Showing posts with label David Michelinie. Show all posts
Showing posts with label David Michelinie. Show all posts

January 6, 2017

Avengers: Nights of Wundagore - David Michelinie & John Byrne

Scarlet Witch and Quicksilver are some of the most enigmatic characters created by Stan Lee and Jack Kirby. They were first introduced as villains in the pages of X-Men, and later on decided to join the Avengers. In the first stories, they were simply orphans but, in time, the importance of finding the truth about their lineage became of paramount importance.

In “The Yesterday Quest!”, the powerful twins decide to travel to Europe with Django Maximoff, an old man who claims to be their father. For some critics, “Nights of Wundagore!” (originally published in The Avengers # 186, August 1979) is a seminal story because it involves an evil side rarely seen on a character like Scarlet Witch, for others, this is merely the conceptual preamble of The Dark Phoenix saga. Either way, in future decades, writers will further exploit the flaws of Scarlet Witch, in some cases turning her into an unstoppable force responsible for the decimation of mutants (as seen in “House of M”).

The secret origin of Scarlet Witch and Quicksilver is revealed in a story plotted by Mark Gruenwald and Steven Grant, and scripted by David Michelinie; they are also responsible for “The Call of the Mountain Thing!” (The Avengers # 187, September 1979), in which the Avengers defend themselves against a Scarlet Witch possessed by a demonic creature known as Chthon. 

It’s interesting to observe how this action-packed issues are perhaps some of the less rewarding ones in terms of characterization and narrative consistency. It’s possible that with so many voices acting at the same time (Gruenwald, Grant and Michelinie) the essence of the story was lost at some point. There are, however, a few interesting moments, like the tender encounter between Quicksilver and Bova, a creature with strong maternal instincts created by the High Evolutionary. John Byrne’s pages are surprising and delightful, and this time Dan Green does a very satisfactory job as an inker. This is also the first time we get to see an Avengers cover illustrated by Byrne, an honor that proves how the (back then) young artist was already rising to prominence. 
Quicksilver needs help / Quicksilver necesita ayuda
Jim Shooter and Bill Mantlo write “Elementary, Dear Avengers!” (The Avengers # 188, October 1979). In this chapter, the Avengers decide to visit (without authorization) the territories of the Soviet Union; their goal is as noble as ever: to prevent the destruction of a nuclear power plant, but before venturing into the Union of Soviet Socialist Republics, there is heated debate. At first, some of them feel uncomfortable helping the Soviets. But soon the Avengers remember that their main mission is to save lives, regardless of the political or ideological inclinations of the people they are about to rescue. The Soviet soldiers feel threatened by the presence of the American heroes, until an old colonel recognizes Captain America “as a hero who bravely fought alongside the Russian allies” during WWII. Although Byrne is the main artist of this issue, there are a couple of pages drawn by Frank Springer, which look quite rushed and rudimentary.
Scarlet Witch Versus The Avengers
“Wings and Arrows!” (The Avengers # 189, November 1979) is an episode entirely dedicated to Clint Barton (Hawkeye), so it’s quite peculiar to see so many writers focusing on a single character: Mark Gruenwald and Roger Stern are the co-plotters, while Steven Grant and David Michelinie are the co-scripters. Clint Barton discovers that finding a job in New York is very difficult, there are some great moments here, like the sequence in which Clint, optimistically, finds a check that Jarvis has sent him, only to find out that the money won’t be enough to pay the rent. Clearly Byrne was having a lot of fun while doing these pages, and he even includes some of the running gags that I always look for in comics from this period. For instance, we get a glimpse of Hawkeye perusing through the centerfold of a Playboy magazine (just like Wolverine used to do in the X-Men, or Deadshot in Legends). 
Wanda & Pietro Maximoff
A senate investigation regarding the Avengers begins in “Heart of Stone” (The Avengers # 190, December 1979). Captain America stands against Henry Peter Gyrich, demanding more independence for him and the other superheroes. “Back to the Stone Age!” (The Avengers # 191, January 1980) marks the return of the Grey Gargoyle. Although the most relevant part of this chapter is the way Captain America outstmarts Gyrich, finally recovering the rights and priviliges of the Avengers. The fantastic cover of this issue is penciled by George Pérez and inked by Sal Buscema, but Byrne is in charge of all the other covers, some of which are now considered as contemporary classics.
________________________________________________________________________________________________
________________________________________________________________________________________________

