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September 17, 2016

The X-Men # 17-21 - Lee, Thomas, Kirby & Roth

It may sound as a paradox, but when Stan ‘The Man’ Lee became the most successful writer in the 60s, he eventually found out that he didn’t have enough time to keep writing: “By the time we had reached issue # 20, the number of publications Marvel was producing had grown so enormously that I found it necessary to reluctantly give up the scripting chores and turn them over to another writer”, admits Stan Lee.

Before leaving the title, however, Lee managed to complete his final script about the return of Magneto. Although the master of magnetism had been kidnapped by a cosmic entity simply called the Stranger, he finds a way to escape. “...And None Shall Survive!” (originally published in The X-Men # 17, February 1966) begins with an ominous feeling that Charles Xavier can’t describe. One by one, Professor X and all his X-Men (except Iceman) are defeated. Lee really knows how to maintain the suspense throughout this chapter, and the truth is revealed only in the final page. Jack Kirby did the covers for this and the next issue, but the interior art was provided by penciler Werner Roth (under the pseudonym of Jay Gavin) and inker Dick Ayers. 

The final battle between the master of magnetism and the last remaining X-Man takes place in “If Iceman Should Fail--!” (The X-Men # 18, March 1966). In this chapter, Magneto is portrayed as a “megalomaniacal mutant”, a villain without any redeeming qualities. Perhaps, after the defeat suffered at the hands of the Stranger and the disbandment of his Brotherhood of Evil Mutants, the villain has hit rock bottom and has momentarily lost his sanity. Iceman manages to resist Magneto’s attack long enough for the rest of the X-Men to break free. 

Stan Lee’s final issue as a writer was “Lo! Now Shall Appear--The Mimic!” (The X-Men # 19, April 1966). In Lee’s hands, the mutants really act like “the most unusual teen-agers of all time”. Dealing with their amazing powers is hard enough, but they must also learn how to control their feelings and in some cases, identify what is the meaning of such feelings. As we’ve seen before, for Bobby Drake (Iceman) his attraction towards other boys is an uncomfortable truth, one that must be kept hidden at all costs. But even in the case of heterosexual relationships, things aren’t easy either. For instance, Jean Grey (Marvel Girl) has a crush on Scott Summers (Cyclops), but she lacks the courage to take the first step; and Cyclops, the brooding teen who takes everything so seriously and who doesn’t believe in himself as much as the others do, is convinced that the girl of his dream is out of his league. This romance, carefully developed by the expert hand of Stan Lee, is a secret for the rest of the team.

Xavier decides that it’s time for his pupils to enjoy a much deserved day off. So for one day the kids finally get the chance to do whatever they want: Hank McCoy (Beast) and Bobby Drake go to the public library, and there Hank finds a girl that has read almost as many books as he has. Meanwhile, Jean Grey goes on a shopping spree unlike anything we’ve seen in previous issues. All of them, at different moments, run into Calvin Rankin, a young man who has the ability to temporarily copy the powers of those who are close to him. Calvin attacks the X-Men, introducing himself as the Mimic. This time, Werner Roth illustrates the cover (along with Marie Severin) and does all the interior art, and the result is actually quite good. 

Stan Lee was replaced by Roy Thomas (Thomas run on Conan the Barbarian is absolutely brilliant and his passion for the ‘swords and sorcery’ genre was evident, but perhaps he was ill-prepared for a title like The X-Men). The first issue of the new writer was “I, Lucifer...” (The X-Men # 20, May 1966). Once again, Professor X and his X-Men fight against the evil Lucifer. It’s in this issue in which we learn how, when Xavier was younger, fought against Lucifer and lost the use of his legs. The confrontation with Lucifer ends in “From Whence Comes...Dominus?” (The X-Men # 21, June 1966).
After the battle with the Sentinels / después de la batalla con los centinelas
Thomas scripts are solid, but they are not as alluring or as entertaining as Lee’s tales. Werner Roth and Dick Ayers continue to do a fine job, and their covers are very satisfying, as they clearly do their best to imitate Kirby’s style. But some of the original energy, some of the initial charm, seems to have been lost.
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Puede sonar como una paradoja, pero cuando Stan “The Man” Lee se convirtió en el escritor más exitoso de los 60s, descubrió que ya no tenía tiempo suficiente para seguir escribiendo: “En el momento en que habíamos llegado al ejemplar # 20, la cantidad de publicaciones que Marvel estaba produciendo había crecido tan enormemente que me fue necesario ceder, a regañadientes, la tarea de los guiones y dejarlos en manos de otro escritor”, admite Stan Lee. 
Magneto
Antes de abandonar el título, sin embargo, Lee logró completar su guión final sobre el regreso de Magneto. Aunque el amo del magnetismo había sido secuestrado por una entidad cósmica, encuentra una manera de escapar. “... Y ninguno sobrevivirá” (publicado originalmente en The X-Men # 17, febrero de 1966) comienza con una sensación ominosa que Charles Xavier no puede describir. Uno por uno, el Profesor X y todos sus X-Men (excepto Iceman) son derrotados. Lee realmente sabe cómo mantener el suspenso a lo largo de este capítulo, y la verdad se revela sólo en la última página. Jack Kirby hizo las portadas de este y el próximo número, pero el arte interior fue proporcionada por el dibujante Werner Roth (bajo el seudónimo de Jay Gavin) y el entintador Dick Ayers.
Mimic
La batalla final entre el maestro del magnetismo y el último integrante de los X-Men se lleva a cabo en “Si acaso Iceman fracasara” (The X-Men # 18, marzo de 1966). En este capítulo, Magneto es retratado como un "mutante megalómano", un villano sin ningún tipo de cualidades a su favor. Tal vez, después de la derrota sufrida a manos de un extraño y la disolución de su Hermandad de Mutantes Diabólicos, el villano ha tocado fondo y ha perdido momentáneamente la cordura. Iceman se las arregla para resistir el ataque de Magneto hasta que sus compañeros son liberados.
Mimic versus X-Men
El último número de Stan Lee como escritor es “Contemplad: ahora aparece el Mimic” (The X-Men # 19, abril de 1966). En las manos de Lee, los mutantes realmente actúan como "los más inusuales adolescentes de todos los tiempos". Lidiar con sus increíbles poderes es bastante difícil, pero también deben aprender a controlar sus sentimientos y, en algunos casos, identificar cuál es el significado de tales sentimientos. Como hemos visto antes, para Bobby Drake (Iceman) su atracción hacia otros muchachos es una verdad incómoda, que debe mantenerse oculta a toda costa. Pero incluso en el caso de las relaciones heterosexuales, las cosas no son fáciles. Por ejemplo, Jean Grey (Marvel Girl) está enamorada de Scott Summers (Cíclope), pero le falta el valor para dar el primer paso; y Cyclops, el adolescente melancólico que se toma todo muy en serio y que no cree en sí mismo, está convencido de que la chica de sus sueños está fuera de su alcance. Este romance, cuidadosamente desarrollado por la experta mano de Stan Lee, es un secreto para el resto del equipo.
Lucifer, Unus & Blob
Xavier decide que es hora de que sus alumnos disfruten de un merecido día libre. Así que por un día los chicos finalmente tienen la oportunidad de hacer lo que quieran: Hank McCoy (Bestia) y Bobby Drake van a la biblioteca pública, y ahí Hank encuentra a una chica que ha leído casi tantos libros como él. Mientras tanto, Jean Grey sale de compras. Todos ellos, en diferentes momentos, se enfrentan a Calvin Rankin, un joven que tiene la capacidad de copiar temporalmente los poderes de los que están cerca de él. Calvin ataca a los X-Men, presentándose como el Mimic. Esta vez, Werner Roth ilustra la portada (junto con Marie Severin) y hace todo el arte interior; el resultado es bastante bueno.
The secret origin of Professor X / el origen secreto del Profesor X
Stan Lee fue sustituido por Roy Thomas (la etapa de Thomas en Conan el Bárbaro es absolutamente brillante y su pasión por el género de 'espadas y brujería' es evidente, pero tal vez él no estaba preparada para un título como The X-Men). El primer número del nuevo escritor es “Yo, Lucifer...” (The X-Men # 20, mayo de 1966). Una vez más, el Profesor X y sus X-Men luchan contra el malévolo Lucifer. Es en este ejemplar en el que se narra cómo Xavier perdió el uso de sus piernas, años atrás, luchando contra Lucifer y. La confrontación con Lucifer termina en “¿De dónde viene... Dominus?” (The X-Men # 21, junio de 1966).

