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March 3, 2022

Action Comics # 587 & 588 - John Byrne

A year ago I started reviewing Action Comics, and seems like in 2021 I only had time to write about issues 584, 585 and 586. So in case you were impatient to know what else happened in John Byrne’s second monthly title during the 80s, you’ll enjoy reading this post. Let’s start with “Cityscape” (originally published in Action Comics # 587, April 1987), a story that I read for the first time as a kid, and that I always remember fondly. Even the cover, with the melodramatic lines by Etrigan (“you must die, so that millions may live”), is quite striking.


When I first read this story, I had no idea who the Demon Etrigan was. And turns out that, like many other Jack Kirby creations, the Demon had always been one of Byrne’s favorite characters (he’d include the Demon a decade later in his Wonder Woman run, and in the 2000s, he’d write an entire, although short-lived, Demon series). The story begins with Jason Blood (the human form of the Demon) and his friends in an antique store, where they find a peculiar artifact that once it’s opened, it has catastrophic consequences. 
Gotham City, 1987

When the situation is getting out of control, Superman happens to be flying over Gotham City, and intervenes. It’s in that moment that Etrigan fights against the Man of Steel with all his power. Surely, you might think that Superman is invincible, but it was during Byrne’s run that it was clearly stablished that, in addition to kryptonite, the world’s greatest superhero was also vulnerable to magic, and since Demon comes from hell and has magic-based powers, he proves to be a worthy rival. In the end, however, the two of them come to an understanding and it’s decided that nothing can be done in the present, and that the only solution is to send Superman back in time. 
The Demon Etrigan versus Superman

In one of Byrne’s most inspired pages, we see Superman in the middle ages, and while interacting with two men that are picking up dead bodies, they come to the conclusion that this stranger must be “A king, I’ll warrant. Who else could walk abroad with robes untouched by filth”. Indeed, the past that Byrne portrays here isn’t romantic or idealized in any way, people are dying of the plague and those who aren’t live in misery. Visually, this is also a delightful page, with details about how Superman wears his cape to cover his emblem, to avoid unnecessary attention. 
England, 1162

In the end, Superman and the Demon Etrigan fight against Morgan Le Fey, and by destroying her magic spell they save the future (of course, Morgan Le Fey will show up again years later, when Byrne wrote Wonder Woman and The Demon). The last page of this comic is the same as the first one, we’re in modern day Gotham City, except this time Jason Blood’s friends find that the artifact is empty. The threat has been averted. 

In “All Wars Must End” (Action Comics # 588, April 1987) we have John Byrne as writer and penciller, Dick Giordano as inker, Michelle Wolfman as colorist (instead of Tom Ziuco who colored issue # 587 and the previous ones too). Once again, I’ll start with Byrne’s iconic cover, in which Superman flies flanked by Hawkman and Hawkwoman, an elegant composition, full of visual strength, and even the limited color palette adds power to it. 
Gotham City, 1987

When I first read this comic, it was translated into Spanish by Ediciones Zinco. What I remember the most is that this was probably the first time I saw Hawkman and Hawkwoman as main characters in a story, although I had heard about them, or seen them in isolated panels here and there. As a couple of renegades from the planet Thanagar, there was certainly something interested about this winged heroes that, although not nearly as powerful as Superman, still had some very unique abilities and powers. 

Here, Hawkman and Hawkwoman are attempting to prevent an attack by the Thanagarian fleet, which is already in our solar system. Of course, it’s thanks to Superman that they now have a good advantage in a battle that would have been hopeless otherwise. Very quickly, Hawkman and Hawkwoman come up with a plan to deal with the Thanagarian ships (destroying them isn’t an option, since it would take a really long time to accomplish that, even with Superman’s help).

This is also the first time Byrne reminds us that even if Superman is extremely powerful, he still has some limitations, so he can’t fly faster than spaceships that came from a different galaxy, and he can’t survive for more than a couple of hours in outer space without a spacesuit. This is especially interesting since the issue ends in a cliffhanger, as Superman is left stranded in space while Hawkman and Hawkwoman are uncontrollably flying into the sun. 
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Hace un año comencé a reseñar Action Comics, y parece que en el 2021 sólo tuve tiempo para escribir sobre los números 584, 585 y 586. Entonces, en caso de que estuvierais impacientes por saber qué más sucedió en el segundo título mensual de John Byrne durante los 80s, disfrutaréis leyendo este post. Comencemos con “Paisaje urbano” (publicado originalmente en Action Comics # 587, abril de 1987), una historia que leí por primera vez cuando era niño y que siempre recuerdo con cariño. Incluso la portada, con las líneas melodramáticas de Etrigan ("debes morir, para que millones puedan vivir"), es bastante llamativa.