Scarlet Witch y Quicksilver son algunos de los personajes más enigmáticos creados por Stan Lee y Jack Kirby. Aparecieron por primera vez como villanos en las páginas de X-Men, y más tarde decidieron unirse a los Vengadores. En las primeras historias, eran simplemente huérfanos, pero con el tiempo, la importancia de encontrar la verdad sobre su linaje llegó a ser de suma importancia.
Pietro Maximoff & Crystal
En The Yesterday Quest!”, los poderosos mellizos deciden viajar a Europa con Django Maximoff, un anciano que afirma ser su padre. Para algunos críticos, "Las noches de Wundagore" (originalmente publicado en The Avengers # 186, agosto de 1979) es una historia fundamental porque involucra el lado maligno (raramente visto) de Scarlet Witch, para otros, esto es simplemente el preámbulo conceptual de la saga de Dark Phoenix. De cualquier manera, en futuras décadas, otros escritores seguirán explotando los defectos de la Bruja Escarlata, en algunos casos convirtiéndola en una fuerza imparable capaz de diezmar la población mutante (como ocurre en "House of M").
Thor
El origen secreto de Scarlet Witch y Quicksilver se revela en una historia con argumento de Mark Gruenwald y Steven Grant, y guión de David Michelinie; los tres también son responsables de "La llamada de la cosa de la montaña" (The Avengers # 187, setiembre de 1979), en el que los Vengadores se defienden contra una Bruja Escarlata poseída por una criatura demoníaca conocida como Chthon.
Clint Barton ca't pay the rent / A Clint Barton no puede pagar el alquiler
Es interesante observar cómo estos números llenos de acción son algunos de los menos gratificantes en términos de caracterización y consistencia narrativa. Es posible que con tantas voces actuando al mismo tiempo (Gruenwald, Grant y Michelinie) la esencia de la historia se perdiese en algún momento. Hay, sin embargo, algunos momentos interesantes, como el tierno encuentro entre Quicksilver y Bova, una criatura con fuertes instintos maternales creada por el Alto Evolucionario. Las páginas de John Byrne son sorprendentes y deliciosas, y esta vez Dan Green hace un trabajo muy satisfactorio como entintador. Esta es también la primera vez que vemos una portada de los Vengadores ilustrada por Byrne, un honor que demuestra cómo el (entonces) joven artista ya estaba volviéndose más popular.
Hawkeye looking at a Playboy magazine / Hawkeye mira una revista Playboy
Jim Shooter y Bill Mantlo escriben "Elemental, queridos Vengadores" (The Avengers # 188, octubre de 1979). En este capítulo, los Vengadores deciden visitar (sin autorización) los territorios de la Unión Soviética; su objetivo es tan noble como siempre: evitar la destrucción de una planta de energía nuclear, pero antes de aventurarse en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, hay un debate acalorado. Al principio, algunos de ellos se sienten incómodos ayudando a los soviéticos. Pero pronto los Vengadores recuerdan que su misión principal es salvar vidas, independientemente de las inclinaciones políticas o ideológicas de las personas que están a punto de rescatar. Los soldados soviéticos se sienten amenazados por la presencia de los héroes americanos, hasta que un viejo coronel reconoce al Capitán América "como un héroe que luchó valientemente junto a los aliados rusos" durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque Byrne es el principal artista de este número, hay un par de páginas dibujadas por Frank Springer, que son bastante apresuradas y rudimentarias.
The Avengers
"Alas y flechas" (The Avengers # 189, noviembre de 1979) es un episodio enteramente dedicado a Clint Barton (Hawkeye), así que es bastante curioso ver tantos escritores enfocados en un solo personaje: Mark Gruenwald y Roger Stern proporcionan el argumento, mientras que Steven Grant y David Michelinie son los co-guionistas. Clint Barton comprueba que encontrar un trabajo en New York es muy difícil; hay momentos muy bien logrados aquí, como la secuencia en la que Clint, con optimismo, encuentra un cheque que Jarvis le ha enviado, sólo para descubrir que ese dinero no será suficiente para pagar el alquiler. Claramente Byrne se estaba divirtiendo mucho mientras hacía estas páginas, e incluso incluye algunos de los gags típics que siempre busco en los cómics de este período. Por ejemplo, vemos a Hawkeye dándole un vistazo a las páginas centrales de una revista Playboy (al igual que Wolverine solía hacer en X-Men, o Deadshot en Legends).
Grey Gargoyle
El Senado abre una investigación sobre los Vengadores en "Corazón de piedra" (The Avengers # 190, diciembre de 1979). El capitán América se opone a Henry Peter Gyrich, exigiendo más independencia para él y los otros superhéroes. "De vuelta a la era de piedra" (Los Vengadores # 191, enero de 1980) marca el regreso de la Gárgola Gris. Aunque la parte más relevante de este capítulo es la forma en la que el Capitán América supera a Gyrich, recuperando finalmente los derechos y privilegios de los Vengadores. La fantástica portada de este número está dibujada a lápiz por George Pérez y entintada por Sal Buscema, pero Byrne está a cargo de todas las demás portadas, muchas de ellas ahora se consideran como clásicas contemporáneas.

