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February 26, 2017

Silver Surfer: Citizen of Earth - Dan Slott & Mike Allred

In the 60s, Stan Lee revolutionized the comics industry with the creation of the Marvel Universe, and after the original first wave of superheroes, the author tried new and different approaches to the superhuman archetype. One of such experiments would be the pacifist and melancholic Silver Surfer, the former herald of Galactus. Silver Surfer was a reluctant hero, constantly brooding, hesitant, always aware of what he had lost: his beloved Shamballa Bal, a girl from planet Zenn-La.  

Silver Surfer was one of Stan Lee’s favorite creations, and yet in recent decades the herald of Galactus had been languishing in limbo. Many creative teams tried to update the character, but their attempts were infructuous. Luckily for us, Dan Slott and Mike Allred found the ideal formula to revitalize the Silver Surfer, and to make him relevant again. 

Relying on a good sense of humor and the most outlandish sci-fi concepts, Slott successfully relaunched the Silver Surfer. And, following Marvel’s usual procedures, after a couple of years the title would be renumbered. “Homecoming” (Silver Surfer # 1, March 2016) marks the beginning of a new era and a great jumping on point. This time a bizarre group of aliens are planning to steal Earth’s “greatest resource”. Unlike many other stories about invaders from outer space, this time the much sought-after resource is culture. Every novel, every film, every comic book and TV show is taken by the aliens, every form of cultural and artistic expression disappears. Now that’s an idea that I absolutely love, it’s original and insane at the same time, and it fits so well with the overall tone of this series. 

There are a lot of funny moments in “Things Change” (Silver Surfer # 2, April 2016) and several homages to Doctor Who. Just like it happens quite frequently in the British TV series, Silver Surfer has to make up his mind about what he feels for his current human companion (in this case Dawn Greenwood) and his former and first ally, Alicia Masters. The tension between the two women and Silver Surfer’s inner doubts are just -priceless. However, the most shocking moment comes with the arrival of Shalla Bal, Silver Surfer’s long-lost love. “I Stand With Earth!” (Silver Surfer # 3, June 2016) is “a tale of triumph and tragedy” that celebrates the 50th anniversary of Silver Surfer.
Homage to a Clockwork Orange and Doctor Who / Homenaje a Una naranja mecánica y Doctor Who
Slott pays homage to the classic Lee and Kirby comics, reuniting the characters and making them face an adversary that, in some ways, is just as dangerous as Galactus. A dogmatic Shalla Bal insists on eradicating Earth’s culture and turning our planet into a replica of Zenn-La. During Lee’s era, Silver Surfer was a brooding character, shunned by those he pretended to save. This time, however, he is doubly rejected by the Zenn-La attackers and also by the people of the Earth, blinded by the promises of a better life. There is a magnificent scene in which many men and women surrender to the charming Shalla Bal, and Silver Surfer exclaims “There is a price for perfection! We need adversity! To strive! To grow!”. Most people don’t understand that, but Alicia Masters does. As a blind artist, it’s precisely her lack of sight which allows her to be one of the best sculptors in the world. So she stands against Shalla Bal and her promises of cold and lifeless perfection.
Alicia Masters & Dawn Greenwood
“Homeworld” (Silver Surfer # 4, July 2016) is a very special issue, in which we see how much the heroes of Earth admire the former herald of Galactus. And at last, but certainly not least, “Citizen of Earth” (Silver Surfer # 5, September 2016) and “Understanding the Alien Heart” (Silver Surfer # 6, October 2016) are two magnificent anniversary issues. Here Slott highlights the nobility and humanity of Silver Surfer, an alien who is finally respected and admired by everyone on Earth.  
Shalla Bal
As usual, Mike Allred proves to be an amazing artist, able to combine a vintage sensibility with the most visually striking elements of pop art. In the hands of Allred, good comedy becomes an essential part of this comic, and thanks to the craziness and extravagance of these pages, Slott’s scripts become even more compelling and hilarious. 
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En los 60s, Stan Lee revolucionó la industria del cómic con la creación del Universo Marvel, y después de la primera oleada original de superhéroes, el autor propuso nuevas y diferentes aproximaciones al arquetipo súper-humano. Uno de tales experimentos sería el pacifista y melancólico Silver Surfer, el antiguo heraldo de Galactus. Silver Surfer era un héroe reluctante, siempre inquieto, vacilante, siempre consciente de lo que había perdido: su amada Shamballa Bal, una chica del planeta Zenn-La.
Before the final battle / antes de la batalla final
Silver Surfer fue una de las creaciones favoritas de Stan Lee, y sin embargo en las últimas décadas el heraldo de Galactus había estado languideciendo en el limbo. Muchos equipos creativos trataron de actualizar al personaje, pero sus intentos fueron infructuosos. Afortunadamente para nosotros, Dan Slott y Mike Allred encontraron la fórmula ideal para revitalizar a Silver Surfer, y para hacerlo relevante de nuevo.
The Avengers
Con un buen sentido del humor y los conceptos más extravagantes de la ciencia-ficción, Slott relanzó con éxito a Silver Surfer. Y, siguiendo los procedimientos usuales de Marvel, después de un par de años el título sería renumerado. "Llegada a casa" (Silver Surfer # 1, marzo de 2016) marca el comienzo de una nueva era y es un gran punto de partida para nuevos lectores. Esta vez un extraño grupo de alienígenas está planeando robar el "mayor recurso" de la Tierra. A diferencia de muchas otras historias sobre invasores del espacio, esta vez el recurso más preciado es la cultura. Cada novela, cada película, cada cómic y programa de televisión es robado por los extraterrestres, cada forma de expresión cultural y artística desaparece. Esa es una idea que me encanta, es original y alocada al mismo tiempo, y encaja tan bien con el tono general de esta serie.
Heroes of the Earth / Héroes de la Tierra
Hay muchos momentos divertidos en "Las cosas cambian" (Silver Surfer # 2, abril de 2016) y varios homenajes a Doctor Who. Al igual que sucede con bastante frecuencia en la serie de televisión británica, Silver Surfer tiene que tomar una decisión sobre lo que siente por su actual compañera humana (en este caso Dawn Greenwood) y su antigua y primera aliada, Alicia Masters. La tensión entre las dos mujeres y las dudas internas de Silver Surfer llaman la atención. Sin embargo, el momento más impactante viene con la llegada de Shalla Bal, el amor perdido tiempo atrás. "Yo defiendo la Tierra" (Silver Surfer # 3, junio de 2016) es "un relato de triunfo y tragedia" que celebra el 50 aniversario de Silver Surfer.
Home is where the heart is... / El hogar es donde está el corazón
Slott rinde homenaje a los cómics clásicos de Lee y Kirby, reuniendo a los personajes y haciendo que se enfrenten a un adversario que, de alguna manera, es tan peligroso como Galactus. Una dogmática Shalla Bal insiste en erradicar la cultura de la Tierra y convertir a nuestro planeta en una réplica de Zenn-La. Durante la era de Lee, Silver Surfer era un personaje apesadumbrado, rechazado por aquellos a quienes pretendía salvar. Esta vez, sin embargo, es doblemente rechazado por los atacantes de Zenn-La y también por el pueblo de la Tierra, cegado por las promesas de una vida mejor. Hay una escena magnífica en la que muchos hombres y mujeres se rinden a la encantadora Shalla Bal, y Silver Surfer exclama: "¡Hay un precio por la perfección! ¡Necesitamos adversidad! ¡Para prosperar! ¡Para crecer!". La mayoría de la gente no entiende eso, pero Alicia Masters sí. Al ser una artista ciega, es precisamente la imposibilidad de ver lo que le permite ser una de las mejores escultoras del mundo. Así que ella se enfrenta contra Shalla Bal y sus promesas de una perfección fría y sin vida.
Silver Surfer & Spider-Man
"Mundo hogar" (Silver Surfer # 4, julio de 2016) es un número muy especial, en el que vemos lo mucho que los héroes de la Tierra admiran al antiguo heraldo de Galactus. Y por último, pero no menos importante, "Ciudadano de la Tierra" (Silver Surfer # 5, septiembre de 2016) y "Entendiendo el corazón alienígena" (Silver Surfer # 6, octubre de 2016) son dos magníficos números de aniversario. Aquí Slott destaca la nobleza y la humanidad de Silver Surfer, un extraterrestre que finalmente es respetado y admirado por todos en la Tierra.

