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December 23, 2018

Justice League: The Gray Man - Keith Giffen, J.M. DeMatteis and Kevin Maguire

For many years, I had a very peculiar relationship with the Justice League. I used to buy a lot of comics translated into Spanish and published by Ediciones Zinco, and no matter how hard I tried to get issues of the Justice League, it was viratually impossible to find them. I guess that proves how incredibly successful the title was, it completely sold out in Spain, and at the time, of course, there was no such thing as second printings. 

Fortunately for me, now I have something even better than second printings: the Justice League International Omnibus vol. 1, which includes the first years of the magnificent run by Keith Giffen, J.M. DeMatteis and Kevin Maguire. It’s quite a strange feeling, for me, to read these comic books that were unanimously celebrated in the letter pages of old Zinco publications. It’s like meeting someone after having heard so many good things about them, only to find them even more charming in person. 

In “Winning Hand” (originally published in Justice League # 4, August 1987), the Justice League is very concerned about the intervention of Maxwell Lord, who has added Doctor Light and Booster Gold as new members of the superhero team, without consulting anyone. “You’ll see that the ends justify the means”, affirms Lord, and in the end he gets what he wants: the reckless and ambitious Booster Gold is accepted into the ranks of the Justice League.
Maxwell Lord
“Gray Life, Gray Dreams” (Justice League # 5, September 1987) is an extraordinary issue in which the narrator is the Gray Man, an immortal man who was been tasked by the Lords of Order “to collect left-over dream essence from the dead”. As a consequence, he can never sleep, nor dream, and he has lost the ability to identify colors, so everything is gray to him. But he has found the way to harness all that dream essence into power enough to rival Dr. Fate, the champion of the Lords of Order. The Gray Man was a fascinating enemy, but I think one of Giffen and DeMatteis greatest achievement is balancing the cosmic threats with the inner conflicts of a group of superheroes that weren’t friends and certainly didn’t feel comfortable with each other: “The characters seemed three-dimensional and real and there was a sly humor playing counterpoint to the superhero action”, explains DeMatteis in his foreword. And that’s true. And one of the best examples is the altercation between Guy Gardner and Batman, in which the Green Lantern is knocked out by the Dark Knight. Just one punch is enough to defeat the holder of the galaxy’s most powerful weapon, the ring of power, but that punch also causes some colleagues to laugh while others question Batman’s leadership skills.
The Gray Man
In “Massacre in Gray” (Justice League # 6, October 1987), the Justice League (everyone except Guy Gardner who is left unconscious at the headquarters), aided by the Creeper, must fight against the Gray Man in Vermont. The confrontation requires careful planning and a risky strategy, and eventually the League is able to provide enough distractions so that Dr. Fate can play an ace up his sleeve. 
Batman versus Guy Gardner
In these 3 issues, Kevin Maguire and Al Gordon prove to be one of the best artistic teams of the late 80s: “Kevin, Master of the Expressive Face, the Gesture That Speaks Volumes, was in no small part responsible for our League’s instant popularity. He set the tone for all the artists to follow, basically inventing a new visual language for character acting on the comic book page. And keep in mind that Justice League was his first published work”, says DeMatteis, and he’s completely right. 

