A group of college students ask themselves why -not too long ago- there was an almost symbiotic dynamic between science fiction writers and scientists. Many of the inventions of today were first imagined in sci-fi novels. Many of today’s genius (such as Stephen Hawking) have admitted that they’ve been inspired by sci-fi writers in order to come up with certain theory approaches. The link is clear. And this group of nerdy kids demands to go beyond this correlation, and to actually create that which they have only read about in comic books: superpowers.
But can this be possible? Is there a scientific base for, say, invulnerability or telekinesis? And can they substantiate their theories? In the first pages of Brilliant we see Amadeus robbing a bank. Of course, he doesn’t need to pull a gun in order to walk away with a bag of money. He’s not a normal human being anymore, but why isn’t he rescuing kids from a flaming building or stopping petty burglaries? Perhaps because Amadeus is a fine example of today’s youth or because he’s hinting at something else.
Philosopher Slavoj Žižek studied market driven consumerism in “The Ticklish Subject”. And Amadeus’ behavior exemplifies the discourse of later capitalism. That’s why, according to Žižek, he “does not appeal to subjects in the name of any collective cause justifying individuals’ sacrifice of jouissance”. The sacrifice of joy is what defined the superheroes of the golden and silver ages. Noble men and women would sacrifice everything in order to save the American people. But we are in 2011 now. And there’s a different idea of what to do if you have superpowers. This new tendency can be seen, for instance, in the movie “Jumpers”, in which Hayden Christensen has the power of teleportation: when he’s watching the news and sees people in peril because of a flood, he doesn’t move a finger. He has teleported into bank vaults long enough to be a millionaire. And that’s all that matters to him. Be honest now, if you had superpowers wouldn’t you use them to get rich instead of altruistically saving others?
robbing a bank / asaltando un banco |
Amadeus doesn’t need money to cover his needs but rather to give into consumerism. This is made evident when he gives his friend Albert an expensive iPhone as a birthday gift. Perhaps one of the most typical scenes in silver age comics was the bank robbery. In the hands of Bendis this is no longer typical but rather a clever way to make us think about how we, as readers, feel towards banks nowadays. Bertolt Brecht once asked "What is the robbing of a bank compared to the founding of a bank?". A bank robber can get away with a few thousand dollars, a bank owner can get away with millions. Let’s think for a moment about the US financial crisis, the super-rich and the current Wall Street manifestations. Yes, everyone is fed up. And if people had superpowers now, they wouldn’t protect a bank, they would probably rob it, just like Amadeus did.
Off to a very promising start, the first issue of Brilliant presents a very interesting cast of ambitious, young people. At the same time, Bendis makes us think about what motivates our actions in the 21st century. Half a century has elapsed since the days of the silver age, and the writer makes sure we notice the changes.
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birthday party / fiesta de cumpleaños |
"¿Pueden las mejores y más brillantes mentes universitarias transformar la ciencia ficción en ciencia?". Cuando leí la premisa de Brilliant supe al instante que me gustaría. Luego de leer literalmente miles de cómics de súper-héroes, es siempre refrescante encontrar una nueva interpretación del género. En el primer ejemplar de esta nueva serie, Brian Michael Bendis no escribe sobre súper-héroes sino sobre gente con súper-poderes. Aquí no hay trajes vistosos ni villanos, sólo un grupo de jóvenes que demostrarán que el cielo no es el límite.
good friends / buenos amigos |
¿Pero puede esto ser posible? ¿Hay alguna base científica para, digamos, la invulnerabilidad o la telequinesis? ¿Podrían estas teorías sostenerse? En las primeras páginas de “Brilliant”, vemos a Amadeus asaltando un banco. Desde luego, no necesita armas para salir con una bolsa llena de billetes. Ya no es un humano ordinario, pero ¿por qué no está rescatando niños de un edificio en llamas o impidiendo atracos? Tal vez porque Amadeus es un buen ejemplo de la juventud de hoy o tal vez nos está dando pistas de algo más.
El filósofo Slavoj Žižek estudió el consumismo y el mercado en “El sujeto espinoso”. Y la conducta de Amadeus ejemplifica el discurso del capitalismo tardío. Es por ello que, de acuerdo a Žižek, él "no apela a los sujetos en nombre de una causa colectiva para justificar el sacrificio del goce de los individuos". El sacrificio del goce es lo que definía a los súper-héroes de la edad de oro y plata. Hombres y mujeres nobles los sacrificaban todo con tal de salvar al pueblo norteamericano. Pero ahora estamos en el 2011. Y hay otras ideas sobre qué hacer si se tiene súper poderes. Esta nueva tendencia se ve, por ejemplo, en la película “Jumpers”, en la que Hayden Christensen tiene el poder de la transportación: cuando ve en las noticias a gente en peligro a causa de una inundación no mueve ni un dedo. Se ha transportado al interior de bóvedas de banco tantas veces que se ha hecho millonario. Y eso es todo lo que le importa. Sean honestos, ¿si tuvieran poderes no los usarían para enriquecerse en lugar salvar a otros altruistamente?
Amadeus no necesita dinero para cubrir sus necesidades sino para ceder al consumismo. Esto es evidente cuando le regala a su amigo Alfred un costoso iPhone. Tal vez una de las escenas más típicas de los cómics de la edad de plata era el robo a un banco. En las manos de Bendis, esto no es algo típico sino una forma astuta de hacernos reflexionar sobre cómo nos sentimos ahora en relación a los bancos. Bertolt Brecht tiene un dicho: "Nunca se sabe quién es más ladrón, el que roba un banco o el que lo funda". Un asaltante de bancos puede escapar con miles de dólares, el propietario de un banco con millones. Pensemos un momento en la crisis financiera norteamericana, en los súper ricos y en las actuales manifestaciones de Wall Street. Sí, todos están hartos. Y si la gente tuviese poderes no protegería los bancos, probablemente los asaltaría, al igual que Amadeus.
Con un inicio prometedor, el primer ejemplar de Brilliant presenta un interesante elenco de jóvenes ambiciosos. Al mismo tiempo, Bendis cuestiona nuestras motivaciones en este siglo XXI. Ha transcurrido medio siglo desde la edad de plata, y el escritor se encarga de que percibamos los cambios.