July 28, 2013

Semana del pisco

my drawing: from pencils to inks /
mi dibujo: del lápiz a la tinta
Sometimes people have a hard time understanding why I didn't read 90s comics. It is natural for them to be 90s fanboys, and although we are the same age, since I lived here in Peru it was easier for me to get access to comic books published in Spain, however, for some reason, only 80s stuff was available. 

So I am an expert of that era, not because I was born in a different date but because of, how should we put it, geographical accidents. It was like I had no other choice. So it was quite a shock, and a challenge, trying to catch up with years of issues that I had missed. It was so strange to get an issue of Superman printed in 1993 that my aunt would send me from the US and read it and compare it to the last issue I had read, in Spanish, with a cover date of 1987 or 1988. 


And the same applies to 2000 AD, I think I have read nothing published in the nineties, but I have a lot of issues from the early eighties and late seventies, and that’s what I like and reread the most, I just love it. 


So you could say I’m an honorary 80s boy, and I’ll always be. Anyway, I would love to read even older stuff, but since it is not a priority I keep saying I’ll buy Marvel Masterworks or DC Archives next time I have fifty bucks to spare, and of course there is never such a time. 


I love to get a USPS box (or a flat rate envelope) and just spend the entire day reading it all. I can’t keep comic books "in storage" and read them after a week, I have to read them instantly, and only if I have something very important to do I might postpone the task.


Evidently I don’t think we can find logic in such arbitrary situations as reading comic books. Anyway, I must say I have some sort of "order" when I get new comics. I used to start reading the ones I was less interested in (or the ones that were most likely to disappoint me). 


Nowadays I go with the art. I've found that daylight helps me enjoy the art a whole lot more, so now I choose the comics that have the best art and I give them priority. After sunset, I just turn on the lights and I read the ones that have bad art. Even so, sometimes it is really hard to make the decision, but you can’t read them all at the same time, can you?

I love to cook, this sure was a fun lunch / me encanta cocinar, y este almuerzo salió muy bien
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El Museo Pedro de Osma fue el escenario ideal para brindar con un buen pisco
Francamente, a mí no se me ocurre mejor manera de festejar estas fechas que con un buen trago. Y parece que no soy el único que piensa así. Hace un par de días, la alcaldesa de Barranco tuvo el buen tino de organizar el Día Nacional del Pisco en el Museo Pedro de Osma. Pese al frío del invierno, me animé a hacer acto de presencia y, para mi sorpresa me encontré con Angélica Noriega, que fue mi profesora cuando estaba en el colegio y actualmente es la regidora de Barranco. También me encontré con otros amigos, como Hugo Alegre. 

La celebración empezó con un brindis de pisco puro, un Italia aromático que se dejaba tomar muy bien. Luego hubo pisco sour, como debe ser. Y yo aproveché que muchos de los invitados, quizás cohibidos por la presencia de un trago helado en un día ya de por sí bastante gélido, se sirvieron apenas una vez, para servirme una y otra (y otra) vez. Por supuesto, todos disfrutamos de los bocaditos y los postrecitos que nos ofrecieron los atentísimos y jovencísimos mozos de Cenfotur.

Además de pisco, también hubo bocaditos y mini-postres

Hacía tiempo que no cocinaba, así que hace poco me animé. La invitada de honor, por supuesto, fue mi amiga María Fe. Entrada: pimientos rellenos de queso mozzarella con migajas de pan tostado. Plato de fondo: tortellinis con salsa blanca y lomito de cerdo al horno con champiñones y culantro. Postre: una exquisitez de coco y chocolate de Dolce Capriccio, cortesía de María Fe (yo debo haberme comido como dos o tres porciones… ¡rompí la dieta!). Maridaje: Una botella de Arium Albali Crianza 2005, un vino español que compré hace 8 años y que tenía reservado para una ocasión especial como esta. Todos disfrutamos de un ameno almuerzo y, qué duda cabe, pronto habrá otro.

July 26, 2013

Akira Chinen - Espacio y forma (Centro Cultural Ricardo Palma)

Not a mainstream Doryphoros
After years of collecting I've become very careful with how I keep my comics. I have a special set of shelves with a capacity of roughly 2000 comic books. When I had the original idea my collection was smaller, over the years I have had to store a lot of comic books in other places. One day I am going to run out of empty places, and the collection is going to keep getting bigger, and then I’ll have to find a way to fix the problem. 