Finally, “Germ Warfare” (Justice League Annual # 1, 1987) is a dramatic story, full of suspense and nuanced characterization. It certainly is different in tone to what the League was becoming, and that reminds me that, as Keith Giffen explains in his afterword, “we never meant to be funny. Not deliberately. It just… happened”. In “Germ Warfare”, a mysterious plague spreads over the world, whoever comes in contact with this infection, immediately loses his personality and his free will, turning into a zombie of sorts, and when one by one all the Leaguers fall, Martian Manhunter must defeat this evil entity, using his Martian physiology and the helmet of Dr. Fate. This is an example of great superhero writing, but the best was yet to come. By the way, the penciler of the annual is Bill Willingham, decades before he became famous as the creator of Fables (here he is inked by Dennis Janke, P. Craig Russell, Bill Wray, Robert Campanella, Bruce Patterson & Dick Giordano).
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Durante muchos años, tuve una relación muy peculiar con la Liga de la Justicia. Solía comprar los cómics traducidos al español y publicados por Ediciones Zinco, y no importaba lo mucho que intentaba obtener los ejemplares de la Liga de la Justicia, era prácticamente imposible encontrarlos. Supongo que eso demuestra cuán increíblemente exitoso fue el título, se agotó por completo en España, y en ese momento, por supuesto, no existían las segundas impresiones.
The Creeper
Afortunadamente para mí, ahora tengo algo incluso mejor que las segundas impresiones: Justice League International Omnibus vol. 1, que incluye los primeros años de la magnífica etapa de Keith Giffen, J.M. DeMatteis y Kevin Maguire. Para mí, es una sensación bastante extraña leer estos cómics que se celebraron unánimemente en las secciones de cartas de las antiguas publicaciones de Zinco. Es como conocer a una persona después de haber escuchado tantas cosas buenas sobre ella, sólo para encontrarla aún más encantadora en persona.
Stone Ridge
En “Mano ganadora” (originalmente publicado en Justice League # 4, agosto de 1987), Justice League está muy preocupado por la intervención de Maxwell Lord, quien ha agregado a Doctor Light y a Booster Gold como nuevos miembros del equipo de superhéroes, sin consultar a nadie . “Verás que los fines justifican los medios”, afirma Lord, y al final obtiene lo que quiere: el imprudente y ambicioso Booster Gold es aceptado en las filas de la Liga de la Justicia.
Dr. Fate versus The Gray Man
“Vida gris, sueños grises” (Justice League # 5, setiembre de 1987) es un número extraordinario en el que el narrador es el Hombre Gris, un hombre inmortal al que los Señores del Orden le encomendaron “recolectar la esencia de los sueños de los muertos”. Como consecuencia, él nunca puede dormir, ni soñar, y ha perdido la capacidad de identificar colores, por lo que todo es gris para él. Pero ha encontrado el modo de convertir toda esa esencia de los sueños en poder suficiente para rivalizar con el Dr. Fate, el campeón de los Señores del Orden. El Hombre Gris era un enemigo fascinante, pero creo que uno de los mayores logros de Giffen y DeMatteis es equilibrar las amenazas cósmicas con los conflictos internos de un grupo de superhéroes que no eran amigos entre sí y ciertamente no se sentían cómodos el uno con el otro: “Los personajes parecían tridimensionales y reales, y había un humor astuto que hacía contrapunto a la acción superheroica”, explica DeMatteis en su prólogo. Y eso es verdad, uno de los mejores ejemplos es el altercado entre Guy Gardner y Batman, en el que Green Lantern es noqueado por el Caballero Oscuro. Un sólo golpe es suficiente para derrotar al poseedor del arma más poderosa de la galaxia, el anillo de poder, pero ese golpe también hace que algunos colegas se rían mientras otros cuestionan las habilidades de liderazgo de Batman.
Justice League
En “Masacre en gris” (Justice League # 6, octubre de 1987), la Liga de la Justicia (todos menos Guy Gardner que queda inconsciente en el cuartel general), ayudados por el Creeper, deben luchar contra el Hombre Gris en Vermont. La confrontación requiere una planificación cuidadosa y una estrategia arriesgada, y eventualmente la Liga puede proporcionar suficientes distracciones para que el Dr. Fate pueda jugarse el as en la manga. 

