelas”, combinaron en un sólo ejército de robots letales estas dos nociones. Después de todo, los centinelas fueron programados para cazar y destruir a los mutantes, pero el verdadero enemigo era el hombre detrás de esta programación.
Larry Trask

En la historia original, el eminente antropólogo Bolivar Trask construyó los centinelas para proteger a la humanidad de los mutantes, pero al final se dio cuenta de que su "cura" era mucho peor que la "enfermedad", y decidió sacrificar su vida para destruir a los centinelas . Sin embargo, Larry Trask culpa a los X-Men de la muerte de su padre, y él reconstruye a los centinelas. Así que una vez más “Los centinelas viven” (publicado originalmente en The X-Men # 57, junio de 1969).

Para Roy Thomas, el aspecto más horrible de los centinelas no es su capacidad de destrucción, sino más bien el hecho de que son la encarnación de todo el odio que los seres humanos sienten hacia los mutantes. Uno de los momentos más inspirados de Thomas está presente en “Misión: asesinato” (The X-Men # 58, julio de 1969), cuando los centinelas inician la captura de mutantes en todo los Estados Unidos (y el éxito de esta operación hace que otras naciones soliciten el uso de centinelas para diezmar a la población mutante). Sin embargo, la opinión pública está dividida, a pesar de toda la propaganda, y todos los prejuicios, hay hombres y mujeres que no pueden estar de acuerdo con la forma en que los mutantes están siendo tratados: “los estadounidenses comienzan a cuestionar la sabiduría --incluso la constitucionalidad-- de esta moderna cacería de brujas”. Cuando los centinelas aparecieron por primera vez, esa era la mayor preocupación de Charles Xavier, y la situación es aún más peligroso ahora.

Para Larry Trask, los mutantes son basura que necesita ser eliminada. “¿Cómo puede uno ser humanitario... con esos monstruos que ni siquiera son humanos?”, pregunta Trask, haciendo hincapié en que él va a mostrarle al mundo “la verdadera profundidad de la depravación mutante”. La última vez, el Profesor X jugó un papel clave en la derrota de los centinelas, pero esta vez él está ausente. Por eso le toca a Cyclops, Jean Grey, Angel, Beast y Iceman idear un plan para salvarse a sí mismos y al resto de los mutantes que ya han sido capturados.
Mesmero & Magneto
Uno de los elementos que más me gustó de esta Trilogía de los Centinelas, es su ambicioso alcance. En el relato original, los robots parecen perseguir únicamente a los X-Men. Pero esta vez tanto héroes como villanos son atrapados. En diferentes páginas vemos a los centinelas atacando a Mesmero y a Magneto, vemos el encarcelamiento de enemigos clásicos como Unus el Intocable, la Blob o Mastermind. Incluso Scarlet Witch y Quicksilver son incapaces de escapar. Uno por uno, todos caen: Banshee, Havoc, Polaris, etc.
Scarlet Witch & Quicksilver
Cyclops aparece en un lugar destacado de la portada del último capítulo “Haz o muere, bebé” (The X-Men # 59, agosto de 1969). Cyclops, Jean Grey y Beast son los únicos que quedan; no sólo son los últimos X-Men, sino también los últimos mutantes que pueden intentar vencer a los centinelas. Pero a pesar de sus capacidades, no tienen el poder suficiente para enfrentarse a todo un ejército de centinelas. En las páginas finales, Cyclops concreta un último y desesperado intento. Pone en duda el razonamiento de los centinelas, y encuentra un punto débil en su estricta lógica robótica. Si su misión es proteger a los seres humanos, y aniquilar a los mutantes, entonces qué ocurre con el hecho de que todos los humanos han "mutado" de una manera u otra. De Cromañón a Neanderthal y luego a Homo Sapiens, nuestros especie ha evolucionado (o mutado) a través del tiempo. Es muy interesante observar que usando sus poderes, Cyclops no puede ganar, pero al usar su intelecto, la victoria está garantizada.
Unus, Blob & Mastermind
Estos tres capítulos son dibujados a lápiz por el legendario Neal Adams y entintados por Tom Palmer. El trabajo de Adams es absolutamente exquisito: armónico, dinámico, vibrante, una combinación de los mejores atributos de hombres como Kirby, mezclados con un estilo muy singular. Neal Adams juega con la estructura básica de la página, cambia la disposición habitual de las viñetas. No hay una sola imagen monótona, todo lo que hace el artista está lleno de energía y belleza visual. Las portadas de Adams son icónicas e impresionantes.