I’ve never bought a database program. Amazing coincidence (or comic addicts think alike) but I shared with a few friends pretty much the same database concept. This is how I keep tabs on my collection: I have name of the series (2000 AD is the first thing you are going to find, I like to do things alphabetically), number (I have a couple of hundreds comics from Spain, so I add another line to keep track of the different numbering), cover date (obviously no one is going to have the patience to figure out when exactly a comic book has been published), publisher, title of the story, I also write if it is the first edition or second edition, then Writer, Penciller, Inker, Colorist, Cover Artist, periodicity (mini, ongoing, one-shot, OGN, etc), language (I have comic books in Spanish). 


Por el amor de Hirst

And instead of notes I have something I like to call Comments (basically I write the same thing you would usually find in the solicitation texts, e.g.: “Juston Seyfert is about to make a discovery that will change his life: the ravaged remains of a giant robot buried in his family's salvage yard! But what could a downtrodden, disillusioned high school sophomore possibly do with a 30-foot tall engine of destruction? Anything he wants!”; and if I am especially inspired I write a little something about the issue, of course nothing as elaborate as the stuff I write for the blog). 

And that’s it. It took me a while to start doing this but now to update it is very quick. I love to reread too, the oldest comics in my collection have been read like twenty times, but the newest ones only two or three times.

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The walking Barbie

La primera vez que vi un cuadro de Akira Chinen fue en la Galería Shock, se trataba de uno de sus famosos “muchachos orientalizados” (término acuñado por mi amigo Iván Fernández Dávila). Un joven, en efecto, de rasgos orientales, silueta esbelta y torso desnudo que, ensordecido por un par de audífonos nos encaraba a nosotros –los espectadores– con una mirada desafecta, casi fría, mientras no apuntaba con una pistola. Curiosamente, una flecha señalaba sus oídos y otra, más sutil, partía de sus caderas, en dirección a alguna región ignota ubicada algunos palmos más abajo del ombligo. El cuadro me impresionó muchísimo, y aunque busqué el nombre del autor no lo encontré por ninguna parte. Pregunté a los galeristas y ninguno supo darme razón. Asumo que, al tratarse de una galería que recién abría sus puertas, todo estaba todavía en proceso de (des)organización. Sin embargo, en el transcurso de las semanas mis pesquisas dieron resultado. El artista de ese cuadro que tanto me había gustado era Akira Chinen. Por cierto, tuve la oportunidad de tomarle una foto al cuadro en cuestión y lo pueden ver haciendo click aquí


Han pasado un par de años desde que la Galería Shock cerró sus puertas para siempre, pero si no fuera por ese espacio barranquino yo no hubiera conocido a Akira. O quizás sí. Al fin y al cabo, él y yo hemos coincidido con frecuencia en diversas galerías, y tenemos muchos amigos en común, y todos ellos (Iván Fernández Dávila, Elizabeth López, Eduardo Deza, José Luis Carranza, John Chauca, etc.) asistieron  puntualmente a la inauguración de “Espacio y forma”, la magnífica muestra individual de Akira en la Sala 770 del Centro Cultural Ricardo Palma. 

my drawing: final version / mi dibujo: versión final

Yo también estuve allí, claro, aunque no tan puntal como los demás. Y nuevamente, como en el 2011, volví a sentir esa intensidad, ese embelesamiento y ese goce intelectual frente a los cuadros de Akira. Desde aquellos de gran formato y colores sólidos, hasta la genial serie de cabezas, que se compone de 20 cuadros en formato pequeño en los que el artista nos deslumbre con su creatividad. Se trata de una propuesta muy ingeniosa, que incorpora elementos de la contemporaneidad al clasicismo del canon artístico (ese es el caso, por ejemplo, de “Not a mainstream Doryphoros”, en el que el epítome de la belleza masculina de la Grecia Antigua adquiere un aire desconsoladamente ‘fashion’ y postmoderno), que se burla abiertamente de la comercialización excesiva que domina al mundo de las galerías (así, nos ofrece “Por el amor de Hirst”, una suerte de sátira visual del famoso cráneo con incrustaciones de diamantes de Damien Hirst, artista británico amado y odiado, siempre polémico, y multimillonario) y que reelabora los referentes de la cultura pop, combinándolos magistralmente en divertidas y subversivas imágenes (“The walking Barbie” es un ejemplo idóneo, aquí la muñeca tan codiciada por las niñas se convierte en una muñeca-zombie, con la mitad del rostro putrefacto). El amor por los detalles, el trabajo minucioso y la belleza de la obra de Akira Chinen han superado mis expectativas. 