En estos 3 números, Kevin Maguire y Al Gordon demuestran ser uno de los mejores equipos artísticos de finales de los 80s: “Kevin, maestro de la cara expresiva, el gesto que habla volúmenes, fue en gran parte responsable de la popularidad instantánea de nuestra liga. Estableció el tono para todos los artistas a seguir, básicamente inventando un nuevo lenguaje visual para el personaje que actúa en la página del cómic. Y tened en cuenta que Justice League fue su primera obra publicada”, dice DeMatteis, y tiene toda la razón.
Martian Manhunter
Finalmente, “Guerra de gérmenes” (Justice League Annual # 1, 1987) es una historia dramática, llena de suspenso y caracterización bien lograda. Ciertamente tiene un tono diferente al de la Liga habitual, y eso me recuerda que, como explica Keith Giffen en su epílogo, “nunca quisimos ser graciosos. No deliberadamente. Simplemente… así sucedió”. En “Guerra de gérmenes”, una misteriosa plaga se extiende por el mundo, quienquiera que entre en contacto con esta infección, pierde inmediatamente su personalidad y su libre albedrío, convirtiéndose en una especie de zombi, y cuando uno por uno caen todos los miembros de la Liga, Martian Manhunter debe derrotar a esta entidad maligna, utilizando su fisiología marciana y el casco del Dr. Fate. Este es un ejemplo de un gran guión en un relato de superhéroes, pero lo mejor estaba por venir. Por cierto, el dibujante a lápiz del anual es Bill Willingham, décadas antes de hacerse famoso como el creador de Fables (aquí está entintado por Dennis Janke, P. Craig Russell, Bill Wray, Robert Campanella, Bruce Patterson y Dick Giordano).

September 3, 2018

Justice League: Born Again - Keith Giffen, J.M. DeMatteis and Kevin Maguire

How difficult it was to write stories about Earth’s greatest heroes? Quite difficult, actually. Before the arrival of Keith Giffen and J.M. DeMatteis, the Justice League of America was going through a rough patch. For many years, the League had become stagnant and meaningless, to the point that it wasn’t a surprise for anyone to see the title cancelled and most of their characters disbanded, forgotten or killed.

In 1986, after having learned their lesson, DC editors decided to take a risk and reboot the Justice League. This time, editor Andy Helfer was in charge of the process and he hired Keith Giffen, a great creator who exceled not only as a writer but also as an artist, but despite all of his amazing storytelling abilities, Giffen needed something else, something to inspire him and such inspiration was found in J.M. DeMatteis who, when first approached to do this project, was still a bit reluctant, “So there I was, rewriting Keith’s script. I didn’t know why I was doing it -I don’t even remember actually agreeing to do it- but there I was. And maybe, just maybe, it was fun”, admits DeMatteis in the foreword of the Justice League International Omnibus vol. 1.

Like Byrne and Claremont in Marvel Comics, Giffen and DeMatteis became DC’s best creative team, and challenged the preconception of superhero dynamics, because instead of following the ‘grim and gritty’ style followed by most people in the 80s, after the release of Watchmen and The Dark Knight Returns, these two American creators embraced a more down to earth approach, and the result was, in the eyes of most readers “a monthly sitcom with capes and tights” but in reality it was so much more than that: “the Leaguers reminded me of the gang of friends I grew up with in Brooklyn, sitting around on Saturday nights, putting our feet up, dropping our defenses, ragging on each other, sharing our problems. Just being ourselves, without the pressure of the world intruding”. The members of the League were superheroes all readers were familiar with, but they were distant acquaintances at best, it was thanks to Giffen and DeMatteis that they became real people, and started to become friends, strange as it might sound since we’re talking about a relationship between real readers and fictional characters, but that sense of comradery, of identification, proved to be the strongest asset of this new Justice League.

“Born Again” (originally published in Justice League # 1, May 1987), introduces the new members of the League: the misogynistic Guy Gardner, the courageous Black Canary, the fearless Mister Miracle, the naïve Captain Marvel (who is constantly teased and mocked by Gardner), the brooding and melancholic Martian Manhunter, the lighthearted Blue Beetle, the inexperienced Doctor Light, the enigmatic Dr. Fate and the strict and imposing Batman (the only one in the League capable of intimidating Gardner). As a group, they’ve never worked together, and in the first meeting it’s evident that they’re not friends, and that there are more differences between them than things in common. 
colleagues, but not friends / colegas pero no amigos
Martian Manhunter is the only one who has remained as a member of the Justice League throughout all of its incarnations, and in many ways he is the memory of the League, he is the one who instead of being seduced by the presence of the reporters and TV channels, exposes them for what they are: “they are wolves -- waiting to consume us. To them, we’re novelties… sideshow freaks -- viewed with amusement one moment, reviled the next”. The power of the media and the manipulation of those who are in a position of power will become a reiterative leitmotif in the pages of the Justice League.