October 10, 2016

Power Man versus Iron Fist - Chris Claremont & John Byrne

I've written about British authors on countless occasions. Perhaps that is something I do consciously, although I must admit years ago I wasn't aware of who exactly came from the United Kingdom... At some point I was sure that the best American creators were Chris Claremont and John Byrne. It didn’t occur to me, back then, that they were honorary Americans. Claremont and Byrne were actually born in England, although they both moved to the US at an early age.
48: Gil Kane [] 49: Ron Wilson
I wonder if that expatriate condition somehow made it easier for them to understand each other. I assume they had plenty of things in common due to their British background and their experience growing up in the United States. So it’s quite a funny coincidence that these British-born American comic-book creators would end up working in the same Marvel books, and not just once or twice. Claremont and Byrne teamed up in Iron Fist, and later in Luke Cage: Power Man, which would finally be retitled as Power Man and Iron Fist. Sadly, after only a few issues Byrne lost interest in the characters and decided to move on; shortly after Byrne’s departure, the title would be canceled.
50: Dave Cockrum

In “Fist of Iron -- Heart of Stone!” (originally published in Power Man # 48, December 1977), Luke Cage is blackmailed by crime boss Bushmaster. Forced to kidnap Misty Knight, Power Man breaks into the luxurious residence of Danny Rand (AKA Iron Fist), and runs into Colleen Wing. Enraged and desperate to complete his mission, Cage tries to subdue Wing, but the girl proves why she is so respected as an expert in martial arts. Claremont intensifies the tension and the suspense in a spectacular chasing sequence. 

As Power Man, Luke Cage is invulnerable and super strong, so he’s basically invincible in combat, and yet, Wing takes him by surprise thanks to her agility and stamina. Resourceful and smart, Wing proves to be a formidable adversary, and Claremont never exaggerates the extent of her abilities, after all, she’s only human, but her training and fighting skills give her a special advantage. Rand’s huge house provides Wing with more than a few places to hide, and that’s how she stalls Power Man long enough to Misty Knight and Iron Fist. It’s never easy to write a confrontation between an ordinary individual and a superhuman, but Claremont certainly knows how to make it work. 

Of course, another one of my favorite moments is the fight between Iron Fist and Power Man (marvelously announced in the cover by Gil Kane and Joe Sinnott). They both have extraordinary abilities and powers, and Claremont really understands what the consequences of such a fight would be. In the end, however, reason prevails. And Luke Cage explains how Bushmaster forced him to capture Misty Knight. 

“Seagate Is a Lonely Place To Die!” (Power Man # 49, February 1978) begins with a striking splash page, in which we get to see Iron Fist, Misty Knight, Colleen Wing and Power Man. In the late 70s, John Byrne was still refining his visual style but this particular page is an example of harmony, gravitas, composition and graphic excellence that, later on, would become Byrne’s trademark. Although in some pages Dan Green’s inks aren’t the best match for Byrne’s pencils, in this particular case the result is gorgeous. Coincidentally, I’d like to mention that the original black and white version of this page is included as an extra in the Marvel Universe By John Byrne Omnibus HC, and I can affirm that it’s absolutely impressive, even without the dashing coloring of Francoise Mouly and Ken Klaczak. The cover, by Ron Wilson and Frank Giacoia, pales in comparison with the stunning interior art.

After defeating Bushmaster in the abandoned Seagate prison (a place that Luke Cage knows too well, since he was incarcerated there for a crime he didn’t commit), Misty Knight at last finds evidence that proves Luke Cage’s innocence. “Freedom!” (Power Man # 50, April 1978) is a long-awaited celebration. Luke Cage has been exonerated but he still must fight against Stiletto and Discus. In the final pages, Luke accepts Iron Fist and Misty Knight’ invitation. From now on they’ll work together, a fact highlighted in Dave Cockrum’s dynamic cover.