Cuando leí esta historia por primera vez, no tenía idea de quién era el Demonio Etrigan. Y resulta que, como muchas otras creaciones de Jack Kirby, el Demonio siempre había sido uno de los personajes favoritos de Byrne (él incluiría al Demonio una década más tarde en su etapa en Wonder Woman, y en la década de los 2000, escribiría una completa, aunque efímera, serie sobre Demon). La historia comienza con Jason Blood (la forma humana del Demonio) y sus amigos en una tienda de antigüedades, donde encuentran un peculiar artefacto que una vez abierto tiene consecuencias catastróficas.
Midway City

Cuando la situación se sale de control, Superman está volando sobre Gotham City e interviene. Es en ese momento que Etrigan lucha contra el Hombre de Acero con todo su poder. Seguramente, podrías pensar que Superman es invencible, pero fue durante la etapa de Byrne que quedó claramente establecido que, además de la kryptonita, el superhéroe más grande del mundo también era vulnerable a la magia, y dado que Demon viene del infierno y tiene poderes basados en la magia, demuestra ser un digno rival. Al final, sin embargo, los dos llegan a un entendimiento y se decide que no se puede hacer nada en el presente, y que la única solución es enviar a Superman atrás en el tiempo.

En una de las páginas más inspiradas de Byrne, vemos a Superman en la Edad Media, y mientras interactúa con dos hombres que están recogiendo cadáveres, ellos llegan a la conclusión de que este extraño debe ser “Un rey, lo garantizo. ¿Quién más podría caminar por estos lares con túnicas no tocadas por la suciedad?". De hecho, el pasado que retrata Byrne aquí no es romántico ni idealizado de ninguna manera, la gente se está muriendo de la peste y los que no mueren, viven en la miseria. Visualmente, esta también es una página encantadora, con detalles sobre cómo Superman usa su capa para cubrir su emblema, para evitar atención innecesaria.
Superman, Hawkman & Hawkwoman

Al final, Superman y el Demonio Etrigan luchan contra Morgana Le Fey, y al destruir su hechizo mágico salvan el futuro (por supuesto, Morgana Le Fey volverá a aparecer años después, cuando Byrne escribió Wonder Woman and The Demon). La última página de este cómic es la misma que la primera, estamos en la Gotham City moderna, excepto que esta vez los amigos de Jason Blood descubren que el artefacto está vacío. La amenaza ha sido evitada.

En “Todas las guerras deben terminar” (Action Comics # 588, abril de 1987) tenemos a John Byrne como escritor y dibujante a lápiz, a Dick Giordano como entintador, a Michelle Wolfman como colorista (en lugar de Tom Ziuco que coloreó el número 587 y los anteriores también). Una vez más, comenzaré con la icónica portada de Byrne, en la que Superman vuela flanqueado por Hawkman y Hawkwoman, una composición elegante, llena de fuerza visual, e incluso la limitada paleta de colores le agrega potencia.

Cuando leí este cómic por primera vez, fue traducido al español por Ediciones Zinco. Lo que más recuerdo es que esta fue probablemente la primera vez que vi a Hawkman y Hawkwoman como personajes principales de una historia, aunque había oído hablar de ellos o los había visto en viñetas aisladas por aquí y por allá. Al ser un par de renegados del planeta Thanagar, ciertamente había algo interesante en estos héroes alados que, aunque no tan poderosos como Superman, igual tenían algunas habilidades y poderes únicos.
before the battle / antes de la batalla

Aquí, Hawkman y Hawkwoman intentan evitar un ataque de la flota Thanagariana, que ya se encuentra en nuestro sistema solar. Por supuesto, es gracias a Superman que ahora tienen una buena ventaja en una batalla que, de lo contrario, habría sido fútil. Muy rápidamente, Hawkman y Hawkwoman idean un plan para lidiar con las naves de Thanagar (destruirlas no es una opción, ya que llevaría mucho tiempo lograrlo, incluso con la ayuda de Superman).