Como de costumbre, Mike Allred demuestra ser un artista increíble, capaz de combinar una sensibilidad nostálgia con los elementos más llamativos del arte pop. En las manos de Allred, la buena comedia se convierte en una parte esencial de este cómic, y gracias a la locura y la extravagancia de estas páginas, los guiones de Slott se vuelven aún más atractivos e hilarantes.

July 24, 2016

Huck - Mark Millar & Rafael Albuquerque

It’s been over a decade since I read Superman: Red Son for the first time, an Elseworlds project written by Mark Millar that turned out to be one of the best Superman stories ever written.  Red Son is up there with Alan Moore’s “Whatever Happened to the Man of Tomorrow” or John Byrne’s “Man of Steel”, it really is that good. And that shouldn’t come as a surprise, given the fact that Millar has often explained how much he loves Superman. But, save a few issues here and there, he was never a frequent Superman writer back when he was still working for DC Comics.

So as the smart man he is, Millar found the way to scratch this literary itch in the form of Superior and now Huck. Both works complement each other rather nicely, so I think it would be fitting to read them (or re-read them) at the same time. Huck is a friendly approach to the superhero genre with a nice touch of brightness and candor. In the words of Antony Delfini “we live in a world of cynicism, materialism, vanity, and selfishness. Huck is a breadth of fresh air because he’s the opposite of that mentality”.

Huck is a big guy –with an even bigger heart– from a small American town. He does at least one good deed a day, and he has become a blessing for all the people around him. But as soon as he decides to expand his radius of influence, and help men and women outside the US, his secret is now out in the open. No longer the town’s mysterious Samaritan, Huck is now a reluctant celebrity who must fight against hordes of newspaper journalists and TV reporters… and in the process he’s offered the possibility of finding out who his real mother is. 

There is something deceptively simple about Millar’s concept. This isn’t just a homage to Superman’s roots, it’s also an insightful portray of who we are as a society and what we expect, as readers, from our heroes. Huck is the guy who will help others asking for nothing in return. Some might consider that an odd behavior, why work so hard for others when he could become the richest man on Earth? Why is he so modest when he could be worldwide famous? Why bother to intervene when he could be much better off by simply abstaining from the conflicts of his nation? Perhaps because he believes he can make a difference, and because he everything he does is for the right reason. 

So instead of mindlessly fighting against supervillains like Superman does in his monthly titles, Huck lives a quiet life, preventing conflicts instead of going into battle, helping others in time so that he won’t have to worry about them later. There is something absolutely charming about this resurrection of the classic superhero. 
Huck
Of course, there is also plenty of action in Huck, as he will be forced to fight against a powerful android who keeps his mother in prison. The action scenes are adequate, but personally I think they betray a little bit the essence of the protagonist. Perhaps it would’ve been more interesting to focus more on Huck’s everyday life and, just for once, forget about the evil villain lurking in the shadows.