Los guiones de Thomas son sólidos, pero no son tan atrayentes o entretenidos como los relatos de Lee. Werner Roth y Dick Ayers siguen haciendo un buen trabajo, y sus portadas son muy satisfactorias, ya que claramente hacen lo posible para imitar el estilo de Kirby. Sin embargo, parte de la energía original, algo del encanto inicial, parece haberse perdido.

August 29, 2016

The X-Men # 11-16 - Stan Lee & Jack Kirby

If, for some fans, the first issues of X-Men were simply the warm-up, I think we could all agree that Stan Lee and Jack Kirby finally hit their stride in 1965. Unfortunately, they didn’t have enough time to celebrate their achievements. “The magnificently talented Jack Kirby had penciled the first eleven X-Men issues, and I would have loved it if he could have continued doing every one that followed. But the press of new assignments finally made it impossible for him to keep up the pace. So he had to eventually surrender the penciling chores”, explains Stan Lee in the foreword of Marvel Masterworks X-Men Vol. 2.

“The Triumph of Magneto!” (originally published in The X-Men # 11, May 1965) was Jack Kirby’s last issue as a penciler (this time inked by Chic Stone). Magneto tries to persuade the Stranger –a cosmic entity who has just arrived to our planet– to join the Brotherhood of Evil Mutants. However, Magneto is defeated and taken to another galaxy courtesy of the Stranger; furthermore, Scarlet Witch and Quicksilver decide to quit the Brotherhood of Evil Mutants.

Despite his departure, Kirby would continue to provide layouts for the next 5 issues, in addition to illustrating the covers as usual. So in “The Origin of Professor X!” (The X-Men # 12, July 1965) the penciler is the legendary Alex Toth and the inker is Vince Colletta. There is more than one secret revealed in this episode: first of all, the X-Men discover Cerebro, the machine that the Professor X had been using in secret to track mutants down. And Charles Xavier finally reveals details about his past: how his mother, after becoming a widow, married an ambitious and cruel man; how this man’s son, named Cain Marko, became an abusive stepbrother who hated Xavier; and finally how, under strange circumstances, Cain Marko found the temple of Cyttorak and was mystically transformed into the unstoppable Juggernaut.

“Where Walks the Juggernaut!” (The X-Men # 13, September 1965) is the second part of the intense and memorable first confrontation between the X-Men and the Juggernaut. In the previous issue, Stan Lee built up the tension carefully, by combining flashbacks about Xavier’s childhood and adolescence with the imminent attack of the Juggernaut. Finally, the X-Men do everything they can to stop an unstoppable enemy, and only the combined effort of the entire team, plus Xavier’s powerful mutant brain and the assistance of Human Torch –from the Fantastic Four– would allow them to win (worried about preserving the secrets of the School for Gifted Youngsters, Xavier quickly erases Johnny Storm’s memory). This issue was penciled by Werner Roth –who, for some undisclosed reason, signed under the pseudonym of Jay Gavin– and inked by the great Joe Sinnott.
The Stranger

After two magnificent issues, Stan Lee surprises his readers yet again, with one of the most captivating stories of the early days of Marvel: the Sentinels saga.  Everything begins in “Among Us Stalk...The Sentinels!” (The X-Men # 14, November 1965). Up until this point, Lee had barely touched upon discrimination in the lives of the mutants, and now we finally see how bigotry and intolerance can be much deadlier foes than the extravagant villains the X-Men had fought against so far. Eminent anthropologist Bolivar Trask affirms that “we’ve been so busy worrying about cold wars, hot wars, atom bombs and the like, that we’ve overlooked the greatest menace of all! Mutants walk among us! Hidden!”. Professor X immediately realizes the repercussions of Trask’s campaign. “It has finally begun! The one thing I always feared, a witch hunt for mutants!”, utters Xavier. The X-Men have always been a metaphor for fear, rejection and intolerance; and even if that wasn’t so clear in the first dozen issues, it becomes more than evident in the Sentinels saga. Bolivar Trask has created the Sentinels to hunt and exterminate mutants, but what’s even worse, by deliberately labeling all mutants as threats to mankind, he’s exacerbating discrimination on a global scale.  

