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September 17, 2016

The X-Men # 17-21 - Lee, Thomas, Kirby & Roth

It may sound as a paradox, but when Stan ‘The Man’ Lee became the most successful writer in the 60s, he eventually found out that he didn’t have enough time to keep writing: “By the time we had reached issue # 20, the number of publications Marvel was producing had grown so enormously that I found it necessary to reluctantly give up the scripting chores and turn them over to another writer”, admits Stan Lee.

Before leaving the title, however, Lee managed to complete his final script about the return of Magneto. Although the master of magnetism had been kidnapped by a cosmic entity simply called the Stranger, he finds a way to escape. “...And None Shall Survive!” (originally published in The X-Men # 17, February 1966) begins with an ominous feeling that Charles Xavier can’t describe. One by one, Professor X and all his X-Men (except Iceman) are defeated. Lee really knows how to maintain the suspense throughout this chapter, and the truth is revealed only in the final page. Jack Kirby did the covers for this and the next issue, but the interior art was provided by penciler Werner Roth (under the pseudonym of Jay Gavin) and inker Dick Ayers. 

The final battle between the master of magnetism and the last remaining X-Man takes place in “If Iceman Should Fail--!” (The X-Men # 18, March 1966). In this chapter, Magneto is portrayed as a “megalomaniacal mutant”, a villain without any redeeming qualities. Perhaps, after the defeat suffered at the hands of the Stranger and the disbandment of his Brotherhood of Evil Mutants, the villain has hit rock bottom and has momentarily lost his sanity. Iceman manages to resist Magneto’s attack long enough for the rest of the X-Men to break free. 

Stan Lee’s final issue as a writer was “Lo! Now Shall Appear--The Mimic!” (The X-Men # 19, April 1966). In Lee’s hands, the mutants really act like “the most unusual teen-agers of all time”. Dealing with their amazing powers is hard enough, but they must also learn how to control their feelings and in some cases, identify what is the meaning of such feelings. As we’ve seen before, for Bobby Drake (Iceman) his attraction towards other boys is an uncomfortable truth, one that must be kept hidden at all costs. But even in the case of heterosexual relationships, things aren’t easy either. For instance, Jean Grey (Marvel Girl) has a crush on Scott Summers (Cyclops), but she lacks the courage to take the first step; and Cyclops, the brooding teen who takes everything so seriously and who doesn’t believe in himself as much as the others do, is convinced that the girl of his dream is out of his league. This romance, carefully developed by the expert hand of Stan Lee, is a secret for the rest of the team.

Xavier decides that it’s time for his pupils to enjoy a much deserved day off. So for one day the kids finally get the chance to do whatever they want: Hank McCoy (Beast) and Bobby Drake go to the public library, and there Hank finds a girl that has read almost as many books as he has. Meanwhile, Jean Grey goes on a shopping spree unlike anything we’ve seen in previous issues. All of them, at different moments, run into Calvin Rankin, a young man who has the ability to temporarily copy the powers of those who are close to him. Calvin attacks the X-Men, introducing himself as the Mimic. This time, Werner Roth illustrates the cover (along with Marie Severin) and does all the interior art, and the result is actually quite good. 