To be honest, it took me a couple of issues to warm up to Rafael Albuquerque’s style but I ended up enjoying his contribution. An accomplished penciler and inker, Albuquerque rose to prominence after his collaborations in Vertigo’s American Vampire. He doesn’t seem to be too keen on details or realistic anatomy, but that doesn’t detract from the evident value of his work. In fact, it’s thanks to his loose lines, his dynamic composition and his kinetic pages that we can appreciate the true nature of a character like Huck. His lines are wonderfully enhanced by Dave McCaig’s coloring, who provides the right mood in every scene with just a touch of the right pigment.
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Ha pasado más de una década desde que leí por primera vez “Superman: Red Son”, un proyecto Elseworlds escrito por Mark Millar que resultó ser una de las mejores historias de Superman de los últimos 75 años. Red Son es comparable con “¿Qué pasó con el Hombre del Mañana?” de Alan Moore o Man of Steel” de John Byrne. Y eso no debería ser una sorpresa, teniendo en cuenta que Millar ha explicado a menudo lo mucho que le encanta Superman. Pero, salvo algunos números desperdigados, él nunca fue un escritor habitual de Superman en la época en la que todavía estaba trabajando para DC Comics.
visiting a rough neighborhood / visitando un vecindario peligroso

Millar, con la astucia que lo caracteriza, encontró la manera de rascarse esta picazón literaria bajo la forma de Superior y ahora “Huck”. Ambos trabajos se complementan entre sí bastante bien, así que creo que sería adecuado leerlos (o re-leerlos) al mismo tiempo. Huck es un enfoque amigable sobre el género de los superhéroes, con un toque de optimismo y sinceridad. En palabras de Antonio Delfini “vivimos en un mundo de cinismo, materialismo, vanidad y egoísmo. Huck es una bocanada de aire fresco porque es lo opuesto de esa mentalidad”.

Huck es un sujeto grande –con un corazón aún más grande– en una pequeña ciudad norteamericana. Él hace por lo menos una buena acción al día, y se ha convertido en una bendición para todos los que lo rodean. Pero apenas decide ampliar su radio de influencia, y ayudar a la gente en otros países, su secreto sale a flote. En vez de ser el misterioso samaritano del pueblito, Huck es ahora una celebridad que debe luchar contra las hordas de periodistas de la prensa y reporteros de televisión... y en el proceso podrá descubrir quién es su verdadera madre.

El concepto central de Millar es aparentemente muy simple. Esto no es solamente un homenaje a las raíces de Superman, también es un retrato perspicaz de lo que somos como sociedad y lo que esperamos, como lectores, de nuestros héroes. Huck es el sujeto que va a ayudar a los demás sin esperar nada a cambio. Algunos podrían considerar que ese es un comportamiento extraño, ¿por qué ayudar a otras personas cuando podría convertirse en el hombre más rico de la Tierra? ¿Por qué es tan modesto cuando podría ser mundialmente famoso? ¿Por qué preocuparse por intervenir cuando podría abstenerse de los conflictos de su nación? Tal vez porque él cree que puede hacer la diferencia, y porque todo lo que hace es por una buena razón.

Así que en lugar de luchar tontamente contra supervillanos, como hace Superman en su colección mensual, Huck vive una vida tranquila, previene conflictos antes de que desemboquen en algo peor, ayuda a otros en el momento adecuado para no tener que preocuparse por ellos más tarde. Hay algo absolutamente encantador acerca de esta resurrección del superhéroe clásico.
Trapped / atrapados
Por supuesto, también hay un montón de acción en Huck, sobre todo cuando se verá obligado a luchar contra un poderoso androide que ha aprisionado a su madre. Las escenas de acción son adecuadas, pero personalmente creo que traicionan un poco la esencia del protagonista. Tal vez hubiera sido más interesante centrarse más en la vida cotidiana de Huck y, por una vez, olvidar al malvado villano que acecha desde las sombras.

Para ser honesto, me tomó un par de números acostumbrarme al estilo de Rafael Albuquerque pero terminé disfrutando su contribución. Albuquerque es un buen dibujante y un sólido entintador; él saltó a la fama después de sus colaboraciones en American Vampire de Vertigo. No parece estar demasiado interesado en la anatomía realista o en ser detallista, pero eso no le resta valor a su obra. De hecho, es gracias a sus líneas sueltas, su composición dinámica y sus vibrantes páginas que podemos apreciar la verdadera naturaleza de un personaje como Huck. Sus líneas están maravillosamente realzadas por el coloreado de Dave McCaig, que proporciona la atmósfera adecuada en cada escena con el pigmento apropiado.

November 27, 2015

Planetary # 17 - Warren Ellis & John Cassaday

In literary works written a century ago, there was only one predominant point of view: the perspective of the white male. Years before proper anthropological studies could be conducted, the white men elite would observe with curiosity the customs and rites of countless African tribes. For a long time, in the collective imaginary of western civilization, Africa remained as a dark continent, as a primitive and mysterious place.

Comic books, just like novels, also walked through a similar path. And in “Opak-Re” (published in Planetary # 17, December 2003), Warren Ellis combines the literary and filmic tradition with the comics universe, in a captivating story that takes place in the 30s. Elijah Snow is searching the legendary lost city of Opak-Re. Snow, this time, reminds us of an adventurer like Indiana Jones, and that much is evident since the first page.

When Snow finally finds Opak-Re, he also faces an uncanny threat: a gigantic serpent that seems to come from prehistoric times, and ornamented with golden discs and a collar. An impossible sight, but then again, Snow is an archeologist of the impossible. Unexpectedly, he’s saved by a semi-naked man swinging on vines and yelling at the top of his lungs. This man, raised in the jungle and then returned to his country of origin, answers to the name of Lord Blackstock. Clearly, Ellis is paying homage to Edgar Rice Burroughs “Tarzan” novel and the cinematographic adapation Greystock: The Legend of Tarzan.