“One of the things that has made the X-Men such worldwide fantasy favorites is their own personal relationships, the flesh-and-blood problems and traumas they experience in their own day-to-day lives”, affirms Stan Lee. The Sentinels saga was hugely successful because it confronted Xavier’s idealism with Trask’s fanaticism. Nevertheless, there are also very delicate and quite intimate moments shared by “the most unusual teen-agers of all time”. Let’s take a look, for instance, at the way Iceman behaves with a charming waitress, telling her that he has been “beating the girls away with clubs, as usual”. Time and time again, Iceman (Bobby Drake) seems to harbor doubts about his masculinity, and even Cyclops thinks that the best thing he can do is reaffirm manliness as the ultimate virtue: “You’re as much a man as any of us, Bobby! Never forget it!”.
Cain Marko & Charles Xavier
But above all, let’s observe the fascination Bobby Drake experiences when he helps his friend Warren Worthington III (Angel) in getting dressed (in a page wonderfully illustrated by Werner Roth and Vince Colletta). Not only is the captivated gaze upon the male body what strikes me as quite revealing in this scene, but also the way in which Bobby seems to enjoy touching his friend, protected under the excuse, or pretext, of helping him hide his wings. Bobby’s expression of pleasure and his relaxed demeanor perfectly complement the dialog. Warren expresses his concern about others finding out his true identity, and Bobby replies, amusingly, “Nobody would care, even if they found out about us”. The homoerotic subtext is more than evident, so it makes perfect sense that half a century later, when Bobby Drake finally came out of the closet, writer Brian Michael Bendis suggested he had a crush on his longtime friend and comrade Angel (a friend that Bobby would always follow, even after Warren left the X-Men to form a new team of superheroes named The Champions). 
Juggernaut
“Prisoners of the Mysterious Master Mold!” (The X-Men # 15, December 1965) and “The Supreme Sacrifice!” (The X-Men # 16, January 1966) are the final chapters of the Sentinels saga. Professor X actively participates in the battle, but despite all his efforts, the X-Men can’t defeat Master Mold, a gigantic sentinel that wants to create a vast army of sentinels and conquer the world. In the end, after understanding the noble motivations of the X-Men, Bolivar Trask realizes that by creating the Sentinels, he has betrayed the human race, and so the anthropologist sacrifices his life to destroy all the robots. Once again the penciler is Werner Roth and the inker is Dick Ayers. Kirby’s iconic covers have been imitated by countless artists through the years, and the unmistakable design of the Sentinels is perhaps one of the most inspired and enduring creations of ‘King’ Kirby. Thanks to the unprecedented success of this saga, the X-Men was “lifted to new heights of greatness”, changing from a bimontly to a monthly series. 
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Si bien para algunos aficionados los primeros números de X-Men fueron simplemente el calentamiento, creo que todos podemos estar de acuerdo en que Stan Lee y Jack Kirby, finalmente, alcanzarían la cúspide creativa en 1965. Por desgracia, no tuvieron tiempo suficiente para celebrar sus logros. “El magníficamente talentoso Jack Kirby había dibujado a lápiz los primeros once números de X-Men, y me hubiera encantado que él pudiese haber continuado dibujando los siguientes números. Pero debido a la presión de nuevas asignaciones finalmente fue imposible que él pudiese mantener el ritmo. Así que eventualmente tuvo que ceder las tareas de dibujo”, explica Stan Lee en el prólogo de las Obras Maestras de Marvel X-Men Volumen 2.
Human Torch versus Juggernaut

“¡El triunfo de Magneto!” (publicado originalmente en The X-Men # 11, mayo de 1965) fue el último número de Jack Kirby como dibujante (esta vez entintado por Chic Stone). Magneto trata de persuadir a Stranger -una entidad cósmica que acaba de llegar a nuestro planeta- para que se una a la Hermandad de Mutantes Diabólicos. Sin embargo, Magneto es derrotado y llevado a otra galaxia a manos de Stranger; adicionalmente, Scarlet Witch y Quicksilver deciden renunciar a la Hermandad de Mutantes Diabólicos.