July 23, 2013

Doom Patrol vol. 1 - Grant Morrison & Richard Case

Brian Bolland
“The world needs the Doom Patrol, needs us more than ever. Don’t you see? There are areas in which only we are qualified to operate. When the rational world breaks down, we can cope, because we’ve been there, in ourselves. We have known madness, and delirium, and we’re no longer afraid”, proclaims Niles Caulder, the Chief, the man responsible for reuniting the “world’s strangest heroes”. 

In strangeness there’s power. Power that was squandered by unimaginative writers until Grant Morrison decided to recuperate the ‘strange’ factor, and amplify it exponentially. Crawling from the Wreckage is the result of this new approach, a four-issue arc that not only reinvigorates the Doom Patrol but also introduces new characters and reinvents old ones. 


The Scottish author delves deep into the marginal aspect of the members of this uncanny patrol. If you’ve ever read superhero comics growing up you must have felt identified with your favorite characters, maybe you even wanted to put on a cape and imitate Superman, or wear your red pajamas and pretend you could outrun Flash. Traditional superheroes are meant to be inspirational. Role models. The teenage power fantasy is reinforced by the ‘cleanly chiseled chin’ heroes and their sculptural bodies. You look at them, and you want to be like them. But, as Tom Peyer (the editor of the series in the late 80s) reminds us in his introduction, no one in his right mind would like to have his brain transplanted to a robotic body, or be covered in bandages like a mummy. The Doom Patrol never had the kind of heroes you wanted to emulate, on the contrary, it had the kind of heroes that you wouldn’t even want to shake hands with. 

Richard Case & Carlos Garzon

Of course, in order to preserve the quirkiness of the patrol it was necessary to make us remember what was so weird about them in the first place. In 1963, Leonard Drake and Bruno Premiani came up with a group of anomalous individuals that followed the instructions of their paraplegic leader. For some, the similarities between the Doom Patrol and the X-Men were more than evident (heroes saving a world that fears and hates them, ‘cerebral’ leader confined to a wheelchair, etc.), but there was one big difference between the Children of the Atom and the doomed adventurers: failure, both fictional and real. Because whereas Marvel’s book was a success, DC’s title –faithful to its name– was canceled due to low sales… and the protagonists died, sacrificing their lives in the dramatic final issue. 


And "Crawling from the Wreckage" (published in Doom Patrol # 19-22, from February to May, 1989) begins with an overcoming sensation of failure. Cliff Steele, AKA Robotman, is in a madhouse, depressed, frustrated and above all, furious; he can’t cope with the death of some of his teammates. He can’t shed any tears, since his robotic body won’t allow it. He has the urge to eat but he has no bowels, and when he looks at some of the pretty nurses he wishes he could have an erection but that’s no longer a possibility for him.


Doctor William Magnus, the creator of the Metal Men, visits Cliff and reminds him that he still has a human brain, and even if he’s forgetting how it feels to be human, he can still help people. And he introduces him to Crazy Jane, a woman who suffers from multiple personality disorder, she has 64 different personalities inside her mind, and each one has a unique ability or superpower.  


Larry Trainor, AKA Negative Man, is even in worse shape than Robotman. Affected by the negative energy that gave him powers in the past, his body is transformed into something new: a hermaphrodite. Male and female at the same time, he / she is no longer Negative (man or woman), now he / she is Rebis. Meanwhile, the Chief starts recruiting the Doom Patrol, to fight the foes no sane superhero could withstand. Joshua Clay, AKA Tempest, decides to join only as the group’s doctor. Dorothy Spinner, a deformed girl, becomes the newest member of the patrol.  

Their first mission is to fight against a fictitious city called Orqwith that is seeping through the junctures of the real world. Everyone is a potential victim, as a kid from Greenock discovers. “Father it has been three weeks since my last confession and it was Jamie Belshaw that gave me the dirty books and I only looked at them a few times”, he declares. And then he’s ‘cut’ from reality by the Scissormen. The same happens to hundreds of people throughout the world. But how can an imaginary city destroy our reality? To solve this riddle Robotman, Rebis and Crazy Jane will have to answer another question “Why there is something instead of nothing?”, which is a question that has perplexed philosophers and scientists for centuries, if we accept the theory of the Big Bang as an explosion that created matter, the question still remains “Why there is something instead of nothing?”.  