But what is the city of Opak-Re and how has it remained hidden for centuries? Opak-Re is a city of gold equipped with the most advanced technology one could possibly imagine. This is a peaceful society devoted to culture, knowledge and learning. As Lord Blackstock explains “A thousand years ago, Opak-Re was a thousand years ahead of the rest of the world, built using scientific principles no one else had even imagined”. So in many ways, this is Ellis version of Wakanda, the land of the Black Panther, the most technologically advanced nation in the Marvel universe. Except that Opak-Re doesn’t want to share their science and their knowledge with the rest of the world. Far from it, they want to isolate themselves from the rest of humanity.
Elijah Snow

The council of the city authorizes Snow’s presence, just as they did with Lord Blackstock, but with a few conditions. None of them are allowed to reproduce, or get married with any of the women of Opak-Re. However, as it happens so often, once the object of desire is interdicted, it becomes even more desirable. Snow falls in love with a charismatic woman; however, she ends up having an affair with Lord Blackstock. Although the English gentleman had insinuated that his sexual experiences had been with boys instead of girls, he gets her pregnant and returns to his beloved England, thus abandoning a baby that cannot live in a city is transforming its very architecture to seclude itself from the world. Snow rescues the baby, and gives her in adoption to the Wagners, a German family. They name her Jakita. Years later, she will become Snow’s greatest ally. 

Issues like this explain why my admiration for John Cassaday only increases in time. In addition to his beautiful illustration of the jungle, Cassaday also provides the reader with the necessary details to further appreciate what’s going on in the opening sequence, id est, the searing sun and the sweaty Elijah Snow that is desperately trying to find the city. The splash page is also an amazing example of composition, there are two diagonal invisible lines the divide this impressive image in four: in the left and right sides there is nothing but the lush forest; in the top of the page, we have the massive gold structure of Opak-Re, with its stunning geometrical figures; and at the bottom of the page, we have Snow’s tiny boat. The contrast between the immensity of the jungle and the colossal dimensions of the city are enhanced by the presence of the boat. The artist depicts Lord Blackstock’s majestic demeanor in a subtle and yet undeniable manner. Cassaday’s cover is also a wonderful and striking image, reminiscent of the pulp novels of yesteryear. 
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En las obras literarias escritas hace un siglo, había un único punto de vista predominante: la perspectiva del hombre blanco. Años antes de que pudieran llevarse a cabo estudios antropológicos adecuados, una élite de hombres blancos observaba con curiosidad las costumbres y ritos de innumerables tribus africanas. Durante mucho tiempo, en el imaginario colectivo de la civilización occidental, África seguía siendo un continente oscuro, visto como un lugar primitivo y misterioso.
the golden city of Opak-Re / la ciudad dorada de Opak-Re
Los cómics, al igual que las novelas, también recorrieron un camino similar. Y en “Opak-Re” (publicado en Planetary # 17, diciembre de 2003), Warren Ellis combina la tradición literaria y fílmica con el universo de los cómics, en una cautivadora historia que tiene lugar en los años 30. Elijah Snow está buscando la legendaria ciudad perdida de Opak-Re. Snow, esta vez, nos recuerda a un aventurero como Indiana Jones, algo que es evidente desde la primera página.

Cuando Snow finalmente encuentra Opak-Re, también se enfrenta a una amenaza insólita: una serpiente gigantesca que parece venir de la prehistoria, ornamentada con discos de oro y un collar. Un espectáculo imposible pero, al fin y al cabo, Snow es un arqueólogo de lo imposible. Inesperadamente, es salvado por un hombre semidesnudo que se cuelga de las lianas mientras grita a todo pulmón. Este hombre, criado en la selva y luego educado en su país de origen, responde al nombre de Lord Blackstock. Claramente, Ellis rinde homenaje a la novela “Tarzán” de Edgar Rice Burroughs y la adaptación cinematográfica “Greystock: la leyenda de Tarzán”.
the new king of the jungle / el nuevo rey de la selva
Pero ¿qué es la ciudad de Opak-Re y cómo ha permanecido oculta durante siglos? Opak-Re es una ciudad de oro equipada con la tecnología más avanzada que uno podría imaginar. Esta es una sociedad pacífica dedicada a la cultura, al conocimiento y al aprendizaje. Como explica Lord Blackstock “Hace mil años, Opak-Re estaba mil años adelantada al resto del mundo, construida con principios científicos que nadie había siquiera imaginado”. Así, en muchos sentidos, esta es la versión de Ellis de Wakanda, la tierra de la Pantera Negra, la nación más avanzada tecnológicamente del universo Marvel. Aunque Opak-Re no quiere compartir su ciencia y sus conocimientos con el resto del mundo. Al contrario, desean alejarse del resto de la humanidad.

El consejo de la ciudad autoriza la presencia de Snow, tal como hicieron con Lord Blackstock, pero con algunas condiciones. A ninguno de ellos se les permite reproducirse, o casarse con las mujeres de Opak-Re. Sin embargo, como sucede tan a menudo, una vez que se prohíbe el objeto del deseo, se hace aún más deseable. Snow se enamora de una mujer carismática; sin embargo, ella termina teniendo un amorío con Lord Blackstock. Aunque el caballero inglés había insinuado que sus experiencias sexuales habían sido con chicos en vez de chicas, embaraza a la mujer y se va a su amada Inglaterra, abandonando así a una bebé que no podrá vivir en una ciudad que está transformando su propia arquitectura para aislarse del mundo. Snow rescata a la bebé, dándola en adopción a los Wagner, una familia alemana. Ellos la nombran Jakita. Años más tarde, ella se convertirá en la principal aliada de Snow.
Lord Blackstock
Números como este explican por qué mi admiración por John Cassaday sólo puede aumentar con el tiempo. Además de la hermosa ilustración de la selva, Cassaday también ofrece al lector los detalles necesarios para apreciar mejor lo que sucede en la secuencia inicial, es decir, el sol abrasador y el sudoroso Elijah Snow que está tratando desesperadamente de encontrar la ciudad. La página de los créditos es también un ejemplo asombroso de composición, hay dos líneas diagonales invisibles que dividen esta impresionante imagen en cuatro: a los lados izquierdo y derecho no hay otra cosa que el frondoso bosque; en la parte superior de la página tenemos la enorme estructura de oro de Opak-Re, con sus impresionantes figuras geométricas; y en la parte inferior de la página, tenemos la pequeña embarcación de Snow. El contraste entre la inmensidad de la jungla y las dimensiones colosales de la ciudad se ve reforzado por la presencia de la embarcación. El artista retrata de manera sutil los ademanes majestuosos de Lord Blackstock. La portada de Cassaday es también una maravillosa y sorprendente imagen, que nos recuerda las novelas pulp de antaño. 