After having read many other comics drawn by Byrne in the 70s, I can affirm that his best work was produced in collaboration with Claremont. They truly were the most wonderful creative team of the 70s and 80s, ushering in a new era of greatness for titles like X-Men. And all that immense potential can be found in this 3-issue saga of Power Man and Iron Fist. 
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He escrito sobre autores británicos en innumerables ocasiones. Tal vez lo hago conscientemente, aunque he de reconocer que hace años no sabía exactamente quiénes habían llegado del Reino Unido... En algún momento estaba seguro de que los mejores creadores estadounidenses eran Chris Claremont y John Byrne. No se me ocurría, en aquel entonces, que eran estadounidenses por opción propia. Claremont y Byrne en realidad nacieron en Inglaterra, aunque ambos se trasladaron a los Estados Unidos a temprana edad.

Me pregunto si esa condición de expatriados de alguna manera hizo más fácil que se entendieran entre sí. Asumo que tenían un montón de cosas en común debido a sus antecedentes británicos y la experiencia de crecer en los Estados Unidos. Así que es una coincidencia bastante curiosa que estos creadores de cómics norteamericanos nacidos en el Reino Unido terminarían trabajando en los mismos títulos de Marvel, y no sólo una o dos veces. Claremont y Byrne se juntaron en Iron Fist, y luego en Luke Cage: Power Man, que finalmente pasaría a llamarse Power Man and Iron Fist. Lamentablemente, después de sólo unos pocos números Byrne perdió el interés en los personajes y decidió alejarse; poco después de la salida de Byrne, el título sería cancelado.

En “Puño de hierro -- corazón de piedra” (publicado originalmente en Power Man # 48, diciembre de 1977), Luke Cage es chantajeado por el jefe criminal Bushmaster. Obligado a secuestrar a Misty Knight, Power Man irrumpe en la lujosa residencia de Danny Rand (también conocido como Iron Fist), y allí se encuentra con Colleen Wing. Enfurecido y desesperado por completar su misión, Cage intenta someterla, pero la chica demuestra por qué es tan respetada como una experta en artes marciales. Claremont intensifica la tensión y el suspenso en una espectacular secuencia de persecución.

Luke Cage es invulnerable y muy fuerte, es básicamente invencible en combate y, sin embargo, Wing lo sorprende gracias a su agilidad y resistencia. Ingeniosa e inteligente, ella demuestra ser una formidable adversaria, y Claremont nunca exagera sus capacidades, después de todo, ella es humana, pero sus habilidades de lucha y su entrenamiento le dan una ventaja especial. La enorme casa de Rand ofrece a Wing varios lugares para esconderse, y así es como ataranta a Power Man el tiempo suficiente para que lleguen Misty Knight y Iron Fist. Nunca es fácil escribir un enfrentamiento entre un individuo ordinario y un superhombre, pero Claremont sin duda sabe cómo hacer que esto funcione.

Por supuesto, otro de mis momentos favoritos es la lucha entre Iron Fist y Power Man (maravillosamente anunciada en la portada de Gil Kane y Joe Sinnott). Ambos tienen extraordinarias habilidades y poderes, y Claremont realmente entiende cuáles serían las consecuencias de semejante combate. Al final, sin embargo, prevalece la razón. Y Luke Cage explica cómo Bushmaster lo obligó a capturar Misty Knight.

“Seagate es un lugar solitario para morir” (Power Man # 49, febrero de 1978) comienza con una página muy llamativa, en la que podemos ver a Iron Fist, Misty Knight, Colleen Wing y Power Man. A finales de los 70s, John Byrne seguía refinando su estilo visual, pero esta página en particular es un ejemplo de la armonía, la sobriedad, la composición y la excelencia gráfica que, más tarde, se convertirían en la marca registrada de Byrne. Aunque en algunas páginas las tintas de Dan Green no son la mejor opción para los lápices de Byrne, en este caso en particular, el resultado es precioso. Por cierto, me gustaría mencionar que la versión original de esta página, a blanco y negro, se incluye como extra en el Universo Marvel de John Byrne Omnibus HC, y puedo afirmar que es absolutamente impresionante, incluso sin el vibrante colorido de Francoise Mouly y Ken Klaczak. La portada, de Ron Wilson y Frank Giacoia, palidece en comparación con la sorprendente técnica del arte interior.

