So as the smart man he is, Millar found the way to scratch this literary itch in the form of Superior and now Huck. Both works complement each other rather nicely, so I think it would be fitting to read them (or re-read them) at the same time. Huck is a friendly approach to the superhero genre with a nice touch of brightness and candor. In the words of Antony Delfini “we live in a world of cynicism, materialism, vanity, and selfishness. Huck is a breadth of fresh air because he’s the opposite of that mentality”.
Huck is a big guy –with an even bigger heart– from a small American town. He does at least one good deed a day, and he has become a blessing for all the people around him. But as soon as he decides to expand his radius of influence, and help men and women outside the US, his secret is now out in the open. No longer the town’s mysterious Samaritan, Huck is now a reluctant celebrity who must fight against hordes of newspaper journalists and TV reporters… and in the process he’s offered the possibility of finding out who his real mother is.
There is something deceptively simple about Millar’s concept. This isn’t just a homage to Superman’s roots, it’s also an insightful portray of who we are as a society and what we expect, as readers, from our heroes. Huck is the guy who will help others asking for nothing in return. Some might consider that an odd behavior, why work so hard for others when he could become the richest man on Earth? Why is he so modest when he could be worldwide famous? Why bother to intervene when he could be much better off by simply abstaining from the conflicts of his nation? Perhaps because he believes he can make a difference, and because he everything he does is for the right reason.
So instead of mindlessly fighting against supervillains like Superman does in his monthly titles, Huck lives a quiet life, preventing conflicts instead of going into battle, helping others in time so that he won’t have to worry about them later. There is something absolutely charming about this resurrection of the classic superhero.
Huck |
To be honest, it took me a couple of issues to warm up to Rafael Albuquerque’s style but I ended up enjoying his contribution. An accomplished penciler and inker, Albuquerque rose to prominence after his collaborations in Vertigo’s American Vampire. He doesn’t seem to be too keen on details or realistic anatomy, but that doesn’t detract from the evident value of his work. In fact, it’s thanks to his loose lines, his dynamic composition and his kinetic pages that we can appreciate the true nature of a character like Huck. His lines are wonderfully enhanced by Dave McCaig’s coloring, who provides the right mood in every scene with just a touch of the right pigment.
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Ha pasado más de una década desde que leí por primera vez “Superman: Red Son”, un proyecto Elseworlds escrito por Mark Millar que resultó ser una de las mejores historias de Superman de los últimos 75 años. Red Son es comparable con “¿Qué pasó con el Hombre del Mañana?” de Alan Moore o “Man of Steel” de John Byrne. Y eso no debería ser una sorpresa, teniendo en cuenta que Millar ha explicado a menudo lo mucho que le encanta Superman. Pero, salvo algunos números desperdigados, él nunca fue un escritor habitual de Superman en la época en la que todavía estaba trabajando para DC Comics.
visiting a rough neighborhood / visitando un vecindario peligroso |
Millar, con la astucia que lo caracteriza, encontró la manera de rascarse esta picazón literaria bajo la forma de Superior y ahora “Huck”. Ambos trabajos se complementan entre sí bastante bien, así que creo que sería adecuado leerlos (o re-leerlos) al mismo tiempo. Huck es un enfoque amigable sobre el género de los superhéroes, con un toque de optimismo y sinceridad. En palabras de Antonio Delfini “vivimos en un mundo de cinismo, materialismo, vanidad y egoísmo. Huck es una bocanada de aire fresco porque es lo opuesto de esa mentalidad”.
Huck es un sujeto grande –con un corazón aún más grande– en una pequeña ciudad norteamericana. Él hace por lo menos una buena acción al día, y se ha convertido en una bendición para todos los que lo rodean. Pero apenas decide ampliar su radio de influencia, y ayudar a la gente en otros países, su secreto sale a flote. En vez de ser el misterioso samaritano del pueblito, Huck es ahora una celebridad que debe luchar contra las hordas de periodistas de la prensa y reporteros de televisión... y en el proceso podrá descubrir quién es su verdadera madre.
El concepto central de Millar es aparentemente muy simple. Esto no es solamente un homenaje a las raíces de Superman, también es un retrato perspicaz de lo que somos como sociedad y lo que esperamos, como lectores, de nuestros héroes. Huck es el sujeto que va a ayudar a los demás sin esperar nada a cambio. Algunos podrían considerar que ese es un comportamiento extraño, ¿por qué ayudar a otras personas cuando podría convertirse en el hombre más rico de la Tierra? ¿Por qué es tan modesto cuando podría ser mundialmente famoso? ¿Por qué preocuparse por intervenir cuando podría abstenerse de los conflictos de su nación? Tal vez porque él cree que puede hacer la diferencia, y porque todo lo que hace es por una buena razón.
Así que en lugar de luchar tontamente contra supervillanos, como hace Superman en su colección mensual, Huck vive una vida tranquila, previene conflictos antes de que desemboquen en algo peor, ayuda a otros en el momento adecuado para no tener que preocuparse por ellos más tarde. Hay algo absolutamente encantador acerca de esta resurrección del superhéroe clásico.
Trapped / atrapados |
Para ser honesto, me tomó un par de números acostumbrarme al estilo de Rafael Albuquerque pero terminé disfrutando su contribución. Albuquerque es un buen dibujante y un sólido entintador; él saltó a la fama después de sus colaboraciones en American Vampire de Vertigo. No parece estar demasiado interesado en la anatomía realista o en ser detallista, pero eso no le resta valor a su obra. De hecho, es gracias a sus líneas sueltas, su composición dinámica y sus vibrantes páginas que podemos apreciar la verdadera naturaleza de un personaje como Huck. Sus líneas están maravillosamente realzadas por el coloreado de Dave McCaig, que proporciona la atmósfera adecuada en cada escena con el pigmento apropiado.