Stan Lee was replaced by Roy Thomas (Thomas run on Conan the Barbarian is absolutely brilliant and his passion for the ‘swords and sorcery’ genre was evident, but perhaps he was ill-prepared for a title like The X-Men). The first issue of the new writer was “I, Lucifer...” (The X-Men # 20, May 1966). Once again, Professor X and his X-Men fight against the evil Lucifer. It’s in this issue in which we learn how, when Xavier was younger, fought against Lucifer and lost the use of his legs. The confrontation with Lucifer ends in “From Whence Comes...Dominus?” (The X-Men # 21, June 1966).
After the battle with the Sentinels / después de la batalla con los centinelas
Thomas scripts are solid, but they are not as alluring or as entertaining as Lee’s tales. Werner Roth and Dick Ayers continue to do a fine job, and their covers are very satisfying, as they clearly do their best to imitate Kirby’s style. But some of the original energy, some of the initial charm, seems to have been lost.
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Puede sonar como una paradoja, pero cuando Stan “The Man” Lee se convirtió en el escritor más exitoso de los 60s, descubrió que ya no tenía tiempo suficiente para seguir escribiendo: “En el momento en que habíamos llegado al ejemplar # 20, la cantidad de publicaciones que Marvel estaba produciendo había crecido tan enormemente que me fue necesario ceder, a regañadientes, la tarea de los guiones y dejarlos en manos de otro escritor”, admite Stan Lee. 
Magneto
Antes de abandonar el título, sin embargo, Lee logró completar su guión final sobre el regreso de Magneto. Aunque el amo del magnetismo había sido secuestrado por una entidad cósmica, encuentra una manera de escapar. “... Y ninguno sobrevivirá” (publicado originalmente en The X-Men # 17, febrero de 1966) comienza con una sensación ominosa que Charles Xavier no puede describir. Uno por uno, el Profesor X y todos sus X-Men (excepto Iceman) son derrotados. Lee realmente sabe cómo mantener el suspenso a lo largo de este capítulo, y la verdad se revela sólo en la última página. Jack Kirby hizo las portadas de este y el próximo número, pero el arte interior fue proporcionada por el dibujante Werner Roth (bajo el seudónimo de Jay Gavin) y el entintador Dick Ayers.
Mimic
La batalla final entre el maestro del magnetismo y el último integrante de los X-Men se lleva a cabo en “Si acaso Iceman fracasara” (The X-Men # 18, marzo de 1966). En este capítulo, Magneto es retratado como un "mutante megalómano", un villano sin ningún tipo de cualidades a su favor. Tal vez, después de la derrota sufrida a manos de un extraño y la disolución de su Hermandad de Mutantes Diabólicos, el villano ha tocado fondo y ha perdido momentáneamente la cordura. Iceman se las arregla para resistir el ataque de Magneto hasta que sus compañeros son liberados.
Mimic versus X-Men
El último número de Stan Lee como escritor es “Contemplad: ahora aparece el Mimic” (The X-Men # 19, abril de 1966). En las manos de Lee, los mutantes realmente actúan como "los más inusuales adolescentes de todos los tiempos". Lidiar con sus increíbles poderes es bastante difícil, pero también deben aprender a controlar sus sentimientos y, en algunos casos, identificar cuál es el significado de tales sentimientos. Como hemos visto antes, para Bobby Drake (Iceman) su atracción hacia otros muchachos es una verdad incómoda, que debe mantenerse oculta a toda costa. Pero incluso en el caso de las relaciones heterosexuales, las cosas no son fáciles. Por ejemplo, Jean Grey (Marvel Girl) está enamorada de Scott Summers (Cíclope), pero le falta el valor para dar el primer paso; y Cyclops, el adolescente melancólico que se toma todo muy en serio y que no cree en sí mismo, está convencido de que la chica de sus sueños está fuera de su alcance. Este romance, cuidadosamente desarrollado por la experta mano de Stan Lee, es un secreto para el resto del equipo.
Lucifer, Unus & Blob
Xavier decide que es hora de que sus alumnos disfruten de un merecido día libre. Así que por un día los chicos finalmente tienen la oportunidad de hacer lo que quieran: Hank McCoy (Bestia) y Bobby Drake van a la biblioteca pública, y ahí Hank encuentra a una chica que ha leído casi tantos libros como él. Mientras tanto, Jean Grey sale de compras. Todos ellos, en diferentes momentos, se enfrentan a Calvin Rankin, un joven que tiene la capacidad de copiar temporalmente los poderes de los que están cerca de él. Calvin ataca a los X-Men, presentándose como el Mimic. Esta vez, Werner Roth ilustra la portada (junto con Marie Severin) y hace todo el arte interior; el resultado es bastante bueno.
The secret origin of Professor X / el origen secreto del Profesor X
Stan Lee fue sustituido por Roy Thomas (la etapa de Thomas en Conan el Bárbaro es absolutamente brillante y su pasión por el género de 'espadas y brujería' es evidente, pero tal vez él no estaba preparada para un título como The X-Men). El primer número del nuevo escritor es “Yo, Lucifer...” (The X-Men # 20, mayo de 1966). Una vez más, el Profesor X y sus X-Men luchan contra el malévolo Lucifer. Es en este ejemplar en el que se narra cómo Xavier perdió el uso de sus piernas, años atrás, luchando contra Lucifer y. La confrontación con Lucifer termina en “¿De dónde viene... Dominus?” (The X-Men # 21, junio de 1966).