Después de derrotar a Bushmaster en la prisión abandonada de Seagate (un lugar que Luke Cage conoce demasiado bien, ya que fue encarcelado allí por un crimen que no cometió), Misty Knight, por fin encuentra evidencia que demuestra la inocencia de Luke Cage. “¡Libertad!” (Power Man # 50, abril de 1978) es una celebración largo tiempo esperada. Luke Cage ha sido exonerado pero ahora tiene que luchar contra Stiletto y Discus. En las páginas finales, Luke acepta la invitación de Iron Fist y Misty Knight. A partir de ahora trabajarán juntos, una circunstancia que es destacada en la dinámica portada de Dave Cockrum.

Después de haber leído muchos otros cómics dibujados por Byrne en los 70s, puedo afirmar que su mejor trabajo fue realizado en colaboración con Claremont. Ellos realmente fueron el equipo creativo más maravilloso de los 70s y 80s, y marcaron el comienzo de una nueva era de grandeza en títulos como X-Men. Y todo ese inmenso potencial se puede encontrar en este pequeña saga de 3 capítulos.

October 4, 2016

September films / películas de setiembre

I’ve been extremely busy the past few weeks, but at least in September I managed to actually go to the movies twice. First, I went to the Union (which is free for all UWM students) and I saw Microbe et Gasoil (2015), an extraordinary coming of age tale that revolves around two ostracized boys (Ange Dargent and Théophile Baquet). The talented Michel Gondry delves deep into the minds of these adolescent misfits, constantly ostracized by their peers and consistently ignored or simply mistreated by their parents. The filmmaker plays with our expectations, challenging our own perception of what is and isn’t possible in the life of a couple of kids from Versailles. The first masturbatory experiences, the awkwardness of the first love, the insatiable curiosity about sex, and furthermore, the urgent need for adventure, will force the protagonists to build their own extravagant vehicle and abandon their respective homes, looking for an undefined and eternally unreachable adolescent dream. A masterpiece of contemporary French cinema, Microbe et Gasoil is definitely a must see.

Just a few days ago I also had a chance to go the Oriental Theatre with some of my colleagues (we got free tickets and I only had to walk one block to get there). Built as a “movie palace” in 1927, the Oriental Theatre has all the glamour of the past and the unique charm of the present, as it is currently participating in the Milwaukee Film Festival. I saw Ahora o nunca (2015), a very funny Spanish romantic comedy directed by Maria Ripoll. Although I don’t particularly enjoy this sort of productions, I must admit I got a few laughs out of it, and there were some moments that I really enjoyed.  
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He estado bastante ocupado las últimas semanas, pero al menos en setiembre me las arreglé para ir al cine dos veces. En primer lugar, fui a the Union (salía gratis para todos los estudiantes de UWM) y vi "Microbe et Gasoil" (2015), una extraordinaria historia sobre lo difícil que es crecer. El film gira en torno a dos chicos marginados (Ange Dargent y Théophile Baquet). El talentoso Michel Gondry se adentra profundamente en las mentes de estos adolescentes inadaptados, constantemente rechazados por sus compañeros y sistemáticamente ignorados o simplemente maltratados por sus padres. El realizador juega con nuestras expectativas, desafiando nuestra propia percepción de lo que es y no es posible en la vida de un par de chiquillos de Versalles. Las primeras experiencias con la masturbación, la torpeza del primer amor, la insaciable curiosidad sobre el sexo, y, además, la necesidad urgente de aventura, obligará a los protagonistas a construir su propio vehículo extravagante y abandonar sus respectivas casas, en busca de un indefinido y eternamente inalcanzable sueño adolescente. Una obra maestra del cine francés contemporáneo, Microbe et Gasoil es sumamente recomendable.

Hace pocos días también tuve la oportunidad de ir al Teatro Oriental con algunos de mis colegas (recibimos entradas gratuitas y solamente tuve que caminar una cuadra para llegar ahí). Construido como una "palacio de cine" en 1927, el Teatro Oriental tiene todo el glamour del pasado y el encanto único del presente, y es que está participando actualmente en el Festival de Cine de Milwaukee. Vi "Ahora o nunca" (2015), una divertida comedia romántica española dirigida por María Ripoll. Aunque no soy un gran fan de este tipo de producciones, debo admitir que pude reírme un poco, y hubo algunos momentos que disfruté mucho.