Esta es también la primera vez que Byrne nos recuerda que incluso si Superman es extremadamente poderoso, todavía tiene algunas limitaciones, por lo que no puede volar más rápido que las naves espaciales que provienen de una galaxia diferente y no puede sobrevivir por más de un par de horas en el espacio exterior sin un traje espacial. Esto es especialmente interesante ya que el número termina en suspenso, y es que que Superman queda varado en el espacio mientras Hawkman y Hawkwoman vuelan sin control hacia el sol.

September 18, 2015

Chrononauts - Mark Millar & Sean Gordon Murphy

I grew up reading Tharg’s Future Shocks and Time Twisters in the pages of 2000 AD. Don’t ask me why, but when I became a serious reader –some would say, a serial reader– in the mid-90s, it wasn’t easy to find new comics here in Lima; so I had the good fortune of reading old ones. 

Instead of purchasing Marvel or DC Comics from the 90s (perhaps the only decade in history mocked by comic book fans due to the low quality of titles and the awful artistic styles that were in vogue back then), I was getting 2000 AD progs from the late 70s and early 80s; instead of the electric blue Superman I was enjoying John Byrne’s memorable run; instead of the tight-pants-and-jacket Wonder Woman from the 90s, I was just getting familiar with George Pérez take on the Amazon princess; instead of the big guns and the abundance of pouches that dominated the designs of X-Men costumes in those years, I was being delighted by the elegant and classic look –black and yellow– of the New Mutants. So in a way I was traveling back in time. I wasn’t familiar with any of the current output, but I was an expert in 80s comics. And I’m glad things worked out that way, after all, I had the opportunity to read some of the best comics ever published.

Obviously, now I can’t do that time-traveling trick. I get fresh comics every month and I spend so many hours in comic book related pages that, one way or another, I’m quite familiar with everything that is going on in titles that I don’t even read. Which is why I absolutely love projects like Mark Millar’s Chrononauts. Not only do I get to read a fun and action-packed adventure about time traveling, but I also get to reminisce dozens of classic Tharg’s Future Shocks and Time Twisters. 
the first adventure / la primera aventura

Chrononauts begins with best pals Corbin Quinn and Danny Reilly, they also happen to be the brightest scientists in their respective fields. Together, they have created the chrono-suits that allow them to travel through the timestream. But instead of a careful and rational exploration of past eras, the two buddies embark upon a destructive journey.

Millar has always had a good sense of humor, and that has been a constant element in previous works. Chrononauts is an amusing and lighthearted series, more action-oriented than character-driven. And that's perfectly fine. However I miss the subversive nature of other Millarworld titles. Kick-Ass was a reinvention / parody of the superhero genre, MPH a social criticism on the risks of uncontrolled capitalism and the bankruptcy of American industries, The Secret Service was a parable about social climbing and overcoming one’s humble origins, Jupiter’s Legacy was a cautionary tale about spoiled kids squandering and disrespecting their parents heritage, Nemesis was an unapologetic tour de force through the most sinister desires of the world’s wealthiest men, Starlight was a homage to old adventurers and how they might deal with retirement and old age and Chosen was an indictment on religious zealousness. Chrononauts, however, seems to be only a celebration of comradery and bromance.