A pesar de su partida, Kirby seguiría proporcionando bocetos durante los próximos 5 números, además de ilustrar las portadas como ya era habitual. Así, en "¡El origen del Profesor X!" (The X-Men # 12, julio de 1965) el dibujante es el legendario Alex Toth y el entintador es Vince Colletta. Varios secretos son revelados en este episodio: en primer lugar, los X-Men descubren a Cerebro, la máquina que el Profesor X había estado utilizando en secreto para rastrear mutantes. Y Charles Xavier finalmente revela detalles sobre su pasado: cómo su madre, después de enviudar, se casó con un hombre ambicioso y cruel; cómo el hijo de este hombre, llamado Caín Marko, se convirtió en un hermanastro abusivo que odiaba a Xavier; y, finalmente, cómo, en extrañas circunstancias, Caín Marko encontró el templo de Cyttorak y se transformó místicamente en el imparable Juggernaut.
Professor X versus Juggernaut
"¡Donde camina el Leviatán!" (The X-Men # 13, setiembre de 1965) es la segunda parte de la intensa y memorable primera confrontación entre los X-Men y Juggernaut. En el número anterior, Stan Lee había aumentado la tensión con cuidado, mediante la combinación de flashbacks sobre la infancia y adolescencia de Xavier y secuencias previas al ataque inminente de Juggernaut. Por último, los X-Men hacen todo lo posible para detener a un enemigo imparable, y sólo el esfuerzo combinado de todo el equipo, más el poderoso cerebro mutante de Xavier y la ayuda de la Antorcha Humana -de los Cuatro Fantásticos- les permitiría ganar (preocupado por la preservación de los secretos de la "escuela para jóvenes dotados", Xavier borra rápidamente la memoria de Johnny Storm). Este números cuenta con los lápices de Werner Roth -que, por alguna razón no revelada, firma con el seudónimo de Jay Gavin- y las tintas del gran Joe Sinnott.
Bobby Drake (Iceman) & Warren Worthington (Angel)
Después de dos magníficos números, Stan Lee sorprende a sus lectores una vez más, con una de las historias más fascinantes de los primeros días de Marvel: la saga de los centinelas. Todo comienza en "¡Entre nosotros acechan... los centinelas!" (The X-Men # 14, noviembre de 1965). Hasta ese momento, Lee apenas había mencionado la discriminación hacia los mutantes, y ahora por fin podemos ver cómo el fanatismo y la intolerancia pueden ser enemigos mucho más peligrosos que los villanos extravagantes que se habían enfrentado a los X-Men. El eminente antropólogo Bolívar Trask afirma que "¡hemos estado tan ocupados preocupándose por guerras frías, guerras calientes, bombas atómicas y similares, que hemos pasado por alto la mayor amenaza de todas! ¡Los mutantes caminan entre nosotros! ¡Ocultos!". El Profesor X se da cuenta de inmediato de las repercusiones que tendrá la campaña de Trask. "¡Finalmente ha comenzado! ¡La única cosa que siempre temí, una cacería de brujas orientada a los mutantes!", pronuncia Xavier. Los X-Men siempre han sido una metáfora del miedo, del rechazo y de la intolerancia; e incluso si esto no era tan claro en la primera docena de ejemplares, se vuelve sumamente evidente en la saga de los centinelas. Bolívar Trask ha creado los centinelas para cazar y exterminar mutantes, pero lo que es aún peor, al etiquetar deliberadamente a todos los mutantes como una amenaza para la humanidad, está exacerbando la discriminación a escala global.
Sentinels
"Una de las cosas que ha hecho que los X-Men sean los favoritos a nivel mundial son sus propias relaciones personales, los problemas de carne y hueso y los traumas que experimentan en su propia vida cotidiana", afirma Stan Lee. La saga de los centinelas fue un gran éxito, ya que enfrentó el idealismo de Xavier con el fanatismo de Trask. Sin embargo, también hay momentos muy delicados y bastante íntimos compartidos por "los más inusuales adolescentes de todos los tiempos". Echemos un vistazo, por ejemplo, a la forma en que Iceman se comporta con una encantadora mesera, al explicarle que él ha estado "alejando a las chicas a patadas, como de costumbre". Una y otra vez, Iceman (Bobby Drake) parece albergar dudas acerca de su masculinidad, e incluso Cyclops piensa que lo mejor que puede hacer es reafirmar la virilidad como la virtud suprema: "¡Tú eres tan hombre como cualquiera de nosotros, Bobby! ¡Nunca lo olvides!".
Master Mold
Pero, sobre todo, observemos la fascinación que experimenta Bobby Drake cuando ayuda a su amigo Warren Worthington III (Angel) a vestirse (en una página maravillosamente ilustrada por Werner Roth y Vince Colletta). No sólo está en juego la mirada cautivada por el cuerpo masculino, esta escena es también bastante reveladora por la forma en la que Bobby parece gozar mientras toca su amigo, protegido bajo la excusa o pretexto, de ayudarlo a esconder sus alas. La expresión de placer de Bobby y su actitud relajada se complementan perfectamente con el diálogo. Warren expresa su preocupación; él no quiere que los demás descubran su verdadera identidad. Bobby responde con gracia "A nadie le importaría, incluso si se enteraran de lo nuestro". El subtexto homoerótico es más que evidente, por ello tiene mucho sentido que medio siglo después, cuando Bobby Drake finalmente confesara su homosexulidad, el escritor Brian Michael Bendis sugiriese que él había estado enamorado de su viejo amigo y camarada Angel (un amigo al que Bobby siempre seguiría, incluso después que Warren abandonase a los X-Men para formar un nuevo equipo de superhéroes llamado The Champions).
the final battle / la batalla final
"¡Prisioneros del misterioso Molde Maestro!" (The X-Men # 15, diciembre de 1965) y "¡El sacrificio supremo!" (The X-Men # 16, enero de 1966) son los últimos capítulos de la saga de los centinelas. El Profesor X participa activamente en la batalla, pero a pesar de todos sus esfuerzos, los X-Men no pueden derrotar a Molde Maestro, un centinela gigante que quiere crear un vasto ejército de centinelas y conquistar el mundo. Al final, después de entender las nobles motivaciones de los X-Men, Bolívar Trask se da cuenta de que al crear a los centinelas, ha traicionado a la raza humana, por lo tanto el antropólogo sacrifica su vida para destruir a todos los robots. Una vez más el dibujante es Werner Roth y el entintador es Dick Ayers. Las icónicas portadas de Kirby han sido imitadas por innumerables artistas a lo largo de los años, y el diseño inconfundible de los centinelas es quizás una de las creaciones más inspiradas y duraderas de 'King' Kirby. Gracias al éxito sin precedentes de esta saga, los X-Men se "elevaron a nuevas alturas de grandeza", y la exitosa colección pasó de bimestral a mensual.