September 30, 2016

The Facts in the Case of the Departure of Miss Finch - Neil Gaiman & Michael Zulli

Information is a privilege and in many cases a most useful resource. Imagination, on the other hand, may be deemed as impractical or simply unnecessary. If you’re a writer, having information is certainly helpful, but nothing can replace imagination. “The Facts in the Case of the Departure of Miss Finch” (originally published by Dark Horse Comics as a hardcover edition in 2008) is a delightful standalone graphic novel that reuinites these two seemingly irreconciliable positions. 

In the opening sequence we get to meet a smart, successful and famous British writer (perhaps Neil Gaiman’s alter ego) who decides to go out with two writers, close friends of his, and the enigmatic Miss Finch, a woman who seems to be an expert in a number of scientific fields. She possesses more knowledge than anyone else, and she has no problems in sharing all this information with the protagonist and the rest of the group.

Due to a series of strange coincidences, they end up in a circus. But it’s not the typical circus. First of all, it’s located underneath the streets of London, in one of the oldest parts of the city. The men and women performing in the circle are very strange creatures, some of them barely resemble normal human beings. Of course, the protagonist and their friends, confidente in the information at hand, quickly theorize about the elaboration of luminic effects, complex makeup processes and many other tricks that might explain what they’re looking at. 

“We’re always processing more information than we imagine”, affirms the protagonist. And I’d like to add that we’re constantly working with our imagination, often in mysterious and unfathomable ways; and when it’s impossible to understand the world around us then we simply imagine a different world to make sense of it all. Slowly but surely, the protagonist begins to understand that there is something eerily real behind the acts he’s witnessing.

The public goes from one room to the next, and as they move forward, the show gets weirder and weirder. There are 10 rooms, just like there are 10 circles of hell in Dante Alighieri’s Divine Comedy. And in the same way that each one of the circles of hell represents an specific stage of condemnation or a special sin, each one of the rooms in the circus represents a different state of mind, a different mood, and a physical manifestation of those things that can only exist in fantasy books or old horror movies. 

In addition to vampires, zombies, Frankenstein monsters and other citizens of the underworld, we even get to see Alice Cooper warning the public about what they might run into. Neil Gaiman and Michael Zulli had already given us a very personal reinterpretation of singer Alice Cooper in “The Last Temptation”, and this time they rebuild some of the tension and histrionism from that graphic novel.

My favorite moment involves Miss Finch and the Cabinet of Wishes Fulfill'd. For the first time in her life, she’s offered the opportunity to make her innermost wish come true. “Beware what you wish for”, goes an old Chinese proverb. And indeed Miss Finch should’ve been careful… she has one wish: to go back in time and see in person the smilodons, the sabretooth tigers, she has studied and read about for years. And then something unbelievable happens: her dream comes true. 

There is a fascinating moment in which the protagonist steps into a prehistoric forest, and he feels that he’s being watched by animals. A few seconds later, he clearly sees Miss Finch, now a beautfil cavewoman, flanked by two sabretooth tigers. The temperature, the smell of the animals, the sounds, everything is so real that he realizes this is no trick. This is actually happening, and unless he takes the necessary precautions he may very well end up devoured by these beautiful but deadly beasts.

“The Facts in the Case of the Departure of Miss Finch” is magnificently illustrated by Michael Zulli. This time, however, the artist chooses looser lines instead of his usually meticulous and precise lines, there is an undeniable beauty in his expressionistic brushwork, and even if it’s quite different from his previous works (which were much closer to Durero’s etchings than the typical and average comic book drawing), it still succeeds in conveying just the right amout of visual information, while preserving a magical atmosphere that seems to permeate every single page. In books like The Fracture of the Universal Boy, I was left in awe after admiring Zulli’s highly detailed work, and in this Dark Horse graphic novel, I’m simply surprised by his versatility as a creator.  
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La información es un privilegio y en muchos casos un recurso muy útil. La imaginación, por otro lado, puede ser considerada como poco práctica o simplemente innecesaria. Para un escritor, tener información es ciertamente útil, pero nada puede sustituir a la imaginación. “Los hechos en el caso de la partida de la señorita Finch” (publicada originalmente por Dark Horse Comics como una edición de tapa dura el 2008) es una deliciosa novela gráfica independiente que reúne estas dos posiciones aparentemente irreconciliables.