Although a few years ago I had never even heard of him, Sean Gordon Murphy has quickly become one of my all-time favorite artists. His talent shines through the pages of Chrononauts and, as usual, he transmits pure energy and movement; his vibrant pages provide the reader with a unique aesthetic feast. I had already praised his art in “Punk Rock Jesus” but here it looks even better (in part thanks to the spectacular coloring provided by Matt Hollingsworth). As Blake Northcott explains “Chrononauts is pure eye Candy. Few can match the frenetic visual flair of Sean Murphy, who effortlessly brings a sweeping, cinematic style to Millar’s prose”.
Extraordinary action sequence / extraordinaria secuencia de acción
I love Sean Gordon Murphy’s art and the wonderful Easter eggs he includes in some panels. For instance, in Corbin’s library we can find hardcovers of Kick-Ass, Superior, MPH, Superman Red Son, Wolverine, Civil War and one of my personal favorites: Judge Dredd. There are so many impressive images in this miniseries, for instance, one of my favorites is a double page spread that consists of a dramatic angle that emphasizes Reilly’s vulnerable position facing an endless horde of barbarians; and the last double page spread is also fantastic. There is such a sense of urgency and velocity here that one can’t help but to feel the tension of the moment. As usual Matt Hollingsworth adds a unique chromatic texture to Murphy’s lines. They truly are the ideal artistic team (no wonder they’ve been working together for so long).
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Cuando todavía estaba en el colegio leía los “Tharg's Future Shocks” y “Time Twisters” de las páginas de 2000 AD. No me pregunten por qué, pero cuando me convertí en un lector en serio -algunos dirían ‘en serie’- a mediados de los 90s, no era fácil encontrar cómics nuevos aquí en Lima; así que tuve la suerte de leer cómics viejos.
Past and future, combined / pasado y futuro, combinados
En lugar de comprar Marvel o DC Comics de los 90s (quizás la única década en la historia vilipendiada por los fans del cómic debido a la baja calidad de los títulos y los horribles estilos artísticos que estaban en boga en ese entonces), adquiría ejemplares de 2000 AD de finales de los 70s y principios de los 80s; en lugar del Superman azul eléctrico disfrutaba de la memorable etapa de John Byrne; en lugar de la Wonder Woman de pantalones y chaqueta ajustada de los 90s, me estaba familiarizando con la versión de George Pérez de la princesa amazónica; en lugar de las pistolas grandes y la abundancia de bolsillos que dominaban los diseños de los trajes de los X-Men en esos años, estaba encantado con el look elegante y clásico -negro y amarillo- de los New Mutants. Así que en cierto modo estaba viajando en el tiempo. No estaba familiarizado con la producción contemporánea, pero era un experto en los cómics ochenteros. Y me alegra que haya sido así, después de todo, tuve la oportunidad de leer los mejores cómics.
The attack of the gangsters / el ataque de los gangsters

Obviamente, ahora no puedo hacer ese truco del viaje en el tiempo. Recibo cómics nuevecitos cada mes y me paso muchas horas en las páginas sobre cómics así que, de una u otra manera, estoy muy al tanto de todo lo que está pasando en títulos que ni siquiera leo. Es por eso que me entusiasman los proyectos como “Chrononauts” de Mark Millar. No sólo se trata de una aventura divertida y llena de acción sobre viajes temporales, también es una oportunidad para recordar docenas de clásicos “Tharg's Future Shocks” y “Time Twisters”.

“Chrononauts” comienza con dos grandes amigos, Corbin Quinn y Danny Reilly, científicos brillantes en sus respectivos campos. Juntos, han creado los crono-trajes que les permiten viajar a través de la corriente temporal. Pero en lugar de una exploración cuidadosa y racional de épocas pasadas, los dos colegas se embarcan en un viaje destructivo.

Millar ha tenido siempre un buen sentido del humor, algo que ha sido un elemento constante en obras anteriores. “Chrononauts” es una serie amena y desenfadada, orientada más a la acción que al desarrollo de personajes. Y eso es perfectamente aceptable. Sin embargo, echo de menos la naturaleza subversiva de otros títulos de Millarworld. Kick-Ass fue una reinvención / parodia del género de superhéroesMPH una crítica social sobre los riesgos del capitalismo descontrolado y la quiebra de las industrias estadounidensesThe Secret Service fue una parábola acerca del ascenso social y los orígenes humildes, Jupiter’s Legacy fue una advertencia sobre los niños mimados que despilfarran irrespetuosamente el patrimonio de sus padres, Nemesis fue un brutal recorrido por los deseos más siniestros de los hombres más acaudalados del mundoStarlight fue un homenaje a los aventureros ancianos y a la forma en la que se enfrentan a la jubilación y la vejez y Chosen fue una denuncia en contra del fanatismo religioso. “Chrononauts”, sin embargo, parece ser sólo una celebración de la camaradería y la amistad entre hombres.
Corbin and Danny make a historical mess / Corbin y Danny, y el desastre histórico
Aunque hace unos años nunca había oído hablar de él, Sean Gordon Murphy se ha convertido rápidamente en uno de mis artistas favoritos. Su talento brilla a través de las páginas de “Chrononauts” y, como de costumbre, él transmite pura energía y movimiento; sus vibrantes páginas proporcionan al lector una fiesta estética sin igual. Ya había elogiado su arte en “Punk Rock Jesuspero aquí se ve aún mejor (en parte gracias al espectacular coloreado proporcionado por Matt Hollingsworth). Como explica Blake Northcott “Chrononauts es una delicia visual. Pocos pueden igualar el estilo visual frenético de Sean Murphy, quien con gran facilidad aporta un elemento cinematográfico de primer nivel a la prosa de Millar”.
The chaotic final battle / la caótica batalla final
Me encanta el arte de Sean Gordon Murphy y los maravillosos detalles que incluye en algunas viñetas. Por ejemplo, en la biblioteca de Corbin podemos encontrar cómics en tapa dura de Kick-Ass, Superior, MPH, Superman Red Son, Wolverine, Civil War y uno de mis favoritos Juez Dredd. Hay tantas imágenes impresionantes en esta miniserie, por ejemplo, una de mis favoritas es una página doble que consiste en un ángulo dramático que hace hincapié en la posición vulnerable de Reilly frente a una horda interminable de bárbaros; y la última doble página es también fantástica. Hay tal sentido de urgencia y velocidad, que uno no puede dejar de sentir la tensión del momento. Como de costumbre Matt Hollingsworth añade una textura cromática única a las líneas de Murphy. Ellos son realmente el equipo artístico ideal (es lógico que hayan trabajado juntos durante tanto tiempo).