August 4, 2016

The X-Men # 8, 9 & 10 - Stan Lee & Jack Kirby

A book about mutants is forced to constantly mutate in one way or another. Thus the relative stability of earlier issues would give way to compelling modifications. In “Unus, the Untouchable!” (originally published in The X-Men # 8, November 1964), there are a couple of unexpected alterations to the status quo of the team. First of all, Iceman is now able to turn his snowy exterior into crystal-like ice; in theory, this is an example of how his powers are evolving, but in practice, he’s now more delicate, and even effeminate than in previous issues… so much in fact that his teammates mock him by telling him he is “becoming a regular Sue Storm”. Evidently, this is not enough to prove that Bobby Drake is concealing his homosexuality, but it does add up to his lack of interest in girls, as we saw in X-Men # 1, or the way he rejects female advances in X-Men # 7

The more important narrative element in this chapter is the first explicit depiction of discrimination towards mutants. Although in previous issues, the public’s reaction had been a bit ambivalent, this time it’s clear that even if the X-Men do the right thing, they’re still insulted and attacked by an angry mob. The human-mutant dichotomy, fundamental building block of the X-Men’s saga, is the source of many conflicts, with many future ramifications. A consequence we can identify right away is Beast’s temporary resignation to the X-Men. Understandably tired of saving mankind only to be later discriminated by men, the Beast is the first hero to quit the team, a concept that would be revisited in subsequent issues. In the end, Beast’s superior intellect is the key to defeat Unus, the Untouchable, an evil mutant eager to join Magneto’s Brotherhood.

A recurring theme in X-Men is the way the characters constantly dream about having a normal life. “If only we were ordinary humans… free to follow the urgings of our hearts! But I mustn’t allow myself such hopeless dreams”, confesses Jean Grey. In the end, the mutants’ extraordinary abilities can be either a blessing or a curse, and more often than not, the latter seems more likely than the former. This sort of inner conflicts and moral dilemmas were at the heart of Stan Lee’s scripts. “It’s a testament to Stan Lee’s genius that what he wrought relegated Marvel’s competition to mere followers. And he did it with an enviable charm and wit that permeated all of Marvel’s publications”. 

I’m sure every comic book reader out there loves fights between superheroes. And in Marvel’s formative years, the confrontation between heroes was actually quite frequent (in the beginning they didn’t know each other, and it wasn’t easy to tell friends from foes). “Enter, The Avengers!” (The X-Men # 9, January 1965) reunites the Earth’s mightiest heroes with the most unusual teen-agers of all time. Due to a misunderstanding, Thor, Captain America, Iron Man, Ant-Man and the Wasp fight against Cyclops, Marvel Girl, Beast, Angel and Iceman. Personally, I really enjoyed this issue and I wish we could’ve seen a longer fight, although the results are quite predictable (there’s no way the unexperienced X-Men could be a match for the power of Thor or Iron Man’s technology). Simultaneously, Professor X defeats the dangerous Lucifer.
From snow to ice / de nieve a hielo
“The Coming of Ka-Zar” (The X-Men # 10, March 1965) introduces one of those wild and crazy concepts that seemed to be so popular in the 60s: the Savage Land, the place that time forgot, a jungle inhabited by dinosaurs and other prehistoric species. Of course, instead of Tarzan we have Ka-Zar, Lord of the Jungle and his faithful companion Zabu (a domesticated sabretooth tiger). 
Unus, the Untouchable
Jack Kirby’s art continues to impress me. He has some stunning covers, especially issue # 9, with an iconic representation of the Avengers and the X-Men. The splash page of the Avengers issue is also one of my favorites, a brilliant circular composition and a very harmonic and yet dynamic treatment turns this image into an instant classic. Evidently, Kirby excels at action scenes, and in Ka-Zar’s issue the ‘King’ unleashes all his imagination, creating vibrant and spectacular sequences.
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Un título sobre mutantes está obligado, de una manera u otra, a mutar constantemente. Por lo tanto la relativa estabilidad de los primeros números daría paso a interesantes modificaciones. En “¡Unus, el Intocable!” (publicado originalmente en The X-Men # 8, noviembre de 1964), hay un par de inesperadas alteraciones al statu quo del equipo. En primer lugar, Iceman es ahora capaz de convertir la capa de nieve que lo cubre en hielo pulido como el cristal; en teoría, esto es un ejemplo de cómo sus poderes están evolucionando, pero en la práctica, ahora él es más delicado, e incluso más afeminado que antes... tanto así que sus compañeros se burlan de él, diciéndole que se está “convirtiendo en toda una Sue Storm”. Evidentemente, esto no es suficiente para probar que Bobby Drake estaba ocultando su homosexualidad, pero a eso hay que sumar su falta de interés en las chicas, como vimos en  X-Men # 1, o la forma en que rechaza los avances femeninos en X-Men # 7
Earth's mightiest heroes / los héroes más poderosos de la Tierra
El elemento narrativo más importante en este capítulo es la primera representación explícita de la discriminación hacia los mutantes. Si bien en episodios previos la reacción del público había sido un poco ambivalente, esta vez es claro que incluso si los X-Men hacen lo correcto, terminarán siendo insultados y atacados por una turba. La dicotomía humano-mutante, bloque de construcción fundamental de la saga de los X-Men, será la fuente de muchos conflictos, con innumerables ramificaciones a futuro. De inmediato podemos identificar una de las consecuencias: la renuncia temporal de Beast. Comprensiblemente cansado de salvar a la humanidad sólo para ser más tarde discriminado por la gente, Beast es el primer héroe que renuncia al equipo, un concepto que se hará habitual en años posteriores. Al final, el intelecto superior de Beast es la clave para derrotar a Unus, el Intocable, un mutante malvado con ganas de unirse a la Hermandad de Magneto.
Getting ready for the battle / alistándose para la batalla
Un tema recurrente en X-Men es la forma en que los personajes sueñan constantemente con tener una vida normal. “Si tan sólo fuésemos seres humanos ordinarios... ¡libres de seguir los impulsos de nuestro corazón! Pero no debo permitir que me invadan semejantes sueños sin esperanza”, confiesa Jean Grey. Al final, las extraordinarias habilidades mutantes pueden ser una bendición o una maldición, y a menudo, es más lo segundo que lo primero. Este tipo de conflictos internos y dilemas morales son el corazón de los guiones de Stan Lee. “Es una prueba de la genialidad de Stan Lee que él lograse relegar la competencia de Marvel a meros seguidores. Y que lo hiciera con un encanto envidiable y un ingenio que impregnó todas las publicaciones de Marvel”.
Avengers versus X-Men
Estoy seguro que todos los lectores de cómics adoran las peleas entre superhéroes. Y en los años formativos de Marvel, el enfrentamiento entre héroes en realidad era bastante frecuente (al principio no se conocían entre sí, y no era fácil distinguir a los amigos de los enemigos). “Entrad, Vengadores” (The X-Men # 9, enero de 1965) reúne los héroes más poderosos de la Tierra con los más inusuales adolescentes de todos los tiempos. Thor, Captain America, Iron Man, Ant-Man y Wasp luchan contra Cyclops, Marvel Girl, Beast, Angel y Iceman. Personalmente, me gustó mucho este episodio y hubiese querido que la pelea fuera más extensa, aunque los resultados sean bastante predecibles (no hay manera de que los inexpertos X-Men podría ser rivales para el poder de Thor o la tecnología de Iron Man). Simultáneamente, el Profesor X derrota al peligroso Lucifer.
Ka-Zar
“La llegada de Ka-Zar” (The X-Men # 10, marzo de 1965) presenta uno de esos conceptos salvajemente alocados que parecían ser tan populares en los 60s: la Tierra Salvaje, un lugar olvidado por el tiempo, una jungla habitada por dinosaurios y otras especies prehistóricas. Por supuesto, en lugar de Tarzán tenemos a Ka-Zar, señor de la jungla y su fiel compañero Zabu (un tigre dientes de sable domesticado).

