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September 10, 2013

7 Against Chaos - Harlan Ellison & Paul Chadwick

I grew up dreaming about other worlds and other life forms. Earth, of course, wasn’t enough. Perhaps I felt reality was too ordinary. Bounded to an ugly neighborhood and a rather conventional existence I needed to know that there was something else, out there, beyond the stars.
Mourna, Hoorn, Kenrus, Tantalus, Urr, Ayleen & Leader 

When I was in high school it became obvious that others shared my feelings. There were even writers that had also felt confined in our dull society, and they had ventured into outer space armed with nothing but their typing machines and an unbridled imagination. I spent many afternoons reading the melancholic “Martian Chronicles” by Ray Bradbury, marveling at the adventures of Isaac Asimov’s juvenile hero Lucky Starr, admiring the magic of Poul Anderson’s “The Broken Sword” or comparing military strategy in “Starship Troopers” by Robert A. Heinlein. Frank Herbert, Harlan Ellison, Brian Aldiss and many more came from the library and stayed with me long after I had finished their books.
The 7 warriors in their secret base / los 7 guerreros en su base secreta

But there was something special in Harlan Ellison’s case. Besides writing novels and short stories, he decided to write comic books as well. He did it for Marvel, writing a memorable Avengers issue (I was lucky enough to read it in a reprint decades after it was published) and he also did it for more independent publishers, “A Boy and his Dog”, illustrated by Richard Corben would be a good example. Harlan Ellison is no stranger to the 9th art, and as soon as I found out that he was writing “7 Against Chaos” I knew I had to read it.

And I did. I sat down on a comfortable couch and I was back to where I left all those years ago. Suddenly the rockets to Mars as described by Bradbury were back in the sky; Lucky Starr’s daring exploits in Jupiter, Pluto and the rest of the solar system were possible again. Because this original graphic novel never forgets, not even for one page, that the name of the game is adventure.   

Harlan Ellison is faithful to the classic sci-fi approach, and that’s why “7 Against Chaos” takes place in our solar system. In the future, Earth has colonized many planets, and some men are wealthy enough to buy an entire world, and others are so miserable that work like slaves. In many ways, it’s the logical consequence of today’s inequity in regards to wealth distribution. 

It’s in this distant tomorrow that a mysterious man must reunite 6 warriors, 6 unique individuals with special abilities and talents. They have no reasons to save Earth, the planet that has become too proud and too arrogant to grant them the rights and benefits they deserve. Even so Mourna, the 7-foot Amazon with claws instead of hands, Urr, the renegade robot, Tantalus, the insect man, Ayleen, a Venusian phoenix in search of a nobility title, Hoorn, the cat burglar that lost his face and Kenrus, the disgraced scientist famous for being a paranoid genius, are recruited by an enigmatic leader. 
Earth is about to be destroyed / la Tierra está a punto de ser destruída

The moon of Titan, the lands of Mars, the jungles of Venus, the mountains of Jupiter, every planet and every satellite are part of a fantastic journey, a space odyssey filled with action, adventure, danger and incredibly dramatic moments. Harlan Ellison not only imagines the necessary technology to survive in these worlds, but also the society, the practices and rituals that have evolved there. That’s a fascinating aspect that we rarely find in mainstream comics, where aliens are portrayed in very conventional ways. Comic book writers tend to rely too much on the fiction and too little on the science, but Ellison knows how to balance the fiction and the science.

I won’t spoil the story but I’ll say this: I enjoyed it, and it sure reminded me of my teenage years and the sci-fi books I was so keen on. But there’s something else that makes “7 Against Chaos” a very special project: Paul Chadwick. Easily one of my favorite American authors, Chadwick is a great artist but he’s even a greater writer (Concrete, his masterpiece, is a must read). If the narrative feels so agile is thanks to Chadwick’s art and his many marvelous pages. He has given each world a unique look, and his alien designs are a joy to behold. Finally, Ken Steacy does a wonderful job with the coloring.