August 17, 2015

Sooner or Later - Peter Milligan & Brendan McCarthy

If you’ve ever been unemployed then you can totally relate to the misadventures of Micky ‘Swifty’, a jobless teenager. Originally published in 2000 AD progs 468 to 499, in 1986, Sooner or Later is as valid now as it was over 30 years ago. Because unemployment still exists today and continues to be a serious problem (taking a look at Spain would be enough to prove my point). And if it’s true that work dignifies man, then it would be easy to understand how undignifying and humiliating can it be for any man or woman, regardless of age or country of origin, to remain unemployed for so many months.
Swifty

Mark Kardwell explained the genesis of this series quite adequately in his prolog for The Best of Milligan & McCarthy: “Remember the UK in the 1980s? Times were grim: Thatcher dismantling the country’s industrial heritage […] In 1986, Sooner or Later showed the Milligan / McCarthy team’s empathy for the underdog, with Micky going on a Swiftian journey through a landscape all too familiar to anyone unlucky enough to be young and unemployed and living through Thatcher’s Britain”. 

Swifty, the protagonist, doesn’t even realize how bad things are. As he walks through the derelict streets of Camden, he pays no attention to his surroundings: small time crooks stealing car tires, street punks getting drunk, skinheads attacking people, hookers giving handjobs right next to the job center and so on. It wasn’t just a coincidence that Alan Moore, Neil Gaiman, Grant Morrison and Peter Milligan, amongst many other British creators, were against Margaret Thatcher. Instead of reactivating the economy, the Iron Lady seemed determined to ruin the United Kingdom.

Swifty and Clinton, his best friend, discuss their career prospects in their thick Cockney accent: “Idiots wanted to waste their entire lives working for peanuts in local factory. Sense of desperation an advantage”, they say. But they are truly desperate. These lads live in a perpetual state of frustration. In fact, Swifty can’t even get a date, and even if he did, he would still need a few quid. Starting their own business isn’t a realistic possibility, as that would require money none of them has. It’s like a vicious circle: no job, no sex life, no money, no dreams. 

And suddenly, things change: Swifty is transported to the future and forced to entertain a wealthy man fascinated by 20th century boys. The bright teen rebels against the situation and breaks free. But he can’t return home, since time travels are very expensive. “I need a job to get the cash to get back to Camden 1988”, he states. And, ironically, he soon finds out that there is still plenty of unemployment in the future. Unemployment and starvation. As a consequence, he ends up raiding the Food Mountains with a group of outcasts. Surely the kid’s only good experience is dancing with Sharon, a beautiful girl who doesn’t seem to care about his lack of money, and that invites him to an amazing party in the 30th century. 