July 15, 2015

Anderson PSI Division: Revenge - John Wagner, Alan Grant & Brett Ewins

It was known as “the galaxy’s greatest comic”, and I would be hard-pressed to find a better sci-fi anthology (in England or anywhere else in the world): 2000AD. The late 70s and early 80s were a golden age for this weekly British publication; during those years, writers such as John Wagner, Alan Grant, Peter Milligan, Alan Moore, Pat Mills, Neil Gaiman, Steve Moore and Grant Morrison created some of the most fascinating stories ever. 
Brian Bolland

At the same time, a group of wonderfully gifted artists started to gain recognition: Brett Ewins, Carlos Ezquerra, Mike McMahon, Dave Gibbons, Kevin O'Neill, Ian Gibson, Brian Bolland, Garry Leach, Bryan Talbot, Alan Davis, Brendan McCarthy, etc. It’s hard to believe that all of them were once under the same roof, editorially speaking. Obviously, with so many talented creators, 2000AD truly became the galaxy’s greatest comic.

When I was still in elementary school, my favorite comics were not published by either Marvel or DC. My heroes weren’t Superman, Batman, Spider-Man or the X-Men. The superpowered folk came into my life much later, when I was in high school. The heroes I admired were quite human in nature, and not just because they didn’t need superhuman abilities in order to save the day, but mainly because they seemed, at least to me, a lot more relatable than the traditional American do-gooders. I was a huge fan of Johnny Alpha (Strontium Dog), Sam Slade (Robo-Hunter), Rogue Trooper, Dan Dare, Judge Dredd and many others (which reminds me, by the way, that someday I should write a review about each one of these titles).

Among that elite group, perhaps Dredd was the one I respected the most. And along with Dredd, there came Judge Cassandra Anderson, from the PSI Division. A judge with psychic abilities and a very perky personality, Anderson has always been one of my favorite female characters. She was Dredd’s opposite, but in many ways she was also the ideal complement. If Dredd stands for science, logic and severity, Anderson embraces the supernatural, the instinct and a good sense of humor. 

Brett Ewins
So it’s only fitting that Anderson’s first appearance would involve the greatest supernatural threat Mega-City One had ever faced: the Four Dark Judges. Writers John Wagner and Alan Grant unleashed the dark judges in “Revenge” (originally published in 1985, in 2000AD progs # 416 through 427). Judge Death had been planning his revenge for a long time, and with the assistance of Fire, Fear and Mortis, he’ll wreak havoc upon Mega-City once again. At first, Death is able to manipulate Anderson, but eventually, Anderson’s telepathic powers give her the upper hand. “Anderson… I’ve always disliked your flippant attitude, but I’ve never –until recently– doubted your competence”, affirms Chief Judge McGruder. And indeed, against impossible odds, Anderson finally defeats the dark judges.


Brett Ewins
“Revenge” was released exactly 30 years ago, and to me it’s a special story for one reason: Brett Ewins. As I’ve mentioned before, back in the day, 2000AD was the home of the most gifted artists in comics. Many of them eventually migrated to the American comic book industry, becoming even more famous and influential. Others, however, did not. Ewins was one of them. Luckily for me, I had access to most of the stories he illustrated for 2000AD, such as a few Tharg's Future Shocks, some absolutely amazing Judge Dredd adventures (the excellent “Haunting of Sector House 9”, also scripted by Wagner, still remains amongst my favorites), and a couple of ABC Warriors and Rogue Trooper episodes. 

Ever since I was a child I found Ewins art absolutely captivating. He had a unique way of portraying gestures and facial expressions, and an amazing grasp on urban settings, his street punks and perps looked so real, and he was always so original when it came to futuristic clothing and gadgets. Ewins seemed to combine the best features of his colleagues: from Bolland, a delicate brush and an intense love for details; from McCarthy, a colorful extravagance and an untamed visual energy; from Gibbons, an absolute understanding of sequential storytelling; and so on. Ewins was one of the most brilliant British artists, and for decades he struggled with his inner demons, a battle that left him exhausted and diminished the amount and frequency of his artistic contributions. He passed away on February 2015. He hadn’t been drawing for over 10 years, but he had already left a precious legacy in the pages of Judge Dredd and Judge Anderson - PSI Division. 
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2000 AD” era conocido como “el cómic más grandioso de la galaxia”, y de hecho sería muy difícil encontrar una mejor antología de ciencia ficción (en Inglaterra o en cualquier otra parte del mundo). La edad de oro de esta publicación británica semanal empezó a fines de los 70s y continuaría hasta principios de los 80s; durante esos años, escritores como 
John Wagner, Alan Grant, Peter MilliganAlan Moore, Pat Mills, Neil Gaiman, Steve Moore y Grant Morrison crearon las más alucinantes historias. 
Judge Anderson

Al mismo tiempo, un grupo de maravillosos y talentosos artistas comenzaría a ganar reconocimiento: Brett Ewins, Carlos Ezquerra, Mike McMahon, Dave Gibbons, Kevin O'Neill, Ian Gibson, Brian BollandGarry Leach, Bryan Talbot, Alan Davis, Brendan McCarthy, etc. Es difícil creer que todos ellos estuvieron alguna vez bajo el techo de la misma editorial. Obviamente, con tantos creadores talentosos, 2000AD se convirtió verdaderamente en el mejor cómic de la galaxia.