DC Comics hasn’t produced anything that could appeal to me in the past 6 or 7 years (and I mean DC, not Vertigo). However, this time, they have surprised me. 7 Against Chaos may be one of the best original graphic novels of the year. 
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Human evolution in danger / la evolución human en peligro

Crecí soñando con otros mundos y otras formas de vida. La Tierra, por supuesto, no era suficiente. Tal vez sentía que la realidad era muy ordinaria. Confinado a un feo vecindario y a una existencia bastante convencional, necesitaba saber que había algo más, allá lejos, más allá de las estrellas.

Cuando estaba en secundaria fue obvio que otros compartían mis sentimientos. Había incluso escritores que también se habían sentido encerrados en nuestra sosa sociedad, y se habían aventurado en el espacio exterior armados únicamente con sus máquinas de escribir y su imaginación desenfrenada. Pasé muchas tardes leyendo las melancólicas "Crónicas marcianas" de Ray Bradbury, maravillándome con las aventuras de Lucky Starr, el héroe juvenil de Isaac Asimov, admirando la magia de "La espada rota" de Poul Anderson o comparando estrategias militares en "Tropas del espacio" de Robert A. Heinlein. Frank Herbert, Harlan Ellison, Brian Aldiss y muchos más salieron de la biblioteca y se quedaron conmigo mucho después de que yo hubiese terminado sus libros.

Pero había algo especial en el caso de Harlan Ellison. Además de escribir novelas y cuentos, él decidió que también escribiría cómics. Lo hizo para Marvel, escribiendo un memorable episodio de "Avengers" (tuve la suerte de leerlo en una reimpresión décadas después de que fuese publicado) y también lo hizo para editoriales más independientes “Un chico y su perro”, ilustrado por Richard Corben sería un buen ejemplo. Harlan Ellison no es ajeno al noveno arte, y apenas me enteré de que escribiría “7 Against Chaos” sabía que tenía que leerlo.

Y lo hice. Me senté en un cómodo sofá y regresé adonde me había quedado todos esos años atrás. Repentinamente, los cohetes a Marte descritos por Bradbury surcaban otra vez el cielo; las audaces proezas de Lucky Starr en Júpiter, Plutón y el resto del sistema solar eran posibles nuevamente. Porque esta novela gráfica nunca olvide, ni siquiera por una página, que lo esencial es la aventura.  

Harlan Ellison es fiel al enfoque clásico de la ciencia ficción, y es por ello que “7 contra el caos” ocurre en el sistema solar. En el futuro, la Tierra ha colonizado muchos planetas, y algunos hombres son tan adinerados que pueden comprar un mundo entero, y otros son tan miserables que trabajan como esclavos. En cierto modo, es la consecuencia lógica de la actual inequidad en la distribución de riqueza. 

Es en este mañana distante que un misterioso hombre debe reunir a 6 guerreros, 6 individuos únicos con habilidades y talentos especiales. Ellos no tienen ninguna razón para salvar la Tierra, el planeta que se ha vuelto demasiado orgulloso y demasiado arrogante para otorgarles los derechos y beneficios que merecen. Aun así Mourna, la amazona de 2 metros y medio con garras en vez de manos, Urr, el robot renegado, Tantalus, el hombre insecto, Ayleen, una fénix venusiana en búsqueda de un título nobiliario, Hoorn, el ladrón que perdió su rostro, y Kenrus, el científico desgraciado famoso por ser un genio paranoico, son reclutados por un enigmático líder.  

La luna de Titán, las laderas de Marte, las junglas de Venus, las montañas de Júpiter, cada planeta y cada satélite son parte de este fantástico viaje, una odisea espacial llena de acción, aventura, peligro y momentos increíblemente dramáticos. Harlan Ellison no sólo imagina la tecnología necesaria para sobrevivir en estos mundos, sino también la sociedad, las prácticas y rituales que han evolucionado allí. Ese es un aspecto fascinante que rara vez encontramos en cómics de difusión masiva, en los que los aliens son retratados de modo muy convencional. Los escritores de cómics tienden a apoyarse mucho en la ficción y muy poco en la ciencia, pero Ellison sabe cómo equilibrar la ficción y la ciencia.
Mankind's histoy can be altered / la historia de la humanidad puede ser alterada