Los guiones de Thomas son sólidos, pero no son tan atrayentes o entretenidos como los relatos de Lee. Werner Roth y Dick Ayers siguen haciendo un buen trabajo, y sus portadas son muy satisfactorias, ya que claramente hacen lo posible para imitar el estilo de Kirby. Sin embargo, parte de la energía original, algo del encanto inicial, parece haberse perdido.

February 4, 2015

The Wicked + The Divine # 1-5 - Kieron Gillen & Jamie McKelvie

The boy to my right falls to his knees, cum leaking from his crotch”, the girls fade out, hyperventilating, it’s the perfect orgasm, it’s what a total orgasm should feel like, and the only one who resists such an intense input of pleasure is Laura, a 17-year-old girl who loves the new and old gods that now walk upon the Earth: Amaterasu, Lucifer and the others, barely teenagers who claim to be the living incarnations of the most ancient divinities in the history of humankind.

But these gods and goddesses are not here to reenact empty rituals or demand reverence. On the contrary, they’re here to shine, brighter than the Apollonian sun, and to cast a shadow as deep as the Erebus night. They’re here to rock, they’re here to be pop idols, and their cult following is just beginning to increase.

“Once Again” (June 2014) is the first chapter of this magnificent exercise of creativity, brought to us by two of my favorite British authors: Kieron Gillen and Jamie McKelvie. They had already dealt with the difficult transit from adolescence to youth in the pages of 2013’s best ongoing series: “Young Avengers”. And now they’re back, reaffirming their indy roots, paying homage to other deities, making us remember that “Phonogram” is not over yet.

In “The No-Pinkie Pinkie Swear”, we see Laura trying to find Ananke “the absolute ruler of all destiny and fate, for both gods and mortals”. Nevertheless, Lucifer has another mission for Laura. As we’ve seen before, all gods are pop stars, worldwide famous, extremely popular figures, teen idols with millions of followers. Except for the Morrigan, an underground divinity that is always hard to find. “I’ve seen all the gods… except the Morrigan”, explains Laura.

“Chthonic Homesick Blues” explores even further the nature of these teenagers turned into gods; and how they rely on popularity and fans instead of orthodox worshipping; because the young deities never set foot on a temple but rather on the stages of hugely publicized concerts. In “The Immoral of the Tale”, Laura has the opportunity to visit Woden’s (Odin) Valhalla and meet the rest of the pantheon: Sakhmet, Minerva, Ananke, Baal and Amaterasu. Finally, in “Sympathy”, Lucifer is murdered in cold blood by Ananke. Her death is an unexpected plot twist, and it puts even more weight onto Laura’s shoulders.
Lucifer & Laura

Perhaps one of the greatest virtues of this new series is how it works as a “spiritual successor” to Young Avengers. As Joe Drake explains “If YA was high school, where you’ve got a specific end goal (graduate, get into a good school, etc.), WicDiv strikes me as the reeling period that comes next, whether you’re in college, working a job, or travelling”. Indeed, I also feel as if WicDiv is that amazing and yet completely chaotic transitional period between the high school era and the “what comes next?” moment that defines the lives of young adults.

At the end of “The Faust Act”, Laura understands the motivations of the gods better than ever. At the same time, the pantheon must mourn the loss of one of their own. As Gillen explains in the epilogue “Death sits there waiting, without even the polite offer of a game of chess before unceremoniously showing you the exit […] The question becomes how do you choose to spend that infinitely brief, precious time?”. 

Fresh and vibrant, the art of Jamie McKelvie becomes the ideal ally to Gillen’s scripts. McKelvie is so perfectly suited to draw young people that his pages add on to the juvenile energy of The Wicked + The Divine. I already had the pleasure of admiring his lines in the pages of Young Avengers, and here we can also welcome his creative character designs. I’m absolutely convinced that the second arc will be just as good as this one. 
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The head of the Morrigan / la cabeza de Morrigan

El chico a mi derecha cae de rodillas, el semen se chorrea por su entrepierna”, las chicas se desmayan, hiperventilando, es el orgasmo perfecto, es el orgasmo total, y la única capaz de resistir un placer tan intenso es Laura, una chica de 17 años que adora a los nuevos y viejos dioses que ahora caminan por la Tierra: Amaterasu, Lucifer y los demás, apenas adolescentes que claman ser las encarnaciones vivientes de las más antiguas divinidades en la historia de la humanidad.