En la secuencia inicial conocemos a un escritor británico inteligente, exitoso y famoso (tal vez el alter ego de Neil Gaiman) que decide salir con dos escritores, amigos cercanos, y la enigmática señorita Finch, una mujer que parece ser una experta en diversos campos científicos. Ella posee más conocimientos que cualquier otra persona, y no tiene problemas en compartir toda esta información con el protagonista y el resto del grupo.

Debido a una serie de extrañas coincidencias, ellos terminan en un circo. Pero no es el circo típico. En primer lugar, se encuentra debajo de las calles de Londres, en una de las zonas más antiguas de la ciudad. Los hombres y mujeres del circo son criaturas muy extrañas, algunos de ellos apenas parecen seres humanos normales. Por supuesto, el protagonista y sus amigos, confiados en la información, teorizan rápidamente acerca de la elaboración de efectos lumínicos, complejos procesos de maquillaje y muchos otros trucos que podrían explicar lo que están viendo. 

“Siempre estamos procesando más información de lo que imaginamos”, afirma el protagonista. Y me gustaría añadir que estamos trabajando constantemente con nuestra imaginación, a menudo en formas misteriosas e insondables; y cuando es imposible entender el mundo que nos rodea entonces simplemente imaginar un mundo diferente ayuda a dar sentido a las cosas. Poco a poco, el protagonista comienza a entender que hay algo extrañamente real detrás de los actos que está presenciando.

El público pasa de una habitación a otra, y mientras se mueven hacia adelante, el espectáculo se vuelve más raro y más raro. Hay 10 habitaciones, al igual que los 10 círculos del infierno en la Divina Comedia de Dante Alighieri. Y de la misma manera que cada uno de los círculos del infierno representa una etapa específica de la condena o un pecado especial, cada una de las habitaciones en el circo representa un estado diferente de la mente, un estado de ánimo diferente, y una manifestación física de esas cosas que sólo pueden existir en los libros de fantasía o en las películas de terror antiguas.

Además de los vampiros, zombis, monstruos de Frankenstein y otras creaturas del mundo subterráneo, también vemos por ahí a Alice Cooper dándoles advertencias al público. Neil Gaiman y Michael Zulli ya nos habían dado una reinterpretación muy personal del cantante Alice Cooper en “La última tentación”, y esta vez reconstruyen de modo similar la tensión y el histrionismo de esa novela gráfica.

Mi momento preferido involucra a la señorita Finch y el Gabinete de los deseos cumplidos. Por primera vez en su vida, a ella le ofrecen la oportunidad de hacer realidad sus deseos más íntimos. “Ten cuidado con lo que deseas”, dice un viejo proverbio chino. Y de hecho la señorita Finch debería haber sido cuidadosa... ella tiene un deseo: volver atrás en el tiempo y ver en persona a los esmilodontes, los tigres dientes de sable, que ha estudiado e investigado por años. Y entonces ocurre algo increíble: su sueño se hace realidad.

Hay un momento fascinante en el que el protagonista se mete en un bosque prehistórico, y siente que está siendo observado por los animales. Unos segundos más tarde, él ve claramente a la señorita Finch, ahora una hermosa cavernícola, flanqueada por dos tigres dientes de sable. La temperatura, el olor de los animales, los sonidos, todo es tan real que él se da cuenta de que esto no es un truco. Esto realmente está sucediendo, y a menos que tome las precauciones necesarias podría ser devorado por las preciosas pero mortales bestias.

“Los hechos en el caso de la partida de la señorita Finch” está magníficamente ilustrado por Michael Zulli. Esta vez, sin embargo, el artista elige líneas más flexibles en lugar de su enfoque por lo general meticuloso y preciosista, hay una innegable belleza en su pincelada expresionista, e incluso si es muy diferente de sus trabajos anteriores (que eran mucho más cercanos a los grabados de Durero que al típico dibujo de un cómic y promedio), igual logra transmitir una gran cantidad de información visual, preservando al mismo tiempo un ambiente mágico que parece impregnar cada página. En libros como “The Fracture of the Universal Boy”, me quedé asombrado después de admirar el trabajo tan detallado de Zulli, y en esta novela gráfica de Dark Horse, simplemente estoy sorprendido por su versatilidad como creador.