No revelaré las sorpresas de la historia pero diré esto: la disfruté, y vaya que me hizo rememorar mis años de adolescencia y los libros de ciencia ficción que tanto me gustaban. Pero hay algo más que hace de “7 Against Chaos” un proyecto muy especial: Paul Chadwick. Quizás uno de mis autores estadounidenses favoritos, Chadwick es un gran artista pero es incluso un mejor escritor ("Concrete", su obra maestra, es de lectura obligatoria). Si la narrativa se siente tan ágil es gracias al arte de Chadwick y sus muchas páginas maravillosas. Le ha dado a cada mundo una apariencia única, y sus diseños alienígenos son dignos de contemplar. Finalmente, Ken Steacy hace un gran trabajo con el coloreado.

DC Comics no ha producido nada que me atraiga en los últimos 6 o 7 años (y quiero decir DC, no Vertigo). Sin embargo, esta vez, me han sorprendido. "7 Against Chaos" bien puede ser una de las mejores novelas gráficas originales del año.

August 22, 2012

Saga of the Swamp Thing # 20 & 21 - Alan Moore, Day & Bissette


covers by Tom Yeates /portadas de Tom Yeates  
We live in a world without mystery. Science seems to have explained everything; there are no dark and secret corners, every island has long been discovered, every ancient culture has been studied, every aspect of the human mind has been investigated. And yet, we know nothing. 

When we are children, we see the world with excitement. Everything is new, everything is possible. Everything is a mystery. As we grow up, we find explanations for everything, we embrace reason and discard passion. Everything seems old, and we grow tired ever so easily.


Alan Moore reminds us of all this in “Loose Ends” (originally published in Saga of the Swamp Thing # 20 in January 1984), the extraordinary beginning of Moore’s epic run. The Swamp Thing sees himself as a human who has turned into a monster while Anton Arcane, his archenemy, is a human who has lost even his last shred of humanity. Either way, they’re both monstrous elements that can never fit into the world. 


Arcane is dead, and Swamp Thing is persecuted by an army of mercenaries under the orders of Sunderland. Sunderland is a successful entrepreneur, a self-made man who has built a vast financial empire. He intends to kill this creature of the swamps of Louisiana. And, against all odds, he succeeds. 


Like Goya said once, “the sleep of reason produces monsters”, and Sunderland is all reason, cold rationality and selfishness. His men arrive with weapons and reflectors. The entire forest is surrounded by lights, and suddenly, all comforting shadows are gone. The mystery of the Swamp Thing is revealed, confronted and dealt with.


There is a strong sense of nostalgia in Moore’s pages, which reminds me of a couple of particularly moving tales. One of them is from “The Spirit” by Will Eisner, and it describes the youthful passion of a dreamer who wants to travel and discover an island, who wants to do what the great explorers of the past have done, and he sets about in this unfruitful journey, and in the end, he and his companion realize that there are no more islands to discover, no virgin lands; as painful as it sounds, there is nothing new under the sun. 


In a similar venue, in the novella "The Queen of Air and Darkness" by Poul Anderson a group of men in an alien planet hear rumors about strange beings that resemble mythical creatures from Celtic legends. Can this be possible? In a future in which technology has eradicated life’s greatest enigmas, this might very well be the last mystery on the galaxy. And, of course, once they find the answer they seek, they realize that by eliminating mysteries their lives are now even emptier than before. 


Moore manages to convey a similar feeling of hopelessness. We see the desperate fight of the Swamp Thing, but in the end, the sheer numbers of his opponents overpower him. Moore is famous for his full script approach, and the result is a magnificent visual composition, penciled by Dan Day and inked by John Totleben; using birds or plants as part of the framing, the beauty of the page is made evident not only by the thorough renditions of bodies and shadows but also by the astounding design. 