The debut of the Justice League is marked by a confrontation against a group of terrorists who take hostages in the United Nations building, their claims about impoverished and oppressed countries are heard by Doctor Light, who agrees with them although not with their violent methods. This thematic element continues to be explored in “Make War No More” (Justice League # 2, June 1987), a story in which 3 superheroes from a parallel dimension have found their way to our reality, led by altruistic concerns and unencumbered by politics, they’ve decided to get rid of the world’s nuclear arsenal (after all, they’re the sole survivors of a nuclear Armageddon and that motivates them to save Earth from such dire destiny). Although it’s a noble proposal, their actions are interpreted as an act of war. In the end, in Meltdown (Justice League # 3, July 1987), the Justice League must fight against Wandjina, Silver Sorceress and Bluejay in Russian territories, to prevent the dismantling of a nuclear plant that could cause major conflicts between the US and the Soviet Union. 
Batman & Guy Gardner
It’s interesting to notice that for Guy Gardner, it makes no sense to help the Russians, after all, he believes that Ronald Reagan is the only man with the right to “have his finger on the button” and that if this strange group of metahumans eliminates the nuclear arsenal of the Soviet Union, then “we’d have the world where we want it”. Once again, the notions of power and manipulation become evident, and although Gardner’s opinions are not mirrored by their colleagues, in the end none of them realize that they are being manipulated by wealthy businessman Maxwell Lord, the man who orchestrated the terrorist attack on the UN building and also the man who’ll become the League’s greatest benefactor.

All the interior pages and the covers are penciled by the extraordinary Kevin Maguire (who at the time was a newcomer) and inked by Terry Austin and Al Gordon. In fact, according to DeMatteis, the superb illustrations produced by Maguire persuaded him to join the creative team: “this Maguire guy, whoever he was, was pretty damn good […] so I knew it was going to be a great-looking book”. And it was, but at the same time it became a testimony of how human superheroes can be, and how deep our relationships can turn out to be with such fictional creatures. 
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¿Qué tan difícil fue escribir historias sobre los héroes más grandes de la Tierra? Muy difícil, en realidad. Antes de la llegada de Keith Giffen y J.M. DeMatteis, la Liga de la Justicia de América estaba pasando por un mal momento. Durante muchos años, la Liga se había estancado y carecía de sentido, hasta el punto de que no fue una sorpresa para nadie ver que la colección se cancelaba y la mayoría de sus personajes fueran desagrupados, olvidados o matados.
Silver Sorceress, Wandjina & Bluejay
En 1986, después de haber aprendido la lección, los editores de DC decidieron arriesgarse y reiniciar la Liga de la Justicia. Esta vez, el editor Andy Helfer estuvo a cargo del proceso y contrató a Keith Giffen, un gran creador que sobresalía no sólo como guionista sino también como artista, pero a pesar de todas sus increíbles habilidades para contar historias, Giffen necesitaba algo más, algo para inspirarlo y tal inspiración la encontró en J.M. DeMatteis quien, cuando se acercó por primera vez para hacer este proyecto, todavía estaba un poco reacio, “Así que allí estaba, reescribiendo el guión de Keith. No sabía por qué lo estaba haciendo, ni siquiera recuerdo haber aceptado hacerlo, pero allí estaba. Y tal vez, sólo tal vez, fue divertido”, admite DeMatteis en el prólogo de Justice League International Omnibus vol. 1.