November 23, 2016

The Avengers: Equal Opportunities - David Michelinie & John Byrne

Superhero stories often deal with authority. In one way or another, a superhero represents the law, and although he may not have any formal jurisdiction over his town or city, he can still apprehend evildoers, both human and superhuman. However, all heroes must answer to a higher authority, which is why, even in the oldest comics I’ve read from the 40s or 50s, the job of a masked vigilante ends as soon as they have captured their enemy. After that, the adversary is left in the hands of the police department of whatever law-enforcement agency of this fictional world. 

The Avengers, of course, must follow certain procedures and comply with the guidelines of the authorities. However, at what point following the rules becomes a hindrance for Earth’s mightiest heroes? David Michelinie decided to answer this question in “On The Matter Of Heroes!” (originally published in The Avengers # 181, March 1979). Peter Henry Gyrich, the government’s liaison, starts acting more like a dictator than like an administrative official. Before granting the Avengers the special security clearance they need to operate in and outside the United States, Gyrich forces them to have only 7 active members. And much to Iron Man’s chagrin, he also gets to decide who stays on the team and who goes. Certainly, George Pérez understands the relevance of this discussion when he comes up with the extraordinary cover (even years before Crisis on Infinite Earths, Pérez had the uncanny ability of balancing dozens of characters in a single page, providing each one of them with a unique personality and distinctive features).

In his script, Michelinie also introduces a racial component which was quite controversial at the time: “If the Avengers are to be sanctioned by the government, they’ll have to adhere to government policies -- and that includes equal opportunities for minorities”, explains Gyrich. There is a heated debate amongst the heroes, because the criteria to choose an Avenger should be based solely on the abilities and merits of any given individual, and not on their race, place of origin or religion. This is a fascinating subject which would be further developed by writers like Kurt Busiek during his run on Avengers in the late 90s. 

Needless to say, I can only imagine how shocking this subplot must have been for readers in 1979. So the new official Avengers roster is comprised of Iron Man, the Vision, Captain America, Scarlet Witch, the Beast, the Wasp and the Falcon. Although at first the Falcon is reluctant to accept his role as an Avenger, eventually Steve Rogers persuades him to join the team in “Honor Thy Father” (The Avengers # 182, April 1979). “I’ve proven myself as a superhero! I don’t like being chosen to fill a quota”, explains Sam Wilson. And although he soars the skies as the Falcon, now he feels uncomfortable for being summoned only due to his race.