However, after his encounter with the Jobfinder, who threatens to interview him to the death, Swifty is offered a once in a lifetime opportunity. It isn’t any job, it’s The Job: a seat in the board of authorities that are in control of the entire nation. This plot twist allows Milligan to express his discontent with political figures in general.
trapped in the future / atrapado en el futuro

Have politics become a synonym for lies, treachery and corruption? Here, political power is a farce. A cannibal joins forces with Swifty, after all, for this individual, eating and killing other men is very similar to what regular politicians do. And thus the campaign begins. There are some hilarious moments, like the parody of the presidential speech. Of course, Milligan mocks the typical political debates and ridicules the so-called experts in political science.

Against all odds, Swifty wins the elections. “Not a single person in the entire country has any faith in your abilities!”, he’s told. But he doesn’t give a damn about that, as he has been told the same thing in his era. And now that he is in a position of power he’s willing to prove he’s worthy of The Job. So he decides to visit the board. “The board meeting has been going now for five hundred years”, someone explains to him. No one is allowed into the building, but using all his street savvy, the teen finally makes a triumphal entrance, only to discover that the top authorities of the nation are nothing but dusty skeletons sitting in rusty chairs. And what the clerks and assistants considered as undecipherable orders sent by the board in Morse code was, in fact, the noise produced by the building’s machines.

As usual, Brendan McCarthy’s outlandish designs and psychedelic approach enrich Milligan’s script. McCarthy takes the most far-fetched concepts and the weirdest settings and makes them work perfectly. The future we get to see here is very surrealist, full of color and extravagant images, and that is why Brendan McCarthy and Tony Riot were the ideal artistic team for this project.

In the final pages, Swifty is returned to the 20th century, and he discovers he has only been gone for 2 days. Now he must repeat his old routine. Going to the job center, having terrible job interviews and getting rejected over and over again. But he tells Clinton everything he did and saw in the future, and now he can only think about that beautiful girl that invited him to the party. His friend asks him “So when are you going to the future?”, and Swifty replies full of hopes and with a big smile “Oh, sooner or later”. And only the reader knows that the naïve boy will get to the future, one day at a time, painfully and tediously, and to make matters worse, he will still be looking for a job, to no avail. 
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Si alguna vez han estado desempleados, entonces podrán identificarse con las desventuras de Micky 'Swifty', un adolescente sin trabajo. Publicado originalmente en “2000 AD” # 468 a 499, en 1986, “Sooner or Later” sigue siendo tan vigente hoy como lo fue hace 30 años. Porque el desempleo sigue existiendo y todavía es un problema grave (un vistazo a España sería suficiente para demostrar la validez de esta premisa). Y si es cierto que el trabajo dignifica al hombre, entonces sería fácil entender lo enervante y humillante que puede ser para cualquier hombre o mujer, independientemente de su edad o país de origen, estar sin trabajo durante tantos meses.
McCarthy's extravagant designs / los extravagantes diseños de McCarthy

Mark Kardwell explicó adecuadamente la génesis de esta serie en el prólogo de The Best of Milligan & McCarthy: “¿Recordáis el Reino Unido en la década de 1980? Los tiempos eran sombríos: Thatcher desmantelaba el patrimonio industrial del país [...] En 1986, ‘Sooner or Later’ mostraría la empatía del equipo Milligan / McCarthy hacia los desvalidos, con el Swiftiano viaje de Micky a través de un paisaje muy familiar para cualquiera que tuviese la mala suerte de ser joven y desempleado, y de estar viviendo en la Gran Bretaña de Thatcher”.

Swifty, el protagonista, ni siquiera se da cuenta de lo mal que están las cosas. Mientras camina por las empobrecidas calles de Camden, no presta atención a su entorno: granujas de medio pelo roban neumáticos de los coches, los punks callejeros se emborrachan, los skinheads atacan a la gente, las putas satisfacen manualmente a sus clientes justo al lado del centro de trabajo y así sucesivamente. No es una simple coincidencia que Alan MooreNeil GaimanGrant Morrison y Peter Milliganentre muchos otros creadores británicos, estuviesen en contra de Margaret Thatcher. En lugar de reactivar la economía, la Dama de Hierro parecía decidida a arruinar al Reino Unido.