In the subsequent chapters, the deranged Red Jack kidnaps Rhea Jones, a former member of the Doom Patrol who has been in a comma for months. “The Butterfly Collector” and “The House That Jack Built” (Doom Patrol # 23 and 24) are an oneiric journey and an audacious tale about the butterfly effect, surreal poetry and insanity. Finally, “Imaginary Friends” takes place in Doom Patrol’s new base of operations, located in the former HQ of the Justice League of America. There, Dorothy projects her fear of growing up, and her revulsion towards menstruation.


Morrison combines dementia, originality and surrealism in equal doses. His proposal includes metafiction, an analysis of the imaginary and the real in Lacanian terms, Feigenbaum’s sequence of imaginary numbers, memetic theory, Heinrich Hoffmann’s “Struwwelpeter”, De Quincey’s “Confessions of an English Opium Eater” and he even manages to include references to British children’s comics like “The Beano”. Doom Patrol is the most intellectually ambitious title of the 80s, as well as one of Morrison’s most awarded and revered runs. Decades after it was originally released, it still remains as a breath of fresh air and a whiff of undiluted and inspiring craziness. 
The boy feels guilty about his porn collection / El chico se siente culpable por su colección porno
Rebis: the hermaphrodite / Rebis: el hermafrodita
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Richard Case & Scott Hanna

"El mundo necesita a la Patrulla Condenada, nos necesita más que nunca. ¿No lo ven? Hay áreas en las que sólo nosotros estamos calificados para operar. Cuando el mundo racional se derrumba, podemos hacerle frente, porque nosotros mismos hemos estado allí. Hemos conocido la locura, y el delirio, y ya no nos asusta", proclama Niles Caulder, el Jefe, el hombre responsable de reunir a los "héroes más extraños del mundo". 


En lo extraño, hay poder. Poder que fue desperdiciado por escritores poco imaginativos hasta que Grant Morrison decidió recuperar el factor 'extraño', y amplificarlo exponencialmente. "Arrastrándose desde los escombros" es el resultado de este nuevo enfoque, un arco argumental de 4 números que no sólo revigoriza a la Patrulla Condenada sino que también introduce nuevos personajes y reinventa a los antiguos. 


El autor escocés se sumerge profundamente en el aspecto marginal de los integrantes de esta insólita patrulla. Si alguna vez, de niños, han leído cómics de superhéroes deben haberse sentido identificados con sus personajes favoritos, quizás han querido incluso ponerse una capa e imitar a Superman, o usar una pijama roja y pretender que pueden correr más rápido que Flash. Se supone que los superhéroes tradicionales deben ser inspiradores. Modelos a seguir. La fantasía de poder adolescente es reforzada por los héroes de 'quijada limpiamente cincelada' y sus cuerpos esculturales. Los miras, y quieres ser como ellos. Pero, como nos recuerda Tom Peyer (el editor de la serie a fines de los 80) en su introducción, nadie con dos dedos de frente querría que trasplanten su cerebro a un cuerpo robótico, o estar cubierto de vendajes como una momia. La Patrulla Condenada nunca tuvo el tipo de héroes a los que hubieras querido emular, por el contrario, tenía el tipo de héroes a los que ni siquiera les darías la mano.


Por supuesto, para preservar lo inaudito de la patrulla era necesario hacernos recordar por qué era tan rara en primer lugar. En 1963, Leonard Drake y Bruno Premiani crearon un grupo de individuos anómalos bajo las órdenes de su líder parapléjico. Para algunos, las similitudes entre la Patrulla Condenada y los X-Men (más conocidos como Patrulla X en España) eran más que evidentes (héroes odiados y temidos por un mundo al que debían salvar, un líder ‘cerebral’ confinado a una silla de ruedas, etc.), pero había una gran diferencia entre los Hijos del Átomo y los aventureros condenados: el fracaso, tanto real como ficticio. Porque mientras los héroes de Marvel fueron un éxito, el título de DC –fiel a su nombre– fue cancelado a causa de las bajas ventas... y los protagonistas murieron, sacrificando sus vidas en un el dramático episodio final. 