The African-American hero isn’t the only one having a hard time. In the pages of Avengers, we witness some of the personal issues Iron Man is dealing with. His alcoholism is spiraling out of control, and in a few very interesting panels, we see Tony Stark more concerned about his next martini than with attending an Avengers meeting. At the time, Michelinie was also writing the one of the most disturbing, heartbreaking and memorable Iron Man sagas ever published: The Demon in a Bottle. So it’s quite interesting to observe how Tony Stark shows signs of addiction in the pages of Avengers before things get out of control in his own title.

Michelinie really excels at introducing real problems in the lives of this group of superheroes. I’m sure some fans prefer to celebrate the fight between the Avengers and the Absorbing Man, which takes place in “The Redoubtable Return of Crusher Creel!” (The Avengers # 183, May 1979) and “Death On the Hudson!” (The Avengers # 184, June 1979). Personally, I feel much more invested in the story thanks to details such as Clint Barton (Hawkeye) and his lack of money. After being expelled of the Avenger by orders of Henry Peter Gyrich, the archer ends up in a seedy bar, near the docks, which is the only place he can afford (there is even a scene in which we get to see Clint counting how many quarters he has in his wallet); in fact, when the Absorbing Man shows up, Clint finds a pay phone but unfortunately he doesn’t have enough money call the Avengers. Things like this really make me feel connected to the story, and overall give more authenticity to this group of characters.

Finally, in “The Yesterday Quest!” (The Avengers # 185, July 1979), Scarlet Witch and Quicksilver travel to Eastern Europe to find more information about their past. As usual, Michelinie finds the right balance between the global menaces and supervillains, and the most important aspect of the heroes: their private life. John Byrne does a superb job as the penciler of all these issues; however, the constant change of inkers creates a certain sense of instability and there is not enough visual cohesiveness as one might desire. For instance, Gene Day is a good fit for Byrne, but that’s not necessarily the case with Klaus Janson (whose raw and visceral approach contradicts Byrne’s harmonic compositions and polished lines). Dan Green is also a bit irregular when it comes to his work as inker. Of course, inkers like Terry Austin are the ideal artistic partner for Byrne, sadly Austin is here only in one issue. With the exception of issue # 182 (done by Al Milgrom), all covers are illustrated by the legendary George Pérez (assisted by inker Terry Austin); these are beautiful and powerful images, Pérez’s daring designs and his attention for details add a very special flavor to these visually arresting covers. 
________________________________________________________________________________________________
________________________________________________________________________________________________

Las historias de superhéroes están ligadas a la autoridad. De un modo u otro, un superhéroe representa la ley, y aunque no tenga ninguna jurisdicción formal sobre su ciudad, igual puede aprehender a los malhechores, tanto humanos como sobrehumanos. Sin embargo, todos los héroes deben responder a una autoridad superior, por lo que, incluso en los cómics más antiguos que he leído de los 40s o 50s, el trabajo de un vigilante enmascarado termina tan pronto como ha capturado a su enemigo. Después de eso, el adversario queda en manos del departamento de policía o de cualquier agencia de la ley del mundo ficticio.

Los Vengadores, por supuesto, deben seguir ciertos procedimientos y cumplir con las directrices de las autoridades. Sin embargo, ¿en qué momento las reglas se convierte en un obstáculo para los héroes más poderosos de la Tierra? David Michelinie decidió responder a esta pregunta en “Sobre el asunto de los héroes” (publicado originalmente en The Avengers # 181, marzo de 1979). Henry Peter Gyrich, el agente de enlace del gobierno, comienza a actuar más como un dictador que como un funcionario administrativo. Antes de conceder a los Vengadores la autorización de seguridad especial que necesitan para operar dentro y fuera de los Estados Unidos, Gyrich los obliga a tener sólo 7 miembros activos. Y para el disgusto de Iron Man, él también decide quién permanece en el equipo y quién se va. Ciertamente, George Pérez entiende la relevancia de esta discusión en la extraordinaria portada (incluso años antes de las Crisis en Tierras Infinitas, Pérez tenía la extraña habilidad de balancear docenas de personajes en una sola página, dotando a cada uno de ellos de una personalidad única y rasgos distintivos).