September 23, 2016

Teen Titans / Legion - Johns, McKone, Reis & Prado

After the cancelation of The Legion, DC editors had 2 options: they could either take a break and return to the franchise later on or they could simply discard everything that had been done in the title and reboot it completely. The editors decided to hit the reset button, a strategy that seems to have paved the way for many of DC’s latest (and failed) attempts to renew their superhero line. 

So in order to erase the previous continuity, the editors decided that it would be a good idea to have one final saga that would put a proper end to the legionnaires’ timeline. And since Superboy had been a legionnaire for almost a year, it made sense to involve the Teen Titans (after all, Superboy was also a member of the Teen Titans); the writer of “Superboy And The Legion” (published in Teen Titans # 16 and Teen Titans / Legion Special, November 2004) was Geoff Johns. 

In 2 fast-paced chapters, brimming with action scenes and spectacular battles, Geoff Johns brought together the Teen Titans (at the time he had been writing this new iteration of the Teen Titans since the first issue) and the young heroes of the 31st century. This time, the villains are the Fatal Five (Tharok, Emerald Empress, Mano, the Persuader and Validus), classic enemies of the Legion of Super-Heroes (their first apperance dates back to 1967). But they are not the same Fatal Five Timber Wolf fought against in “Legion Rookie Blues”, they’re the Fatal Five Hundred, and with their combined power they manage to destroy Legion World.
The Legion & Teen Titans
The outstanding art of the first chapter comes from the talented hands of Mike McKone (penciler) and Marlo Alquiza (inker). There is an impressive double-page spread in which 15 legionnaires welcome the Teen Titans, with a striking composition and energetic designs, McKone turns a simple meeting into a memorable scene. In another extraordinary double-page spread, we witness the destruction of Legion World. The stunning cover of Teen Titans # 16 was also illustrated by McKone, who pays homage to the classic photograph of American soldiers in WWII, an iconic image that has been reimagined and reinvented hundreds of times in comic books. 

Teen Titans / Legion Special one-shot has one of the best the artistic teams one could ask for at the time: Ivan Reis and Joe Prado (pencils) Marc Campos (inks) and Phil Jimenez and Andy Lanning (cover art). This was probably the first time I saw Reis and Prado working together, I immediately became a fan of their art; not only was it visually dynamic, but also graphically detailed. Not many artists can manage to include a large amount of details while making their characters come to life thanks to the movement and energy infused in the page; luckily, Reis and Prado were able to accomplish this and so much more (as an artist, I know how daunting it can be to draw dozens of characters in the same panel, but Reis and Prado pull it off gracefully and exquisitely). I’ve often said that Phil Jimenez may very well be the only living artist who could compete with the legendary George Perez, and taking a look at this cover explains why. Jimenez turns Superboy into the main figure, an axis that splits the cover in half. This helps to reinforce the notion that Superboy is an exscinded individual, he is a member of the Teen Titans but also a legionnaire, and now he must choose to remain in the future or return to the past. In the background there is fascinating array of characters, interacting with each other, fighting for their lives, and if we pay attention to each one of them, we’ll see that Jimenez has made an extra effort to draw even the minutest details, with such dedication and attention that one can’t help but to remember George Perez.
Legion World is destroyed / Mundo Legión es destruido
The final pages are a heartfelt farewell to the heroes of the 31st century. As the legionnaires are trapped in an interdimensional limbo, they bravely say “We’ll be all right! We’ve been lost before! Don’t worry about us! I promise you --we’ll survive! It’s what we do!”. And in December 2004, Mark Waid would inaugurate a new era of the Legion of Super-Heroes, starting from scratch. However, the heroes of the 30th century didn’t survive. Ironically, a few years later, the title would be cancelled due to low sales. For the first time after half a century of uninterrupted publication, the Legion of Super-Heroes would fall prey to the most dangerous enemy of them all: the incompetence of DC’s current editors.
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Después de la cancelación de la Legión, los editores de DC tenían 2 opciones: podían tomarse un descanso y volver a la franquicia más adelante o simplemente podían descartar todo lo que se había hecho en el título y reiniciarlo desde cero. Los editores decidieron apretar la tecla de reinicio, una estrategia que parece haber allanado el camino para muchos de los últimos (y fallidos) intentos de DC de renovar su línea de superhéroes.
Fatal 500
Así que con el fin de borrar la continuidad anterior, los editores decidieron que sería una buena idea tener una última saga que pondría punto final a la línea temporal de los Legionarios. Y puesto que Superboy había sido un legionario durante casi un año, tenía sentido involucrar a los Jóvenes Titanes (después de todo, Superboy era también un miembro de los Jóvenes Titanes); el escritor de “Superboy y la Legión” (publicado en Teen Titans # 16 y Teen Titans / Legion Special, noviembre de 2004) fue Geoff Johns. 

