31: Tony Harris [] 32: Eric Wight |
33: Chris Batista |
There are plenty of naughty elements in “Housekeeping”, as Abnett and Lanning playfully show what goes on behind closed doors. Without the need of being explicit, and with a good sense of humor, the protagonists of this issue catch Cosmic Boy and Kid Quantum having sex so wildly that the boy’s magnetic powers go out of control, and even metallic elements outside the bedroom start moving up and down, following the rhythm of the sexual act. Another brilliant moment is the “revelation” that Brainiac 5 has a secret stash of holographic pictures… specifically for the purpose of (solitary) sexual gratification. Ever the lonely scientist, it’s perfectly conceivable that after spending long hours and sometimes even entire days isolated in his lab, Brainiac 5 would find relief in compulsive onanism. I guess only British writers would have the courage to openly talk about the young heroes’ sexuality. The guest penciler of this special issue is Keith Giffen, famous for his work in the Legion of Super-Heroes in the 80s, and one of the most respected artists in the American industry; guest inker Al Milgrom is the ideal complement for Giffen’s highly stylized lines.
“Notorious” (published in The Legion # 32 and 33, in June and July 2004) was the last arc written by Abnett and Lanning. With only 2 issues at their disposal, it was impossible for them to wrap up all the loose ends and dangling plot threads, but still they did the best they could, and the result was amazing. After 5 uninterrupted years writing Legion of Super-Heroes, Legion Lost, Legion Worlds and The Legion, the talented British writers said goodbye to the young heroes of the future with a final chapter that is touching as well as evocative.
Chuck Taine & Gear (Keith Giffen) |
Brainiac 5 (Keith Giffen) |
The cover artist for the first chapter of “Notorious” is Eric Wight, who shares with us a somewhat melancholic and still menacing portrait of Singularity. The penciler of the final chapter is Chris Batista (Chip Wallace and Jay Leisten are the inkers), and this time he’s also in charge of an impressive cover that reunites over 30 legionnaires; dynamic and iconic, this is definitely one of the best Legion covers… one that marks the end of an era.
If I remember correctly, I read issue 33 on July 2004, one or two days after my birthday. I had just turned 20, and I had a weird feeling concerning my age. I could no longer say I was still in my teens, and that’s something that made me feel irremediably old. The legionnaires, however, would remain the same age, and their code names would always end in in “boy”, “kid” or “lad”.
In every reader’s life, there comes a moment in which the realization of their own mortality is inevitable. I think that moment comes when we become older than the characters we read about. It’s a strange feeling, unsettling even. But it didn’t bother me at all. I was just happy to be a reader of The Legion. That day, I felt immensely grateful for all the stories Abnett and Lanning had given to us, the readers, so it was necessary for me to honor their work, even a decade later, as I’m doing now. Long Live the Legion!
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Después de salvar el universo en “Foundations”, los legionarios necesitan descansar y relajarse durante algunos días. Pero alguien tiene que hacerse cargo de Mundo Legión, y asegurarse que todo marche bien. Chuck Taine (anteriormente conocido como Bouncing Boy) y Gear están a cargo de la “Limpieza” (publicado en The Legion # 31, mayo del 2004). Este episodio autoconclusivo es un hilarante recorrido por la vida privada de los legionarios, visto desde la perspectiva de dos personajes que se sienten a menudo relegados a tareas menores.
M'Onel, Shikari, Lightening Lad & Brainiac 5 |
Chuck Taine y Gear roban un proyecto de nanotecnología experimental del laboratorio de Brainiac 5, pensando que pueden programarlo para hacer toda la limpieza, pero estos nanocomponentes terminan devorando toda la materia orgánica. En lugar de alertar a los otros legionarios, el dúo simplemente engaña a Superboy para que los ayude. Dan Abnett y Andy Lanning saben muy bien cómo humanizar a los superhéroes, y también tienen un enfoque irreverente que ciertamente se ajusta al tono juvenil de este cómic. No pude dejar de reírme con todos los chistes contados a expensas de Superboy, por ejemplo cuando Chuck Taine y Gear se burlan de él por su falta de higiene y su dormitorio desordenado. Superboy, al igual que todos los adolescentes, es desordenado y en ocasiones un poco cochino, pero ese es un aspecto que uno no ve mientras que él está por ahí salvando el mundo.