En su guión, Michelinie también introduce un componente racial que era bastante polémico en ese momento: “Si los Vengadores van a ser sancionados por el gobierno, tendrán que adherirse a las políticas gubernamentales – incluyendo igualdad de oportunidades para las minorías”, explica Gyrich. Hay un acalorado debate entre los héroes, porque los criterios para elegir a un Vengador deben basarse únicamente en las habilidades y méritos de cualquier individuo, y no en su raza, lugar de origen o religión. Este es un tema fascinante que sería desarrollado por escritores como Kurt Busiek durante su etapa en Avengers a finales de los 90s.

Basta decir que apenas puedo imaginar lo impactante que este argumento debe haber sido para los lectores en 1979. Así que la nueva lista oficial de Vengadores está compuesta por Iron Man, the Vision, Captain America, Scarlet Witch, Beast, Wasp y Falcon. Aunque al principio Falcon es reacio a aceptar su puesto como Vengador, eventualmente Steve Rogers lo persuade para que se una al equipo en “Honrad a vuestro padre” (The Avengers # 182, abril de 1979). “¡He demostrado que soy un superhéroe! No me gusta que me hayan elegido para llenar una cuota”, explica Sam Wilson. Y aunque se eleva por los cielos como Falcon, ahora se siente incómodo por ser convocado sólo a causa de su raza. 

El héroe afroamericano no es el único que tiene dificultades. En las páginas de los Vengadores, presenciamos algunos de los problemas personales de Iron Man. Su alcoholismo está fuera de control y, en algunas interesantes viñetas, vemos a Tony Stark más preocupado por su próximo martini que por asistir a una asamblea de los Vengadores. En ese momento, Michelinie también estaba escribiendo una de las más inquietantes, desgarradoras y memorables sagas de Iron Man jamás publicadas: “The Demon in a Bottle”. Así que es muy interesante observar cómo Tony Stark muestra signos de adicción en las páginas de los Vengadores antes de que las cosas se salgan de control en su propio título.

Michelinie realmente sobresale en la introducción de problemas reales en las vidas de este grupo de superhéroes. Estoy seguro de que algunos fans prefieren celebrar la pelea entre los Vengadores y el Hombre Absorbente, que tiene lugar en “El formidable regreso de Crusher Creel” (The Avengers # 183, mayo de 1979) y “Muerte en el Hudson” (The Avengers # 184, junio de 1979). Personalmente, me siento mucho más conectado con la historia gracias a detalles como ver a Clint Barton (Hawkeye) sin dinero. Después de ser expulsado como Vengador por órdenes de Henry Peter Gyrich, el arquero termina en un bar destartalado, cerca de los muelles, que es el único lugar lo suficientemente barato (incluso hay una escena en la que podemos ver a Clint contando cuántas monedas tiene en su billetera); de hecho, cuando el Hombre Absorbente aparece, Clint encuentra un teléfono público pero desafortunadamente no le alcanza la plata para llamar a los Vengadores. Cosas como esta realmente hacen que la historia resuene, y en general dan más autenticidad a este grupo de personajes.

Finalmente, en “La búsqueda del ayer” (The Avengers # 185, julio de 1979), Scarlet Witch y Quicksilver viajan a Europa del Este para encontrar más información sobre su pasado. Como de costumbre, Michelinie encuentra el equilibrio adecuado entre las amenazas globales y los supervillanos, sin olvidar el aspecto más importante de los héroes: su vida privada. John Byrne hace un trabajo excelente con sus lápices en todos estos números; sin embargo, el cambio constante de entintadores crea una cierta sensación de inestabilidad y no hay suficiente cohesión visual. Por ejemplo, Gene Day es un buen complemento para Byrne, pero eso no es necesariamente el caso con Klaus Janson (cuyo enfoque crudo y visceral contradice las composiciones armónicas y las líneas pulidas de Byrne). Dan Green también es un poco irregular cuando se trata de entintar. Por supuesto, entintadores como Terry Austin son el socio artístico ideal para Byrne, lamentablemente Austin está aquí solamente en un número. Con la excepción de la portada del # 182 (realizada por Al Milgrom), todas las demás están ilustradas por el legendario George Pérez (asistido por el entintador Terry Austin); estas son imágenes hermosas y potentes, los diseños atrevidos de Pérez y su atención por los detalles agregan un sabor muy especial a estas portadas tan atractivas visualmente.