En 2 capítulos de ritmo rápido, llenos de escenas de acción y espectaculares batallas, Geoff Johns reunió a los Jóvenes Titanes (en esos años, él también escribía la colección regular de los Titanes) y a los heroicos adolescentes del siglo 31. Esta vez, los villanos son los Cinco Fatales (Tharok, Emerald Empress, Mano, el Persuasor y Validus), enemigos clásicos de la Legión de Súper-Héroes (su primera apariencia se remonta a 1967). Pero ellos no son los mismos Cinco Fatales a los que se enfrentó Timber Wolf en “Rookie Blue”, estos son los Quinientos Fatales, y con su poder combinado se las arreglan para destruir a Mundo Legión.
Brainiac 5 & Kid Flash

El excepcional arte del primer capítulo está en manos del talentoso dúo de Mike McKone (dibujante) y Marlo Alquiza (entintador). Hay una impresionante página doble en la que 15 legionarios les dan la bienvenida a los Jóvenes Titanes; con una composición llamativa y un diseño energético, McKone convierte una simple reunión en una escena memorable. En otra extraordinaria página doble, somos testigos de la destrucción de Mundo Legión. La impresionante portada de Teen Titans # 16 también fue ilustrada por McKone, quien rinde homenaje a la fotografía clásica de los soldados estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial, una imagen icónica que ha sido rediseñada y reinventada cientos de veces en los cómics.

Teen Titans / Legion Special tiene uno de los mejores de los equipos artísticos que uno podría desear: Ivan Reis y Joe Prado (lápices), Marc Campos (tintas) y Phil Jimenez y Andy Lanning (portada). Esta fue probablemente la primera vez que vi a Reis y a Prado trabajando juntos, de inmediato quedé encantado; no sólo por el dinamismo visual, sino también por el nivel de detallismo. Pocos artistas pueden incluir una gran cantidad de detalles y a la vez lograr que sus personajes cobren vida gracias al movimiento y energía infundida en la página; por suerte, Reis y Prado fueron capaces de lograr esto y mucho más (como artista, sé lo desalentador que puede ser dibujar decenas de personajes en la misma viñeta, pero Reis y Prado lo consiguen con gracia y buen tino). A menudo he dicho que Phil Jimenez quizá sea el único artista vivo que podría competir con el legendario George Pérez, y al echar un vistazo a esta portada entendemos por qué. Jiménez convierte a Superboy en la figura principal, un eje que divide la portada por la mitad. Esto ayuda a reforzar la idea de que Superboy es un individuo escindido, él es un miembro de los Jóvenes Titanes, y también un legionario, y ahora tiene que optar por permanecer en el futuro o volver al pasado. En el trasfondo hay una fascinante variedad de personajes, que interactúan entre sí, luchando por sus vidas, y si prestamos atención a cada uno de ellos, vamos a ver que Jiménez ha hecho un esfuerzo extra para dibujar incluso los más mínimos detalles, con tal dedicación y atención que uno no puede dejar de recordar a George Pérez.

Las últimas páginas son una emotiva despedida a los héroes del siglo 31. Cuando los legionarios se encuentran atrapados en un limbo interdimensional, afirman con valentía “¡Vamos a estar bien! ¡Hemos estado perdidos antes! ¡No os preocupéis por nosotros! ¡Prometemos que -- sobreviviremos! Siempre lo hacemos”. Y en diciembre de 2004, Mark Waid inauguraría una nueva era en la Legión de Súper-Héroes, comenzando desde cero. Sin embargo, los héroes del siglo 30 no sobrevivieron. Irónicamente, unos años más tarde, el título sería cancelado debido a las bajas ventas. Por primera vez después de medio siglo de publicación ininterrumpida, la Legión de Súper-Héroes sería derrotada por el enemigo más peligroso de todos: la incompetencia de los editores actuales de DC.