Loose Ends / Cabos sueltos
In Moore’s first issue, the protagonist is shot in the head and dies. So it’s only fitting then, to have his autopsy in the following chapter. A very unconventional beginning, but quite engaging at the same time. Saga of the Swamp Thing # 20 (February 1984) is considered one of the best stand-alone adventures ever published. With this story -“The Anatomy Lesson”- Alan Moore ushers in a new era of comic book storytelling. For decades to come, critics and authors will talk about deconstruction. I’d venture to say it all started here. 
Dan Day & John Totleben
Back in the day, Len Wein and Bernie Wrightson created the Swamp Thing. Years later, Wein got in touch with Moore and offered him to continue the saga of this spooky character. Moore agreed on a few conditions, one of them, was to re-tweak the origin. Moore creates a fascinating narrative that encompasses the primigenius birth and in doing so he finds structural fissures that he brilliantly resolves. He, therefore, applies deconstruction to this fictitious world. Now, I won’t spoil the story in case you haven’t read it (and if you haven’t what the hell are you waiting for?), but even if we forget for a second the groundbreaking ideas developed here, this issue also includes a great display of literary techniques. 
the death of Swamp Thing / la muerte de Swamp Thing

This isn’t a chronologically linear story, the first and last page are the present, while the rest are different moments in the past, we have situations that took place months and weeks ago, and others that occurred only a few days prior... Moore’s talent is more than enough to guide us effortlessly through this timeline, and everything fits together so brilliantly at the end of the issue. In “The Anatomy Lesson”, the narrator’s voice belongs to Jason Woodrue, the Floronic Man -an obscure DC villain that is transformed into a formidable opponent by the British writer. Moore usually enjoys shifting the focal point in his narrative, and that also implies talking through the voices of different characters: “I am laughing, laughing very loudly. Friends have told me it’s not a sound conducive to tranquility” […] “It won’t spoil things if there’s no blood. The blood doesn’t matter. Just the dying. The dying’s all that matters”.


The art is superb, and of course, how could it not be when you have Stephen R. Bissette as penciler, John Totleben as inker and Tatjana Wood as colorist? Bissette and Totleben are a perfect match, they are both inspired by masters such as Bernie Wrightson, but they also have new artistic proposals. Moore, Bissette and Totleben created a truly classic run, and now, almost 30 years later, it’s still much better than any other ongoing regular series. 

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The Anatomy Lesson / La lección de anatomía
Vivimos en un mundo sin misterio. La ciencia parece explicarlo todo; no hay rincones oscuros ni secretos, cada isla ha sido descubierta, cada civilización antigua ha sido estudiada, cada aspecto de la mente humana ha sido investigado. Y sin embargo, no sabemos nada.

Cuando somos niños, vemos el mundo con emoción. Todo es nuevo, todo es posible. Todo es un misterio. Cuando crecemos, encontramos explicaciones para todo, abrazamos la razón y descartamos la pasión. Todo nos parece viejo, y nos sentimos cansados.


Alan Moore nos recuerda todo esto en "Cabos sueltos" (originalmente publicado en Saga of the Swamp Thing # 20 en enero de 1984), el extraordinario comienzo de la épica etapa de Moore. Swamp Thing se ve a sí mismo como un humano que se ha convertido en un monstruo, mientras Anton Arcane, su archienemigo, es un humano que ha perdido hasta el último retazo de su humanidad. De un modo u otro, ambos son elementos monstruosos que nunca podrán encajar en el mundo.


Arcane está muerto, y Swamp Thing es perseguido por un ejército de mercenarios bajo las órdenes de Sunderland. Sunderland es un exitoso empresario que ha construido un vasto imperio financiero. Su intención es matar a esta criatura de los pantanos de Louisiana. Y, en contra de lo que podríamos esperar, tiene éxito.


Como dijo Goya alguna vez, "el sueño de la razón produce monstruos" y Sunderland es razón pura, racionalidad fría y egoísmo. Sus hombres llegan con armas y reflectores. El bosque entero está rodeado de luces y repentinamente las acogedoras sombras se desvanecen. El misterio de Swamp Thing es revelado, confrontado y eliminado.

Stephen Bissette & John Totleben

Hay un fuerte sentimiento de nostalgia en las páginas de Moore, que me recuerdan a un par de historias bastante conmovedoras. Una de ellas es de “The Spirit” de Will Eisner, y describe la pasión juvenil de un soñador que quiere viajar y descubrir una isla, quiere hacer lo mismo que los grandes exploradores del pasado, y se embarca en una travesía inútil y al final, él y su acompañante descubren que ya no quedan islas por descubrir, ni tierras vírgenes; puede sonar doloroso, pero lo cierto es que no hay nada nuevo bajo el sol.