Cuando yo todavía estaba en primaria, mis cómics favoritos no eran los que publicaba Marvel o DC. Mis héroes no eran Superman, Batman, Spider-Man o los X-Men. Los superhéroes entraron en mi vida mucho después, cuando ya estaba en secundaria. Los héroes que admiraba eran de condición bastante humana, y no sólo porque no necesitaban habilidades sobrehumanas para salir victoriosos, sino sobre todo porque resultaba, al menos desde mi punto de vista, mucho más fácil identificarse con ellos que con los tradicionales bienhechores estadounidenses. Fui un gran fan de Johnny Alfa (Strontium Dog), Sam Slade (Robo-Hunter), Rogue Trooper, Dan Dare, Judge Dredd y muchos otros (por cierto, algún día debería escribir una reseña sobre cada uno de ellos).


Entre ese grupo de élite, quizás Dredd era al que más respetaba. Y junto con Dredd, llegó la Jueza Cassandra Anderson, de la División PSI. Una jueza con habilidades psíquicas y una personalidad muy alegre, Anderson siempre fue uno de mis personajes femeninos favoritos. Ella era lo opuesto a Dredd, pero en muchos aspectos también era el complemento ideal. Si Dredd es sinónimo de la ciencia, la lógica y la severidad, Anderson reúne lo sobrenatural, el instinto y un buen sentido del humor.

the arrival of Death / la llegada de Muerte
Así que es lógico que la primera aparición de Anderson implicaría la mayor amenaza sobrenatural que Mega-City One había enfrentado: los Cuatro Jueces Oscuros. Los escritores John Wagner y Alan Grant liberan a los jueces oscuros en "Revancha" (publicado originalmente en 1985, en “2000AD” # 416 a 427). El Juez Muerte había estado planeando su venganza por un largo tiempo, y con la ayuda de Fuego, Miedo y Mortis, causaría estragos en Mega-City una vez más. Al principio, Muerte es capaz de manipular a Anderson, pero finalmente ella usa sus poderes telepáticos para ganar ventaja. “Anderson... siempre me ha disgustado tu actitud impertinente, pero nunca -hasta hace poco- he dudado de tu competencia”, afirma McGruder, la jefa de los jueces. Y, en efecto, contra viento y marea, Anderson finalmente logra derrotar a los jueces oscuros.
the dark judges / los jueces oscuros
"Revenge" se publicó hace exactamente 30 años, y para mí es una historia especial por una razón: Brett Ewins. Como he mencionado antes, en su día, “2000 AD” fue el hogar de los artistas más talentosos. Muchos de ellos eventualmente migraron a la industria del cómic estadounidense, haciéndose aún más famosos e influyentes. Otros, sin embargo, no lo hicieron. Ewins era uno de ellos. Afortunadamente para mí, tuve acceso a la mayoría de las historias que él ilustró para “2000 AD”; un puñado de “Tharg's Future Shocks”, algunas aventuras absolutamente increíbles de Juez Dredd (la excelente “Haunting of Sector House 9”, también con guión de Wagner, está entre mis favoritas), y un par de episodios de “ABC Warriors” y “Rogue Trooper”.
McGruder & Anderson
Desde que era niño el arte de Ewins me parecía absolutamente cautivador. Él tenía una manera única de retratar gestos y expresiones faciales, y una asombrosa comprensión de los entornos urbanos, sus punks callejeros y sus delincuentes se veían tan reales, y él siempre fue sumamente original cuando se trataba de retratar ropa futurista y todo tipo de artilugios. Ewins parecía combinar las mejores características de sus colegas: de Bolland, heredó un trazo delicado y un intenso amor por los detalles; de McCarthy, una colorida extravagancia y una energía visual sin domesticar; de Gibbons, un gran entendimiento de la narrativa secuencial; y así sucesivamente. Ewins fue uno de los artistas británicos más brillantes, y por décadas luchó contra sus demonios internos, una batalla que lo dejó exhausto y disminuyó la cantidad y frecuencia de sus contribuciones artísticas. Falleció en febrero del 2015. Él no había dibujado desde hacía más de 10 años, pero ya había dejado un valioso legado en las páginas de “Judge Dredd” y “Anderson - PSI Division”.

June 27, 2015

Planetary # 14 - Warren Ellis & John Cassaday

In “Century”, we had the opportunity to see Elijah Snow meddling in the affairs of the Extraordinary, a group comprised of supernatural creatures (Count Dracula), men with superhuman abilities (the Invisible Man) and even a genius like Sherlock Holmes.

Although “Zero Point” (published in Planetary # 14, June 2001) is also an adventure that takes place in the past, in this opportunity we’re no longer in the 19th century but rather in the more recent year of 1995. Everything begins in the laboratory of one of Elijah Snow’s allies. The scientist has made a startling discovery: a seemingly ordinary stick is, in fact, a powerful weapon of the Four. In the same way that Dr. Donald Blake hits his walking stick against the floor to transform it into Mjolnir, and therefore, to become the mighty Thor, the object analyzed by the scientist can also be transformed into a hammer of indescribable power.

As I have pointed out many times in previous reviews, Warren Ellis has been paying homage to different cinematographic and literary genres and, most especially, to the conventions and traditions of superhero comic books. This hammer of Thor is, indeed, a weapon unlike anything mankind could produce, and it belongs to the Four.

A true Archeologist of the Impossible, Elijah Snow travels to the Four’s armory. The arsenal of Randall Dowling is so vast that an entire planet is needed to contain it. Snow is overwhelmed by the sight, row upon row of weapons extend as far as the eye can see. And as he walks through the infinite corridors of this arsenal, he steps onto countless skeletons. To make room for his weaponry, Dowling exterminated an entire world.
The hammer of the Four / el martillo de los Cuatro

What happens next is a clever inversion of the usual rules of superhero comics. Certainly, as seasoned readers, we find it common for the Fantastic Four to be trapped by Dr. Doom or any other villain, only to use their wit and abilities to escape and defeat their enemy. In “Zero Point”, however, the opposite happens. After all, the hero is still Elijah Snow and the ultimate villains are the Four. Nevertheless, Snow prepares an ambush for William Leather and Kim Süskind (the equivalents of the Human Torch and the Invisible Woman). 

