As we saw on “All Over the World”, Hark along with Doc Brass and other heroes were the equivalent of the Justice League in the 40s. Hark fell in battle protecting mankind, and as was described in “The Good Doctor”, Hark’s daughter took her father’s inventions and created a very profitable company: the Hark Corporation. This dark corporation would later on follow the guidelines of Randall Dowling (leader of the Four), and thus the once honorable name of Hark would get involved in concentration camps and in the slaughter of hundreds of men, as seen in “The Day the Earth Turned Slower”.
“Hark” (published in Planetary # 16, October 2003), is a pivotal point in the Planetary saga for two reasons: first, it marks a hiatus of two years between this and the previous issue (Planetary # 15, from 2001), which was much longer than the usual pause of 3 or 4 months between issues. A high-caliber artist like Cassaday could not, and should not, churn out 22 pages a month; for someone like Cassaday, time is a precious commodity, and the longer he takes to complete a project, the better it looks in the end. As I’ve pointed out in every review, Planetary works so well because of Cassaday’s art. I don’t think any other artist in the American industry could have been better suited for Ellis’ ambitious series.
martial arts movies / películas de artes marciales |
The second reason why this is such a meaningful chapter is because the British writer finally confronts us with the Hark legacy. Everything begins with an impressive fighting choreography that reminds us of the fantasy and magical elements in films such as Ang Lee’s “Crouching Tiger, Hidden Dragon” and Yimou Zhang's “Curse of the Golden Flower”. The sequence, beautifully illustrated by Cassaday, is an example of graceful movements, dynamism and visual strength.
In the final pages, Elijah Snow, as defiant as ever, shows up in Anna Hark’s office. She explains why she decided to make an alliance with the Four, as she believed they could never be defeated. But now that Snow has recovered his memory and his powers, things are about to change. Anna Hark affirms that she has “managed to give the world things, despite the Four”. And Snow replies harshly “crumbs, from a very rich table”. Once again, Ellis reminds us of the vast knowledge, the groundbreaking technology and the access to unlimited resources that have become an exclusive privilege of the Four. Like an evil version of the Fantastic Four, these quartet of dictators would rather annihilate humankind before sharing their treasures. Finally, with the help of Jim Wilder, Anna Hark promises to support Snow and the Planetary team.
In addition to Cassaday’s brilliant art, colorist Laura Martin (Laura Depuy in earlier issues), helps create a unique atmosphere with a subtle and yet rich color palette. Award-winning letterer Richard Starkings also does an outstanding job. Lettering has always been an important factor in the series, as each cover has a completely different design from the previous one, everything from the logo to the title’s fonts changes from one issue to the next, showing the commitment of this creative team when it comes to producing innovative material without recycling, not even once, any of their former designs.
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extraordinary fighting sequence / extraordinaria secuencia de pelea |
Creo que todos estamos familiarizados con las películas de artes marciales. Durante décadas, generaciones de espectadores han disfrutado con las peleas clásicas y el combate semejante a una danza entre maestros del Kung-Fu y/o del Karate. Si en ediciones anteriores Warren Ellis había reinterpretado las películas de Godzilla, las novelas pulp, las películas de serie B de los años 50 y un sinnúmero de elementos de la cultura pop, esta vez la trama principal gira en torno al guerrero oriental llamado Hark.
Como vimos en “Por todo el mundo”, Hark junto con Doc Brass y otros héroes eran el equivalente de la Liga de la Justicia en los años 40. Hark muere en batalla, protegiendo la humanidad, y como se describe en “El buen doctor”, la hija de Hark tomó los inventos del padre y creó una empresa muy rentable: Hark Corporation. Esta corporación oscura terminaría siguiendo las directrices de Randall Dowling (líder de los Cuatro), y por lo tanto el alguna vez honorable nombre de Hark se involucraría en campos de concentración y en la masacre de cientos de hombres, como vimos en “El día que la Tierra se volvió más lenta”.
"Hark" (publicado en Planetary # 16, octubre de 2003), es un momento fundamental en la saga de Planetary por dos razones: en primer lugar, marca un paréntesis de dos años entre este y el número anterior (Planetary # 15, de 2001), una pausa mucho más larga que la habitual de 3 o 4 meses entre ejemplares. Un artista de alto calibre como Cassaday no podía, y no debería, producir mecánicamente 22 páginas al mes; para alguien como Cassaday, el tiempo es un bien muy preciado, y cuanto más tiempo se tarda en completar un proyecto, mejor se ve al final. Como he señalado en todas las reseñas, Planetary funciona tan bien gracias al arte de Cassaday. No creo que ningún otro artista en la industria estadounidense podría haber sido más adecuado para la ambiciosa serie de Ellis.
Snow & Hark |
La segunda razón que hace de este un capítulo tan significativo es que el escritor británico finalmente nos confronta con el legado Hark. Todo comienza con una impresionante coreografía de lucha que nos recuerda la fantasía y los elementos mágicos en películas como “El Tigre y el Dragón” de Ang Lee y “La maldición de la flor dorada” de Yimou Zhang. La secuencia, bellamente ilustrada por Cassaday, es un ejemplo de movimientos gráciles, dinamismo y fuerza visual.
En las páginas finales, Elijah Snow, tan desafiante como siempre, se presenta en la oficina de Anna Hark. Ella explica por qué decidió hacer una alianza con los Cuatro, al creer que nunca podrían ser derrotados. Pero ahora que Snow ha recuperado su memoria y sus poderes, las cosas están a punto de cambiar. Anna Hark afirma que ha “logrado darle cosas al mundo, a pesar de los Cuatro”. Y Snow responde con dureza “migajas de una mesa muy rica”. Una vez más, Ellis nos recuerda el vasto conocimiento, la tecnología innovadora y el acceso a ilimitados recursos que se han convertido en un privilegio exclusivo de los Cuatro. Como una versión malvada de los Cuatro Fantásticos, este cuarteto de dictadores preferiría aniquilar a la humanidad antes de compartir sus tesoros. Finalmente, con la ayuda de Jim Wilder, Anna Hark promete apoyar a Snow y al equipo de Planetary.
Jim Wilder |