Swifty y Clinton, su mejor amigo, hablan de sus perspectivas laborales con su fuerte acento cockney: "Se busca idiotas que quieran desperdiciar toda su vida trabajando en la fábrica local para ganar una miseria. Se dará ventaja a los más desesperados", dicen. Pero ellos están verdaderamente desesperados. Estos muchachos viven en un perpetuo estado de frustración. De hecho, Swifty ni siquiera puede conseguir una cita, e incluso si lo hiciera, igual necesitaría algunas monedas. Un negocio propio tampoco es una posibilidad realista, ya que haría falta dinero que ninguno de ellos tiene. Es como un círculo vicioso: no hay trabajo, no hay vida sexual, no hay dinero, no hay sueños.

Y de repente, las cosas cambian: Swifty es transportado hacia el futuro y obligado a entretener a un acaudalado sujeto fascinado por los chiquillos del siglo XX. El enérgico adolescente se rebela y finalmente escapa. Pero no puede regresar a casa, ya que los viajes en el tiempo son muy caros. “Necesito un trabajo para conseguir el dinero para volver al Camden de 1988”, afirma. Irónicamente, pronto descubre que en el futuro el desempleo abunda. El desempleo y el hambre. A consecuencia de ello, él termina tomando por asalto las Montañas de la comida con un grupo de parias. Seguramente su única buena experiencia es bailar con Sharon, una hermosa chica que no parece preocuparse por su falta de dinero, y que lo invita a una fiesta increíble en el siglo XXX.

Sin embargo, después de su encuentro con el Encuentra-Trabajos, que amenaza con entrevistarlo hasta la muerte, a Swifty le ofrecen una oportunidad única. No se trata de cualquier tipo de empleo, es El Empleo: un puesto en el consejo de las autoridades que controlan toda la nación. Este giro argumental permite que Milligan exprese su descontento con las figuras políticas en general.
What will be Swifty's future? / ¿Cuál será el futuro de Swifty? 

¿La política se ha convertido en un sinónimo de mentira, traición y corrupción? Aquí, el poder político es una farsa. Un caníbal se alía a Swifty, después de todo, para este individuo, comer y matar a otros hombres es muy similar a lo que hacen los políticos comunes y corrientes. Y así comienza la campaña. Hay algunos momentos hilarantes, como la parodia del discurso presidencial. Por supuesto, Milligan se burla de los debates políticos típicos y ridiculiza a los así llamados expertos en ciencias políticas.

Contra todo pronóstico, Swifty gana las elecciones. “¡Ni una sola persona en todo el país tiene fe en tus habilidades!”, le anuncian. Pero a él no le importa un carajo, porque eso es lo mismo que le habían dicho en su época. Y ahora que está en una posición de poder, está dispuesto a demostrar que es digno de El Empleo. Así que decide visitar al consejo. “La reunión del consejo ha durado 500 años y todavía no termina”, alguien le explica. Nadie puede entrar en el edificio, pero usando toda su sabiduría callejera, el adolescente finalmente hace una entrada triunfal, sólo para descubrir que las máximas autoridades de la nación no son más que esqueletos polvorientos sentados en sillas oxidadas. Y aquello que los secretarios y asistentes consideraban órdenes indescifrables enviadas por el consejo en código Morse era, de hecho, el ruido producido por las máquinas del edificio.

Como de costumbre, los diseños extravagantes de Brendan McCarthy y su enfoque psicodélico enriquecen el guión de Milligan. McCarthy toma los conceptos más inverosímiles y los escenarios más extraños y hace que funcionen perfectamente. El futuro que vemos aquí es muy surrealista, lleno de color y de imágenes extravagantes, por esa razón Brendan McCarthy y Tony Riot eran el equipo artístico ideal para este proyecto.

En las páginas finales, Swifty es regresado al siglo XX, y descubre que sólo se ha ausentado por 2 días. Ahora él debe repetir su vieja rutina. Ir al centro de trabajo, tener horribles entrevistas laborales y ser rechazado una y otra vez. Pero él le cuenta a Clinton todo lo que hizo y vio en el futuro, y ahora sólo puede pensar en esa hermosa chica que lo invitó a la fiesta. Su amigo le pregunta “¿Cuándo vas a ir al futuro?”, Y Swifty responde lleno de esperanzas y con una gran sonrisa: “Oh, tarde o temprano”. Y sólo el lector sabe que el ingenuo chico sólo podrá llegar al futuro un día a la vez, dolorosa y tediosamente, y para empeorar las cosas, todavía estará buscando trabajo, sin éxito alguno.