So we get to see these characters, so similar to the classic creations of Stan Lee and Jack Kirby, under a whole new perspective. And, just as it so often happens in Fantastic Four, the supreme intelligence of Randall Dowling (Mr. Fantastic’s counterpart) is enough to defeat Snow and his Planetary team. Dowling performs an experimental procedure on Snow, erasing his memory. “We are old and powerful and bore easily. We enjoy the game Planetary represents. But we cannot allow ourselves to lose, Mr. Snow”, explains Dowling. 

Of course, I cannot end this review without mentioning John Cassaday’s outstanding artistic contributions. From the exquisite design of the hammer of the god of thunder, to the elegant and yet dramatic composition of the Four’s arsenal. Cassaday excels in both, quiet scenes and action-packed sequences (like the fight between Leather and Jakita Wagner). I think there’s a reason why before 2001 Cassaday was still relatively unknown, it is in the pages of Planetary where the artist proves to be the most talented of that decade.
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En “Siglo”, tuvimos la oportunidad de ver a Elijah Snow interviniendo en los asuntos de los Extraordinarios, un grupo compuesto por criaturas sobrenaturales (Conde Drácula), personas con habilidades sobrehumanas (el Hombre Invisible) e incluso genios como Sherlock Holmes.
the secret arsenal of the Four / el arsenal secreto de los Cuatro
Aunque “Punto cero” (publicado en Planetary # 14, junio de 2001) es también una aventura que ocurre en el pasado, en esta oportunidad ya no estamos en el siglo XIX, sino más bien en un año más reciente: 1995. Todo comienza en el laboratorio de uno de los aliados de Elijah Snow. Un científico ha hecho un descubrimiento sorprendente: una vara de madera aparentemente normal es, de hecho, una poderosa arma de los Cuatro. De la misma manera que el Dr. Donald Blake golpea su bastón contra el suelo para transformarlo en Mjolnir, y por lo tanto, para convertirse en el poderoso Thor, el objeto analizado por el científico también se puede transformar en un martillo de poder indescriptible.
William Leather versus Jakita Wagner

Como he señalado muchas veces en críticas anteriores, Warren Ellis ha rendido homenaje a diferentes géneros cinematográficos y literarios y, muy especialmente, a las convenciones y tradiciones de los cómics de superhéroes. Este martillo de Thor es, de hecho, un arma diferente a cualquier objeto producido por la humanidad, y pertenece a los Cuatro.

Elijah Snow, un verdadero Arqueólogo de lo Imposible, viaja a la armería de los Cuatro. El arsenal de Randall Dowling es tan grande que se necesita un planeta entero para contenerlo. Snow está abrumado por lo que ve, fila tras fila de armas se extienden hasta donde alcanza la vista. Y mientras camina por los pasillos infinitos de este arsenal, pisa innumerables esqueletos. Para hacer espacio para su armamento, Dowling exterminó un mundo entero.

Lo que sucede después es una astuta inversión de las reglas habituales de los cómics de superhéroes. Ciertamente, como lectores experimentados, nos resulta común que los Cuatro Fantásticos sean capturados por el Dr. Doom o cualquier otro villano, sólo para usar su ingenio y habilidades hasta escapar y derrotar a su enemigo. En "Punto Cero", sin embargo, ocurre lo contrario. Después de todo, el héroe sigue siendo Elijah Snow y los villanos definitivos son los Cuatro. No obstante, Snow prepara una emboscada para William Leather y Kim Süskind (los equivalentes a la Antorcha Humana y la Mujer Invisible).

Así que vemos a estos personajes, tan similares a las creaciones clásicas de Stan Lee y Jack Kirby, bajo una nueva perspectiva. Y, del mismo modo que sucede a menudo en los Cuatro Fantásticos, la inteligencia suprema de Randall Dowling (contraparte de Mr. Fantástico) es suficiente para derrotar a Snow y al equipo de Planetary. Dowling realiza un procedimiento experimental en Snow, borrándole la memoria. “Somos viejos y poderosos y nos aburrimos fácilmente. Disfrutamos el juego que Planetary representa. Pero no podemos darnos el lujo de perder, señor Snow”, explica Dowling.
Elijah Snow has been defeated / Elijah Snow ha sido derrotado
Por supuesto, no puedo terminar esta reseña sin mencionar las notables contribuciones artísticas de John Cassaday. Desde el exquisito diseño del martillo del dios del trueno, hasta la composición elegante pero dramática del arsenal de los Cuatro. Cassaday sobresale tanto en las escenas tranquilas como en las secuencias llenas de acción (por ejemplo, la lucha entre Leather y Jakita Wagner). Creo que hay una razón por la que Cassaday seguía siendo relativamente desconocido antes del 2001, y es que es en las páginas de Planetary donde el artista demuestra por qué es el más talentoso de esa década.

March 27, 2015

Planetary # 11 - Warren Ellis & John Cassaday

The Cold War has become a synonym of political intrigues, espionage and the constant threat of undercover attacks. It’s no wonder, then, that such a particular era influenced our culture in more ways than we could imagine. The Cold War’s extreme paranoia would be channelized in fiction through spy novels and films. Characters like James Bond (agent 007 of the British Secret Service) became worldwide famous, and in turn he was directly responsible for inspiring heroes like Nick Fury (agent of S.H.I.E.L.D.).

In the late 60s, Jim Steranko revitalized Marvel’s quintessential spy in the pages of “Nick Fury, agent of S.H.I.E.L.D.”. Steranko revolutionized the comics industry with his visual experimentations and his exploration of psychedelia. As a truly connoisseur of the American comic book tradition, Warren Ellis pays homage to Cold War fiction, focusing on two sides of the same coin: James Bond and Nick Fury.