El arte de Jack Kirby me sigue impresionando. Algunas de sus portadas son espectaculares, especialmente la del número 9, una representación icónica de los Vengadores y los X-Men. La página inicial de dicho ejemplar es también una de mis favoritas, la composición circular es brillante, y el tratamiento armónico y a la vez dinámico hacen de esta imagen un clásico instantáneo. Evidentemente, Kirby se destaca en las escenas de acción, y en la aventura de Ka-Zar, ‘the King’ da rienda suelta a toda su imaginación, creando secuencias vibrantes y espectaculares.

July 28, 2016

The X-Men # 5, 6 & 7 - Stan Lee & Jack Kirby

If we take a look at the first issues of most Marvel titles in the 60s, we’ll quickly realize that quite often the first villain to fight against the heroes isn’t necessarily a memorable foe. In fact, the most iconic enemies would only appear several months after the superheroes debut; for instance, in Fantastic Four # 1, the quartet defeats the Moleman, and readers would have to wait a while until the first appearance of Doctor Doom; the same thing happens with Spider-Man (the Green Goblin isn’t the first adversary to show up), Daredevil (no Kingpin in sight during the first adventures), Hulk, Iron Man, etc. 

It seems like only the X-Men got to meet their quintessential villain in the first issue. Indeed, Magneto’s tremendous popularity amongst the readers surely explains why he would soon monopolize the pages of The X-Men. Magneto and his Brotherhood of Evil Mutants reappear in “Trapped: One X-Man” (originally published in The X-Men # 5, May 1964). 

Although these comics were published half a century ago, they’re still incredibly entertaining. And many of the concepts developed by Stan Lee and Jack Kirby remain as fresh today as they were back in the 60s. I was born a couple of decades after the Marvel Comics renaissance, but thanks to the X-Men cartoons from the 90s I was familiar with the Danger Room (the training room), Asteroid M (Magneto’s secret headquarters) or Cerebro (the machine that would enhance Professor X’s already formidable mental powers). And today, even younger generations might have come across such things in the X-Men movies. The fact that now, in the 21st century, we can still find joy in concepts that were first seen on the page 50 years ago proves the immense talent of Lee and Kirby as creators.

I absolutely love the way Stan ‘the Man’ Lee grants us access into the private lives of the characters. It doesn’t matter if we’re talking about heroes or villains, Lee always manages to portray their intimate thoughts, dreams and fears so clearly that we immediately identify with them. Although it was quite rare at the time, Lee always included some redeeming element in his bad guys, and plenty of defects in his good guys, thus balancing things out. 

“Sub-Mariner Joins the Evil Mutants” (The X-Men # 6, July 1964) is self-explanatory enough. Namor, prince of Atlantis, is persuaded by Magneto to join the Brotherhood of Evil Mutants, but of course this is a very short-lived alliance. In “The Return of the Blob” (The X-Men # 7, September 1964), the X-Men once again thwart the plans of the master of magnetism, defeating the Blob and the rest of the evil mutants. In these stories, we learn more about Wanda Maximoff (Scarlet Witch) and her overprotective brother Pietro Maximoff (Quicksilver). 
The end of an era? / ¿El fin de una era?
The X-Men are still kids that need the guidance of their mentor, and as Xavier himself affirms “all I did was take the talent all of you already had and channel it in the right direction”. But the young mutants are still learning all the time; personally I find the naïveté and sometimes right-out clumsiness of “the most unusual teen-agers of all time” absolutely delightful. Moments like the surprise visit of Jean Grey’s parents can be really amusing, but maybe nothing beats the X-Men’s visit to Greenwich Village, home of the beatnik scene with all its countercultural references and hippy flavor; although it may be a little bit too caricaturized it’s nonetheless one of the funniest sequences we could find in the first year of X-Men. It’s also in Greenwich Village where we get to see how Bobby Drake turns down a girl who is very fond of him, explaining her that he is “a real busy guy”. Obviously, this harmless detail couldn’t be considered as conclusive evidence of Iceman’s repressed homosexuality, but it’s one of the many ambiguous situations that could raise suspicions amongst readers of the 21st century.
Secret identities / identidades secretas
Jack Kirby really hits his stride in these issues, creating some truly wonderful pages. One of my favorites is the splash page of X-Men # 5. A solemn scenario populated by brooding and somber heroes, uncannily human and yet superhuman at the same time (Cyclops’s grave demeanor and Xavier’s expression of defeat are priceless). The fighting sequences in Asteroid M or against Namor are also amazing. And, of course, Kirby’s covers are absolutely impressive.
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Si echamos un vistazo a los primeros números de la mayoría de los títulos de Marvel de los 60s, nos daremos cuenta rápidamente de que muy a menudo el primer villano con el que luchan los héroes no es necesariamente un enemigo memorable. De hecho, los enemigos más emblemáticos solamente aparecerían varios meses después del debut de los superhéroes; por ejemplo, en Fantastic Four # 1, el cuarteto vence a Moleman, y el lector tendría que esperar varios meses hasta la primera aparición de Doctor Doom; lo mismo sucede con el Spider-Man (el Duende Verde no es el primer adversario en aparecer), Daredevil (sin Kingpin a la vista durante las primeras aventuras), Hulk, Iron Man, etc.
Asteroid M

Parece que sólo los X-Men llegan a conocer a su villano por excelencia en el primer número. De hecho, la gran popularidad de Magneto entre los lectores explica por qué él rápidamente monopoliza las páginas de X-Men. Magneto y su Hermandad de Mutantes Diabólicos vuelven a aparecer en “Atrapado: Hombre X” (publicado originalmente en The X-Men # 5, mayo de 1964).