Hay un montón de elementos traviesos en “Limpieza”; Abnett y Lanning muestran con mucho humor lo que sucede a puertas cerradas, aunque sin la necesidad de ser explícitos. Los protagonistas descubren que Cosmic Boy y Kid Quantum están teniendo relaciones sexuales tan violentamente que los poderes magnéticos del chico se salen de control, e incluso los elementos metálicos que están fuera de la habitación empiezan a moverse hacia arriba y abajo, siguiendo el ritmo del acto sexual. Otro momento brillante es la “revelación” del secreto de Brainiac 5: su colección oculta de imágenes holográficas... específicamente seleccionadas para su (solitaria) satisfacción sexual. Él es un científico eternamente solitario, encerrado largas horas y a veces días enteros en el laboratorio, aislado, así que es comprensible que Brainiac 5 encontrase alivio en el onanismo compulsivo. Supongo que sólo los escritores británicos tendrían el valor de hablar abiertamente sobre la sexualidad de los jóvenes héroes. El dibujante de este número es Keith Giffen, famoso por su trabajo en la Legión de Super-Héroes en los 80s, y uno de los artistas más respetados de la industria norteamericana; el entintador es Al Milgrom, quien complementa de modo ideal las estilizadas líneas de Giffen.
Superboy versus Singularity |
“Notorio” (publicado en The Legion # 32 y 33, en junio y julio del 2004) fue el último arco argumental escrito por Abnett y Lanning. Con sólo 2 números a su disposición, era imposible que atasen todos los cabos sueltos, pero aun así ellos hicieron lo mejor que pudieron, y el resultado fue sorprendente. Después de 5 años ininterrumpidos de escribir “Legion of Super-Heroes”, Legion Lost, Legion Worlds y “The Legion”, estos talentosos escritores británicos se despidieron de los jóvenes héroes del futuro con un conmovedor e inolvidable capítulo final.
Singularity ha conquistado cientos de planetas, y su Credo ahora es una fuerza lo suficientemente poderosa como para amenazar a los Planetas Unidos. Ni siquiera M'Onel, el más poderoso legionario, es capaz de derrotar a Singularity y su ejército: “ellos afirman que su misión es limpiar la segunda galaxia y eliminar todo rastro del Progenitor. En la práctica esto significa una cruzada... conquista, destrucción, limpieza étnica”. Al final, un Livewire resucitado que toma la forma de Element Lad (también conocido como el Progenitor y por lo tanto temido en toda la segunda galaxia), lucha contra Singularity, y con la ayuda de Superboy, el líder del Credo es derrotado.
El artista de la portada del primer capítulo de “Notorious” es Eric Wight, quien comparte con nosotros un retrato un tanto melancólico pero también amenazante de Singularity. El dibujante del capítulo final es Chris Batista (Chip Wallace y Jay Leisten son los entintadores), y esta vez él también está a cargo de una ilustración impresionante que reúne a más de 30 legionarios; dinámica e icónica, esta es sin duda una de las mejores portadas de la legión, y marca el fin de una época.
Remembering the heroes of the 31st century / recordando a los héroes del siglo XXXI |
En la vida de cada lector, llega un momento en que uno comprueba el paso del tiempo; esto ocurre cuando descubrimos que tenemos más edad que los personajes que leemos... Es una sensación extraña, incluso inquietante. Pero no me molestó en absoluto. Yo estaba feliz de ser un lector de la Legión. Ese día, me sentí inmensamente agradecido por todas las historias que Abnett y Lanning habían creado para nosotros, los lectores, así que para mí era necesario honrar ese trabajo, incluso una década más tarde, como lo estoy haciendo ahora. ¡Larga vida a la Legión!