October 17, 2016

The New Ant-Man - David Michelinie & John Byrne

When Earth’s Mightiest Heroes joined forces for the first time, the Marvel Universe was forever changed. The founding members of the Avengers were Iron Man, Thor, Hulk, Ant-Man (Hank Pym) and the Wasp. The first 3 were tremendously popular and each one of them had their own title, however that wasn’t the case with Ant-Man and the Wasp. They’re newcomers, and they became famous thanks to their affiliation with the Avengers. So it’s understandable that, surrounded by the most powerful superheroes in the world, Hank Pym would develop feelings of inadequacy, which led him to change from Ant-Man to Giant-Man, and later on to Goliath. This need for overcompensation would make him embrace yet another superhero alias: Yellow Jacket. 
                                47: Bob Layton     []     48: Dave Cockrum & Bob McLeod
During his time as Yellow Jacket, Hank Pym abandoned his original costume and his helmet (which allowed him to communicate with ants). And that is precisely when Scott Lang decides “To Steal An Ant-Man!” (originaly published in Marvel Premiere  # 47, April 1979). Indeed, Scott Lang had been previously incarcerated on multiple theft accounts, and after reforming and getting a formal job for Tony Stark, he finds out that his daughter Cassie has a serious heart disease. Suddenly the money he makes as an honest man isn’t enough to pay for the hospital bills, so he decides to be a thief again. 

David Michelinie introduces a classic moral dilemma, one which we may have encountered before in other tales: in order to save a loved one, the protagonist must break the law. Although in this case, he’s also risking his own freedom, since getting caught will automatically send him to jail once more. Michelinie takes this premise and builds a very interesting story and, more importantly, a charismatic character. Scott Lang is a man who has paid for his errors in judgment, and yet he’s willing to sacrifice his new life if that means Cassie will get a second chance. Perhaps, in a way, Scott Lang is stronger than his predecessor Hank Pym because he has someone to fight for: a daughter. And as a father, nothing is more important to him than the child’s well-being.

Scott steals the original Ant-Man costume and the helmet, and he immediately uses his newly acquired power to find Erica Sondheim, a doctor specialized in an experimental laser procedure that might cure Cassie’s heart. The problem is that the doctor has been kidnapped by the Machiavellian Darren Cross, a superpowered individual obsessed with wealth and success. A confrontation between the new hero and the atypical villain is inevitable, and the showdown takes place in “The Price of a Heart!” (Marvel Premiere  # 48, May 1979).

When I was reading these comics, I immediately remembered the Ant-Man movie. The movie is actually quite faithful to this origin story, although the filmmakers reinvented and expanded many of the comic’s subplots. I think Michelinie deserves a round of applause for achieving so much in only a handful of pages (combining both issues we’re talking of a little bit less than 40 pages). Anyway, I’m sure neither Michelinie nor Byrne expected to see their creation leaping to the big screen 36 years later. I wonder what was their opinion about the filmic adaptation. It has been rumored that Marvel’s plan in the late 70s was to launch a new series, starring Scott Lang as the new Ant-Man, but Byrne was so dissatisfied with Layton’s involvement in the project that he simply quit, and so the new title was canceled before it even got a chance to properly begin.