Al igual que Byrne y Claremont en Marvel, Giffen y DeMatteis se convirtieron en el mejor equipo creativo de DC y desafiaron los preconceptos de la dinámica de los superhéroes, y en vez de seguir el estilo “sombrío y angustiante” emulado por la mayoría de la gente en los 80s, después del lanzamiento de “Watchmen” y “The Dark Knight Returns”, estos dos creadores estadounidenses adoptaron un enfoque más humano, y el resultado fue, a los ojos de la mayoría de los lectores, “una comedia mensual con capas y mallas”, pero en realidad era mucho más que eso: “los Leaguers me recordaban a la pandilla de amigos con los que crecí en Brooklyn, sentados los sábados por la noche, con los pies sobre la mesa, bajando nuestras defensas, mezclándonos unos con otros, compartiendo nuestros problemas. Siendo nosotros mismos, sin la presión del mundo que se entrometía”. Los miembros de la Liga eran superhéroes con los que todos los lectores estaban familiarizados, pero en el mejor de los casos eran conocidos distantes, gracias a Giffen y DeMatteis se convirtieron en personas reales y comenzaron a ser amigos, por extraño que parezca ya que estamos hablando sobre una relación entre lectores reales y personajes de ficción, pero ese sentido de camaradería, de identificación, resultó ser la ventaja más fuerte de esta nueva Liga de la Justicia.
heroes from a parallel dimension / héroes de una dimensión paralela
“Nacidos de nuevo” (originalmente publicado en Justice League # 1, mayo de 1987), presenta a los nuevos miembros de la Liga: el misógino Guy Gardner, la valiente Black Canary, el intrépido Mister Miracle, el ingenuo Captain Marvel (Gardner constantemente se burla de él y lo insulta), el hermético y melancólico Martian Manhunter, el alegre Blue Beetle, la inexperta Doctora Light, el enigmático Dr. Fate y el estricto e imponente Batman (el único en la Liga capaz de intimidar a Gardner). Como grupo, nunca habían trabajado juntos, y en la primera reunión es evidente que no son amigos, y que hay más diferencias entre ellos que cosas en común.

Martian Manhunter es el único que ha permanecido como miembro de la Liga de la Justicia a lo largo de todas sus encarnaciones, y en muchos sentidos él es el recuerdo de la Liga, él es quien en vez de dejarse seducir por la presencia de los periodistas y los canales de televisión los pone en evidencia: “son lobos, esperando para consumirnos. Para ellos, somos novedades... monstruos de feria, vistos con diversión en un momento, vilipendiados al siguiente”. El poder de los medios y la manipulación de aquellos que están en una posición de poder se convertirá en un leitmotiv reiterativo en las páginas de la Liga de la Justicia.
In Russia / en Rusia
El debut de la Liga de la Justicia está marcado por un enfrentamiento contra un grupo de terroristas que toman rehenes en el edificio de las Naciones Unidas, sus reclamos sobre países empobrecidos y oprimidos son escuchados por la Doctora Light, quien está de acuerdo con ellos aunque no con sus métodos violentos. Este elemento temático continúa siendo explorado en “No hagáis más la guerra” (Justice League # 2, junio de 1987), una historia en la que 3 superhéroes de una dimensión paralela han encontrado su camino a nuestra realidad, liderados por preocupaciones altruistas y apolíticas, han decidido deshacerse del arsenal nuclear del mundo (después de todo, son los únicos supervivientes de un armagedón nuclear y eso los motiva a salvar a la Tierra de tan terrible destino). Aunque es una propuesta noble, sus acciones se interpretan como un acto de guerra. Al final, en Fusión (Justice League # 3, julio de 1987), la Liga de la Justicia debe luchar contra Wandjina, Silver Sorceress y Bluejay en territorios rusos, para evitar el desmantelamiento de una planta nuclear que podría causar graves conflictos entre Estados Unidos y la Unión Soviética.

Es interesante notar que para Guy Gardner, no tiene sentido ayudar a los rusos, después de todo, él cree que Ronald Reagan es el único hombre con derecho a “tener el dedo en el botón” y que si este extraño grupo de metahumanos elimina el arsenal nuclear de la Unión Soviética, entonces “tendríamos al mundo donde lo queremos”. Una vez más, las nociones de poder y manipulación se hacen evidentes, y aunque las opiniones de Gardner no son reflejadas por sus colegas, al final ninguno de ellos se da cuenta de que están siendo manipulados por el adinerado empresario Maxwell Lord, el sujeto que orquestó el ataque terrorista en el edificio de la ONU y también el hombre que se convertirá en el mayor benefactor de la Liga.