Aunque estos cómics se publicaron hace medio siglo, siguen siendo increíblemente entretenidos. Y muchos de los conceptos desarrollados por Stan Lee y Jack Kirby siguen siendo tan frescos hoy como lo fueron en los 60s. Nací un par de décadas después del renacimiento de Marvel Comics, pero gracias a los dibujos animados de X-Men de los 90s estuve familiarizado con el cuarto del peligro (la sala de entrenamiento), el asteroide M (cuartel general secreto de Magneto) o Cerebro (la máquina que aumenta las formidables facultades mentales del Profesor X). Y hoy, las generaciones más jóvenes, también conocen todo esto gracias a las películas de X-Men. El hecho de que ahora, en el siglo XXI, todavía podemos disfrutar los conceptos que aparecieron por primera vez hace 50 años, demuestra el inmenso talento de Lee y Kirby como creadores.

Me encanta la forma en que Stan 'the Man' Lee nos permite acceder a la vida privada de los personajes. No importa si estamos hablando de héroes o villanos, Lee siempre se las arregla para retratar sus pensamientos íntimos, sueños y temores tan claramente que nos identificamos inmediatamente con ellos. A pesar de que era algo inusual en esos años, Lee siempre incluye algún elemento redentor en los malos, y un montón de defectos en los buenos, equilibrando así la balanza.
X-Men versus Namor
En “Sub-Mariner se une a los mutantes diabólicos” (The X-Men # 6, julio de 1964), Namor, el príncipe de Atlantis, es persuadido por Magneto para unirse a la Hermandad de Mutantes Diabólicos, pero por supuesto esta es una alianza de muy corta duración. En “El retorno de Blob” (The X-Men # 7, septiembre de 1964), los X-Men, una vez más, frustran los planes del maestro del magnetismo, derrotan a Blob y al resto de los mutantes malvados. En estas historias, descubrimos más información sobre Wanda Maximoff (Scarlet Witch) y su hermano sobreprotector Pietro Maximoff (Quicksilver).
Graduation Day / Día de graduación
Los X-Men siguen siendo chiquillos que necesitan ser guiados por su mentor, y como Xavier afirma “todo lo que hice fue tomar el talento que todos ustedes ya tenían y canalizarlo en la dirección correcta”. Pero los jóvenes mutantes todavía están aprendiendo todo el tiempo; personalmente encuentro la ingenuidad y torpeza juvenil de “los más inusuales adolescentes de todos los tiempos” absolutamente deliciosas. Momentos como la visita sorpresa de los padres de Jean Grey son muy divertidos, pero pocas cosas superan la visita de los X-Men a Greenwich Village, escenario del movimiento beatnik con todas sus referencias contraculturales y alegorías hippy; aunque puede ser demasiado caricaturizada, no obstante, esta es una de las secuencias más divertidas del primer año de los X-Men. Es también en Greenwich Village donde podemos ver cómo Bobby Drake rechaza a una chica que está muy interesada en él; la explicación del muchacho es que “está verdaderamente ocupado”. Obviamente, este detalle inofensivo no podría considerarse como prueba concluyente de la homosexualidad reprimida de Iceman, pero es una de las muchas situaciones ambiguas que podrían apoyar las sospechas de los lectores del siglo XXI.
The Brotherhood of Evil Mutants / La Hermandad de Mutantes Diabólicos
El arte de Jack Kirby sigue mejorando, y aquí hay algunas páginas verdaderamente maravillosas. Una de mis favoritas es la página inicial de X-Men # 5. Un escenario solemne poblado por héroes melancólicos y sombríos, asombrosamente humanos y simultáneamente sobrehumanos (el gesto apesadumbrado de Cyclops y la expresión de derrota de Xavier son impactantes). Las secuencias de lucha en el asteroide M o en contra de Namor también son increíbles. Y, por supuesto, las portadas de Kirby son absolutamente impresionantes.

June 27, 2016

The X-Men # 3 & 4 - Stan Lee & Jack Kirby

While reminiscing about high school, the things we remember the most are those that left an emotional impact in our hearts. Perhaps we have forgotten most of what we were studying and learning during those years, but our first crush and our first love frustration are hard to forget. A similar thing happens with this early era of The X-Men, because what I find most memorable about these comics isn’t the monthly fight against a supervillain (let’s call that ‘the homework’) but rather the charming, funny and witty interactions between “the most unusual teen-agers of all time”.

In “Beware of the Blob!” (originally published in The X-Men # 3, January 1964), the X-Men try to recruit the Blob. This is the first major mistake made by Charles Xavier; he is assuming that all mutants are willing to believe in his dream of peaceful coexistence with the humans, but the Blob only wants money and power. The X-Men are inexperienced kids and there are battles they cannot win without the assistance of Professor X. “Although they possess all the power they need, they still have not sufficient skill to use it properly”, explains the Professor X. And indeed Xavier uses his telepathic powers to erase the Blob’s memory, thus saving the day.
Does Xavier love Jean Grey? / ¿Xavier ama a Jean Grey?