The action sequences, the miniaturized components, the insects and the villain’s design are all courtesy of penciler John Byrne, who provides the breakdowns for both issues. Bob Layton is in charge of the finished art and the inks, so the pages have more of Layton’s influence than anything else. Logically, the first cover was completely illustrated by Bob Layton, while the second one was done by Dave Cockrum and Bob McLeod. 
________________________________________________________________________________________________
________________________________________________________________________________________________

Cuando los héroes más poderosos de la Tierra se unieron por primera vez, el Universo Marvel cambió para siempre. Los miembros fundadores de los Vengadores fueron Iron Man, Thor, Hulk, Ant-Man (Hank Pym) y Wasp. Los 3 primeros eran tremendamente populares y cada uno de ellos tenía su propia colección, sin embargo, ese no era el caso con Ant-Man y Wasp. Eran recién llegados, y se hicieron famosos gracias a su afiliación con los Vengadores. Así que es comprensible que, rodeados por los superhéroes más poderosos del mundo, Hank Pym sentiría que no encajaba del todo, y eso lo llevó a pasar de Ant-Man a Giant-Man, y más tarde a Goliat. Esta excesiva necesidad de compensación lo haría abrazar un nuevo alias superheroica: Yellow Jacket.

Durante su época como Yellow Jacket, Hank Pym abandonó su traje original y su casco (lo que le permitía comunicarse con las hormigas). Y eso es precisamente lo que Scott Lang decide robar en “Robar un Ant-Man” (publicado originalmente en Marvel Premiere # 47, abril de 1979). De hecho, Scott Lang había sido encarcelado anteriormente por robo, y después de reformarse y conseguir un trabajo formal con Tony Stark, se entera de que su hija Cassie tiene una grave enfermedad cardíaca. De repente, el dinero que gana como un hombre honesto no es suficiente para pagar las facturas del hospital, por ello decide ser nuevamente un ladrón. 

David Michelinie presenta un dilema moral clásico, uno que es posible que hayamos encontrado antes en otros relatos: con el fin de salvar a un ser querido, el protagonista debe romper la ley. Aunque en este caso, también está poniendo en riesgo su propia libertad, ya que si es capturado lo enviarán automáticamente a la cárcel una vez más. Michelinie toma esta premisa y construye una historia muy interesante y, lo más importante, un personaje carismático. Scott Lang es un hombre que ha pagado por sus errores de juicio, y sin embargo, está dispuesto a sacrificar su nueva vida si eso significa que Cassie tendrá una segunda oportunidad. Tal vez, de una manera, Scott Lang es más fuerte que su predecesor Hank Pym porque tiene a alguien por quien luchar: su hija. Y como padre, nada es más importante para él que el bienestar de la niña.

Scott roba el traje original de Ant-Man y el casco, e inmediatamente usa su recién adquirido poder para encontrar a Erica Sondheim, una doctora especializada en un procedimiento láser experimental que podría curar el corazón de Cassie. El problema es que la doctora ha sido secuestrada por el maquiavélico Darren Cross, un individuo con superpoderes obsesionado con la riqueza y el éxito. Una confrontación entre el nuevo héroe y el atípico villano es inevitable, y la brega se desarrolla en “El precio de un corazón” (Marvel Premiere # 48, mayo de 1979).

Cuando estaba leyendo estos cómics, recordé inmediatamente la película de Ant-Man. La adaptación fílmica es bastante fiel a esta historia de origen, a pesar de que los realizadores reinventan y expanden los argumentos secundarios del cómic. Creo que Michelinie merece un aplauso por lograr tanto en sólo un puñado de páginas (combinando ambos ejemplares estamos hablando de un poco menos de 40 páginas). De todos modos, estoy seguro de que ni Michelinie ni Byrne esperaban que su creación daría el salto a la pantalla grande 36 años después. Me pregunto cuáles serían sus opiniones acerca de la mega-producción. Existe el rumor de que el plan de Marvel a finales de los 70s era el lanzamiento de una nueva serie, protagonizada de Scott Lang como el nuevo Ant-Man, pero Byrne estaba tan insatisfecho con la participación de Layton en el proyecto que, simplemente, renunció, por eso el nuevo título fue cancelado antes de poder empezar.

Las secuencias de acción, los componentes miniaturizados, los insectos y el diseño del villano son cortesía del dibujante John Byrne, que proporciona las ilustraciones en los dos números. Bob Layton está a cargo de los acabados y las tintas, por eso estas páginas tienen mucha influencia de Layton. De hecho, la primera portada fue completamente ilustrada por Bob Layton, mientras que la portada del segundo número sería realizada por Dave Cockrum y Bob McLeod.