Todas las páginas interiores y las portadas están escritas a lápiz por el extraordinario Kevin Maguire (que en ese momento era un novato) y entintadas por Terry Austin y Al Gordon. De hecho, según DeMatteis, las magníficas ilustraciones producidas por Maguire lo convencieron a unirse al equipo creativo: “este chico Maguire, quien quiera que fuese, era bastante bueno [...] así que sabía que iba a ser un cómic de muy buena apariencia”. Y lo fue, pero al mismo tiempo se convirtió en un testimonio de qué tan humanos pueden ser los superhéroes, y qué tan profundas pueden ser nuestras relaciones con criaturas ficticias.

August 26, 2016

The Legion # 34-38 - Champagne, Lightle, Jurgens & Smith

Not long after their abrupt departure from The Legion, Dan Abnett and Andy Lanning would abandon DC Comics as well, and soon they would be welcomed into the House of Ideas; it’s in Marvel Comics where they became even more famous, ushering in a new era of greatness for titles such as Nova, Guardians of the Galaxy and pretty much the entire cast of Marvel cosmic characters.
34: Steve Lightle

The Legion, of course, could not survive without them. And although in many ways the title ends with the “Notorious” saga, DC would still release 5 more issues before permanently cancelling the title. “Childhood’s End” (published in The Legion # 34, August 2004) was arguably the best of these 5 final issues. Keith Champagne wrote quite an entertaining stand-alone issue, a feat that always requires a good grasp on narrative techniques and imaginative ideas. Champagne revisits Qward, the planet that was conquered by the Anti-Monitor in Crisis on Infinite Earths. Probably no other writer had ever thought about finding out what had happened to the people of Qward after the death of the Anti-Monitor, so I think Champagne really nailed it when he took the legionnaires to this forsaken corner of the galaxy.

The villain of “Childhood’s End” is Lord Thalon, who has captured Wildfire to use him as a source of energy for the entire planet. Lord Thalon has a son, and he’s the one who tells the story: “My father is ruthless. He is cunning. He is powerful beyond measure. My father is feared. I want to be just like him when I grow up”. The tyrant, however, is defeated by a group of legionnaires, and the son swears to become a powerful man and destroy the Legion. Once again, veteran penciler Steve Lightle returns to the title that made him famous; his exquisite lines and his innovative designs are but a sample of his dedication as an artist. Lightle’s cover is spectacular too.
35: Adam Hughes [] 36: Kevin Maguire
Faithful to the meaning of the phrase, “For No Better Reason” (published in The Legion # 35-38, in September and October 2004) seems to be a redundant arc that doesn’t do much for the title. It feels like one of those filler stories that editors used to keep in the drawer just for emergencies, except that in this case it would’ve been much better to simply put an end to The Legion in issue 33, instead of unnecessary prolonging the agony of a title that had lost its entire creative team so suddenly.
37: Greg Land [] 38: Kevin Nowlan
Nevertheless, “For No Better Reason” had two redeeming qualities. First of all, the penciler is the experienced Dan Jurgens (famous for being one of Superman’s most respected artist, and responsible of such milestone sagas as “The Death of Superman”), and the inker is Andy Smith. Although Smith’s inking style is so strong that it overshadows Jurgens pencils, we can still find the energetic approach and the harmonic composition that characterized Jurgens for decades. 
Wildfire (Steve Lightle)
And then we also have a marvelous array of covers. Adam Hughes illustrates the first cover, emphasizing the physical appeal of Dreamer and her sexy opponent; Kevin Maguire cuts right to the chase with an image of a sniper targeting Karate Kid; although Greg Land wasn’t so famous in 2004 (he would become extremely popular a couple of years later, when he made the transition to Marvel Comics), he already had a penchant for photographic realism and clean, polished lines (I really liked his Brainiac 5 and Umbra); finally, the great Kevin Nowlan focuses on legionnaires such as Timber Wolf, Chameleon, Dreamer, Violet and Karate Kid, his spot-on facial expressions and the posture of the heroes are visually arresting.  So, was this the definitive end of The Legion? Almost. There was a 2-issue arc that would pave the way for Mark Waid’s reboot. And I’m sure I’ll review that very soon.
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Poco tiempo después de que Dan Abnett y Andy Lanning se alejaran abruptamente de The Legion, también abandonaron DC Comics; y de inmediato serían recibidos en la Casa de las Ideas; es allí, en Marvel Comics, donde se hicieron aún más famosos, inaugurando una nueva etapa de grandeza en títulos como Nova, Guardianes de la Galaxia y prácticamente todos los personajes cósmicos de Marvel.