Y "Arrastrándose desde los escombros" (publicado en "Doom Patrol" # 19-22, de febrero a mayo, 1989) inicia con una abrumadora sensación de fracaso. Cliff Steele, alias Robotman, está en un manicomio, deprimido, frustrado y, por encima de todo, furioso; no puede lidiar con la muerte de algunos de sus camaradas. No puede derramar lágrimas porque su cuerpo robótico no se lo permite. Tiene ganas de comer pero ya no tiene intestinos, y cuando ve a una enfermera atractiva desearía poder tener una erección, pero eso ya no es posible para él.


El doctor William Magnus, creador de los Metal Men, visita a Cliff y le recuerda que todavía tiene un cerebro humano, e incluso aunque esté olvidando qué se siente ser humano, todavía puede ayudar a la gente. Y le presenta a Crazy Jane, una mujer que sufre de personalidad múltiple, ella tiene 64 personalidades diferentes en su mente, y cada una de ellas tiene su propia habilidad o superpoder. 

Orqwith

Larry Trainor, alias Hombre Negativo, está incluso en peores condiciones que Robotman. Afectado por la energía negativa que le otorgó sus poderes en el pasado, su cuerpo es transformado en algo nuevo: un hermafrodita. Masculino y femenino al mismo tiempo, él / ella ya no es ni Hombre Negativo ni Mujer Negativa, ahora él / ella es Rebis. Mientras tanto, el Jefe empieza a reclutar a la Patrulla Condenada, para luchar contra los enemigos que ningún superhéroe cuerdo podría enfrentar. Joshua Clay, alias Tempest, decide unirse sólo como el doctor del grupo. Dorothy Spinner, una chica deforme, se convierte en la nueva integrante de la patrulla.
Red Jack
Oh dear, what’s for dinner? Why, hands of course! /
Oh vaya, ¿qué hay para cenar? ¡Manos, por supuesto!

Su primera misión es pelear contra una ciudad ficticia llamada Orqwith que se chorrea por las ranuras del mundo real. Todos son una víctima potencial, tal como descubre un chiquillo de Greenock. "Padre, han pasado tres semanas desde mi última confesión y fue Jamie Belshaw el que me dio esas revistas guarras y yo solamente las miré unas cuantas veces", declara. Y luego él es 'cortado' de la realidad por los Hombres-tijera. Lo mismo sucede con cientos de personas a lo largo del mundo. Pero, ¿cómo una ciudad imaginaria puede destruir nuestra realidad? Para resolver este acertijo, Robotman, Rebis y Crazy Jane tendrán que responder otra pregunta "¿Por qué hay algo en vez de nada?", una pregunta que ha dejado perplejos a los filósofos y los científicos por siglos, si aceptamos la teoría del Big Bang como una explosión que creó la materia, la pregunta permanece igual "¿Por qué hay algo en vez de nada?".


En capítulos subsiguientes, el desquiciado Red Jack rapta a Rhea Jones, una ex-integrante de la Patrulla Condenada, que ha estado en coma por meses. "El coleccionista de mariposas" y "La casa que Jack construyó" (Doom Patrol # 23 y 24) son un viaje onírico y un audaz relato sobre el efecto mariposa, la poesía surrealista y la demencia. Finalmente, "Amigos imaginarios" ocurre en la nueva base de operaciones de la Patrulla Condenada, ubicada en el ex cuartel general de la Liga de la Justicia de América. Allí, Dorothy proyecta su miedo a crecer, y su repulsión hacia la menstruación.


Morrison combina la demencia, la originalidad y el surrealismo en dosis iguales. Su propuesta incluye la metaficción, un análisis de lo imaginario y lo real en términos lacanianos, la secuencia de números imaginarios de Feigenbaum, teoría memética, el “Struwwelpeter” de Heinrich Hoffman, “Confesiones de un inglés que come opio” de De Quincey e incluso se las arregla para incluir referencias a cómics británicos para niños como “The Beano”. Doom Patrol es la colección intelectualmente más ambiciosa de los 80, así como una de las obras más reverenciadas y premiadas de Morrison. Décadas después de su primera aparición, sigue siendo una bocanada de aire fresco y un soplo de locura inspiradora y sin diluir.