Pero estos dioses y diosas no están aquí para recrear rituales vacíos o demandar reverencias. Por el contrario, están aquí para brillar, más luminosos que el sol de Apolo, y para proyectar una sombra tan profunda como la noche del Erebo. Están aquí para el rock, para ser ídolos pop, y el número de sus seguidores va en aumento. 

“Una vez más” (junio de 2014) es el primer capítulo de este magnífico ejercicio de creatividad, elaborado por dos de mis autores británicos favoritos: Kieron Gillen y Jamie McKelvie. Ellos ya habían lidiado con el difícil tránsito de la adolescencia a la juventud en las páginas de la mejor serie mensual del 2013: “Young Avengers”. Y ahora están de vuelta, reafirmando sus raíces independientes, rindiendo homenaje a otras deidades, haciéndonos recordar que “Phonogram” aún no ha terminado. 

En “El no juramento del dedo meñique”, vemos a Laura intentando encontrar a Ananke “la que domina absolutamente todo el destino tanto para dioses como para mortales”. No obstante, Lucifer tiene otra misión para Laura. Como hemos visto antes, todos los dioses son estrellas pop, mundialmente famosos, figuras extremadamente populares, ídolos juveniles con millones de seguidores. Excepto Morrigan, una divinidad 'underground' que siempre es difícil encontrar. “He visto a todos los dioses… excepto a Morrigan”, explica Laura.
Valhalla

“Blues nostálgico Chthonico” explora aún más la naturaleza de estos adolescentes convertidos en dioses; y cómo se apoyan en la popularidad y en sus fans en vez de en la adoración ortodoxa; porque las jóvenes deidades nunca ponen un pie en un templo sino más bien en los escenarios de conciertos precedidos de muchísima publicidad. En “Lo inmoral del relato”, Laura tiene la oportunidad de visitar el Valhala de Woden (Odín) y conocer al resto del panteón: Sakhmet, Minerva, Ananke, Baal y Amaterasu. Finalmente, en “Simpatía”, Lucifer es asesinada a sangre fría por Ananke. Su muerte es un inesperado giro argumental, y pone aún más peso sobre los hombros de Laura.
The death of Lucifer / la muerte de Lucifer

Tal vez una de las grandes virtudes de esta nueva colección es que funciona como un “sucesor espiritual” de Young Avengers. Como explica Joe Drake “Si YA era la secundaria, en donde tienes una meta final específica (graduarte, entrar a una buena universidad, etc.), me parece que WicDiv es el periodo vacilante que viene a continuación, ya sea que estés en la universidad, trabajando, o viajando”. De hecho, yo también siento que WicDiv es ese periodo de transición asombroso y no obstante completamente caótico entre la época de la secundaria y el momento que viene después, que define las vidas de los jóvenes adultos.

Al final de “El acto de Fausto”, Laura entiende las motivaciones de los dioses mejor que antes. Al mismo tiempo, el panteón debe llorar la pérdida de uno de los suyos. Como explica Gillen en el epílogo “La muerte se sienta allí, esperándote, ni siquiera con un amable ofrecimiento de un juego de ajedrez antes de mostrarte la salida sin ceremonia alguna […] La pregunta se convierte en ¿cómo eliges gastar ese infinitamente breve y precioso tiempo?”. 

Fresco y vibrante, el arte de Jamie McKelvie es el aliado ideal para los guiones de Gillen. McKelvie es la opción perfecta para dibujar a jóvenes, y sus páginas suman energía juvenil a The Wicked + The Divine. Ya había tenido el placer de admirar sus trazos en las páginas de Young Avengers, y aquí también podemos darle la bienvenida a sus creativos diseños de personajes. Estoy absolutamente convencido de que el segundo arco será tan bueno como este.