Qward (Steve Lightle)
La Legión, por supuesto, no podía sobrevivir sin ellos. Y aunque en muchos sentidos el título termina con la saga Notorious, DC publicaría 5 ejemplares más antes de cancelar permanentemente el título. "Fin de la infancia" (publicado en The Legion # 34, agosto de 2004) fue sin duda el mejor de estos 5 números finales. Keith Champagne escribió una muy entretenida aventura autoconclusiva, una hazaña que siempre requiere ideas imaginativas y una buena comprensión de las técnicas narrativas. Champagne visita Qward, el planeta que fue conquistado por el Anti-Monitor en las Crisis en Tierras Infinitas. Es probable que ningún otro escritor había pensado en averiguar qué le había sucedido a la gente de Qward después de la muerte del Anti-Monitor, así que creo que Champagne realmente dio en el blanco cuando llevó los legionarios a este rincón abandonado de la galaxia.
Chameleon & Brainiac 5 (Dan Jurgens)
El villano de "Fin de la infancia" es Lord Thalon, quien ha capturado a Wildfire para utilizarlo como fuente de energía para todo el planeta. Lord Thalon tiene un hijo, y él es quien cuenta la historia: "Mi padre es implacable. Es astuto. Es desmesuradamente poderoso. Mi padre es temido. Quiero ser igual a él cuando crezca". El tirano, sin embargo, es derrotado por un grupo de legionarios, y el hijo jura convertirse en un hombre poderoso y destruir a la Legión. Una vez más, el veterano dibujante Steve Lightle retorna al título que le dio la fama; sus exquisitas líneas y sus diseños innovadores son una buena muestra de su dedicación como artista. La portada de Lightle es ciertamente espectacular.
After the attack / después del ataque
Fiel al significado de la frase, "Sin ninguna razón" (publicado en The Legion # 35-38, entre septiembre y octubre de 2004) parece ser un arco redundante que no ayuda mucho a la colección. Se siente como una de esas historias de relleno que los editores solían guardar en un cajón para casos de emergencia, excepto que en esta situación hubiera sido mucho mejor simplemente ponerle fin a la Legión en el número 33, en lugar de prolongar innecesariamente la agonía de un título que había perdido tan repentinamente la totalidad de su equipo creativo.
M'Onel & Superboy
No obstante, "Sin ninguna razón" tenía dos cualidades a su favor. En primer lugar, el dibujante es el experimentado Dan Jurgens (famoso por ser uno de los artistas más respetados de Superman, y responsable de populares sagas como "La muerte de Superman"), y el entintador es Andy Smith. Aunque el estilo de entintado de Smith es tan fuerte que eclipsa los lápices Jurgens, de todos modos podemos ver el enfoque energético y la composición armónica que caracterizaron a Jurgens durante décadas.
Dreamer
Y además tenemos una maravillosa variedad de portadas. Adam Hughes ilustra la primera portada, haciendo hincapié en el atractivo físico de Dreamer y su atractiva oponente; Kevin Maguire va directo al grano con una imagen de un francotirador que apunta a Karate Kid; aunque Greg Land no era tan famoso en el 2004 (se volvería muy conocido un par de años más tarde, cuando hizo la transición a Marvel Comics), ya tenía una inclinación por el realismo fotográfico y los trazos finos y depurados (me gustó mucho su Brainiac 5 y Umbra); por último, el gran Kevin Nowlan se centra en algunos legionarios: Timber Wolf, Chameleon, Dreamer, Violet y Karate Kid, sus acertadas expresiones faciales y la postura de los héroes son visualmente llamativas. En conclusión, ¿fue este el final definitivo de la Legión? Casi. Hubo una mini-saga de 2 ejemplares que preparó el camino para el relanzamiento de Mark Waid. Y estoy seguro que los reseñaré muy pronto.