July 21, 2013

Fashion Beast # 10 - Alan Moore & Facundo Percio

Does everything need to be answered? I guess that’s the writer’s prerogative. But when the final issue of a miniseries is released, the reader will be expecting some sort of conclusion, a neat little bow that wraps up all the subplots and narrative premises. Now, if you’re waiting for such an ending in Fashion Beast, you will be disappointed. But, like I said, providing a proper resolution is the author’s decision. And in this case, the participation of Alan Moore, Malcolm McLaren and Anthony Johnston as authors makes it difficult to know exactly who was in charge of the final pages...

Tomboy is accused of sodomy and is quickly expelled from the army. If, as Foucault wrote "The sodomite was a recidivist, but the homosexual is now a species", Tomboy should be a part of that new species (except that his homosexuality inexplicably ceases to exist in this final chapter). He returns to Celestine’s HQ and creates an entire new line of clothing that defies the sexual repression instituted by the now deceased Celestine.
Doll versus Madame

Up to this point we had seen the results of the repression of sexuality in the fashion industry. Sexuality was unmentionable for Celestine, something impossible to speak about. Tomboy brings about a much needed sexual revolution, perhaps following the ideas of the psychoanalyst Wilhelm Reich (who affirmed that to conserve your mental health you needed to liberate your sexual energy). The past was a dark age where sexuality had been something forbidden, and with the new designs proposed by Tomboy, everything is about to change.

At the beginning of the story Doll and Tomboy were presented as transsexual individuals, characters of an undefined gender and sexuality. Now, however, Doll is no longer an ambiguous character, she’s just a normal woman; and Tomboy is a just a man. At the end, the sexual union between Doll and Tomboy prevails. What started as a very audacious proposal turns out to be a foundational fiction, built upon the union of male and female heroes, the victory of fertility and the confirmation of the heterosexual normativity.

In case you missed my previous reviews, just click here: Fashion Beast # 1, Fashion Beast # 2, Fashion Beast # 3, Fashion Beast # 4, Fashion Beast # 5, Fashion Beast # 6, Fashion Beast # 7, Fashion Beast # 8 & Fashion Beast # 9.
The wedding dress / El vestido de novia
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the confirmation of the heterosexual normativity /
la confirmación de la normatividad heterosexual

¿Todo necesita ser respondido? Supongo que esa es la prerrogativa del escritor. Pero cuando llega el último número de una miniserie, el lector estará esperando algún tipo de conclusión, un nudo que ate todas las líneas argumentales y premisas narrativas. Si están esperando un final así en Fashion Beast, quedarán decepcionados. Pero, como dije, proporcionar una resolución apropiada es decisión del autor. Y en este caso, la participación de Alan Moore, Malcolm McLaren y Anthony Johnston como autores hace difícil saber exactamente quién estuvo a cargo de las páginas finales...

Tomboy es acusado de sodomía y es rápidamente expulsado del ejército. Si, como escribió Foucault, "El sodomita era un reincidente, pero ahora el homosexual era una nueva especie", Tomboy debería ser parte de esta nueva especie (excepto que su homosexualidad inexplicablemente cesa de existir en este capítulo final). Él regresa al cuartel general de Celestine y crea una nueva línea de ropa que desafía la represión sexual instituida por el difunto Celestine.

Hasta este momento, habíamos visto los resultados de la represión de la sexualidad en la industria de la moda. La sexualidad no podía ser mencionada por Celestine, eso era algo imposible. Tomboy impulsa una muy necesaria revolución sexual, tal vez siguiendo las ideas del psicoanalista Wilhelm Reich (quien afirmaba que para conservar tu salud mental necesitabas liberar tu energía sexual). El pasado fue una edad oscura en la que la sexualidad había sido algo prohibido, y con los nuevos diseños propuestos por Tomboy, todo está a punto de cambiar.
my drawing: from pencils to inks / mi dibujo: del lápiz a la tinta

Al comienzo de la historia, Doll y Tomboy fueron presentados como transexuales, individuos de un género y de una sexualidad indefinida. Sin embargo, ahora Doll ya no es un personaje ambiguo, es una mujer normal; y Tomboy es simplemente un hombre. Al final, la unión sexual entre Doll y Tomboy prevalece. Lo que empezó como una propuesta muy audaz se convierte en una ficción fundacional, construida sobre la unión de los héroes masculinos y femeninos, la victoria de la fertilidad y la confirmación de la normatividad heterosexual.