In this issue we get to see how Bobby Drake (AKA Iceman) continues to act as an immature kid, always fooling around and doing pranks to his teammates. Curiously, Iceman seems to be the most exhibitionist of the group, always parading around wearing nothing but underwear. Maybe these are coping mechanisms or harmless ways in which he can express his sexual frustration as well as his repressed homosexuality, as we saw in X-Men # 1

Meanwhile Jean Grey (AKA Marvel Girl) starts to pay attention to Scott ‘Slim’ Summers (AKA Cyclops). However, most of the guys also feel attracted to her, even Professor X himself. As inappropriate as a teacher/student romantic relationship might be, Charles Xavier admits that Jean is “the one I love! But I can never tell her! I have no right! Not while I’m the leader of the X-Men, and confined to this wheelchair”. A mature man falling in love with an underage girl he’s supposed to educate and protect? I guess Stan Lee quickly realized how controversial this plotline could be so he completely removed it in subsequent issues; and as far as I know, no other writer has ever referenced this infatuation (neither could they, even if they wanted to, given how polemic such a story could be).

Scarlet Witch and Quicksilver appear for the first time in “The Brotherhood of Evil Mutants!” (The X-Men # 4, March 1964). Magneto now has his own team, formed by Mastermind and Toad; Scarlet Witch and Quicksilver are the newest additions to the Brotherhood of Evil Mutants, but they are reluctant members and have doubts about Magneto’s leadership qualities. As I’ve mentioned before, what I find most entertaining about this issue is the interaction between the characters. On one hand, we have the X-Men training, making fun of each other and sharing good moments with their mentor Xavier; and on the other hands, we have the Brotherhood of Evil Mutants and their constant bickering and fighting, their secret plans and hidden motivations. 
The Blob
As usual, Jack Kirby’s artistic contributions are spectacular. It doesn’t matter if ‘King’ Kirby is drawing action-packed scenes or more calmed situations, he always manages to create extraordinary images, so full of life that one feels reinvigorated when seeing them. “The legacy of Jack Kirby is alive and well; the style of bravura penciling he pioneered still fuels the creative fires at the House of Ideas. He is a giant who has created giants. The works and the man endure”.
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Al pensar en la secundaria, las cosas que uno más recuerda son aquellas que dejaron un impacto emocional. Tal vez hemos olvidado buena parte de lo que estábamos estudiando y aprendiendo durante esos años, pero nuestro primer enamoramiento o nuestra primera frustración amorosa son difíciles de olvidar. Algo similar ocurre con esta época temprana de los X-Men, porque lo que encuentro más memorable de estos cómics no es la lucha mensual contra un supervillano (algo que podríamos llamar “la tarea”), sino más bien las encantadoras, divertidas e ingeniosas interacciones entre “los más inusuales adolescentes de todos los tiempos”.
Training session / sesión de entrenamiento
En “¡Cuidaos de Blob!” (publicado originalmente en The X-Men # 3, enero de 1964), los X-Men tratan de reclutar a Blob. Este es el primer gran error que comente Charles Xavier; él está asumiendo que todos los mutantes están dispuestos a creer en su sueño de convivencia pacífica con los humanos, pero Blob sólo quiere dinero y poder. Los X-Men son chiquillos sin experiencia y hay batallas que no pueden ganar sin la ayuda del Profesor X. “A pesar de que poseen todo el poder que necesitan, todavía no tienen suficiente habilidad para utilizarlo correctamente”, explica el Profesor X. Y de hecho Xavier usa sus poderes telepáticos para rescatar a sus alumnos y borrar la memoria de Blob.
Xavier surprises his students with a cake / Xavier sorprende a sus estudiantes con una torta
En este número vemos cómo Bobby Drake (más conocido como Iceman) sigue actuando como un muchacho inmaduro, siempre tonteando y haciendo bromas a sus compañeros de equipo. Curiosamente, Iceman parece ser el más exhibicionista del grupo, siempre desfilando por la mansión en ropa interior. Tal vez estos son mecanismos o formas inofensivas en las que él puede expresar su frustración sexual, así como su homosexualidad reprimida, tal como vimos en X-Men # 1. 
Scarlet Witch, Quicksilver & Mastermind 

Mientras tanto Jean Grey (Marvel Girl) comienza a prestarle atención a Scott 'Slim' Summers (Cyclops). Sin embargo, la mayoría de los varones también se sienten atraídos por ella, incluso el Profesor X. A pesar de lo inapropiada que sería una relación romántica maestro / estudiante, Charles Xavier admite que Jean es “la persona que amo. ¡Pero nunca debo decírselo! ¡No tengo derecho! No mientras yo sea el líder de los X-Men, y esté confinado a esta silla de ruedas”. ¿Un hombre maduro enamorándose de una menor de edad a la que se supone que debería educar y proteger? Creo que Stan Lee se dio cuenta rápidamente de lo controversial que podía ser esta línea argumental así que la eliminó por completo en números posteriores; y estoy seguro que ningún otro escritor ha hecho referencia a este enamoramiento (tampoco podrían, incluso si quisieran, dada la polémica que se levantaría con semejante historia).

Scarlet Witch y Quicksilver aparecen por primera vez en “La Hermandad de Mutantes Diabólicos” (The X-Men # 4, marzo de 1964). Magneto ahora tiene su propio equipo, conformado por Mastermind y Toad; Scarlet Witch y Quicksilver son los integrantes más recientes de la Hermandad de Mutantes Diabólicos, pero ellos tienen dudas acerca de las cualidades de liderazgo de Magneto. Como he mencionado antes, lo que me parece más entretenido acerca de este cómic es la interacción entre los personajes. Por un lado, tenemos a los X-Men entrenándose, haciéndose bromas y compartiendo buenos momentos con su mentor, Xavier; y por otro lado tenemos a la Hermandad de Mutantes Diabólicos y sus disputas constantes, sus planes secretos y sus motivaciones ocultas.

Como de costumbre, las contribuciones artísticas de Jack Kirby son espectaculares. No importa si el 'Rey' Kirby está dibujando escenas llenas de acción o situaciones más calmadas, siempre se las arregla para crear imágenes extraordinarias, tan llenas de vida que uno se siente revitalizado al verlas. “El legado de Jack Kirby sigue vivo; el estilo de dibujo lleno de bravura fue algo pionero y es el combustible de los fuegos creativos de la Casa de las Ideas. Él es un gigante que ha creado gigantes. Las obras y el hombre perduran”.