This idea of scars as evidence of the past is certainly present in Peter Milligan’s groundbreaking story, “The Eaters” (published as part of the Vertigo Voices initiative in 1995). The protagonist is Cassandra Quill, a teenager who has quite a few emotional scars. Every time she falls in love with a guy, eventually their family have him for dinner. They don’t have him over for dinner, they literally kill the guy, cook him and eat him, with a gourmet preparation that could compete with that of Hannibal Lecter.
Cassandra Quill |
The Quill family / la familia Quill |
However, California isn’t all it’s cracked up to be. Mr. Quill is appalled by the amount of homeless people he sees in Ohio, and that will be nothing compared to what they’ll see in Los Angeles. Even after 25 years, the homeless situation in Los Angeles continues to be a huge problem, and that’s something I saw with my own eyes when I visited the city a few months ago. “Well, it ain’t right. This is America. We’re the engine room and the grain house of the world… and people are begging and starving like we was some poverty-struck little statelet”, and for a time, Mr. Quill and their family try to make a difference, by killing obese tourists who are littering the streets, and turning them into hearty meals that are given for free to hundreds of hungry homeless people.
Just before dinner / justo antes de la cena |
However, the Quills are not careful enough. And Hal Blind is able to intercept them. And the worst is that they make the mistake of visiting an old friend and ally, Shay Chesterton, who is currently the mayor in San Diego. Now a powerful politician, Chesterton doesn’t want anyone to discover his past as an eater. Attacked by a group of mercenaries sent by Chesterton, Cassandra’s father, mother, brother and boyfriend are all brutally exterminated and she barely manages to escape alive. In the final page we see Cassandra’s final transformation: she finally falls in love with a guy that is not muscular and who happens to be extremely smart. Together, they decide to become vegetarians. “The Eaters” is a fascinating standalone story, with haunting images and scenes that are just as fascinating as they are disturbing. The artist, Dean Ormston, perfectly captures the bitterness, the savagery, the blood and the violence, and above all, the ugliness of a United States of America that has very little to do with the idealized image that the Quills had in their minds after living in isolation for 18 years.
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El canibalismo y el horror suelen ser partes de la misma ecuación. Y me atrevería a decir que hay cierta fascinación por el canibalismo, y tal vez eso explica el éxito de películas como “El silencio de los inocentes” y sus precuelas y secuelas. Me pregunto si lo que más nos fascina no es sólo el hecho de que el Dr. Hannibal Lecter mató y comió hombres, sino la forma sofisticada en que lo hizo. En palabras del propio Hannibal Lecter: “nuestras cicatrices tienen el poder de recordarnos que el pasado fue real. Vivimos en un tiempo primitivo, ¿no es así, Will? Ni salvaje ni sabio. Las medias tintas son su maldición, cualquier sociedad racional me mataría o me daría algún uso”.
"Don't eat with your fingers" / "No comas con los dedos" |
Cada vez que el señor Quill se encuentra con uno de los novios de su hija, inmediatamente se interesa en ellos, tocando sus músculos y admirándolos, casi como si se sintiera sexualmente atraído por ellos. Pero el verdadero deseo es mucho más poderoso que el mero sexo, ya que está profundamente ligado a los instintos de supervivencia y la necesidad de cazar presas indefensas. Los Quills han vivido en la idílica y pequeña ciudad de Churchill durante los últimos 18 años, y en el transcurso de ese tiempo han matado y devorado a 2,324 ciudadanos. Se están quedando sin gente que puedan comer y por ello deciden emprender un viaje por carretera que los llevará desde el estado de New York hasta California.
Hal Blind |
Sin embargo, California no es tan maravillosa como se cree. El Sr. Quill está horrorizado por la cantidad de personas sin hogar que ve en Ohio, y eso no será nada comparado con lo que verán en Los Ángeles. Incluso después de 25 años, la situación de personas sin hogar en Los Ángeles sigue siendo un gran problema, y eso es algo que vi con mis propios ojos cuando visité esa ciudad hace unos meses. “Bueno, no está bien. Esto es Estados Unidos. Somos el centro de la maquinaria y el granero del mundo... y la gente está mendigando y muriendo de hambre como si fuésemos un paisucho lleno de pobreza”, y durante un tiempo, el Sr. Quill y su familia intentan marcar la diferencia matando a los obesos turistas que ensucian las calles y convirtiéndolos en abundantes potajes que se entregan gratuitamente a cientos de personas sin hogar que padecen hambre.
The last supper / la última cena |
Sin embargo, los Quills no son lo suficientemente cuidadosos. Y Hal Blind es capaz de interceptarlos. Y lo peor es que cometen el error de visitar a un viejo amigo y aliado, Shay Chesterton, que actualmente es el alcalde de San Diego. Ahora que es un político poderoso, Chesterton no quiere que nadie descubra su pasado como devorador. Atacados por un grupo de mercenarios enviados por Chesterton, el padre, la madre, el hermano y el novio de Cassandra son brutalmente exterminados y ella apenas logra escapar con vida. En la página final vemos la transformación final de Cassandra: finalmente se enamora de un chico que no es musculoso y que es extremadamente inteligente. Juntos, deciden convertirse en vegetarianos. “The Eaters” es una cautivadora historia independiente, con imágenes inquietantes y con escenas que son tan fascinantes como impactantes. El artista, Dean Ormston, captura perfectamente la amargura, el salvajismo, la sangre y la violencia, y sobre todo, la fealdad de un Estados Unidos de América que tiene muy poco que ver con la imagen idealizada que los Quills tenían en mente después de vivir en aislamiento durante 18 años.