De modo similar, en la novela breve "La reina del aire y la oscuridad" de Poul Anderson, un grupo de hombres en un planeta extraño escuchan rumores sobre raras criaturas que se asemejan a seres míticos de las leyendas celtas. ¿Puede esto ser posible? En un futuro en el que la tecnología ha erradicado los más grandes enigmas de la vida, este bien podría ser el último misterio de la galaxia. Y, por supuesto, una vez que encuentran las respuestas, se dan cuenta de que al eliminar los misterios sus vidas están ahora más vacías que antes.


Moore logra transmitir un sentimiento similar de desesperanza. Vemos la desesperada lucha de Swamp Thing, pero al final, es abrumado por la fuerza numérica de sus oponentes. Moore es famoso por sus guiones exhaustivos, y el resultado es una magnífica composición visual, dibujada a lápiz por Dan Day y entintada por John Totleben; al usar aves o plantas como parte de los encuadres, la belleza de la página se hace evidente no sólo por las cuidadosas ilustraciones de cuerpos y sombras sino por el asombroso diseño. 

En el primer número de Moore, el protagonista recibe una bala en la cabeza y muere. Así que tiene sentido que en el siguiente capítulo viéramos su autopsia. Un inicio muy poco convencional, pero realmente cautivador. Saga of the Swamp Thing # 20 (febrero de 1984) es considerada una de las mejores historias auto-conclusivas. Con esta historia -"La lección de anatomía"- Alan Moore genera una nueva era en la narrativa de los cómics. En las siguientes décadas, críticos y autores hablarán sobre la deconstrucción. Me aventuraría a decir que todo empezó aquí.
Floronic Man (Jason Woodrue)

Hace tiempo, Len Wein y Bernie Wrightson crearon a Swamp Thing. Años después, Wein se puso en contacto con Moore y le ofreció continuar la saga de este espeluznante personaje. Moore accedió con algunas condiciones, una de ellas era darle un nuevo giro al origen. Moore crea una narrativa fascinante que engloba el nacimiento primigenio y encuentra fisuras estructurales que resuelve brillantemente. Él, por lo tanto, aplica la deconstrucción a este mundo ficticio. Ahora, no arruinaré las sorpresas en caso que no hayan leído este cómic (y si no lo han hecho, ¿qué diablos están esperando?), pero incluso si olvidamos por un segundo las ideas innovadoras desarrolladas aquí, este número también reúne una gran variedad de técnicas literarias.


Este no es un relato linear cronológicamente, la primera y la última página son el presente, mientras el resto son diferentes momentos del pasado, tenemos situaciones que ocurrieron hace meses o semanas, y otras que ocurrieron sólo hace pocos días... El talento de Moore es más que suficiente para guiarnos sin esfuerzo a través de esta línea temporal, y todo encaja tan genialmente al final del número. En "La lección de anatomía", la voz del narrador pertenece a Jason Woodrue, el Hombre Florónico -un oscuro villano de DC que es transformado por el escritor británico en un formidable oponente. Moore usualmente disfruta cambiando el punto focal en su narrativa, y eso también implica hablar a través de las voces de diferentes personajes: "Estoy riendo, riendo a carcajadas. Me han dicho que no es un sonido que conduzca a la tranquilidad [...]" "No arruinará las cosas si no hay sangre. La sangre no importa. Sólo la muerte. La muerte es lo único que importa".


El arte es soberbio y, desde luego, ¿cómo podría no serlo con los lápices de Stephen R. Bissette, las tintas de John Totleben y los colores de Tatjana Wood? Bissette y Totleben trabajan muy bien juntos, ambos están inspirados por maestros como Bernie Wrightson, pero también tienen nuevas propuestas artísticas. La etapa de Moore, Bissette y Totleben es clásica, y ahora, casi 30 años después, sigue siendo mucho mejor que cualquier serie regular actual.