“Cold World” (published in Planetary # 11, September 2000) starts with a 1969 flashback. John Stone, agent of S.T.O.R.M. (a combination of James Bond and Nick Fury) is trapped in what seems to be an impossible situation. Elegant and clever like the British operative, and pragmatic and dangerous like the American agent, Stone manages to defeat his enemy just in the proverbial nick of time.
John Stone, agent of S.T.O.R.M.

The fight between Stone and his foes is a formidable visual exercise that compels John Cassaday to fully embrace Steranko’s psychedelic approach. These are pages filled with magnificent action sequences and impressive designs (I particularly love all the weird gadgets used by Stone and the killing scenes).

Nonetheless, in the year 2000 the Cold War is merely a chapter in history books, and agent Stone has long retired from S.T.O.R.M. In 1969, Elijah Snow and John Storm meet for the first time. 31 years later, the two men meet in a mysterious and isolated bar in Kazakhstan. “This is the place where the afterlife gets cheated”, explains Stone. Elijah Snow has been amnesiac since the beginning of the series, but after his recent encounter with the Four he understands that his memory loss can be his greatest weakness. “You’re the best and only expert in secrets I know, John”, affirms Snow. And the best spy in the world understands how important it is for his old colleague to recover his memory.

Once again, Ellis explores the roots of modern comic books. The Archaeologists of the Impossible are digging a metafictional tunnel that coherently unifies a significant number of constitutive elements of the comic book tradition: the Justice League of America (first issue), Godzilla and Japanese monster movies (second issue), pulp novels (fifth issue), the Fantastic Four (sixth issue), British authors and Vertigo titles from the 80s (seventh issue), B movies from the 50s (eighth issue) and so on.

Throughout this chapter, Cassaday uses many of Steranko’s graphic innovations, while colorist Laura Depuy adds a vibrant technicolor palette in the first pages (1969) and a more muted, even somber, palette in the final pages (2000). However, the most striking element of this issue may very well be its cover. In a heartfelt homage to Steranko’s style, Cassaday reproduces and reinterprets the key elements of Nick Fury, Agent of S.H.I.E.L.D. # 4 (September 1968).
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Elijah Snow

La Guerra Fría se ha convertido en un sinónimo de intrigas políticas, espionaje y la constante amenaza de ataques encubiertos. No es de extrañar, entonces, que una época tan particular haya influenciado nuestra cultura ampliamente. La extrema paranoia de la Guerra Fría fue canalizada en la ficción a través de novelas y películas de espionaje. Personajes como James Bond (el agente 007 del Servicio Secreto Británico) llegaron a ser mundialmente famosos, y a su vez, él fue directamente responsable de inspirar a héroes como Nick Fury (agente de S.H.I.E.L.D.).

A finales de los años 60, Jim Steranko revitalizó al espía por excelencia de Marvel en las páginas de Nick Fury, agent of S.H.I.E.L.D.. Steranko revolucionó la industria del cómic con su experimentación visual y su exploración de la psicodelia. Como un verdadero conocedor de la tradición del cómic estadounidense, Warren Ellis rinde homenaje a las ficciones de la Guerra Fría, centrándose en dos caras de una misma moneda: James Bond y Nick Fury.

"Mundo frío" (publicado en Planetary # 11, setiembre del 2000) comienza con un flashback a 1969. John Stone, agente de S.T.O.R.M. (Una combinación de James Bond y Nick Fury) está atrapado en lo que parece ser una situación imposible. Elegante e inteligente como el agente británico, y pragmático y peligroso como el estadounidense, Stone logra derrotar a su enemigo justo a tiempo para evitar una catástrofe.
Stone and Snow meet again / Stone y Snow se reúnen nuevamente

La lucha entre Stone y sus enemigos es un ejercicio visual formidable que empuja a John Cassaday a asumir plenamente el enfoque psicodélico de Steranko. Se trata de páginas llenas de magníficas secuencias de acción y diseños impresionantes (me encantan todos los artilugios extraños utilizados por Stone y las escenas de la matanza).

No obstante, en el año 2000 la Guerra Fría no es más que un capítulo en los libros de historia, y el agente Stone se ha jubilado de S.T.O.R.M. hace mucho tiempo. En 1969, Elijah Snow y John Storm se encuentran por primera vez. 31 años después, los dos hombres se reúnen en un misterioso y aislado bar en Kazajstán. "Este es el lugar donde uno escapa del más allá", explica Stone. Elijah Snow ha estado amnésico desde el comienzo de la serie, pero después de su reciente encuentro con los Cuatro, él entiende que su pérdida de memoria puede ser su mayor debilidad. "Tú eres el mejor y el único experto en secretos que conozco, John", afirma Snow. Y el mejor espía del mundo entiende lo importante que es para su viejo colega poder recuperar su memoria. 

Una vez más, Ellis explora las raíces de los cómics modernos. Los arqueólogos de lo Imposible están cavando un túnel metaficcional que unifica coherentemente un número importante de elementos constitutivos de la tradición del cómic: la Liga de la Justicia de América (primer número), Godzilla y películas japonesas de monstruos (segundo número), novelas ‘pulp’ (quinto número), los Cuatro Fantásticos (sexto número), los autores británicos y los títulos de Vertigo de los 80s (séptimo número), películas de serie B de los años 50s (octavo número) y así sucesivamente.
Elijah Snow finally remembers his past / Elijah Snow finalmente recuerda su pasado

A lo largo de este capítulo, Cassaday utiliza muchas de las innovaciones gráficas de Steranko, mientras la colorista Laura Depuy añade una vibrante paleta tecnicolor en las primeras páginas (1969) y una más moderada, incluso sombría, en las páginas finales (2000). Sin embargo, el elemento más llamativo de este número bien podría ser la portada. En un sentido homenaje al estilo de Steranko, Cassaday reproduce y reinterpreta los elementos claves de Nick Fury, Agente de S.H.I.E.L.D. # 4 (setiembre de 1968).