Si quieren leer los posts anteriores, pueden hacerlo ahora: Fashion Beast # 1Fashion Beast # 2Fashion Beast # 3Fashion Beast # 4Fashion Beast # 5Fashion Beast # 6Fashion Beast # 7Fashion Beast # 8 & Fashion Beast # 9.

July 20, 2013

Después de que el mundo perdiera su forma - Alejandra Gálvez

I have read the Legion of Super-Heroes practically in its whole myriad of reincarnations. Carlos Pacheco, way back when he lived in Spain said that the Legion was somehow visceral: people either loved it or hated it. Well, I loved it since the very beginning, or since the first issues I ever read. 

Paul Levitz was the writer then and I was lucky enough to get in the middle of a crossover of Crisis on Infinite Earths (a very memorable episode where Brainiac 5 mourns for Supergirl). Yes, it's cheesy, naive and by today's standards simply childish, but there's something I love about it. The flashy costumes, having so many superheroes with the suffix 'Boy', 'Girl', 'Lad' or 'Lass' added to might prefixes like Ultra, Phantom, Lightening and Shadow.

Of course my favorite run was written by Abnett and Lanning, what can I say? I started with The Legion # 22, and after a few months I had the entire run, and I kept buying the new issues until the end. 

Like I said, my first Legion of Super-Heroes was Levitz’s old eighties stuff, and I loved the idea of the Legion so much that I hated when the publication was interrupted in Spain (right before the 1989 new numbering). But I don’t let nostalgia cloud my judgment. Those issues represent good memories, sure. Nevertheless, you should know that there is a vast distance separating nostalgia from memories. Memories are good or bad, and that’s it. They hurt us or please us, nothing else. And I believe that we always try to cope with our best memories –a task often very difficult–. To remember is something that always depends on our will. Something that is much more linked to the will –will dressed of evocation– that we use to think. Once again: memories are good or bad, a bit in the middle, if you wish. The writer can make of them whatever he wants when he creates his masterpiece. The nostalgia, on the contrary, contains the wondrous ability of being totally free from our will. It is easy, very easy, it is simply a matter of efficient or inefficient memory to remember. It is impossible in contrast to ‘nostalgiate’. Because of the simple reason that there is nothing more independent from our memory than our own nostalgia. And The Legion of Super-Heroes sure makes me feel nostalgic.

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Alejandra Gálvez


Durante medio mes, mis ocupaciones me han impedido asistir a las galerías de arte que con tanta frecuencia visito. No obstante, este jueves hice lo posible para estar en el Centro Colich, y aunque apenas pude quedarme una hora, la visita valió la pena.

Apenas llegué a la antigua casona barranquina, me encontré con Renzo Núñez Melgar Vega y conversé con él brevemente. "Como es arriba es abajo" era la muestra de Abracadabra Eco Diseño Chic, para esta ocasión Renzo, también conocido como REVE, había intervenido artísticamente dos veladores antiguos. Pude observar los muebles que habían sido transformados por el pincel y el acrílico de mi amigo, y quedé impresionado. En setiembre, Abracadabra Eco Diseño Chic lanzará una nueva línea de quince lámparas, íntegramente inteREVEnidas por mi amigo. Habrá que estar atentos al evento de lanzamiento, que sin duda dará mucho de qué hablar.

Al mismo tiempo, se llevó a cabo la inauguración de la muestra “Tiempos oscuros” de Ángel Loayza, pero sin duda mi favorita fue “Después de que el mundo perdiera su forma” de Alejandra Gálvez
my drawing: from pencils to inks / mi dibujo: del lápiz a la tinta

Ya había visto su interesantísima instalación en la muestra anual de artistas jóvenes y recién egresados de la PUCP, pero en esta ocasión he quedado maravillado con sus ilustraciones lúgubres y sombrías, quizás inspiradas en obras de maestros como HR Giger, que exploran lo alienígeno, lo monstruoso, lo inhumano, a partir de una textura y un enfoque únicos. Se trata, realmente, de un trabajo de primer nivel.
  
Ahora que ya ha pasado la mitad del año, hago un recuento rápido de las muestras de arte que he podido ver, y compruebo gratamente el alto nivel de calidad y creatividad desplegado por los artistas de Lima. 

Los dejo con las tarjetas de invitación y los catálogos. Y, desde luego, para no perder la costumbre, un dibujo mío en dos partes (versión preliminar a lápiz y versión entintada).